Regalos

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Ezarel.

Dalia sostenía el móvil contra su oreja mientras dibujaba una mueca en su rostro, Ezarel no podría ir esa noche a casa, se suponía seria su primera navidad con Erian, pero al mismo tiempo entendía que los accidentes podían llegar a pasar y el hospital no era un lugar tranquilo en esas fechas, sobre todo en esas fechas, cuando Ezarel llamo para decirle que se había presentado un accidente automovilístico y lo necesitaban en la sala de operaciones ella simplemente no pudo reclamar nada.

-Entiendo, descuida no es como si estas cosas se planearan con antelación para arruinar la noche. - tras charlas unos momentos más por fin colgó la llamada.

-Mamá.- le llamo Dona, su pequeña tenía un vestido de santa color verde y unas medias rojas con franjas blancas.- ¿A qué hora llega papá?

-Queremos que vea a Erian vestido de duende. - Danna brinco detrás de su gemela vistiendo de la misma forma, a ambas las diferenciaba por el peinado. Dalia les sonrío.

-Papá tiene mucho trabajo, tal vez no llegue para abrir los regalos, pero no por eso arruinaremos la noche, que tal si olvidamos la cena en la mesa y cenamos en la sala mirando películas con Erian.

-¿También podemos dormir abajo?- pregunto Dana.

-¡Si! Mami, por favor, queremos ver a santa acomodar los regalos bajo el árbol.

-Está bien, cenaremos veremos películas y esperaremos a que santa llegue. - las gemelas gritaron emocionadas.

Pasaron un par de horas mientras hasta que el reloj marco la media noche, las gemelas se habían quedado dormidas una hora atrás sobre la alfombra de la sala y Erian en los brazos de su madre, acomodando al pequeño de seis meses en su cochecito subió a la habitación de las gemelas para bajar unas mantas y cubrirlas, no había demorado mucho cuando al bajar del segundo piso encontró a sus hijas sentadas frente a la chimenea.

-Mamá, santa ya viene. - susurro Dona emocionada, antes de que ella pudiera preguntarle algo escucho unas voces fuera de la casa.

-No voy a entrar por la chimenea, para empezar, está encendida, si quieres entrar por ahí hazlo tú.

-Por favor.

-Ezarel, solo me pediste ayuda para traerte a tu casa, no voy a hacerlo.

-¿Le romperás la ilusión a mis hijas?

-Ya deben estar dormidas, date prisa y baja eso del auto, también tengo familia te lo recuerdo.

La puerta principal se abrió, en plena oscuridad Ezarel entraba a su casa con un saco a sus espaldas mientras murmuraba algunas maldiciones.

-¡Papá!- gritaron las gemelas, Ezarel dio un salto del susto, pensaba que ellas estaban dormidas, por su parte Erian se había despertado llorando.

- ¿Le robaste los juguetes a santa? ¿Por qué vistes como duende? Te ves igual a Erian. - pregunto Danna al ver el saco tras su padre.

-Esto...no, no, para nada, es que... ayude a santa a repartir sus regalos, si eso...

-¿Dónde está Santa?

-El muy maldito se largó a su casa. - murmuro para sí. – pues, la verdad aun le quedaba mucho trabajo, pero decidió dejarme regresar con ustedes y traerles todos estos regalos.

Dejando el saco en el suelo, las gemelas rápidamente fueron a por sus regalos, Dalia se acercó a él para besar su mejilla.

-Dime la verdad ¿Paso un accidente?

-Buscaba un Santa para sorprender a las niñas, pero Valkyon se arrepintió a última hora mientras traíamos los regalos. - sacando de quien sabe dónde entrego a su mujer un regalo el cual intercambio por su hijo, al abrirlo la rubia enarco una ceja y dibujo media sonrisa en su cara.

-Esta ropa ¿Una indirecta para traer un nuevo elfito?

-Tu qué crees.

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Nevra.

Lamia estaba encantada desde que su hermanito llego a casa hace cinco meses, siempre lo estaba cuidando y ayudaba a su mamá a bañarlo, incluso a vestirlo, sus tíos habían ido a su casa para pasar la navidad, su tía Karenn tenía una barriguita de casi cinco meses, algo que no le impidió sentarse con los demás frente al árbol para comenzar a abrir los montones de regalos. Antes de que Karenn pudiese abrir su primer regalo, se giró para mirar a su hermano quien sostenía a su pequeño hijo en brazos.

-Nevra sé que estas molesto, pero ¿Es necesario dejar a Chrome afuera?

-Ella tiene razón, no estas siendo un buen anfitrión, ni siquiera un buen cuñado. - le dijo Roxan, Nevra rodo ligeramente los ojos antes de pasarle a su bebé.

-Si soy un buen anfitrión, le instale una mesita afuera y si tiene frio puede entrar al auto.

-¡Y me dieron a mí las llaves!- exclamo Lamia, su padre le hizo una pequeña seña para que guardara silencio, las otras dos le miraron con los ojos entrecerrados.

-No hace tanto frio, estará bien.

-Nevra, está nevando.

-Por dios Nevra, no quiero después me estés reclamando algo si tu sobrino te juega las mismas bromas inocentes que Lamia le hace a Chrome.- regaño Karenn, Nevra soltó un suspiro antes de levantarse y quitar los tres seguros que tenían en su entrada principal.

-Pasa...- apenas abrió la puerta Chrome casi corrió hasta la chimenea, el mensaje estaba claro, no tendría más hijos en un futuro o al menos evitaría que Karenn estuviera embarazada en épocas de invierno.

-¿Podemos abrir los regalos? – pregunto Lamia con un ligero puchero.- yo ayudo a Ethan con su regalo.

Mientras Chrome entraba en calor, los demás siguieron en su labor de abrir los regalos, Lamia rompió la envoltura de uno grande que tenía el nombre de su hermanito encontrando una sillita mecedora, posteriormente la pequeña peli negra abrió tres más con su nombre encontrando muñecas, peluches y un kit de pintura.

-¡Si! Tío Chrome vamos a jugar.

-Alejen a ese engendro y sus pinturas de mi cara. - exclamo el nombrado, Karenn soltó una pequeña risa antes de abrir su regalo dorado.

Dentro había un par de prendas diminutas para su bebé y un mameluco de conejo.

-Que hermoso, ya quiero ver a Morgan vistiendo esto, se verá adorable.

- ¿Morgan? ¿Por qué mi hijo tiene que llamarse como su abuelo?

-Chrome. - llamo Nevra. – acepta que mi sobrino se llamara Morgan si quieres seguir vivo.

-Debería ser tu hijo quien tenga el nombre de su abuelo, así podría elegir uno que me gustara.

-Nevra quería que Ethan se llamara Morgan. - dijo Roxan. - pero aprecia demasiado su vida que acepto llamarlo Ethan.

-¿Te amenazo?- pregunto Chrome.

-Peor...pero digamos que por aceptar sigo con vida, olvidemos eso ¿Dónde está mi regalo? - demando saber, Roxan, paso a su hijo a los brazos de Karenn, para después abrazarse a su esposo y susurrar a su oído. - ¿de verdad?

-Ya lo tengo, pero necesitaremos la casa sola.

-Lamia, Ethan, pasaran toda la semana en casa de sus tíos.

***~~~***~~~

Leiftan.

Lena miraba a sus padres al otro lado de la mesa con su hermanita sentada en medio de ellos, los dos tenían cucharitas con papilla y luchaban por hacer que la pequeña aceptara cualquiera de las dos cucharas, la pequeña rubia miro hacia una de las paredes aún faltaba para poder abrir sus regalos el árbol tenía más regalos que años pasados y eso era seguramente gracias a su hermanita.

-Mamá ¿Puedo abrir mis regalos? – pregunto, Erika desvió su mirada de su pequeña para mirar a su hija mayor.

-En un rato más amor, además tu hermanita no ha terminado de comer.

-Papá...

-Lena ya escuchaste a tu mamá, espera un poco a que tu hermana coma e iremos a abrir los regalos, este año has sido un ben angelito, solo un poco más.

-Si hago que mi hermanita coma ¿Podemos abrir los regalos?

Ambos padres se miraron por unos antes de que su pequeña Alina tomara un puñito de su papilla y lo arrojara a la cara de su papá.

-Lena heredo mi tranquilidad, pero Alina tiene tu rebeldía. - dijo Leiftan tomando una servilleta para limpiarse la cara.

-Bueno me alegra ver que heredo algo más de mí que mi color de ojos. - dejando la cucharita lejos del alcance de su bebé, Erika se alejó un poco de la mesa con su silla para hacerle un gesto a su pequeña rubia mayor para sentarla en sus piernas.

Lena tomo la cucharita con la papilla y levanto por lo alto comenzando hacer algunos círculos en el aire.

-Aquí viene...- expreso la niña llevando la cucharita hasta la boca de su hermanita, ella soltó una risita abriendo la boca, pero, en lugar de que le diera la papilla pareció como si Lena se la comiera, Alina soltó un pequeño quejido molesta por lo que su hermana hizo el mismo movimiento esta vez dándole su comida.

Leiftan miraba la escena enternecido, tanto que no pudo evitar sacar su móvil y capturar el momento donde sus dos hijas y su esposa se encontraban felices, unos minutos más tarde y a pesar de que su pequeño vestido blanco se había manchado de la papilla de zanahoria, mostro feliz el pequeño plato vacío y saltar de las piernas de su madre.

-Bien bien pequeña saltarina vamos a abrir los regalos. - dijo Erika mientras tomaba a su pequeña de la sillita alta.

El primer regalo que le había llamado la atención de Lena era una pequeña jaula donde adentro había un conejito blanco con manchas marrones, los ojos de su pequeño angelito brillaron mientras arrastraba un poco más lejos la jaula de entre el montón para mostrarlo.

-¡Un conejito!- exclamo Lena, Alina por su parte intentaba tomar un gran regalo con envoltura dorada que llamo su atención, Erika lo tomo entre sus manos para quitar el papel dorado y descubrir un unicornio suave de peluche.

-Leiftan ¿No buscaste tú regalo? – pregunto Erika, Leiftan se sentó a su lado en el suelo pasando un brazo sobre sus hombros para pegarla a él.

-Tengo una familia, dos angelitos y una esposa por los que daría la vida sin dudarlo siquiera, no puedo pedir un regalo más grande que este. - respondió besando su frente, Erika sonrió con ternura antes de meter la mano su bolsillo y sacar un pequeño trozo de cartón.

-Entonces tal vez no te interese este regalo. - dijo entregándole el pequeño cartoncito, Leiftan observo la etiqueta de Victoria's Secret.

-¿Dónde podemos conseguir una niñera a esta hora?

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Mathieu.

La cena de navidad, por lo general cada año se turnaban para ir ya fuera con la familia de Clio o con su familia, pero ese año era diferente, en su primera navidad con Nashla la pasarían los seis en familia, eso hasta que Huang Chu apareció en su puerta con una olla de guiso en una mano y una correa con un cachorro con un moño pegado a la cabeza.

-No iba a pasar las fiestas sola, espero que no les moleste. - dijo ella con una sonrisa un poco malvada mirando en dirección a Mathieu.- además traje un regalo para mis sobrinos favoritos.

- ¡Un perrito! - gritaron los tres, Nashla en sus brazos se inquietó igual que sus hermanos al ver al pequeño animalito.

- ¿Es para nosotros? - pregunto Glen.

-Si, eso si es que su padre deja que se quede.- dijo Huang Chu, los tres pequeños se giraron a ver a su papá con los ojitos llorosos dispuestos a llorar en caso que dijera que no.

-Su madre...

-¡Clio está totalmente de acuerdo!- exclamo ella dejando la olla en el suelo y tomando al pequeño cachorro.- mira Nashla lo quiere.

-Huang Chu aleja a esa bestia de mi bebé.

Dando un par de pasos hacia delante Mathieu intentaba alejar a su pequeña del cachorro que Huang Chu intentaba acercarle, el chico termino por subir a una silla y alejar a la niña, los trillizos notaron algo curioso en la escena entre su padre y su tía, después miraron el televisor, la película que recién comenzaba se había pausado cuando llamaron al a puerta.

-¡Mamá!- gritaron los tres corriendo en dirección a la cocina.

Clio salió siendo empujada por sus hijos los cuales no le dieron tiempo siquiera de dejar la batidora sobre la mesa.

-Mira mira.- le dijo Kalen, Clio miro a Mathieu sobre la silla alejando a su bebé del pequeño cachorro.

-¿De verdad? Hoy tienen que hacer sus tonterías ustedes dos. - un pesado suspiro escapo de sus labios, Allen jalo un poco de la falda de su madre para llamar su atención.

-No mamá, mira, papá esta haciendo lo mismo que en la tele.- ella desvío su irada al televisor donde estaba la escena del rey león más conocida, donde simba era presentado a los demás animales, ciertamente Mathiue estaba recreando la escena de una pequeña forma diferente.

-No entiendo por qué todo lo que su padre hace lejos de enfadarme me causa gracia y ternura.

-Papá nos hizo ¿También te parecemos graciosos y tiernos? – pregunto Glen, Clio se colocó de rodillas en el suelo para poder abrazar a sus tres pequeños.

-Su papá me ayudo a hacerlos, y ustedes cuatro son mis mejores regalos que pudo darme. - besando las cabezas de sus hijos miro nuevamente a su esposo, quien seguía intentando alejar a su bebé del cachorro. - muy bien saquen de su casa a Hopper, de otro modo su tía Haung Chu no dejara de molestar a su padre.

Los tres pequeños corrieron hasta uno de los muebles de la sala para sacar a su sapo Hopper de su pecera. Acto seguido Haung Chu ahora se encontraba sobre la mesa del comedor gritando y ordenando a todos que sacaran a esa cosa espantosa de la casa, el pequeño cachorro al ser liberado corrió en dirección a la puerta donde la olla con el guiso había quedado abandonada.

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Lance y Valkyon.

La idea de pasar la Navidad en una cabaña cerca de un lago congelado fue la mejor idea que los gemelos habían tenido en mucho tiempo, además los niños se habían creído el cuento de que santa les había dejado un mapa para ir hasta esa cabaña y encontrar sus obsequios de Navidad. Ni bien apenas los tres enanitos mayores bajaron de la camioneta corriendo hasta la entrada de la cabaña.

Damaris y Elanor bajaron después para observar el lugar, a pesar del frio y de la nevada que se aproximaba el lugar era hermoso.

-Recordaste dejar "eso" como acordarnos. – dijo Lance a Valkyo, su gemelo asintió ligeramente mientras ayudaba a bajar el asiendo doble donde sus mellizos de cuatro meses se encontraban.

-Es muy pequeña esta cabaña ¿Cuántas habitaciones tiene? – pregunto Damaris mientras cargaba a su pequeña Laia de siete meses.

-Solo tres. - respondió Lance. – los niños pueden ocupar una habitación y nosotros las otras dos, además los bebés se quedarán con nosotros.

-Justo iba a decir lo mismo, si hará frio en la noche los bebés son los más propensos a resfriarse.

-Lo arreglamos todo Elanor, no te preocupes, además nos dijeron que a unos minutos de aquí se encuentra el lago congelado y una zona para que los niños jueguen en trineo.

-Yo quiero jugar en un trineo. - dijo Ray escuchando a su padre. - ¿Vamos?

-Iremos después, ahora tenemos que bajar todo del auto y ustedes deben seguir el mapa de Santa para encontrar la llave y abrir la puerta. -

Lyon hizo una mueca mientras miraba el trozo de papel con el mapa y en su otra mano tenía la correa con Skala, los gemelos por su parte comenzaron a seguir sus indicaciones hasta que encontraron la llave bajo la alfombra de la puerta, sus padres rieron un poco. Lance tomo la llave para abrir la puerta, en el momento que lo hizo los niños encontraron corriendo para ir sobre el monton de regalos debajo del árbol.

-¡Un trineo!- exclamo Lyon mirando el trineo con unos cuantos regalos para él y su hermanita.- ¿Podemos jugar afuera?

-Ahora no Lyon.- dijo su madre.- primero vamos a instalarnos y comer algo.

-Pero mamá...

-Lyon nada de berrinches o santa se llevará tus regalos. - dijo Lance. - pongan una película y ayuden a cuidar a los bebés mientras nosotros arreglamos todo.

Los tres pequeños mayores encendieron el televisor de la cabaña, justo en ese momento la película de Balto estaba pasando, los tres enanitos se acomodaron en el sofá, los bebés fueron dejados cerca de sus hermanos. Elanor y Damaris fueron a acomodar las habitaciones, Lance y Valkyon fueron a la cocina para preparar algo rápido.

-Yo quiero salir a jugar a la nieve. - se quejó Leo dejándose caer del sofá, Lyon repartía la mirada entre su trineo, Skala y el televisor, pronto sus ojitos verdes brillaron.

-¡Podemos salir a jugar un rato!- exclamo Lyon por lo bajo.- miren balto y sus amigos van muy rápido jalando el trineo, yo tengo uno y tenemos a Skala podemos dar una vuelta y regresar sin que se den cuenta.

-¿Qué hacemos con ellos?- pregunto Ray señalando a los bebés.- Maica llora si no le hacen caso, mis papás se pueden dar cuanta y decirle a santa que nos quiten los regalos.

-Entonces llevaremos a nuestros hermanitos ¡Vamos!

Ray y Leo fueron los primeros en salir de la casa para sacar el trineo y atar a Skala a él, mientras que Lyon se ocupaba de distraer a los pequeñitos, una vez los gemelos regresaron cada uno tomo a uno de los bebés y salieron de la cabaña.

-Bueno es la primera vez que Laia no comienza a llorar, a esta hora llora para comer. - dijo Damaris mientras salía de la habitación.

-Mis pequeños son más perezosos. - dijo Elanor con una pequeña risa.- tengo que insistirles en comer o no lo hacen.

-La idea de tener gemelos es...-antes de poder terminar la frase Damaris paro de golpe, el televisor estaba encendido, la puerta de la entrada principal abierta y los niños...los niños no estaban.

-Hicimos lo mejor que pudimos pero habrá Sándwiches para cenar.- Lance y Valkyon salían de la cocina con unos platos, sus esposas estaban palidas tal cual papel.- ¿Qué pasa?

-¡Los niños! – gritaron las dos, los gemelos observaron la sala vacía y el televisor encendido.

-¡¿Dónde están los niños?! – exclamo Valkyon dejando caer los que cargaba.

-¡No sé!- grito Elanor.- cuando salimos no estaban.

-Revisen las habitaciones deben estar aquí.- dijo Lance, Damaris se contuvo a gritarle mientras soltaba el aire.

-Lance, solo tenemos tres habitaciones y un baño ¡¿Dónde quieres que busquemos?! ¡Seis niños no pudieron ingresar al baño ¿O si?

-Pudieron haber entrado a una de las habitaciones sin que se dieran cuenta ¿De dónde salieron?- pregunto ahora Valkyon y su mujer solo cerro el puño.

-¡Por dios Valkyon, los niños NO ESTAN!

Los cuatro adultos entraron en discusión. Un pequeño Lyon abrigado entro a la casa para tirar del pantalón de su padre y llamar su atención.

-¡LYON!- gritaron.

-Papá ¿Me compras otro perro? Skala no puede jalar mi trineo y los gemelos no quieren fingir ser baltos para tirar de el.

Sin responderle nada al pequeño, los cuatro salieron de la cabaña a toda prisa, afuera los gemelos peleaban arrojándose una cuerda gritando sobre quien debía llevarlos, Skala por su parte estaba sobre el trineo mientras los tres más pequeños miraban como caían los copos de nieve.

-Lyon.- llamo su padre.- ¿Por qué están todos afuera?- pregunto, Damaris, Elanor y Valkyon se apresuraron a tomar a los bebés.

-Vimos como Balto iba rápido jalando un trineo y pensamos que Skala podría llevarnos a dar un paseo y regresar mientras cuidábamos a nuestros hermanitos, pero Skala no puede llevarnos ¿Podemos comprar otro perro?

-A estas alturas no se a quién culpar. - dijo Valkyon con su pequeño en brazos. - si a la película o a "Santa" por regalarle un trineo a Lyon.

-"Santa" no sabía que harían esto, tus hijos también ayudaron.- respondió Lance.

-Niños...solo no hagan esto otra vez ¿Si? saldremos a jugar con el trineo, pero no hoy, regresemos dentro. - pidió Elanor aliviada de que nada malo les hubiera pasado a los niños.

Notas finales:

Y con esto terminamos esta historia, la verdad me divertí mucho escribiéndola y leyendo sus comentarios, sobre todo el apoyo que le han dado a la historia, para terminar y con las fechas me pareció buena idea terminar de este modo también y como siempre agradezco como a TatiisBernall por la gran idea para este final.

Les deseo a todos pasen una feliz navidad y un próspero año nuevo.

Hasta la próxima historia

Bye bye

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