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Nevra.

No eran expertos en el tema del embarazo, por libros, películas y uno que otro comentario durante los primeros tres meses serian un poco difíciles por el tema de las náuseas, y aunque Roxan se había preparado mentalmente para las náuseas matutinas y por algunos olores, había algo en especial que le causaba cierta gracia, pero que a su esposo le molestaba.

Mientras picaba su plato con fruta escucho los pasos de Nevra bajar por las escaleras, sabía que él tenía que entrar a la cocina para recoger las llaves del auto y tomar su café antes de irse a trabajar, apenas entro murmuro algo que panas pudo descifrar como un; buenos días.

- ¿Sigues molesto?

- ¿Yo, molesto? Para nada ¿Por qué piensas eso?

-Nevra, cielo, solo es una etapa, esto se pasará pronto.

-Eso espero, se me hace un poco tarde te veré más tarde.

-Buena suerte. – Nevra dio un par de pasos hacia ella, Roxan torció los labios en media sonrisa antes de contener el aliento y acercarse a él para darle un pequeño beso.

Apenas y habían tenido un leve rose Roxan había salido corriendo al baño para vomitar.

- ¡¿De verdad?! ¿Cómo puede darte asco mi aroma e incluso que te bese?

Y ese era el motivo del por qué anoche había terminado por dormir en su estudio.

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Lance.

Torcía los labios mientras su mirada se clavaba en el espejo, específicamente en la puerta a sus espaldas, mientras terminaba de acomodarse la camisa por las muñecas, la puerta a sus espaldas se abrió dejando ver a Damaris salir con un aspecto descompuesto, su cabello desordenado, el rostro pálido y un lamento parecido al que haría un zombi antes de recostarse nuevamente en la cama y hundir el rostro en la almohada.

-Me quiero morir...- logro escuchar, Lance soltó un suspiro divertido antes de girarse y acortar los pasos a la cama para sentarse a un lado.

- ¿Segura que estarás bien? Me iré por tres días. - Damaris levanto el rostro antes de sonreírle y alargar su mano para picarle la mejilla.

-Voy a estar bien, solo la náusea matutina se me pasara en un rato, además no puedes faltar al trabajo solo por esto.

-Llamare a Valkyon por si acaso, me quedare ligeramente tranquilo de saber que alguien te cuida.

-Oye no soy de...soy...yo....

Enredándose con las sabanas Damaris apenas pudo levantarse para correr de regreso al baño.

- ¿Segura que no quieres que te cuiden?

En simple respuesta Damaris le hizo un gesto con la mano mientras seguía devolviendo lo que fuera que le quedara en el estómago.

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Mathieu.

Había aceptado el hecho de ser padre de trillizos, incluso después de una mala broma paso toda una semana durmiendo en el sofá, sin queja alguna. Mientras ambos cenaban y haciendo ciertos cálculos con Clio de dos meses hasta ahora no la había visto con ningún malestar como mareos o nauseas matutinas.

-¿Tengo algo en la cara?

-Nada, solo que pensaba que es raro que no tengas malestares. - Clio levanto los hombros ligeramente mientras prestaba atención a su pasta.

-Algunas mujeres experimentan las náuseas hasta el segundo trimestre, tal vez puede que sea un caso raro que no sientas esos malestares.

-Esperas trillizos, no tienes malestares... sí que eres una mujer rara.

-Mathieu, cambiemos de tema ¿Cómo te fue hoy? - él torció los labios.

-Nos llamaron para "rescatar" a un gato. - dijo, Clio ladeo ligeramente la cabeza sin comprender por qué eso le parecía molesto, como parte del cuerpo de bomberos sabía que ese tipo de llamadas era casi normal. - llegamos al lugar donde nos dijeron que estaba el gato y fue lo más enfermo que pudimos encontrar.

- ¿Por qué?

-Primero era un gato tirado bajo un árbol, estaba muerto, creo que lo atropellaron, tenía todos los sesos de fuera, y gusanos, parecían espaguetis. - dijo mientras con el tenedor levantaba lo que justo estaban cenando. – sí, justo así, también un ojo de fuera y muchas moscas rodeándolo casi parecía que un alíen se le había instalado dentro y le salió por el estómago para buscar otra víctima, cuando lo levantamos se partió...

El golpe que dio la chica contra la mesa antes de levantarse corriendo e ir al baño saco a Mathieu de su relato.

- ¡Ah que si tienes síntomas!

- ¡Púdrete Mathieu!- grito Clio desde dentro del baño.

- ¿Qué hice? – preguntó en voz baja mientras la escuchaba volver el estómago, levantando los hombros tomo una gran porción de pasta y se la llevo a la boca.

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Leiftan.

Se movió sobre la cama sintiendo algo de frio, tanteando el otro lado de la cama noto que algo o más bien alguien no estaba, entre abrió los ojos esperando que su visión se adaptara a la oscuridad de la habitación para por fin darse cuenta que estaba solo sobre la cama, al sentarse sobre la cama observo el reloj: las dos de la mañana.

Sabia donde podía encontrar a Erika, en su lugar favorito en el último mes. Camino el medio metro que separaba la puerta del baño de su habitación encontrando a Erika sentada en el suelo con un brazo recargado en el borde de la bañera y sobre el mismo su cabeza, soltó un pequeño suspiro antes de acercarse a ella.

-Leifde, despierta. – Erika murmuro algo que no pudo entender. - leven.

-Voy a levantarme otra vez. - murmuro entre abriendo los ojos.

- Pero no puedes quedarte a dormir en el baño. – con cuidado la levanto un poco antes de poder sostenerla entre sus brazos.

-Podemos dormir en la bañera. - Leiftan no pudo evitar reír ligeramente por la ocurrencia.

- Por hacer eso creo que encargamos al bebé, tal vez en algún futuro repitamos para darle un hermanito.

-Bájame...-pataleando un poco para que Leiftan la dejara en el suelo otra vez y ella regresara a quedar frente al retrete y comenzar a volver el estómago.

Leiftan se acomodó a su lado para sostener su cabello y darle ligeras palmaditas en la espalda.

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Valkyon.

Había escuchado sobre que el esposo podría presentar algunos síntomas del embarazo, incluso había indagado en internet y preguntado a su médico, aunque los casos eran muy pocos no eran descartables y ahora mismo podía comprobar que era real. Desde las últimas dos semanas que Valkyon era quien tenía las náuseas en su lugar.

Mientras observaba a su esposo recostarse sobre el sofá, ella se acercó a él con un vaso con agua sentándose a su lado en el suelo.

- ¿Segur que no quieres ir al médico?

-Sí, me dirá lo mismo que la otra vez, todo es psicológico. Se supone que lo normal es que seas tú quien se sienta descompuesta.

-Si te soy honesta, no me sorprendería que seas tú quien presente todos mis síntomas de embarazo. - dijo con gracia, Valkyon por su parte le dedico una seria mirada por aquello. - no será para siempre, dijeron que sería algo pasajero.

-Espero que de verdad sea pasajero Elanor, eso espero...- tomando un poco del agua que se le ofreció pronto las arcadas le comenzaron y en un par de segundos ya estaba corriendo nuevamente al baño.

-De verdad espero que sea pasajero por que no puedo imaginar si esto sigue hasta el parto.

El simple hecho de imaginarlo hizo que se le pusiera la carne de gallina.

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Ezarel.

Ezarel había conseguido que Dalia se tomara una semana libre de su trabajo cuando las náuseas le habían comenzado, por el patrón que habían notado en sus malestares sabían que su esposa tenia nauseas a ciertas horas de la mañana y estas se repetían en las noches justo antes de ir a dormir, el resto de la tarde ella estaba perfectamente bien.

Aquella tarde tenía una importante reunión con el director del hospital y otros colegas, el motivo no estaba del todo seguro del motivo por la que abría una junta, pero no sería nada malo. Mientras Dalia le ayudaba con la corbata, Ezarel la había notado demasiado pálida.

-Sabes, si no te sientes bien puedes irte a casa.

-Estoy bien, de repente me pongo algo pálida.

- ¿Algo? - Pregunto con gracia. – no sé, por un momento pensé que estaba hablando con un fantasma.

-Claro, y un fantasma podría ayudarte con la corbata.

-Sí, incluso puede matarme. – bromeo, Dalia no pudo evitar soltar una ligera risa que fue fatal.

Su pequeña risa que apenas duro un segundo término en un feo accidente cuando no pudo evitar tener que vomitarle encima, Ezarle maldecía para sus adentro el haber tenido que quitarse la bata, de otro modo su ropa no habría sido la fatal víctima y así también pudo haber evitado tener que presentarse a aquella junta con el uniforme de internos.

Aun así, sabía que no era culpa de su esposa.

Notas finales:

Tercer capítulo y con grandes sorpresas, y seguro se preguntarán ¿Por qué cambiaste el nombre de Erika por otros? Respecto a eso quiero agradecer a TatiisBernall por sugerirme el cambio y ayudarme con los nombres, ya que de cierto modo en algún momento las parejas se encontrarán con otros personajes por decir Nevra y Roxan con Leiftan y Erika, sobre todo para lo que planeo sobre la famosa "fiesta de Nevra" bueno estos cambios de nombres ya están corregidos en los dos capítulos anteriores.

También agradezco a mi amiga Tenya, por darme algunas ideas para este capítulo y algunos futuros.

Sobre los síntomas del embarazo que pueden darles a los hombres, no es algo muy común, pero si puede pasar (Dato proporcionado por una profesora de la universidad hace algunos años) y bueno, Valkyon no será el único en tener esos raros síntomas xD

Espero que les gustara el capítulo.

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización.