Cosas que pasan 2.0

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Valkyon

Sentado en el banco del parque Valkyon miraba fijamente al cajón de arena en el parque y al mismo tiempo perdido en sus pensamientos ¿Quién hubiera imaginado que de vigilar casas y seguir ciertos casos ahora estaría en el parque vigilando a sus hijos? Ciertamente que la vida le cambio desde el nacimiento de los gemelos; las noches desvelándose por sus llantos, los cambios de pañal, la primera palabra, sus primeros pasos, mejor dicho, aquellos pensamientos los debería de tenerlos Elanor y no él, terminaría por sentirse viejo antes de que ellos cumplieran la mayoría de edad.

Su móvil comenzó a sonar, regresando a la realidad y dando un último vistazo a sus hijos se levantó para contestar. Tras colgar después de por lo menos tres minutos colgó, soltó un pesado suspiro su día tenía que ser interrumpido por trabajo, giro en dirección al cajón de arena.

-Leo. - llamo al pequeño quien miro a su padre dejando caer la arena que tenía en su palita. - ¿Dónde está Ray? - el pequeño miro a su alrededor.

-Chuchu.

-Subiremos al Chuchu otro día. - dijo intranquilo mirando a todos lados, él había dejado a dos niños jugando en ese lugar y ahora solo tenía uno. No muy lejos observo un grupo de niños saltando y levantando la mano parecía que estaban regalando cosas, talvez su hijo estaría entre esos niños.

Tomando a Leo en sus brazos se acercó al pequeño grupo, en realidad se trataba de una fiesta de cumpleaños, y nadie había visto a otro niño idéntico al que tenía en sus brazos. El parque no era muy grande y Ray no era tan rápido como para haber desaparecido de un momento a otro, tras media hora de búsqueda y ya totalmente desesperado tuvo que recurrir al plan de emergencia, En menos de diez minutos su hermano, Nevra y Ezarel habían llegado al parque para ayudarle a la desesperada búsqueda.

-¿Cómo fue que te descuidaste?- cuestiono Ezarel con Leo en los brazos, al verlo llegar el niño no dudo en estirarle los bracitos.

-Solo fueron tres minutos que conteste una llamada cuando regrese a mirar ya solo tenía un niño.

-¿Al menos era una llamada importante? - Pregunto Lance esta vez.

-Un asunto del trabajo, más no creo que tengan que cuestionarme por eso, sino en ayudarme a encontrar a Ray.

-¡Chuchu!- grito Leo otra vez.

-Enano después te subimos al chuchu tenemos que encontrar a tu copia. - dijo Nevra ganándose una seria mirada por parte de Valkyon.- y bien ¿Qué hacemos?

-El parque no es muy grande, pero tal vez pude haber pasado por alto muchas cosas, vamos a separarnos, si somos más tendremos más suerte en encontrarlo, sino, entonces llamare a la policía.

-Bien. - hablo Lance. - yo preguntare a las personas si lo han visto, Ezarel, tu ve a los juegos cerca de la entrada del parque, Nevra ocúpate del lago y los sanitarios, Valkyon ve hacia la otra salida del parque.

Todos asintieron, Ezarel regreso a Leo a los brazos de su padre, el pequeño estaba muy serio con la boquita torcida y abrazándose a sí mismo como si cruzara sus brazos. Una hora más tarde todos se reunieron, Ezarel y Nevra no habían tenido suerte en su búsqueda y Lance tampoco mientras preguntaba a las personas mostrando la foto de su sobrino, y mucho menos Valkyon quien ya era ahora un mar de nervios por la desaparición de su hijo.

-Estamos perdiendo el tiempo, llama a Elanor y yo me ocupo de llamar a la policía. - dijo Nevra, Valkyon gruño de frustración por lo ocurrido.

-¡Maldita sea solo fueron menos de tres minutos!

-Valkyon tranquilo, Leo...

-¡CHUCHU!- grito nuevamente Ray interrumpiendo a su tío.

-Ray ahora no hay tiempo para...-intento decirle Ezarel.

-¡LEO CHUCHU! ¡CHUCHU!

Los cuatro se miraron sin comprender, Ray estaba muy molesto inclusive tenía sus pequeñas mejillas rojitas por ello, ahora que Valkyon recordaba cuando le pregunto había dicho lo mismo.

-¡El trenecito! Ray ¿Leo se subió al trenecito al chuchu?- le pregunto su tío Lance, Ray le dedico una fea mirada mientras se abrazaba otra vez.

-¡NO! - grito.- Chucuchucu no ¡Chuchu!

-Valkyon nos ayudas, no entendemos el lenguaje de tu hijo ¿Qué diferencia tiene un "chuchu" de un "chucuchucu"? - pregunto Nevra.

-El trenecito del parque hace Chucuchucu cuando anda, así es como lo reconocen, por el sonido, pero el Chuchu es... ¡Mierda! - grito echándose a correr lejos de ellos.

Lance había tomado a Ray en brazos para seguirle el paso a su hermano junto a los otros dos. Llegaron hasta donde había un viejo vagón de tren colocado como algo monumental. Apenas subió la puerta que se supone tenía que estar cerrada estaba abierta, con el corazón a mil por hora se apresuró; dentro había mucho polvo y sobre uno de los asiento se encontraba Leo hecho bolita.

-¡Leo! - exclamo haciendo despertar al niño, tomándolo en sus brazos comenzó a examinarlo rápidamente, a pesar de tener la ropita sucia y con algo de arena del cajón en sus bolsillos estaba perfecto, eso hizo que a todos les regresara el alma al cuerpo. - gracias al cielo.

-Espero que esto te sirva de lección para no descuidar a tus hijos.- le dijo Lance.

-Gracias a todos, prometo que no lo hare otra vez.

-Ahora regresemos a Elanor le va a gustar escuchar toda esta historia de tu parte.

Los demás rieron mientras que el color desaparecía del rostro de Valkyon, si su mujer se enteraba...

***~~~***~~~

Ezarel

La guardería, se suponía que ese lugar era la salvación a la cordura de los padres, sobre todo para ellos, él al ser cirujano y Dalia al ser enfermera han tenido que modificar muchos sus horarios en los últimos tres años, había veces en las que Ezarel tenía la sensación de vivir más en el hospital que en su casa y convivir con sus hijas. Mientras miraba la fachada que simulaba un castillo enarco una ceja, las gemelas parecían emocionadas por poder entrar a un verdadero castillo y Dalia parecía tranquila.

-¿Estas segura de esto? Las gemelas están perfectamente bien en casa, incluso puedo reorganizar mis horarios para estar más tiempo con ellas.

-Ez, no las vamos a tener todo el tiempo en casa, la guardería va a ayudar mucho a que las niñas socialicen. - respondió Dalia. - además son dos y tu madre ya no puede correr tras de ellas, no cuando casi la tiran por las escaleras.

-Mis hijas no son antisociales, para eso está Lamia quien la visita de vez en cuando.

-Ezarel tienen que convivir con otros niños, además Ewelein dice que esta es la mejor guardería.

-Ewelein ni siquiera tiene hijos...- Basto una mirada de su mujer para dejar de objetar y bajar del auto.

En cuanto atravesaron la puerta las gemelas querían correr directamente a la piscina de pelotas instalada en el patio de juegos, una profesora tomo a ambas niñas de la mano para llevarlas donde los demás niños mientras que ambos padres eran guiados por la directora por las instalaciones; pararon frente a una pequeña aula donde había algunos niños y una profesora que les estaba enseñando a contar con los dedos. Ezarel detallo aquel lugar, pequeñas sillas frente a mesitas para los niños donde se encontraban también algunos crayones y hojas a medio pintar, el suelo estaba cubierto por una alfombra que simulaba piezas de rompecabezas con animalitos y colores.

En otra aula, las mesitas estaban en una esquina perfectamente acomodadas y las sillas de igual manera, el suelo igual estaba decorado con una alfombra, solo que esta vez, los niños se encontraban dormidos sobre pequeñas colchonetas.

- ¿Dejan dormir a los niños en el suelo? - pregunto Ezarel, la directora le sonrió ligeramente.

- Parecen delgadas las colchonetas, pero realmente son cómodas y gracias a la alfombra es que no pasan frio. Además, los niños gastan mucha energía mientras juegan aprendiendo.

-Veo que también cuentan con un comedor. - se apresuró a decir Dalia antes de que Ezarel dijera algo más.

-Los padres tienen la opción de pagar por el servicio de comedor cada inicio de semana nos encargamos de entregar a los padres un menú.

-Dona y Danna son especiales para la comida, además ya están acostumbradas a comer ciertas proporciones, no podemos alterar de esa manera su comida. - Dalia fulmino a Ezarel con la mirada.

-Entiendo, el comedor no es obligatorio así que ustedes pueden mandar la comida de sus hijas con las proporciones a las que las tienen acostumbradas.

-Creo que ya vimos todo lo necesario, el lugar es perfecto y a las gemelas parece gustarles también.- Dalia parecía totalmente encantada y dispuesta a continuar con los tramites de inscripción, cuando fueron guiados al despacho de la directora él seguía inconforme.

-Este lugar ¿Qué tipo de servicio medico tiene?

-Ezarel.- regaño Dalia.

-Sobre eso no tiene de que preocuparse, nuestro servicio médico para toda emergencia se encuentra en el mismo hospital donde ustedes laboran.

-Entonces tienen accidentes muy seguido con los niños.

-No, no nada de eso, afortunadamente nunca hemos tenido un accidente.

-Son muchos niños para estar pendientes de todos ¿Qué me asegura que mis hijas no sufrirán algún accidente por descuido?

-Señor, es normal que los niños tengan pequeños accidentes, esta mañana uno de ellos se raspo las rodillas y...

-Entonces no les prestan atención a los niños - interrumpió. - que me asegura que...- antes de continuar hablando dio un respingo en su lugar mientras hacia una fea mueca de dolor, Dalia le había clavado el tacón en el empeine con fuerza.

-Ezarel ya cállate o te juro que nadie va a asegurar que sigas ileso de este lugar, lo siento señora directora, entonces me gustaría seguir con la inscripción y que nuestras hijas puedan venir a partir de mañana.

El trámite de inscripción no tomo más de media hora, las niñas estaban tan felices que no querían irse de ese lugar, querían seguir jugando en el carrusel, aunque Dalia estaba encantada incluso con el servicio nocturno para padres que trabajan de noche y más para ellos que a veces tenían que quedarse en el hospital era perfecto pero para Ezarel era como si le quitaran una parte de su vida, se suponía que los niños tenían que llorar en su primer día de clase, pero quien se aguantaba las lágrimas era él.

***~~~***~~~

Nevra

Ya era tarde para cuando llego a casa, estaba acostumbrado a llegar cuando las luces estaban totalmente apagadas y su princesa dormida, tras tropezar con los juguetes regados por el suelo soltó un pesado suspiro, estaba tan cansado que ni siquiera se molestaría en ir a la cocina y calentar la cena que estaba dentro del microondas, solo quería llegar a su habitación y tumbarse en la cama y despertar tarde, por lo menos podría hacerlo ya que no trabajaba al día siguiente.

Mientras subía por las escaleras algo llamo su atención, había una tenue luz saliendo por debajo de la puerta justamente la de su habitación, enarcando una ceja llego hasta la puerta para abrirla con cuidado, su desconcierto paso rápidamente a ser asombro, algunas velas encendidas, algunos pétalos de rosa regados por la habitación.

-Ah pensé que jamás llegarías. - dejando de examinar la habitación se encontró con su esposa ligeramente iluminada por las velas al otro lado de la habitación.

-No sé por qué tengo la ligera sospecha de que me engañaste y no te molestaste en ocultar la escena del crimen.

-Oh si lo hice y por eso mi amante escapo justo a tiempo por la ventana. - bromeo un poco dando un par de pasos hacia adelante. - sabía que lo olvidarías así que me permite hacer esto para recordarte nuestro aniversario.

Un terrible frio le recorrió por la espalda, eso era lo importante que tenía que recordar, había pasado casi toda la mañana con esa pequeña sensación de que algo importante se le estaba pasando, pero con todo el trabajo que tenía y su mente en otras cosas hicieron imposible que pudiera recordarlo. Nuevamente le regreso la mirada a su esposa quien se desato la bata, revelando una sexy lencería y un cascabel en el cuello; en ese momento todo el cansancio se le había esfumado y nuevas energías habían invadido todo su cuerpo las cuales uso para acortar la distancia entre ellos.

¡MAMI!

El grito de su hija hizo que Roxan riera ligeramente al ver la frustración de su esposo.

-La hare dormir rápido, solo dame un minuto. - cubriéndose nuevamente con la bata salió de la habitación. Nevra se froto la cara con ambas manos mientras comenzaba a ponerse más cómodo, dos minutos más tarde su mujer regresaba. - listo en que nos quedamos.

- En que ibas a mostrarme como me engañaste. - ahora él se burló tomando control de los labios de su mujer.

¡MAMI!

-La madre que...

-Yo la parí así que no termines la frase. - interrumpió molesta más por el insulto que por la interrupción.

-Y te amo por eso... iré yo a verla. - esta vez fue él quien salió.

Nevra se apresuró a ir a la habitación de su princesa, no hizo falta encender la luz ya que dentro estaba prendida una pequeña lámpara, la niña al reconocer a quien entraba se apresuró a salir de su camita casi a punto de tropezar con las mantas.

-¡Papi! ¡Vamos a jugar!

-Ahora no pequeña ya es tarde y tienes que dormir ¿Por qué gritabas por mamá?

-Baño.

-Vamos al baño y después a dormir o sino saldrá el monstruo del armario. - tomando la pequeña manita de su niña la llevo al baño.

Si Nevra la hubiera visto a su carita habría notado lo asustada que estaba, pero el solo pensaba en lo que le esperaba al regresar con Roxan a su habitación. Regreso a Lamia a su cama beso su frente y se apresuró a salir.

- ¿Qué quería? - pregunto Roxan.

-Ir al baño, ya está dormida y entonces nos quedamos en... - ambos reanudaron el apasionado beso que había sido interrumpido unos minutos atrás.

De un solo movimiento ambos terminaron sobre la cama, pero antes de que los dos pudieran pasar a cosas más serias la puerta de la habitación fue abierta junto con un grito tanto por parte de su hija.

-¡AHHH MOSTRO MOSTRO!

Lo único que paso por la mente de Nevra en ese momento fue tirar a su mujer de la cama.

-¿Qué ocurre Lamia? - pregunto su madre desde el suelo buscando su bata para cubrirse.

-¡Mostro...Mostro en el amario!

-Solo fue un mal sueño vamos de regreso a la cama. - Nevra intento llevarse a su hija de regreso a su habitación, pero esta no hizo más que comenzar a llorar y oponerse a ello.

-¡MOSTRO!

-El monstruo no vive en el armario bebé ¿Quién te dijo eso?

-Papi...

Unos minutos más tarde ambos padres tenían a su pequeña de tres años durmiendo en medio de la cama abrazando su pequeño peliche de jirafa. Roxan se encontraba a su izquierda con los brazos cruzados sobre el pecho y Nevra del lado derecho sin saber que decir, era claro que su plan de esa noche no podría ser.

-Feliz aniversario.- dijo él.

-Feliz aniversario.- respondió ella con una ligera sonrisa.

***~~~***~~~

Leiftan

Adoraba esos fines de semana cuando le tocaba a él ir a hacer las compras acompañado de su pequeña Lena, las veces que salía con ella compartían pequeñas travesuras que Erika prohibía cuando los veía salir, como comer helados antes de regresar a casa o la pequeña ya no comería después o comprar aquel pequeño juguete que claramente ella había dicho que no para no malcriarla. Es que a los ojos de Leiftan, su hija era una luz que merecía todo lo que pidiera, sabía que estaba mal malcriarla, pero cuando le miraba con esos grandes y brillantes ojos esmeralda idénticos a los de él, era difícil resistirse.

Y justo ahora Lena traía abrazado el peluche en forma de rebanada de sandía que había visto en la sección de juguetes, Erika iba a molestarse por un peluche nuevo, tenía tantos que algunos tuvieron que mudarse a su habitación.

-Nena ¿Quieres que te suba al carrito?

-No yo gande .- Leiftan sonrió, mientras el caminaba empujando el carrito Lena iba a su lado sujeta a su pantalón.

-Veamos, mamá nos dio una larga lista creo que dejaremos las verduras para el final.

-Chocoate - él bajo la mirada para ver a su niña señalando el cartón de leche con chocolate, sonriendo tomo un cartón más pequeño de la misma leche chocolatada.

-Solo esto angelito, a mamá le dará un ataque si ve que te compre muchos dulces y un juguete nuevo.

Ambos recorrieron los pasillos tomando todo lo que se especificaba en la lista que Erika le había entregado, aunque al tomar la caja de cereales favoritos de su hija, la pequeña casi se tiraba a llorar por un paquete de galletas con forma de pato.

Sus compras estaban llegando al final, solo faltaba tomar lo que había dejado al último, pero había algo que siempre desde niño le había llamado la atención ¿Cómo lograban distinguir el cilantro del perejil? Ciertamente si no estuvieran separados y las etiquetas no dijeran lo que eran posiblemente se hubiera llevado dos de lo mismo, y es que tal vez podría diferenciarlo por la forma de las hojas, sin embargo, al detallarlas seguía sin encontrar la diferencia eran iguales ¿Sera que otra persona puso uno en el lugar que no era? ¿Y si terminaba llevándose dos de la misma cosa? Dejo los pequeños ramos de donde los había tomado y tomo dos nuevos de más abajo. Lo mismo, el mismo resultado.

-Bueno angelito, si mamá pregunta por que llevamos dos de lo mismo culparemos a las galletas de patito.

Leiftan bajo la mirada a ambos lados para buscar a su hija, el frio lo abrazo terriblemente, si hasta hace unos segundos su hija estaba a su lado intentando tomar una zanahoria, lo había tomado como un tipo de objetivo personal, pero ahora la niña ya no estaba, su pequeña hija ¡Había desaparecido! Sin importarle dejar el carrito a medio paso se apresuró en buscar a su hija.

Estaba a punto de parar a uno de los empleados y avisar de la desaparición de su hija, hasta que algo llamo su atención, su pequeña hija se había alejado demasiado, pero podía reconocerla entre un millón de niñas rubias, frente a ella se encontraba un tipo tocando su mejilla y su cabello, además ese tipo le había entregado un globo y ahora le tendía la mano para que la tomara.

La pequeña Lena luchaba con sus manitas para sujetar su globo y al mismo tiempo su nuevo peluche. El sujeto por su parte se había girado en dirección al stand de yogurts e intercambio unas palabras con la chica que acomodaba pequeños vasitos sobre una charola, la mujer no pudo evitar soltar un grito que alerto a todos alrededor; de la nada Leiftan había aparecido tacleando al sujeto que momentos atrás había entregado un globo a la pequeña niña.

-¡Señor! ¡Policía! ¡Señor pare! - grito la mujer, la pequeña rubia quien seguía luchando por sostener su globo y peluche miro a su alrededor sin entender lo que pasaba.

-¡Maldito como intentas robarme a mi hija!

-¡Auxilio! - grito el sujeto vestido de una imitación barata de pinocho.

-¡Lo vas a pagar caro!

-¡Policía!

Seguridad había llego lo más rápidamente separando a un Leiftan terriblemente enfadado y a un sujeto muy asustado.

-¡Ese tipo quiso secuestrar a mi hija!

-¡Eso no es cierto!- le defendió la chica.- la niña se nos acercó queriendo un globo y un poco de yogurt y él es nuestra mascota del nuevo producto cuando no la vimos con nadie íbamos a llamar a un encargado para reportarlo ¡Debería cuidar mejor a su hija!

-Yo...

-¡Lo demandaremos por agresión!

-Pero...

-Oh podemos llegar a un acuerdo...

Una hora más tarde.

Erika repartía su mirada desconcertada entre su marido y las docenas de botes de yogurt sobre la mesa de la cocina, en la lista que le había dado para hacer las comprar no recordaba haber anotado un peluche en forma de rebanada de sandía y por lo menos cuatro o cinco docenas de yogurts.

-De ahora en adelante iré yo de compras. - dijo derrotada bajando la cabeza.

-¡Mami más! - ambos miraron a la pequeña sentada sobre la mesa con la carita y ropa llena de yogurt en algún momento se había hecho con uno de los embaces grandes y se lo había estado comiendo con las manitas.

-Al menos alguien lo disfruta... ¿Pizza o comida china? - pregunto Leiftan con los ojos cerrados evitando ver la fulminante mirada de su mujer.

***~~~***~~~

Lance.

Ridículo, Lance se sentía ridículo aun sin siquiera mirarse en el espejo, desde que Damaris organizo la fiesta de cumpleaños de Lyon, hasta ahora no había tenido ningún problema con que la temática fuera de marineritos, hasta ahora su hijo había despertado interés por jugar con barquitos durante la hora de baño o con barquitos de papel que le pedía a su padre le hiciera y jugar en una pequeña tina en el jardín.

El problema radicaba que no solo hizo vistió a su hijo de marinerito, el traje en el niño era muy adorable y adecuado, pero... ¡ÉL! Tomando valor y aguantando la respiración se giró hacia el tocador para observarse al espejo y observarse con terror, casi con un tic nervioso en el ojo izquierdo y otro en los labios que lo hacían formar una mueca rara.

-¡Ah, pero que si se ven adorables! - exclamo Damaris.- necesito sacar una foto de esto.

-Dam...¿Es necesario que yo también vista igual?

-Por supuesto ¡Padre e Hijo ambos vestidos de marineritos!

-Sabes que puedo ponerme mi uniforme y después meterlo a lavar ¿No? No creo que sea necesario humillarme tanto.

-¡Claro que no es una humillación!- exclamo Damaris mientras tomaba a su pequeño cumpleañero de la cama.- ¿Por qué no te gusta?

-En Lyon se ve adorable el uniforme de pato Donald, pero ¡Yo!

-Estas exagerando, solo es una vez, te aseguro que tus amigos harían así el ridículo por sus hijos, acaso no has visto a un padre vestirse de hada para el cumpleaños de su hija.

-Por supuesto que lo vi y tú también... en la película de mi villano favorito, por favor Dam, deja que use mi uniforme. -

Damaris le miro durante un par de segundos, aquellos segundos para Lance a través de los ojos verdes de su mujer le hicieron entender que no tenía ninguna otra opción, de no hacerlo podía desde ya acostumbrarse a dormir en el sofá, lo peor que le podría pasar seria que otra vez su mujer cambiara las chapas de la puerta y terminara durmiendo en la cochera.

Poco a poco escuchaba a los invitados llegar, nuevamente se miró al espejo lo único que le faltaba para completar su disfraz era el gorro que había lanzado a la cama, por dios, ni siquiera cuando entro a la marina uso ese ridículo uniforme; lo peor es que su mujer se encargaría de inmortalizar el momento en varias fotografías y que decir de su hermano y sus amigos, será la burla por mucho tiempo.

-Bueno... si Nevra tuvo el valor de pintarse la cara de gato y ponerse una tiara ¿Por qué yo no puedo bajar disfrazado de pato Donald? - respirando profundo tomo el gorro y se lo coloco sobre la cabeza. Avanzo hacia la puerta de la habitación dispuesto a bajar a la fiesta, pero, y antes de tomarle picaporte, se arrepiento. - ¡No puedo! - grito para sí.

Skala que también estaba en la habitación se paró frente a la puerta sin importarle los dramas de su dueño, la perrita comenzó a rascar la puerta para que la dejaran salir, en eso una idea paso rápida por su mente.

- ¡Skala! ¡Rápido muérdeme el pantalón y orina este gorro! - la perrita se giró a verlo por un segundo antes de comenzar a ladrar en dirección a la puerta.

¡LANCE BAJA DE UNA VEZ!

Respirando profundamente tuvo que resignarse y comenzar a bajar, jamás se había sentido como en ese momento, si por lo menos su hijo se interesara por los carritos de carrera ahora estaría vestido como un corredor de fórmula uno, pero no, tenían que ser barcos.

Pudo jurar que en el momento que bajaba por las escaleras Nevra le había escupido la bebida en la cara a Leiftan al no poder aguantarse la risa por lo ridículo que se veía, y, justo como lo supuso Damaris se había encargado de inmortalizar el momento de padre e hijo vestidos de la misma forma.

- ¿Podemos negociar nuevamente la ropa? Siento que ya hice el ridículo y no han pasado más de diez minutos.

-Hagamos esto. - Damaris se acercó a él para comenzar a susurrar algo a su oído, aquello hizo que Lance abriera los ojos de par en par.

- ¿De verdad?

-Puedo hablar con tu hermano ahora, seguro que no le va a molestar cuidar a su sobrino por tres días.

-Que sea toda la semana e imito al pato Donald para cantar feliz cumpleaños.

***~~~***~~~

Mathieu

Ambos necesitaban un descanso, tanto Mathieu como Clio estaban terriblemente agotados a causa de sus trillizos, y es que parecía que cada uno de ellos tenía la energía de seis tornados, lo que hacía un total de dieciocho. Y eso que apenas tenían tres años.

Fue Clio quien tuvo la idea de pasar el fin de semana con los niños en un parque temático donde seguramente podrían gastar toda esa energía, al principio la idea le pareció fantástica, e indagando por internet sobre el parque la idea lo motivaba aún más, los niños podrían elegir que hacer y practicar la profesión que ellos quisieran.

- ¿Tenemos que cuidarlos? - pregunto con pesar Mathieu al ver como uno de los encargados colocaba unas pulseras en las muñecas de los niños.

-Lamentablemente señor, sus hijos aún son unos bebés. - dijo el encargado. - si tuviesen seis años por lo menos podrían moverse ellos solos por las instalaciones, descuide si alguno se les pierde estas pulseras y broches especiales nos ayudaran a localizarlos inmediatamente, no es muy fácil salir de las instalaciones.

Ambos padres se miraron tratando de ocultar la decepción en sus miradas, se supone habían ido para descansar de sus tres pequeños tornados por un rato.

-Bien, es ahora cuando más que nunca tenemos que estar juntos. -animo Clio mientras se inclinaba frente a sus tres pequeños diablitos. - ¿Qué quieren hacer mis niños?

-¡Dinosurio! - grito Allen

-¡Perrito!- grito Glen

-¡Rum rum! - grito por ultimo Kalen

Debieron pensar en la opción de llevar a Koori para poder complacer a los tres pequeños; intentando organizarse entre ellos optaron por llevar a los niños aun lugar neutro, Mathieu tenía varias opciones mirando el mapa del parque, tal vez podría llevarlos a la zona de bomberos para que pudieran experimentar de la manera infantil y divertida lo que su padre hacía en el trabajo o podría llevarlos a la zona de béisbol los niños habían tenido buenos avances en las practicas que tenían en el jardín ¡Podrían simular estar en las grandes ligas! Clio simplemente se palmeo en la frente, bien, ahora tenía cuatro niños a quienes cuidar en ese momento.

Al final ambos padres corrían de un lado a otro persiguiendo a sus niños, mientras se detenían en la estación de policía uno de los trillizos salía corriendo al área de correspondencia, logrando darle alcance y que se entretuvieran nuevamente, en lo que menos lo esperaban era otro de ellos quien salía corriendo en dirección al área de aviones. La cancha de futbol, una construcción, la pastelería, el salón de arte; increíblemente uno de ellos había terminado en la cárcel.

-¿En qué momento nos equivocamos y criamos aun pequeño delincuente?- pregunto Mathieu viendo a su pequeño Kalen sentado en la banquita de la prisión moviendo sus piecitos al aire.

-Kalen tuvo que pensarlo dos veces antes quitarle la paleta a la niña juez. - respondió Clio divertida mientras tomaba una foto de su pequeño delincuente.

-Se supone que su hermano es el abogado ¿Dónde está?

-Glen está en su descanso. - Mathieu miro en dirección al estrado donde su pequeño se había quedado dormido.

-¿Y Allen? - Clio miro a todos lados hasta ver a su hijo que se dirigía al área de la pequeña granja.

-Creo que quiere escapar y que no lo relacionen con un pequeño delincuente, iré con él, puedes visitar a tu hijo en la cárcel y decirle que le mando saludos. - en cuanto Clío se marchó, Mathieu fue a tomar a su pequeño abogado dormido en brazos y después se acercó a la pequeña niña juez que se divertía golpeando con el martillo chillón uno de los muros.

-Hola señorita juez. - dijo llamando la atención de la niña. - ¿Cuánto me va a costar sacar a mi hijo de la cárcel? - la pequeñita se giró en dirección a sus padres que estaban a menos de medio metro de ella, la recibir una señal de afirmación para hablar con el "extraño" se giró a ver a Mathieu mostrando sus cinco deditos.

-Cico midones de paletas.

Mathieu abrió los ojos con sorpresa y los padres de la niña no pudieron evitar soltar una carcajada por la ocurrencia.

-Lo siento hijo mío, te vendremos a ver los días de visita.

Notas finales:

Y bueno aqui otras cosas que pasan entre padres e hijos, EL que lo sufrió más en este capítulo es Valkyon y es que ciertamente los niños pueden generar un susto de muerte cuando se te pierden (ya me paso)... el sufrimiento de Ezarel por dejar a sus princesas en la guardería, el aniversario fallido de Nevra, La pelea de Leiftan, Lance sintiéndose humillado y Mathieu en tres años crio a un pequeño delincuente xD para este capítulo le agradezco mucho a TatiisBernall y Tenya por las ideas para escribir.

El próximo capítulo habrá un salto en el tiempo puesto que ya entramos en la recta final de esta historia.

Espero que les gustara el capítulo.

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización.

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