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Nevra.

Aun parecía un sueño, aunque hace prácticamente menos de tres minutos que se había despertado en automático al no escuchar llanto alguno; miro a Roxan dormir profundamente al otro lado de la cama con las mantas sobre la cintura, su vientre aún estaba hinchado, pero sabía que ya no estaba embarazada desde hacía una semana, regreso a taparla con cuidado para levantarse y caminar hasta el pequeño moisés blanco en la habitación.

Gracias a la tenue luz de la lamparita puesta pudo ver la pequeña figura de su princesa, parecía un pequeño bollo envuelto en su mantita blanca con pequeñas estrellas rosas, con cuidado coloco una mano sobre su cuerpecito para sentir su pequeña respiración, era tan pequeña que parecía una muñeca como con las que su hermana jugaba...no, el simple hecho de recordar el cruel destino de las muñecas a manos de Karenn sacudió la cabeza rápidamente, no, no era como con las que Karenn jugaba; la pequeña Lamía gimoteo, Nevra se apresuró a sacarla del moisés para mesarla en sus brazos y detener el llanto que amenazaba con aparecer.

Una semana después.

Sus ojos se abrieron de golpe y el corazón comenzó a latirle con ferocidad.

- ¿Qué no se durmió? - pregunto en un chillido sufrido mientras se ponía la almohada sobre la cara.

- Debe tener el pañal sucio. - respondió Roxan, el potente llanto de su hija los sacos de aquel placer que solo el sueño en esos momentos podría otorgarles

-Parece que llora cada hora.

-Nevra, es una bebé, y solo llora por dos razones: hambre o pañal mojado. - dijo mientras regresaba a la cama con la niña en brazos, el llanto había cesado, él se giró para ver a su mujer amamantando a la bebé.

-Así también yo me callaría sabes.

-Nevra...

-¿Si?

-Al estudio, ahora.

La pícara sonrisa de su esposo se esfumo rápidamente, y la seria mirada de Roxan no desaparecía, refunfuño para levantarse de la cama con su almohada, por una simple broma lo mandaban a dormir al estudio.

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Lance.

Los nuevos padres miraban con ternura a su bebé recostado en su pequeña silla mecedora, se la pasaba casi todo el día durmiendo, y apenas lloraba por las noches. Skala desde que había visto a al bebé salía corriendo para esconderse quién sabe dónde; hasta ahora Lance caía en cuenta que en esos meses había descuidado mucho a su mascota, incluso el día que Lyon nació y tras reclamarle a Ezarel por haberle amarrado sus patitas, él solo se defendió diciendo que era para que lo dejara ayudar a Damaris y dejara de morderle el pantalón.

-¿En qué piensas? - pregunto Damaris dejando de sacarle fotos a su bebé.

-Sabes, Skala no se ha acercado a Lyon para nada, es como si su presencia lo asustara.

-Ahora que lo dices, no les he tomado una foto juntos, tal vez esta celosa, deberías buscarla para intentar un acercamiento entre ellos.

Lance busco a su pequeña Chihuahua por toda la casa, más no pudo encontrarla, la vio cuando escucho su plato ser llenado con croquetas, más no pudo siquiera tocarla cuando lo intento pues Skala comenzaba a gruñirle, casi amenazando con morderlo si la tocaba, por ahora no intentaría acercarla al bebé por como reaccionaba le daba miedo que intentara morderlo.

Habían instalado un corralito que también era cuna en la sala para dejar a Lyon para que descansara mejor, mientras que Damaris compartía las fotos de su bebé con su familia y amigos, Lance se ocupaba de ciertos asuntos de su trabajo y también de las labores de la casa que su mujer aun no podía realizar.

-Damaris...-le llamo, la chica saco la vista del móvil para verlo, este solo señalo en dirección al corralito.

Damaris miro a su bebé, dentro Skala intentaba con su cabecita cubrir a Lyon con la manta, a la vez que el pequeño daba pequeñas pataditas para quitarse la mantita y hacer que la chihuahua lo regresara a tapar, la escena les derrito el corazón a ambos, y la joven madre no dudo en capturar la escena con el móvil.

-Skala acepto a su hermanito. - chillo Damaris emocionada. Justo entonces Lyon comenzó a llorar, Lance intento sacar a Lyon para pasarlo a su madre, más Skala comenzó a ladrarle y gruñirle para evitar que lo tocara.

-Al final lo acepto... ahora ¿Cómo hago para sacarlo?

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Mathieu.

Media noche, tras una semana relativamente tranquila con tres enanitos recién nacidos en casa, la que siguió pareció haberle robado de golpe cinco años de vida, ni siquiera las situaciones que se presentaban en su trabajo siendo parte del cuerpo de bomberos lo estresaba demasiado como la situación actual. Poco a poco sus ojos se fueron cerrando y pronto la sensación de tranquilidad lo abrazo, apenas encontraba placer en los brazos de Morfeo, el potente llanto infantil lo despertó.

-Mathieu...él bebé está llorando...-murmuro Clío. - ve o va a despertar a los otros dos.

- ¿Por qué tengo que ir yo? - Clio se sentó sobre la cama con cuidado sacando las sabanas de la cama en un movimiento.

-Porque eres el padre y porque para traerlos al mundo me abrieron la barriga y sigo adolorida.

-El doctor dijo que podías levantarte.

-Pero no hacer mucho esfuerzo por las puntadas, ahora ve o será peor si los tres se despiertan.

Mathieu salió de la cama derrotado para después caminar el escaso medio metro que separaba su cama del muro donde estaba la cuna con los tres bebés. Siendo pequeños eran idénticos, y para distinguirlos se le había ocurrido la brillante idea de ponerles gorritos con la inicial de su nombre, en este caso era Allen quien había despertado; él solo tenía su pañal mojado, tras cambiarlo con éxito el bebé regreso a dormir, lo que significaba que él también, nuevamente regreso a la cama para poder dormir.

Sus ojos ce cerraron, la tranquilidad lo abrazo... y un potente llanto lo despertó, Clio fue quien se levantó esa vez para atender a Glen había despertado, no tenía el pañal sucio, sino hambre, lo alimento y tras sacarle el aire lo regreso a la cuna. Otra vez había despertado, Kalen no tenía hambre, tampoco el pañal sucio, solo y al parecer quería que lo mecieran en brazos hasta quedar dormido otra vez. Ambos padres se recostaron en la cama mirándose el uno al otro.

- ¿Crees que vamos a terminar cuerdos después de esto? - Clio no pudo evitar sonreírle pasando una mano por la mejilla.

- ¿Alguna vez estuvimos cuerdos? Son tres al mismo tiempo, pero lo haremos bien. - respondió para acercarse un poco más a él y acurrucarse a su lado, Clio levanto un poco la cabeza para darle un rápido beso en los labios antes de caer juntos en la tranquilidad del sueño.

Ambos abrieron los ojos de golpe, los tres se habían despertado al mismo tiempo, y los padres soltaron un chillido de resignación tras un largo y sufrido "¿Por qué?"

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Leiftan.

Tras el nacimiento de su pequeña Lena, Leiftan había hecho un pequeño cambio en su habitación, había adaptado la pequeña cuna de tal modo que quedara entre la pared y la cama así ambos estarían al pendiente de su pequeña princesa. Tras que la niña despertara llorando por hambre y que la regresaran a la pequeña cuna ambos le quedaron mirando por largo rato.

-Aww le dio hipo. - dijo Erika. Al principio al escucharla le preocupo que despertara llorando por aquello, pero no lo había hecho, al contrario, parecía que tras hipar se le formaba una tímida sonrisa en su carita.

- ¿No es eso malo? - pregunto un tanto preocupado Leiftan. - mejor dale leche para que se le pare el hipo.

-Bueno ¿Le sacaste el aire? - él parecía pensarlo, Erika rodo los ojos con gracia mientras tomaba a su bebé para acomodarla sobre su hombro y darle pequeñas palmaditas en la espalda.

-¿Qué haces?

-Le saco el aire, vi un curso en internet que...

-Nunca te fíes de todo lo que puedes ver en internet. - interrumpió en un reclamo, Leiftan parándose a prisa de la cama para vestirse. - vamos al hospital.

-¿Qué?

-Vamos al hospital, no creo que eso sea normal, el pediatra podrá decirnos que es lo que tiene, puede que sea la alerta de una enfermedad.

-Leiftan es solo hipo, y son las dos de la mañana.

- ¿Qué pasa si es otra cosa? No, no voy a correr riesgos con mi pequeño Ángel.

Sin escuchar más nada Leiftan le quito la bebé a Erika para arroparla perfectamente y salir de la habitación, Erika ni siquiera se molestó en vestirse, solo tomo la bata de su pijama y salir tras de él. Ni bien llegaron al hospital, el rubio insistió en ingresar por urgencias; un médico comprendió que se trataba de un padre primerizo y era normal que se alteraran ante cualquier cosa, tal y como su mujer se lo había dicho, era hipo debido a que el aire no se le había sacado tras terminar de comer.

-Salud mi amor. - dijo Erika tras escucharla estornudar, rápidamente giro su mirada a su esposo. - No, Leiftan no vamos a regresar a urgencias.

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Valkyon.

Ambos estaban nerviosos por el hecho de ser el primer baño real que podrían darles a los bebés, habían practicado con muñecos, pero ahora Valkyon veía con horror la pequeña tina dentro de la habitación, las cosas que usaría para darles el baño y a los gemelos envueltos cada uno en una toallita como bollitos

-Me repites ¿Por qué tenemos que hacerlo? Están prácticamente limpios, no salen de aquí. - Elanor negó sonriente mientras hacía bolita los pañales.

-Tenemos que bañarlos. - contesto su mujer.

-Y ¿Por qué Lance está aquí?

-Porque alguien tiene que grabar el sublime momento. - respondió con burla mientras alistaba la cámara. - tu mujer me pago por hacerlo.

-Cuando dijimos sobre hacer el álbum de recuerdos, pensé que sería algo físico no digital. - Elanor coloco en sus brazos a uno de los gemelos, resignado ambos se colocaron de rodillas frente a la pequeña tina.

-Déjame hacer esto, necesito material para mostrarle a sus novias cuando nos visiten en casa.

-Solo dos semanas de nacidos y ya quieres hacerles Buying... que madre tan cruel eres. - la chica arremedo a su cuñado mientras comenzaba a limpiar la cabecita de su bebé.

Valkyon había dejado de prestarles atención mientras se centraba en sostener al bebé y no dejarlo caer, pronto la habitación se llenó del aroma de lavandas y manzanilla, el pequeñito parecía estar completamente dormido mientras sus padres lo bañaban y de vez en cuando el bebé parecía sonreír, apenas terminaron de bañarlo el bebé se soltó a llorar.

-Parece que le gusto el agua. - dijo Lance notando algo, y Elanor también pareció haberse percatado mientras cubría a su bebé.

-Valkyon. - llamo Elanor.

- ¿Qué ocurre?

- Ray tiene una marquita de nacimiento en su pompi izquierda, y es igualita a la tuya ¿Leo también la tendrá?

El rostro de Valkyon de coloro y de fondo solo se podía escuchar la risa que Lance trataba de reprimir con nulo éxito.

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Ezarel.

De ante mano sabía que la primera semana seria tranquila, pero la segunda a la segunda comenzó a lo que mentalmente no estaba preparado: los llantos cada tres horas, sus ojos se abrieron al inicio del primer llanto de alguna de sus gemelas, su mujer que estaba ligeramente recostada sobre su pecho se movió ligeramente para colocar un brazo sobre su cara.

-Ez...una de las gemelas despertó. - dijo medio dormida, el nombrado enarco una ceja.

-Yo me levante la última vez que lloraron.

-Yo las cargue por nueve meses...ve a ver qué les pasa.

-Pero...

-Muévete...-pataleando Dalia logro sacarlo de la cama.

-Si sigues con esos berrinches te abrirás los puntos. - gruñendo se levantó del suelo para ir a ver a sus gemelas que estaban a menos de medio metro de su cama.

Las gemelas vestían un tierno mameluco de osito idénticos, la única forma de diferenciarlas era por el puñalero de diferente color, encendió la pequeña lámpara en su mesita de noche y tomo a la gemela que estaba más inquieta para llevarla a la cama, le reviso el pañal y meció en sus brazos para calmar su llanto, en cuanto la bebé se quedó dormida la regreso con su hermana; media hora más tarde los llantos comenzaron otra vez.

-Ezarel...

- Si sabes que puedes pararte ¿Verdad? - quitándose las sabanas de encima trato de encender la luz más el foco se había fundido, bueno bastaba solo con tomar a la bebé inquieta.

Repitió el mismo acto que con la otra bebé le reviso el pañal, pero este estaba seco entonces debía tener hambre, apenas le había pasado a la bebé sus llantos cesaron, para cuando termino le dio ligeras palmaditas en la espalda y la regreso a su cuna, ni bien Ezarel estaba por regresar a la cama otra vez el llanto.

-Pero que...- regreso, tomo a la bebé y reviso el pañal, nada, la paso a Dalia y comenzó a comer, el llanto paro, regreso a la gemela y el llanto. - ¿Qué demo...?

-Ezarel ¿Por qué llora? - Dalia quiso pensar que eran sus nervios de madre primeriza, por otro lado, que como enfermera y su esposo como médico estaban totalmente preparados para lo que estaban enfrentando, más el desconcierto les hizo olvidar todo lo que sabían.

- No sé...-respondía para ir a por la bebé, Dalia la tomo en sus brazos.

-Ezarel ¿Me diste a la niña correcta?

-Sí, era la que está inquieta ¿Por qué?

-No quiere comer... ¿Estás seguro de que no las confundiste?

Encendiendo la lámpara de su móvil se acercó a la cuna, la otra gemela tenía su carita llena de lágrimas y su puñito lo estaba chupando, en todo ese rato se había equivocado de gemela.

-Si pregunta tu mamá le decimos que fue una pesadilla. - dijo mientras tomaba a su bebé en brazos.

Notas finales:

Y después de unos cuantos capítulos ya están los bebés en casa x3 a partir de ahora se irán haciendo ligeros saltitos en el tiempo, no serán tan grandes lo prometo esta historia tiene para rato xD

Espero les gustara el capítulo.

Dudas, preguntas aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.

Hasta la próxima actualización.