Los buenos momentos vividos son como pequeños tesoros que guardamos en el corazón. Cada instante feliz es una pizca de magia que ilumina nuestra vida.

Park Jimin era un omega de 21 años, que estudiaba danza contemporanea en la universidad de Busán y era un alma libre, vivía cada día de su vida como si fuera el último, sin reglas, sin parejas, sin ataduras. Sólo él disfrutando la vida al máximo.

Amado y deseado por muchos.

Odiado por otros.

Y era completamente entendible. Jimin era la combinación perfecta de belleza, inteligencia y seducción. Un omega único, cara angelical, ojos verdes, nariz pequeña, mejillas regordetas, labios pomposos y que decir de su cuerpo. Delgado pero curvilíneo, piel clara, suave y tersa. Cabello rosa y un delicioso aroma a vainilla que volvía locos a todos.

Alguien educado, independiente, espontáneo, auténtico y con tintes de locura.

Su vida había estado llena de amor. Siempre habían sido su padre omega y él, en su pequeña casa, su familia perfecta.

Nunca hizo falta ningún alfa. Al menos no su padre. Porque alfas hubo muchos, y más cuándo cumplió la mayoría de edad y su vida sexual se volvió muy activa.

Su padre Park Seokjin siempre lo dejó tomar sus propias decisiones, lo apoyaba, lo aconsejaba y lo alentaba a cumplir sus sueños. Pero siempre siendo consciente de los pro y contras de sus acciones.

Agradecía tanto que su Jin fuese así, aunque para la sociedad era un mal padre, para él era el mejor padre de todos y siempre sería así.

Jimin era lo suficientemente maduro para saber si lo que hacía estaba bien o estaba mal.

Siempre pensaba antes de actuar.

Pero claramente había momentos en los que se dejaba llevar por sus emociones, por sus instintos o por sus deseos.

Por eso esa noche se encontraba en aquel antro con la mente nublada gracias al reciente porro que acaba de fumarse. Era final de semestre, necesitaba dejar de lado todo el estrés con el que venía cargando desde hace semanas.

Los exámenes, los ensayos, las presentaciones.

Todo podía irse a la mierda.

Jimin se divertiría esa noche como nunca. Bebería, fumaría y follaria hasta perder la consciencia.

- Vamos a bailar!!- la voz de su mejor amigo se hizo presente.

El pelirosa sonrió. Estaba sentado sobre la barra disfrutando de cómo todo el mundo lo observaba. Y es que se había vestido así justo para eso. Para llamar la atención.

Estaba usando una camiseta sin mangas transparente que dejaba ver sus pezones y su torso junto a sus tatuajes, un pantalón blanco rasgado, botas militares, algunas cadenas, anillos y un abrigo de peluche blanco.

Se veía muy sexy.

- Yo sólo quiero otro trago!!- le dijo a su bestie segundos después.

- Minnie!! Necesito mover el bote antes de encontrar a un alfa que me quite las ganas!!- el pelirrojo hizo un puchero.

- Creí que ibas a guardarle luto a tu relación fallida con Hoseok...

Taehyung bufó.

- Ese imbécil puede irse directo a la mier...

- Hola osito...- un alfa alto con una sonrisa radiante apareció a su lado.

- .....- Taehyung lo ignoró, tomó el nuevo porro que Jimin acababa de encender y le dió un par de caladas.

- ¿No piensas saludarme?- Hoseok lo abrazó por la cintura.

- ¿Por qué no mejor te vas a besar con Chungha?- el pelirrojo bufó y se apartó sus manos de un fuerte manotazo.

- Tae... Sabes perfectamente que entre ella y yo no hay nada... Ese beso fue sólo por la obra...

- Me importa una mierda!! Tú y yo no somos nada!!- el omega le gruñó.

Hoseok sonrió malicioso, amaba que su omega fuera así de impulsivo y celoso. De un momento a otro lo atrajó a sus brazos y lo besó con fuerza. Por mucho que Taehyung golpeara su pecho e intentara safarse de su agarre no pudo lograrlo y al final correspondió el beso de forma muy apasionada.

Jimin rodó los ojos.

Siempre era lo mismo con ese par. Estaba seguro de que en un rato se perderían en cualquier cubículo de los baños y follarian hasta el amanecer.

El pelirosa no buscaba una relación así. Él quería algo de una noche, algo pasajero, que lo hiciera disfrutar y olvidarse de todo por un rato. Pero nada más.

Viendo cómo su mejor amigo y su tonto "novio" se comían la boca, su cuerpo comenzó a calentarse o tal vez era el alcohol o el porro, pero lo que sea que fuese, a Jimin le habían dado ganas de follar, así que observó detenidamente cada rincón de aquel sitio de mala muerte buscando a un alfa que cumpliera con sus expectativas.

Pero parecía que esa noche los alfas sexys habían decidido quedarse en casa. Todos los que estaban presentes eran alfas o demasiado viejos o demasiado jóvenes. Nada que llamara su atención.

Hasta que lo vió a él.

Si definitivamente aquel hombre era todo lo que buscaba. Alguien rudo, con pinta de mañoso, con tatuajes, alto, cuerpo musculoso, mirada penetrante.

Lo quería a él y claro que lo tendría.

El omega bajó de la barra, sonrió coqueto y caminó en dirección a ese alfa.

💗💗🚬💗💗

Jimin fue arrojado contra aquella puerta de madera con tanta fuerza que seguramente al día siguiente tendría marcas en la espalda pero no importaba.

El omega estaba tan excitado que su cabeza sólo pensaba en una cosa.

- ¿Estás seguro de esto florecita?- Jungkook preguntó tratando de enfocarse.

- Fóllame ya!!

Los ojos del alfa titiliaban en rojo por la exitación, tomó al omega del cuello y se acercó a su rostro para comerle la boca. Estaba volviéndose loco por las feromonas de aquel chiquillo, deseaba joderlo tan mal. Lo cargó por los muslos haciendo que enredara sus piernas en su cintura sólo para restregarle su polla en el trasero y que así sintiera lo que había provocado al bailar de esa forma en su regazo.

- ¡Mghm!

Luego de unos minutos colocó a Jimin en el piso y se tomó su tiempo para ir desprendiéndolo de cada prenda que estaba usando, cuándo lo tuvo completamente desnudo admiró la belleza que tenía frente a sus ojos, ese omega era precioso.

El pelirosa lo ayudó a quitarse la chamarra y la playera, ese alfa tenía un gran cuerpo, su abdomen perfectamente marcado, sus músculos firmes, tatuajes que adornaban sus brazos y parte de su pecho, era tan sexy y su aroma a café le encantaba. Luego de admirarlo por un momento guió sus manos a la bragueta de los pantalones del alfa, lo desabrochó y los bajó junto a la ropa interior dejando a la vista su gran miembro completamente erecto y con un poco de pre-cum, se le hizo agua la boca cuándo vió su miembro, grande y grueso, completamente erecto para él.

Ya completamente desnudos, el alfa sonrió malicioso, guió sus manos hacía la piel perfecta del omega para rozar lentamente con las yemas de sus dedos parte de su pecho, se acercó a él, dejando un beso en sus labios y luego bajó a su cuello en dónde dejó un par de marcas, llegó a sus pezones, esos pezones que estaban adornados por un piercing y los chupó y mordió a su gusto.

De un momento a otro el alfa lo giró dejándolo de frente a la puerta, se puso de rodillas entre las piernas del omega, las cuales separó lo suficiente dejando a la vista su pequeña entrada. Amasó sus nalgas para después darle un par de fuertes azotes.

El lubricante de Jimin comenzó a salir y eso lo excitó en demasía, escupió en su entrada y entonces metió su lengua en esta para comenzar a prepararlo.

- Joder!!

Jungkook metía y sacaba su lengua con maestría, guió tres de sus dedos a la entrada del omega y los metió juntos al mismo tiempo. El pelirosa puso los ojos en blanco por la intromisión. Al principio fue doloroso pero aquello le había encantado.

Jimin estaba en el mismísimo cielo pues la lengua del alfa lo hacía sentir un placer que jamás había experimentado, llevó una de sus manos a su boca intentando ocultar sus gemidos.

- Grita todo lo que quieras!!... Que se enteren que te estoy llevando al cielo...

- !Argh! ¡Mierda!

El alfa sonrió y decidió que era tiempo de avanzar, Jimin ya estaba lo suficientemente preparado, se incorporó y acomodó entre sus piernas, giró el rostro del omega y lo besó con vehemencia, mientras se ponía el condón, minutos después guió su miembro a la entrada del pelirosa y lo penetró de una sola estocada.

- !Lunas! ¡Imbécil!

- ¡Joder!

Jungkook se quedó quieto por unos segundos esperando a que el omega se adaptara a su tamaño, y cuando lo sintió realizar movimientos sutiles con la cadera el alfa no perdió tiempo y lo embistió de forma rápida y profunda, logrando llegar al punto dulce del omega enseguida.

- ¡Así! ¡Más rápido!

El alfa aumento la velocidad de sus estocadas, estás eran realmente profundas, con cada una de ellas el punto de placer del omega era asaltado. El pelinegro sabía perfectamente lo que hacía, aún inundado de placer le jaló el cabello rosa y con la vista nublada lo besó, lo necesitaba. Un beso desastroso con lengua y mordidas.

Sin dejar de arremeter en él, con una de sus manos levantó una de las piernas del omega mientras que con la otra comenzó a masturbarlo, el pelirosa estaba siendo sobre estimulado así que enterró sus pequeñas uñas pintadas en la madera de la puerta. Estaba por llegar a su preciado orgasmo, el alfa entonces aumentó la velocidad de sus embestidas.

Pero antes de que Jimin se corriera Jungkook se detuvo y salió de su interior, el pelirosa abrió los ojos, dejó de morder su labio y le dedicó una mirada furiosa.

- ¿Qué carajos?

- Date la vuelta...

Jimin sonrió y se dió la vuelta, se observaron unos minutos directamente a los ojos para después lanzarse a la boca del contrario en un beso necesitado, Jungkook lo cargó por los muslos, lo arrinconó nuevamente contra la puerta, el rubio se dejó hacer, pasó sus brazos debajo de las piernas del omega dejándolo con las piernas bien abiertas, separó sus nalgas y entró en él de una sola estocada.

El pelirosa soltó un grito y ae aferró a la fuerte espalda del pelinegro, quién comenzó con las embestidas nuevamente, rápidas y profundas, aquella posición le encantaba a ambos, el alfa llegaba muy profundo y el placer era increíble.

Jungkook aumentó la velocidad mientras se dedicaba a besar el cuello y las mejillas del omega.

- Dios!!

- Eres perfecto!!

Jimin llegó a su orgasmo al mismo tiempo que Jungkook lo hacía, llenando el condón con su escencia y dejándo salir su nudo. El alfa lo tomó de la mejilla para acercarlo a su boca y besarlo, el omega se dejó hacer mientras se sentía satisfecho y feliz.

Cuándo el nudo bajó, Jungkook salió con cuidado de Jimin, quién estaba en un estado de relajación profundo, tal vez era por el alcohol, por el porro o por el sexo pero se sentía en las nubes.

Al alfa le causó ternura verlo así de cansado con su rostro sonrojado y una expresión que representaba que había sido bien follado, su ego se elevó.

Con cuidado lo puso en el suelo y lo ayudó a vestirse. Cuándo ambos estuvieron listos, se observaron a los ojos por unos segundos.

- Gracias...- dijo el omega.

- ¿Por qué?

- Por el orgasmo...

Jungkook sonrió de lado.

- Eres excelente...

- Me lo han dicho antes...

- Me lo imagino... En fin... Un gusto... Nos vemos...- el omega dió medía vuelta y salió de aquella vieja bodega.

El pelinegro negó con la cabeza, sacó un cigarrillo de su cajetilla y lo encendió. Caminó entre todas las personas que había en el antro hasta llegar a la salida y se dirigió al estacionamiento. Subió a su motocicleta y se fue.

Mañana sería un largo día y necesitaba prepararse mentalmente para ver a su mejor amigo.

💗💗🚬💗💗

Jimin despertó aquella mañana con una enorme sonrisa.

Su cuerpo dolía en los lugares correctos pero era un dolor que definitivamente valía la pena.

El lindo omega se levantó luego de escuchar los gritos de su padre, se dió un baño rápido, admirando los chupetones y marcas de dedos por todo su cuerpo.

Con una sonrisa coqueta, se puso lo primero que encontró, un crop top blanco junto a unos mini shorts de mezclilla. Se maquilló un poco y por fin bajó a desayunar con su padre.

Al llegar a la cocina se sirvió un vaso de leche y puso un poco se fruta en un plato. Seokjin apareció segundos después.

- Hasta que despiertas bebé!!

- Buen día papi...

- ¿Noche divertida?- el omega castaño tocó el cuello de su hijo justo dónde estaban aquellas marcas.

- La mejor...- Jimin suspiró.

El castaño negó con la cabeza.

- Ven!! Quiero presentarte a uno de mis mejores amigos de la infancia...

Seokjin jaló el brazo de su hijo y lo llevó a la sala donde un alfa los esperaba.

Jimin se detuvo en seco en cuanto aquel aroma llegó a sus fosas nasales.

Café.

Ahí en su casa estaba aquel alfa que follaba cómo los mismos dioses. Aquel alfa que lo había hecho gritar de placer la noche anterior.

- Minnie bebé... Él es Jeon Jungkook... Kook, él es mi bebé...

El pelirosa sonrió pequeñito. El alfa tenía los ojos completamente abiertos y su respiración acelerada.

Jimin se acercó a su padre y le susurró.

- ¿Él es el alfa del que siempre has estado enamorado?- preguntó con su corazón latiendo a mil.

- ¿Qué? No!! Iugh!!- Seokjin hizo cara de asco- Yo estoy enamorado de su hermano, Jeon Namjoon...

El pelirosa sintió que el alma le volvía al cuerpo. Observó al pelinegro con ojos de deseo.

- Genial...

- ¿Mmm?- Jin observó a su cachorro.

- Nada...

Jimin caminó hasta posicionarse frente al alfa. Sonrió de forma coqueta, se mordió el labio inferior y extendió su mano en señal de saludo.

- Park Jimin... Un gusto...

El alfa correspondió el saludo.

- Jeon Jungkook... Un placer...

La vida siempre te da sorpresas.

Y a Jimin le había dado la mejor de todas.

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Soy una pervertida 🤭🔥

Hoy es mi cumpleaños!!

Un regalo para ustedes mis bebés 💕