No habían pasado muchos días desde que Hyunjin había roto su relación con Jeongin, pero era como una eternidad. Los días de Hyunjin se basaban en llorar y sufrir, mientras miraba como en un cliché las fotos que tenía junto a su ex.

Lo extrañaba, dios, cómo lo extrañaba.

Por otro lado estaba Jeongin, quien notaba que desde que Chan se enteró que Hyunjin había terminado con él; estaba cada vez más cariñoso, le mimaba, dormía junto a él, le limpiaba las lágrimas, entre otras cosas. Sencillamente era el mejor amigo que podía pedir.

Sabía que quizás debió girarse y pedirle a Hyunjin, que por favor le diera una última oportunidad, que iba a hacerlo feliz.

Pero no, simplemente no.

¿Cómo podía pensar eso de Channie? Él era sólo su amigo, nunca nada iba a pasar algo entre ellos, era imposible.

Agarró su celular y entró a sus mensajes, definitivamente iba a hablar con Hyunjin, tenía que arreglar su relación. Bajó algunos chats hasta que encontró el de Hyunjin, mandó y mandó mensajes hasta que finalmente captó que había sido bloqueado.

En realidad, había notado hace un rato que sus mensajes ni siquiera eran recibidos y que la tierna foto de Kkami, que tenía Hyunjin de perfil, no era más que la típica imagen que aparecía por defecto.

Subió para poder leer los mensajes que se enviaba con su ex novio, porque sí, era algo masoquista. Pensaba encontrar tiernas conversaciones seguidas, muchos corazones y cosas cursis, pero a cambio, sólo encontró que la mayoría de los mensajes eran de Hyunjin y él sólo respondía monosílabos cortantes.

Bien, quizás sí había sido un mal novio.
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