Querido Magnus:

Yo... nunca fui muy romántico, y creo que no podré serlo ahora, porque en realidad, estoy más triste de lo normal.

Lo sabes, lo supiste desde que nuestros ojos se cruzaron por primera vez. "El azul es triste, pero tú lo haces brillar", me dijiste.

Tú eres el brillo de mi alma azul.

Te enamoraste de mi tristeza, como yo me enamoré del Sol en tus ojos, la magia en tu voz y la calidez de tu risa. Me enamoré del sentido que le diste a mi vida, y eso te lo agradeceré siempre.

Llegué a desear vivir por siempre cuando me besaste por primera vez. Pero hay una tormenta dentro de mí, ha estado ahí desde que tengo memoria, y ahora estoy nadando contra corriente en la inundación que asfixia mi corazón.

Me estoy ahogando en mí, jamás quise que me vieras así.

Me estoy muriendo, quitando fuerza de ti para sobrevivir un momento más. Desearía ser valiente, verte a los ojos y decir adiós. Ahora sólo me recordarán como el cobarde tras las cartas.

No tengo más voz, no me queda un último aliento para decirte cuánto te amo; mi cuerpo ha muerto, mi alma se queda unos segundos más por ti.

Anhelo besarte, estar contigo por siempre.

Lamento que no sea así.

Gracias por mostrarme la luz, por hacerme sentir vivo por primera vez. Gracias por amarme, por hacerme desear el mundo.

Perdóname por irme, no lo haría, si tuviera fuerza para quedarme.

Con tu alegría, tu voz y tu maravilloso corazón, sé que el mundo está en buenas manos.

Gracias por darme vida.

Te amo, por siempre.

—Atte. Alexander

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A que no creían que volvería a actualizar jskjs

—Willow🌠