Hola, mamá.

Espero de verdad, que no seas tú la próxima persona en verme, porque entonces habrás sido quien encuentre mi cadáver.

Lo lamento en serio, siento que te estoy decepcionando al hacer ésto. Y es por ti, que elegiré la manera más discreta de irme; pero perdóname si no puedo hacer ya nada con las heridas de mis muñecas.

Habría sido hermoso que ese tipo de heridas fueran como los raspones de la rodilla que uno se hace de pequeño al jugar: siempre sanaban con un beso tuyo.
Pero pensé que si te mostraba estas heridas, te dolerían más a ti que a mí; y fue por todos los raspones de rodilla que curaste, y por el simple hecho de ser tú, que no me atreví nunca a contarte por qué hice lo que hice. 

¿Cómo decirle a la persona que te dio la vida, que quieres irte del mundo? 

Espero que no quieras saber mis motivos; siempre te dolió verme sufrir, y por eso no acudía a ti. Pero de todos modos, creo que te debo la verdad.

Pero no quiero hacerlo; no quiero lastimarte más. Lamento no ser quien tú querías. Lamento no ser tan valiente como tú creías desde que era niño. Perdóname por no poder apoyarte; o por no haber hecho nada con lo de papá... Lamento haber dejado que te lastimara. Fui un cobarde.

Mamá, perdóname.

Y quiero que sepas, que nada de esto es tu culpa. Fuiste mi ancla a este mundo, pero creo que debo quitarte de encima ese peso. Ese barco que es empujado con tanta fuerza por la corriente. Se lastimó su madera y las velas se han desatado. Lo sostuviste tanto tiempo, que quizá choque con algo cuando se vaya... Pero antes de eso, se hundirá.

Pero no llores. A ti te quedará la brisa del mar y los atardeceres.

Te prometo que seguiré amándote. Hoy, siempre. Incluso después de respirar.

Gracias por todo, mamá.

Te amo, y te extrañaré.

Atte. Alexander.

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No será completamente sad, démosle una oportunidad a esta historia, los puedo sorprender n.n

—Willow🌠