Mientras me dirigía a casa, pensé que debía ir por mi cuenta primero para conseguir mis armas ocultas sin que Mikasa o Eren me vieran, pero Mikasa no se apartaba de mi lado así que decidí que estaba bien si ella venía, confío en ella lo suficiente, Eren por otro lado no tanto. Eren era como un cañón suelto que siempre se peleaba con todo el mundo y siempre se lanzaba directamente a la acción, lo que lo mete en problemas. No hace falta decir que no puedo confiar en alguien que es tan descarado, incluso podría contarle a su padre sobre las armas que hice para que hubiera una oportunidad de matar a todos los titanes de este mundo y para que por fin podamos escapar de estos muros en los que estamos atrapados.

Estoy de acuerdo con Eren en una cosa, es que estar atrapado en los muros es una existencia sin sentido, por eso quiero convertirme en alguien poderoso para poder explorar el mundo exterior y liberar a todos aquí. Pero eso no se puede hacer todavía, no con miles de Titanes alojados fuera de los muros, ¿Seré capaz de matarlos a todos? Bueno, tendré que hacerme más fuerte y subir de nivel mi Sistema.

"Oye, ¿a dónde vas, Ezequiel? Pensé que íbamos a casa" Me preguntó Eren.

"Tengo algo que hacer, nos vemos luego" le dije.

"¿Puedo acompañarte?" Rápidamente dijo Mikasa mientras caminaba a mi lado.

"Claro" respondí con una sonrisa.

"¡Eh! ¡No es justo! Quiero ver lo que estás haciendo" Eren gruño mientras apretaba sus dientes.

"Solo esta vez déjame estar solo con Mikasa, tenemos cosas importantes que hacer, vete a pasar el rato con Armin" dije mientras me alejaba con Mikasa hacia un lago cercano.

Eren resopló y decidió ir con Armin para ver a los del Cuerpo de Exploración de nuevo.

"Entonces, ¿A dónde vamos Onii-Chan?" Dijo Mikasa con dulzura.

Ella ahora mismo estaba llevando una chaqueta de lana blanca con una bufanda roja alrededor del cuello, la que le regalé, no la soltaba, y llevaba unas botas marrones, su brillante y largo pelo negro caía por sus delgados hombros y sus seductores ojos grises brillaban con la luz del sol en lo alto, era realmente muy hermosa.

"Hay un secreto que quiero mostrarte, pero no puedes decírselo a nadie" le dije.

Mikasa asintió con la cabeza y luego se sonrojo.

'¿Puede ser ya el momento en que me cuente sus sentimientos ocultos hacia mí?' Pude escuchar los pensamientos de Mikasa con mi Sistema Mutante, mi habilidad [Telepatía] me permite hacerlo, pero tengo la sensación de que esta nueva habilidad tiene que ver con mi desconocida línea de sangre. ¿De qué está hablando? 'Sentimientos'. Hmm, las chicas a veces son difíciles de entender.

De todos modos el pensamiento de mi verdadera línea de sangre estaba siempre en mi cabeza ¿Era realmente un Ackerman? ¿O algo más?.

Me detuve cerca del lago mientras el viento agitaba mi cabello y el de Mikasa, luego la mire profundamente a los ojos.

"Mikasa no le digas a Eren sobre lo que te voy a mostrar o a sus padres, esto es sólo entre tú y yo, ahora sígueme a la casa y a mi habitación" Le pedí mientras caminábamos de vuelta a casa.

Una cosa que era interesante en la casa de Grisha era el sótano, sentí que nos ocultaba algo a mí y a Eren, así como a Mikasa. Era un hombre con muchos secretos, como yo. Supongo que era una cuestión de tiempo contarle a Mikasa lo que estaba haciendo en estos últimos años, lo que estaba preparando. Tal vez entonces podamos estar aún más cerca que antes, pero nunca podré contarle la verdad de mi renacimiento en este mundo. Eso debe mantenerse en secreto en todo momento.

Finalmente llegue a mi habitación y luego me dirigi al lugar oculto donde guardaba mis armas.

Es hora de mostrarle en qué armas estoy trabajando.