Capítulo 1. Dentro de la torre

 Capítulo 1. Dentro de la torre


Está historia, habla de joven chico llamado Atsushi, y es una bella historia, escuchen bien, había una vez... Una gota de luz cayó del cielo, y de esa gota de sol nació una flor mágica, que parecía un tigre...

Muchos años después, una feliz pareja de reyes habían recibido una feliz noticia, el rey, Chuuya, estaba esperando un bebé, el joven pelirrojo era intrépido y atrevido, sus constantes prácticas de karate trajo consigo que enfermará, ningún doctor del reino podía curarle. Dazai, su esposo. Estaba completamente abatido, su bebé y su amado corrían un gran riesgo; decidió visitar al sabio del reino – Ranpo-san, vengo a ofrecerle un saco de dulces si puede decirme, ¿Qué puedo hacer por mi familia?

― Hay una flor, escondida en furor, se llama: Flor de tigre, y está es la flor más fuerte de todas, se dice que un meteorito la trajo. Haz un brebaje de la flor, cuando el rey Chuuya lo beba, ambos se curarán.

Dazai envió a todos sus soldados a buscar la flor, a Chuuya le quedaba poco tiempo y cuando la esperanza se agotaba, los solados encontraron la flor, la llevaron al palacio y el rey Chuuya bebió de ella, su embarazo siguió normal y 4 meses después nació el bebé.

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Anteriormente, muchos siglos atrás, la flor nació entre condiciones extremas, se regeneraba con cada tormenta y se regocijaba con cada tornado. Su cuidador, un hombre de cabello platinado y ojos rojos, su nombre era: Shibusawa Tatsuhiko. Cantaba cada día a la flor, para tenerla contenta y está le daba largura de años. Cuando escucho sobre la enfermedad del rey y que buscaba la flor, convirtió el camino en joyería y trajo neblina, evitando que la tomarán, solo fue un día, estaba cansado y no pudo mantener su forma de dragón, necesitaba dormir y cuando despertó, la flor ya no estaba.

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Shibusawa entro al palacio, y miro al bebe dormir, así que comenzó a cantar, el cabello blanco con rayas negras del bebé brillaba, su olor era idéntico a la flor de tigre, pero cuando el mayor corto el cabello, esté dejo de brillar. Su susto fue tal que tomo al bebé entre sus brazos y escapo con él.

Nadie escucho nada ni vio nada si no hasta la mañana siguiente, Dazai estaba destrozado, Chuuya molesto, decidieron buscar a su príncipe, pero nada funciono, su opción mientras era hallado era rendirle honor, cada cumpleaños alzaron velas al cielo con esperanza que el príncipe Atsushi llegará a su hogar.

Shibusawa se quedó con el pequeño, buscando la torre más alta de un lugar mágico secreto, en donde hizo al joven niño - prometer... Jamás... Salir...

― Bien hecho, mi querido Atsushi...

... 17 años, después... 

🌻🌻🌻🌻🌻

― ¡AJA! – grito un joven albino abriendo una ventana de madera

El joven de 17 años era un chico de cabello largo color blanco, su fleco estaba mal cortado y era completamente blanco. Sus ojos amarillos con morado, y su piel tersa. Miro alrededor, a su lado en una maseta, un camaleón se había ocultado

― Creo que no encontraré a Kyouka-chan – se quejó el albino. Sonrió y miro al camaleón – ¡TE TENGO! – sonrió – bien llevamos 3 de 5, ¿quieres jugar 7 de 11? – suspiro, el camaleón negó con su cabeza y señalo el jardín – lo sé... también quisiera salir – suspiro desanimado - limpiemos – sonrió de nuevo.

El camaleón suspiro. Atsushi sabía hacer de todo para pasar el tiempo, comenzaba su día a las 7: 00 am, abría las ventanas, barría, limpiaba y sacaba brillo para cuando terminaba eran 7 con 16, siempre leía un libro, dos o quizá hasta tres, amaba pintar, su galería era la pared y su eterno acompañante su linda camaleón, tocar guitarra, tejer algo para su camaleón, incluso hornear

― ¿Cuándo comenzaré a vivir? – se preguntó mirando el pay

Kyouka salto por lo caliente del pay y fue cuando miro, un espacio libre que no había pintado, y sonrió.

Atsushi podía hacer más, sabía también: hacer rompecabezas, jugar a dardos, y hacer galletas, papel mache, ballet y un algo de ajedrez, alfarería, ventriloquia y velas, estirar, dibujar, o trepar o coser.

Pero sobre todo, su cabello cepillar y cepillar, pero al final siempre volvía al inicio.

Se asomó por su ventana, la torre alta estaba rodada por un bosque y montañas, no podía ser vista pero Atsushi podía ver perfectamente las nubes y cada año en su cumpleaños podía ver algo sin igual – las luces que... deseo contemplar cada año en mi cumpleaños están... ¿de dónde son? Allí quiero ir... Quizá... mi padre, me permita ya salir...

Atsushi subió a su pared, y comenzó a pintar, sabía que lo que más deseaba era tenerlo en su mente en todo momento...

🌻

Mientras tanto en el palacio ocurría un asalto, un chico de cabello negro con puntas blancas miraba el horizonte – esto en verdad es relajante

― ¡Akutagawa! Apresúrate

― Ustedes son desesperantes – se quejó el azabache mirando a los pelirrojos

― Vamos, Lucy no podrá retener mucho

― Patéticos...

Akutagawa entro por un túnel creado por Lucy, era el único que podía entrar allí, Mark debía vigilar a los demás con su excelente puntería y Lucy detenía la habitación donde estaba el túnel. Una vez tuvo la corona, los soldado aparecieron, eran más de los que Mark podía tener, así que los tres chicos escaparon. Los soldados del reino los perseguían, no era para más, habían robado la corona del príncipe. Akutagawa se detuvo un momento al ver su rostro en "se busca"

― esto es malo...

― Si, son muchos

― ¿Qué haremos?

― Mi rostro no se ve así – se quejó el azabache al ver su cara con unas enormes cejas negras

― Deja de jugar Akutagawa

― Moriremos si nos atrapan

― Incorrecto, morirán debiluchos.

Akutagawa salto del árbol y huyo. - ¿Qué hace ese pendejo? – se quejó Mark

― Mark

― ¿Qué?

― Tiene la corona

― ¡MALDITO RENACUAJO!

Akutagawa corría por el bosque, escuchaba los caballos detrás de él.

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― Oh ~ Atsushi-kuuuun, mi pequeño ángel, abre la ventana para mí y déjame subir

― ¡Papá! – miro a su camaleón – bien Kyouka-chan, lo lograremos. Esté será el año. Ocúltate – el camaleón se ocultó en el color

Atsushi dejo su cabello caer por la torre y Shibusawa trepo, al subir saludo al pequeño albino acariciando su cabello – mi bello niño, ¿Qué tal te ha ido hoy?

― Oh, padre, he hecho de todo... como siempre... - sonrió nervioso

― Me parece bien, sigue así.

― Ah... Padre

― Atsushi, ¿me cantas?

― La canción, claro

Atsushi corrió por una silla alta y un banco, un cepillo y sentó al mayor, Atsushi le dio su largo cabello y canto rápido – Flor que da fulgor, con tu brillo fiel, vuelve el tiempo atrás, volviendo a lo que, quita enfermedad, y el destino cruel, trae lo que perdí volviendo a lo que a lo que fue

― Atsushi no cantes tan pido

― Es que estoy emocionado, quiero decirte algo padre

― Bien, dime.

― Bueno... ma-mañana es mi cumpleaños

― Si, así es. 10 años

― 18 padre...

― Cierto – menciono sonriente - ¿Qué quieres de regalo? Te daré lo que sea

― Bueno... qu-que bueno que lo dices, quiero... - se paró derecho y movió la cortina donde su última obra había sido postrada – quiero ir a ver las luces que suben al cielo

― ¿las estrellas?

― No, no, las luces, he estudiado las estrellas, estas son luces

― Pero querido, eso es afuera, y afuera no es bueno

― Pero padre, siempre en mi cumpleaños sin falla están... yo quiero... ir... contigo...

― Atsushi, dije no

― Pero padre

― No

― PEEERO PADRE

― NO ATSUSHI, ¡NO SALDRAS DE AQUÍ JAMÁS! – grito y se dio cuenta del pequeño – lo siento... odio alzarte la voz

― Lo sé... padre, disculpa...

― La gente de afuera... sabes lo que quiere

― Mi cabello mágico...

― Así es, todo lo que hago es protegerte, los hombres afuera querrán casarte y experimentar contigo, sufrirás agonía y desprecio. Entiende cariño

― Lo siento padre...

― Ahora, iré a buscar comida, haré tu favorito ¿bien?

― Si padre...

Atsushi ato su cabello para ayudarle a bajar – te veo al rato mi amado ángel

― Aquí te espero... Padre...

🌻

Mientras, Akutagawa corría por el bosque, lanzaban flechas al azabache hasta que encontró una liana, colgó de ella y tiro al capitán de la guardia apoderándose del caballo - ¡SI! Vamos – dijo emocionado. El caballo se detuvo en seco – oye, ¿Qué haces? – el cabello lo miro molesto y después miro la bolsa sobre el hombre.

Ambos comenzaron a pelear por la bolsa hasta que está quedo atrapada en un árbol de un acantilado, tanto caballo como humano peleaban por aquella bolsa sobre el árbol, solo un poco más, el azabache obtuvo la bolsa pero ambos cayeron por el acantilado con un gran grito. Salvándose únicamente por la caída entre los árboles.

El enorme corcel blanco comenzó a oler en busca del joven azabache, quien rápido se había oculto entre los árboles, y para su fortuna encontró una cortina de ramas caídas, al entrar pudo presenciar aquella enorme torre en medio del enorme jardín, escalo la torre con dos fechas, entro por la ventana, sería el escondite perfecto. Respiro por fin después de tanta persecución. Abrió la bolsa y miro la corona brillar – por fin estamos solos... - todo se volvió negro después de un golpe en su cabeza, cayo inconsciente mientras el albino lo miro

― ¡AAAH! – grito después de haberle golpeado.

Ninguno de los dos sabía que aquello cambiaríasus vidas.



🌻🌻🌻

Si, soy yo queriendo ser malvada con ustedes como acostumbro hacerlo.

¡Por fin! ¡lo esperaban! ¡Y lo seguirán esperando un poco más!

Está es una pequeña probada de Atsuzel, el cual comenzaré a publicar poco a poco, espero lo disfruten en grande y se diviertan

como ya saben, esta historia es una adaptación en fanfic sobre la película de Rapunzel, así que esto sería divertido...

¡Gracias a todos los que participaron en ayudarme a acomodar algunos personajes!

¡Gracias por leer!

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