Una penumbra oscura azotaba aquella habitación, las mariposas que posaban en la fina espalda del hombre de mediana edad se habían sobresaltado, pues este ejecutó un movimiento brusco al lanzarse a la gran cama que acompañaba ese lugar.

El ser sin cara que lo había seguido, tomo una pequeña silla y la acercó un poco hasta la cabecera de la cama.

- bien , déjame recordar ...- miro al techo por una fracción de segundos , dos pequeñas mariposas de colores revoloteaban por el lugar.

- ¿Por dónde empiezo?- se preguntó a si mismo.

- ¿Que tal? , ¿Por el principio señor? - dijo aquel ser con aire de burla por aquella pregunta.

- sigue así y el próximo chiste que contarás será a las papas, tres metros bajo tierra - kuroi alzo una ceja despectivo , estos momentos dónde se sentía vulnerable era cuando más agresivo solía ser. ¿Algo contradictorio no?,este hombre era toda una mezcla en si.

Su asistente tragó en seco y decidió dejar las bromas de lado.

Kuroi suspiro ya más tranquilo y dejó que las pequeñas mariposas de colores se posaran en sus párpados- fue hace tanto tiempo , ya he olvidado algunas cosas- dejo salir un suspiro algo tosco.

- solo ... intente mantenerse tranquilo- el ser tomo una pequeña libreta y espero con paciencia a que el contrario hablará.

~•••~

Nos remontamos a un tiempo de la historia dentro de la historia. Un hombre aparentemente rico y solemne estaba apunto de presenciar el nacimiento de su único hijo.

El hombre parecía complacido con la criatura , alguien fuerte y de buen parecer daría honor al nombre de los Batafurai. Rápidamente una de las sirvientas intento hacer que la madre del niño despertara , el parto había sido duro y doloroso pero a fin de cuentas logro conseguirlo. Le dio tres pequeños golpes en la mejilla.

- señora ... Señora despierte , debe amamantar al niño - dijo con alegría la mujer esbozando una pequeña sonrisa- ¿señora?-

El padre del niño observaba distante por la ventana , el bebé comenzó a llorar con el pasar de los minutos.

- ¿Señora?- la mujer sintió un nudo en su garganta- s-señora , despierte , d-debe alimentar al niño- a su voz le costaba salir.

Alguien se acercó detrás de la sirvienta y miro al niño que tenía en brazos.

- amo , la señora no despierta, c-creo que ...- tragó en seco ante la mirada fría del hombre frente a ella.

El contrario no musitó ninguna palabra durante ese intercambio de miradas , se coloco al lado de su esposa. En cuanto estuvo cerca de ella , tomo una de sus manos y la beso dulcemente.

- cariño , despierta- dijo en un suave susurro.

Más la mujer no respondía.

- cielo , es hora , nuestro pequeño ha nacido , debes alimentarlo - su hablar era tranquilo , algo que inquieto a la sirvienta detrás de él.

- amo... Creo que...-

- necesito estar con mi esposa a solas - dijo sin mirarla.

- pero , amo el niño tiene ham...-

- y llévate al niño contigo-

- amo yo ...-

- acaso , ¿no fui lo suficientemente claro?- se volteo a verla lentamente , y poco a poco se fue aproximando manteniendo esa aura tranquila-...- su semblante cambio- ¡QUIERO A ESA COSA LEJOS DE MI ESPOSA!-

la mujer se alarmó, el pequeño comenzó a llorar aún más fuerte. Ante todo esto , la mucama salió corriendo con el niño en brazos lejos de la habitación. Por otro lado , el hombre acariciaba el cabello de su difunta esposa insistiendo en que despierte.

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Seis años después de aquella lamentable perdida , el pequeño ahora llamado Kuroi Batafurai, crecía junto al cuidado de su padre.

El pequeño jugaba bajo uno de los arbustos de la gran casa , atrapaba uno que otro caracol y armaba un pequeño ejercito de lagartijas.

Pronto su padre apareció , caminando tranquilamente por alrededores. Hace ya varios meses que él pequeño no sabe nada de su padre , así que al verlo transitar muy cerca de la zona corrió hasta él, no sin antes tomar a uno de sus caracoles que andaba juntando.

- ¡Papá!, ¡Papá espera no te vallas!- trataba de llamar su atención , pero al no conseguirlo rápidamente se poso delante de él, cortándole el paso- papá , casi no te alcanzó— río cortamente para después tomar aire- mira lo que encontré ... Son para ti- le extendió los mini caracoles con orgullo.

Más el hombre solo lo miraba con una mueca de asco.

- tira esa cosa , los niños no deben jugar con caracoles - ordenó.

- pero , son mis mascotas , ¿Puedo quedarmelas papá? , ¡Prometo hacer mis deberes! , ¡Lo juro!- suplico el pequeño con una sonrisa intentando que funcionará.

- Kuroi , ¿cuántas veces debo repetirte cómo debes comportarte?- lo miro alzando una ceja.

- ah...- el timbre del portón de la gran casa resonó en el lugar.

El hombre siguió de largo , en dirección al gran portón negro. El pequeño rápidamente corrió hacia la columna de la mansión y se escondió detrás de esta , por mientras su padre sonreía gustoso acompañado de una mujer con una gran barriga.

- ¿Quién es ella?- el pequeño estaba confundido ante la intrusa.

~•••~

Los pequeños jugaban en una de las tantas habitaciones de la gran casa. Ambos hacían que sus cochecitos de carrera se movieran de un lugar a otro ocupando así, casi todo el espacio de la habitación.

- oye, hermano mayor- de pronto el juego se vio interrumpido por la voz de uno de los hermanos.

Este se giró a verlo , esperando a su pregunta.

- ¿Porqué papá te odia?-

- ¿Qué?, ¿De qué hablas?- al principio sonó cohibido por aquella pregunta- ¿Porque dices eso?- lentamente se torno molesto al final.

- ya sabes , el siempre prefiere pasar tiempo conmigo, me compra los mejores juguetes , y me deja tener mascotas- dijo con algo de orgullo- yo creo que te odia, si no ... ¿Dime porqué es tan malo contigo?-

No sabría que decirle , su padre nunca le dirigía la palabra o si quiera cruzaban miradas para variar.

Negó rotundamente - e-el no me odia , solo está ocupado, es todo-

- ¿Ocupado para pasar tiempo con su propio hijo?- el pequeño río cortamente- ja , creo que ahora soy el favorito- menciono con una sonrisa ladina.

- no lo eres , papá no tiene favoritos- dijo tratando de ignorarlo.

- ¿Eso crees?- se puso en pie- te apuesto todas mis canicas a qué si rompes ese jarrón, se enfadara contigo , en cambio , si lo rompo yo , no se enfadara conmigo-

El pequeño frunció el ceño frustrado y termino aceptando la apuesta. El menor se hecho la culpa y termino con un pequeño castigo de menos de una hora , en cambio Kuroi al echarse la culpa desde un principio antes de que su hermano "confesara" que rompió el jarrón, termino con un severo golpe en la mano por parte de su padre con un gran vara de madera.

- ¿ves?, Te dije que era el favorito- paso por su lado burlón mientras Kuroi sobaba su mano molesto.

~•••~

- ¿Cuántas veces debo repetirte?, que no molestes a tu hermano, Kuroi- dijo su padre en tono despectivo hacia el muchacho.

- pero, papá...-

- ¡El me pegó!- exclamó entre lloriqueos su hermano más pequeño.

- lo hice porque estabas siendo molestó- era verdad , al no soportar el comportamiento orgulloso y engreído de su hermano por ser , "el favorito" , como él lo afirmaba , lo golpeó en el rostro dejándole un par de moretones en los brazos, y uno en el ojo izquierdo- además , todo esto no hubiera ocurrido si él, cerraba la boca- dijo entre dientes el pequeño.

- ¡solo estás así porque papá prefiere pasar tiempo conmigo y no contigo!- chilló el menor logrando enfurecer al contrario.

- ¡Ahora vas a ver!- se lanzó con furia sobre él ,intentando enterrarle otro puñetazo.

Más el padre de los dos niños lo freno a tiempo dándole un empujón algo tosco y se colocó frente al más pequeño , brindándole protección.

- basta Kuroi- menciono su padre seriamente.

- ¡Todo es su culpa!- señaló al niño detrás de su padre- ¡Si él no hubiera nacido tú pasarías más tiempo conmigo! , ¡Él es una carga!-

- no hables así de tú hermano- reprochó molesto , he hizo una pequeña pausa- cuando la única carga , en realidad eres tú...-

Sus palabras entraron cuál cuchillo recién afilado , en el pequeño corazón del infante. Él niño reprimió con todas sus fuerzas , aquellas lágrimas traicioneras , que amenazaban con salir. Tragó en seco y rápidamente huyó de aquella habitación, pasando por la puerta y azotando fuertemente aquella.

~•••~

Era una tarde tranquila , han pasado 2 meses desde aquella discusión. El pequeño Kuroi, transitaba por un campo a las afueras de un orfanato.

Pateó la pelota con la que jugaba , desquitándose un poco por el castigo que le había impuesto su padre minutos atrás. Uno de los niño del orfanato se aproximó a la reja intentando llamar la atención de Kuroi.

- ¡Oye!- una voz masculina terminó desconcertando a Kuroi , quién pateó la pelota hasta las grandes puertas del orfanato.

Fue en busca de su balón terminando frente a las rejas del orfanato.

- hey- volvió a llamar la atención del contrario.

- ¿Que es lo que quieres?-

- oye, tu no eres...-

- no, no soy mi hermano-

- te confundí por el color de cabello- confesó con una pequeña risa- espera , no sabía que kotetsu tenía un hermano- comentó el pequeño algo confundido , mientras que por detrás aparecieron unos cuantos niños más.

- ¿Porque lo dice...- las voces de los otros huérfanos interrumpieron.

- ¡Kotetsu!, ¡Si viniste!- exclamó alegremente una niña.

- Ese no es kotetsu, es su hermano- mencionó el primer huérfano que había conocido a Kuroi.

- Eso no cierto. Kotetsu dijo que su padre, había dicho que solo tenía un hijo- aclaró la infante.

- ah, es verdad. El padre de kotetsu dijo que solo tiene un hijo-

Kuroi se dió la vuelta , hecho una furia.

- ¡Son unos mentirosos!- apretó los puños con rabia.

- ¡Claro que no!, ¡Tú eres el mentiroso aquí!- lo confrontó.

- ¡Todos ustedes!, Son... Unos maldi-..., Son unos maldi-...- su voz comenzaba a quebrarse , a causa del nudo que se le había formando en la garganta.

- ¡Miren chicos!, ¡Ya va llorar!-

- ¿La nenita quiere a mami?- mencionó en tono burlón.

- Que patético-

- Es extraño que tú no estés aquí con nosotros. Digo , tú padre no te quiere- todos comenzaron a reírse al unisono.

- ¡No me compares contigo!- se acercó a la reja y atrapó las prendas de uno de los niños. Comenzó a jalarlo del cabello, atraerlo hasta la reja, y hacer que su cara se estampará con brusquedad contra está.

El pequeño forcejeaba tratando de quedar en libertad , pero todo era en vano. Kuroi estaba hecho una furia , y no cedía de lastimar al niño.

Los otros pequeños al ver la situación , comenzaron a gritar, hasta que llegará un mayor a salvarlos.

~•••~

Los pequeños hermanos jugaban en los alrededores de un gran bosque. El otoño se acercaba, las hojas lentamente comenzaban a desprenderse de los árboles.

- ¡Vamos a subir esa colina!- exclamó él más pequeño.

- no , debemos ir a casa. Ya es muy tarde- respondió en tono bajo mientras acomodaba sus cálidos guantes de lana.

- ¿Acaso tienes miedo?, Solo será un segundo. Apenas si son las 3 de la tarde- insistió una vez más.

- no, kotetsu-

- ¡Pues quédate si quieres!- el pequeño salió corriendo hacia el montículo.

- ¡Espera!- fue trás él.

Ambos menores subieron por la colina. Al llegar a la cima , admiraron por unos segundos la hermosa vista que ofrecía él lugar.

De pronto , kotetsu empujó a su hermano Kuroi, logrando que este resbalará y casi cayera por el borde del risco.

- ¡¿Estás demente?!- reclamó histérico mientras veía la risa burlona de su hermano más pequeño.

- Que bobo eres- seguía sin poder parar de reír.

El mayor gruño molesto y le devolvió el empujón de la misma manera.

Kotetsu a diferencia de Kuroi, si terminó resbalando y cayendo al borde del peñasco. Rápidamente se aferró con todas sus fuerzas a la pequeña porción de tierra que había en este, dejó salir varios gritos de histeria mientras clamaba por ayuda , a su hermano mayor.

- ¡Kuroi!, ¡Ayúdame!- asustado, intentaba que sus manos se afirmaran, pero los guantes solo lo estaban haciendo más difícil.

Por mientras Kuroi solo reía divertido por la situación, se acercó a kotetsu extendiendo su mano para brindarle ayuda. Pero antes de que kotetsu pudiera tomarla y salvarse , su hermano quitó la mano y sonrió divertido.

- deja de decir que eres el favorito de papá- dijo con una sonrisa victoriosa. Era la oportunidad perfecta para que dejara de hablar tonterías a todo el mundo.

- ¿¡Que?!, ¡Ni loco!, ¡Soy el favorito de papá!- el pequeño se negó rotundamente.

- bien , en ese caso. No necesitas mi ayuda entonces- se estaba por dar media vuelta para irse.

- ¡Déjate de bromas hermano!, ¡No... Puedo soster-...- el pequeño se soltó.

Kuroi rápidamente se dió la vuelta y corrió a socorrerlo en cuanto escuchó el grito del niño.

- ¡Kotetsu!- alarmado dió toda la vuelta , bajando de forma apresurada aquella colina. Llegó a la par del cuerpo de su hermano, este se hallaba con los ojos abiertos al tope y una expresión estática y frívola.

La respiración de Kuroi era entre cortada, tenía cada parte de su cuerpo temblando sin control, a causa del horrible pavor que azotaba su anatomía.

- kotetsu...- tocó con cuidado el rostro del niño- despierta hermanito...- dijo en un hilo de voz- vamos , despierta... Déjate de bromas hermano, habló en serio- su hermano había perdido el color carmín en sus mejillas, un rostro pálido y frío fue apoderándose de su piel.

Un charco rojo , emanaba del cuello del infante. Alarmado Kuroi volteó a su hermano, encontrándose con la desagradable escena. Un hueco prácticamente del tamaño de una moneda en el centro de la nuca del niño. Por un acto de reflejo y impresión este al no saber que hacer , arrojo lejos el cuerpo de su hermano.

Retrocedió unos pocos metros alzando sus manos para verlas manchadas de sangre.

- hermanito...- susurró con miedo.

Un grito agudo resonó a escasos metros de los dos menores. Era la madre de kotetsu.

- ¡Hijo!- horrorizada corrió abrazar al niño. En cuanto está todo el cadáver del infante, estalló en lágrimas y alaridos de dolor.

Kuroi permanecía inmóvil, mirando la escena desde ese mismo lugar.

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- ¡El lo mató! , ¡Te digo que eso fue lo que vi!- exclamaba enteré una mezcla de llanto y angustia.

- papá, espera yo...- el niño intentaba explicarse ante aquel hombre.

- ¡Cállate!, ¡Asesino!- la mujer acusó histéricamente- ¡Tú mataste a mi bebé!- nuevamente comenzó a llorar en el suelo.

- no , no entienden. Lo que en realidad pasó, fué...- un golpe seco, una cachetada tosca lo haría callar.

Un silencio abrumador , azotó la sala.

- primero me quitas a mi esposa , y ahora me quitas a mi hijo. Bastardo...- el hombre , frío e impotente como todos lo conocían , rompía en llanto frente a su único hijo- no mereces vivir...- dijo de forma cruda y certera , cada una de sus palabras.

Kuroi permanecía en el suelo luego de aquella confesión por parte de su padre.

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- ¡No!, ¡papá espera!- forcejeaba con él mayor, mientras esté lo arrastraba hasta el gran portón del orfanato.

- cállate- lo arrojó contra las rejas- aquí es dónde perteneces- sentenció.

- ¡No papá!, ¡No me dejes aquí!, ¡Llevame contigo!- el pequeño se postró en el suelo , humillándose entre lágrimas frente a su padre- no me abandones- una mueca de dolor se formaba en su rostro.

Más el hombre seguía indiferente y despectivo.

- Tú, nunca fuiste mi hijo- sentenció y tomó con brusquedad el brazo del niño, arrojándolo dentro del orfanato una vez las puertas se abrieron.

- ¡PAPÁ!- El niño extendía su brazo, intentando detener a su padre , más este se dió media vuelta alejándose para siempre de aquel lugar.

Con el pasar de los días , el infante tenía la esperanza de que su padre volvería a buscarlo nuevamente, y al fin podría ser feliz junto a él.

Los huérfanos al ver a Kuroi otra vez por ahí, decidieron acercarse , pero no de manera amistosa.

- Miren nada más, quien se apareció por aquí chicos- el niño apretó sus nudillos.

- Que bueno verte por aquí kuroi- tomó del cuello de la camisa de este y lo elevó con fuerza- la última vez yo estaba del lado de las rejas...- dijo con algo de malicia apretando el cuello de la camisa del niño.

A partir de ese día, hicieron de la vida de Kuroi un infierno.