[Narración 9]

Llegar a la competencia nacional era suficiente para sentirse orgullosos. Entrar entre los 10 mejores grupos de baile era algo extraordinario. Estar entre los 3 primeros lugares era simplemente de otro planeta. Pero cuando obtienes el segundo lugar, estando a nada del primero, ¿cómo se supone que debas sentirte? ¿Feliz por haber llegado tan lejos o confundido y/o decepcionado por no haber tenido lo suficiente para ser el primero?

Eso era probablemente lo que se preguntaban todos en aquel momento.

Luego de que el profesor los felicitara por su gran desempeño en las nacionales, el silencio que se instaló en el grupo de baile fue extraño. Estaban felices, eso se notaba en sus rostros, pero también existían quienes se cuestionaban los resultados. Por eso, a medida que sus compañeros se envolvieron en su bullicio habitual hablando de la manera en la que celebrarían su logro, Jungkook no pudo evitar mirar a Jimin, quien seguía siendo el único sentado en la banca con la mirada perdida en el suelo, apartado del resto.

―¿Hyung? ―llamó con cuidado, sentándose a su lado―. ¿Estás... bien?

―Tuvimos el segundo lugar ―murmuró―. Quedamos segundos

―Lo sé, Jiminie ―Hoseok también se acercó a ellos, presionando suavemente su hombro―. Pero trabajamos duro por esto, no quiero que te recrimines por no ser los primeros

―N-no, ustedes no entienden ―rió incrédulo, alzando la vista hacia ellos―. El año pasado solo alcanzamos a estar dentro de los 10 mejores, pero ahora... somos segundos ―musitó―. Estuvimos tan... cerca. Si tan solo...

―No ―interrumpió Jungkook, tomando su mano―. Sé lo importante que esto es para ti, pero ha resultado de esta forma. Nos hemos enfrentados a quienes se han llevado el primer lugar por 3 años consecutivos y terminamos segundos. ¿Puedes ver eso? El grupo ha mejorado; seguiremos mejorando ―prometió―. Sé que pronto pasarás a último año y quizás pienses que esta es tu última oportunidad, pero no te dejaré graduarte sin ser el primero, ¿me escuchas? ―Jimin lo miró fijamente―. Responde

―Te escucho ―asintió.

―Entonces, por ahora, ¿podrías ser feliz con el hecho de que avanzamos hasta la última ronda?

Jimin volvió a asentir, apenado, y cuando Jungkook se levantó para abrazarlo, Hoseok no dudó en convertirlo en un abrazo grupal ante lo conmovido que se sentía.

―Estoy muy orgulloso de ustedes ―dijo, presionándolos con fuerza.

―¿Ya no estás molesto con nosotros? ―preguntó Jimin con timidez.

―Oh, sobre... ―el menor se apartó, rascando su cabello con vergüenza―. En realidad, quería disculparme con ustedes

―¿Por qué lo harías? ¿Acaso no fuimos nosotros los que metieron la pata? ―preguntó Hoseok, confundido.

―Definitivamente ―aceptó, sonriendo débilmente―. Pero la razón por la que me disculpo es por haberlos mantenido lejos de mí por tanto tiempo. Sé que esperan que confíe en ustedes y que siempre están preocupados por mí, pero ser así... es como soy ―intentó explicar, encogiéndose de hombros―. No es que ustedes me sean indiferentes; jamás he intentado dejarlos fuera de mi vida. Son mis amigos y los... uhm...

―¿Nos qué? ―preguntaron Hoseok y Jimin a la vez.

―Los quiero ―respondió entredientes, obteniendo dos sonrisas brillantes en respuesta―. Intentaré ser más abierto con ustedes a partir de ahora, ¿de acuerdo? Pero no me fuercen a hablar; denme mi espacio. Y si resulta que estoy metido en un lio, no me sobreprotejan, no intenten vendarme los ojos a las cosas malas, solo... solo necesito que estén para mí. Soy capaz de solucionar mis propios problemas, así que me basta con tenerlos como amigos

―Entendemos, en serio, ¡completamente claro! ―aseguró Hoseok, revolviendo su cabello con ternura antes de alejarse porque alguien del equipo lo llamó.

―Y... entonces... ―Jungkook aclaró su garganta cuando finalmente estuvo a solas con Jimin, quien lo miró con atención―. Solo quería decirte que sí te aprecio

―¿Por qué me lo dices de repente?

―Porque siempre te estoy evadiendo y temo que me malinterpretes. ¿No está bien si lo digo de esta forma?

―¿Al menos lo estás sintiendo? ―rodó los ojos, escuchando al menor reír―. Tu celular está sonando ―señaló, interrumpiendo sus risas. Fue bastante obvio saber de quién se trataba, por la expresión que puso Jungkook en ese momento―. Ve a verlo, sé que quieres hacerlo. Te cubriré si es que vuelve Song, pero no tardes mucho o el autobús se irá sin ti

Jungkook sonrió en agradecimiento, sin esperar nada más para ponerse a correr. Deteniéndose en la entrada del recinto, se sintió un poco decepcionado cuando, entre todas las personas que transitaban ahí, no divisó a Taehyung.

―Espero que no se haya perdido ―murmuró más para sí mismo, comenzando a escribir un mensaje―. Espero que contestes rápido o... ―el repentino sonido de un timbre lo alarmó y, con el corazón en la mano, se giró a ver al dueño de su pequeño susto―. ¿Pero qué...?

―¡Jungkookie! ―Taehyung enseñaba su particular sonrisa mientras estaba montado en su bicicleta―. Mira, mira, ¡he llevado a Bunny a embellecerse!

―¿Uhm? ―Jungkook le dio una rápida repasada a la bicicleta, frunciendo su ceño―. Está igual

―¡Por supuesto que no! ¿Es que no has escuchado? ―Taehyung volvió a tocar el timbre con entusiasmo, alzando su mirada brillosa hacia él―. ¡Le agregué un timbre! ¡Bunny tiene un timbre!

―¿Y eso es bueno porque...?

―Así las personas sabrán que tienen que apartarse o las atropellaré ―respondió con obviedad. Jungkook abrió y cerró la boca como un pez, incrédulo.

―Hyung, verás... creo que deberías tomar clases de manejo; le harás un bien a este mundo

―¡El timbre es más que suficiente!

―¡No quiero que vayas por ahí atropellando a las personas con tu bicicleta!

―¡Pero tiene un timbre! ―hizo un puchero―. No te preocupes por las personas; todas entenderán el significado del timbre

―No se trata solo de eso ―agitó su mano, sintiendo su rostro enrojecer―. Fui la última persona a la que atropellaste, ¿cierto? Pero, por muy estúpido que parezca, me molestaría que alguien más te recordara como el idiota atropella personas

―¡Hey!

―¡Sobre todo si me has atropellado más que físicamente! Sin exagerar, enamorarme de ti ha sido tan terrible como un atropello ―confesó con cara de sufrimiento, pero el contrario solo carcajeó―. ¿¡Qué es tan gracioso!?

―Oh, bebé ―Taehyung se bajó de su bicicleta, recargándola contra una pared para luego acercarse al menor y tomar sus manos―. Te aseguro que nadie es tan masoquista como tú, como para enamorarse de alguien que acaba de atropellarlo

―¡No fue así! ¡No me enamoré de ti por eso!

―Sí, sí, cómo sea ―lo atrajo en un abrazo―. Prometo no atropellar a nadie más. Tu atención me es más que suficiente

―Pero eres descuidado, hyung ―reclamó.

―¡Solo te he atropellado a ti! ―señaló indignado, tomándolo por los hombros cuando se distanció―. ¿O es que crees que todos son dignos de mis atropellos?

―¿Entonces debo sentirme afortunado por ser digno de tus atropellos? ―preguntó, molesto―. ¡Y atropellaste a un conejo, mentiroso!

―Oh ―el rubio rió al escucharlo―. ¿De verdad no lo has notado?

―¿Qué cosa?

―Tú... ―volvió a reír, tomando su rostro entre sus manos―. Luces como un adorable conejito cada vez que sonríes. ¿Acaso no te lo han dicho?

―¿Eso qué...? ―se detuvo, incrédulo―. ¿Hablas... en serio?

―Sí ―dejó un beso en la punta de su nariz―. Bunny es el símbolo del inicio de nuestro romance, Kookie

―¿Y se supone que eso debe ser romántico?

―¡Hey! ¡Es romántico! ¡Se necesita agallas para atropellar al chico que te gusta! ¿¡Cómo no puedes apreciar eso!?

―¡¿Me atropellaste apropósito!? ―Kim mordió su lengua, sabiendo que había metido la pata―. ¡Taehyung!

―¡Intentaba ser casual! ¡Por favor, no te enojes conmigo! ―rogó, pero, aunque Jungkook se alejó de él, no parecía molesto―. ¿Jungkookie...?

―Mierda ―cubrió su rostro, riendo―. Realmente eres un gran idiota...

―Auch ―Taehyung hizo un puchero, sin saber qué decir.

―¿A eso llamas ser casual? ―descubrió su rostro, enseñando una sonrisa sádica que hizo al mayor temblar―. De solo recordar ese día, hace que me cuestione por qué todavía no te he dado un puñetazo

―Bebé, ¿ya superamos eso, cierto? Pensé que lo habíamos arreglado. Me disculpé, nos hicimos amigos, nos enamoramos, somos novios, ¿a quién le importa un atropello? Digo, pff, un atropello, ¡nadie muere por un atropello! O sea, sí, pero no, es decir, tú no estás muerto ―intentó explicar, pero la mirada fría del menor solo lo hizo sentir más culpable―. ¡Tampoco pretendía matarte, Kookie! Porque me gustas, desde ese entonces e incluso mucho antes. ¡Me gustas tanto tanto tanto, que atropellarte fue mi medida desesperada!

―Ahá

―¡Solo quería que te fijaras en mí y no me olvidaras jamás!

―Bien, al menos tienes un acierto ―bufó, cerrando el espacio entre ellos cuando el mayor lo miró como un cachorro abandonado―. No te he sacado de mi mente, en serio. Pero prométeme que no volverás a hacer algo tan peligroso de nuevo

―Lo prometo ―musitó.

Jungkook asintió, rozando sus labios en un delicado beso. Y sí, Taehyung sabía que atropellarlo había sido una locura, pero ¿se arrepentía de ello? No realmente. Porque, de otro modo, ¿estaría besando al lindo pelinegro que desde el primer momento robó su corazón? Viéndolo desde sus zapatos, ¿no era él la víctima de todo?

―No quiero saber qué estás pensando ―dijo Jungkook sobre su boca―. Porque siento como si fueras a decirme una estupidez y no quiero arruinar mi buen humor

―Hey... ―Taehyung rió bajito―. Solo quería decir: felicitaciones por tu logro, Jungkookie ―lo abrazó, dejando un rastro de dulces besos por todo su rostro―. Eres el mejor. Me encantas muchísimo

Jungkook lo abrazó de vuelta, refugiándose en su perfume y su calidez.
Sí, a él también le encantaba.

Nota:
Jeloooooooooou. Perdón, he estado tan ocupada con la universidad TT. Pero como no pude publicar la semana pasada, no quería dejar pasar otra semana sin actualización uu. Honestamente, estos últimos días me la he pasado escribiendo informes/trabajos y mi tendinitis está en modo stobit. ¡Pero ya! Espero que se encuentren súper uwu.
Ya la próxima parte es el final uu

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