[Narración 2]
Taehyung suspiró por enésima vez en un minuto. Su maestro de matemáticas seguía escribiendo fórmulas en la pizarra, pero eso no le importaba; no cuando un muy mal presentimiento atormentaba su corazón. A su lado, Jimin, no había dejado de escribir en su celular, sin prestarle atención, y estaba seguro de que el nervioso golpeteo de sus dedos contra la pantalla estaba relacionado a su mal presagio. No quería molestarlo, pero solo con ver la foto de perfil de Hoseok en el contacto, las dudas crecían dentro de su cabeza.
Si Hoseok estaba relacionado, Jungkook podía estar relacionado también. Y, considerando los hechos más recientes, eso tenía sentido para él.
Pero, de ser así, ¿por qué nadie estaba hablando con él? ¿Y por qué sus amigos parecían preocupados, cuando Jungkook le había dicho el día anterior que todo estaba bien?
―Jiminie ―susurró a su lado, perdiendo su paciencia―. ¿Qué anda mal con Kookie?
―¿Uhm? ―Jimin finalmente giró en su dirección, bloqueando la pantalla de su celular―. ¿Qué te dijo él?
―Que todo está relativamente bien, así que...
―Entonces basta con creerle ―interrumpió sus dudad. Taehyung infló sus mejillas, expresando su enfado por tal evasiva, no obstante, Jimin lo ignoró por completo y comenzó a tomar apuntes.
―¡Jimin! ―gruñó en voz baja, tirando de su brazo―. Algo está mal, ¿cierto? ¿Qué pasó ayer? ―insistió―. ¿El profesor se molestó con Kookie? ¿Lo castigó?
―Lo sacó, Taehyung ―respondió entredientes―. Lo dejó fuera de la presentación
―¿Qué...? ―Kim soltó el brazo de su amigo, incrédulo. ¿Cuál era la probabilidad de que eso fuera una pésima broma de parte de Park?
El timbre sonó, haciendo eco en los pasillos. El profesor ni siquiera había terminado de hablar cuando Jimin se levantó, apresurándose en salir. Taehyung no dudó en seguirle, aun intentando procesar lo que estaba pasando.
―¡Jimin! ―llamó, pero el chico no disminuyó el ritmo de sus pasos―. ¿Qué quieres decir con que lo han sacado? ¿¡Hablas en serio!?
―¿¡Por qué bromearía con algo así!? ―se detuvo abruptamente, girando para encontrarse con Taehyung―. ¡Sabes que jamás jugaría con el club!
―Es... ¿es por mi culpa? ―preguntó apenas, su expresión ensombreciendo―. ¿Es por lo de ayer, cierto? No quería que esto pasara, de verdad no... ―balbuceó, su voz quebrándose al final; la sola idea de perjudicar a Jungkook hasta ese punto rompía su corazón, pues sabía lo importante que era el club para el menor.
¿Y por qué Jungkook no se lo había dicho? ¿Por qué tampoco se lo había recriminado? ¡Cómo mínimo, debió desquitarse con él! ¿Por qué no se lo había confiado?
―Taehyung... ―Jimin presionó su hombro amistosamente―. Incluso si te sientes culpable por esto, lo mejor que puedes hacer es permanecer aquí y no involucrarte. Deja que nosotros nos encarguemos de esto
―Pero...
―No ―Jimin se negó a escucharlo contradecir―. Es mejor si guardas distancia del club por ahora, ¿sí? ―se esforzó para que sus palabras no sonaran duras, aún si lo eran, y sin decir más, se marchó camino al club.
Taehyung vio a su amigo alejarse. Aún sabiendo que este no tenía intención de lastimarlo al pedirle que no se involucrarla, no podía ignorar la punzada en su pecho. Sin embargo, por mucho que Jimin le pidiera prudencia, no podían esperar que él se quedara de brazos cruzados, por lo que, ignorando sus consejos, tomó la misma dirección que él.
Logró visualizar a Jimin reuniéndose con Hoseok fuera del club de baile, pero se detuvo a mitad de camino cuando la puerta se abrió y el profesor de los chicos los hizo pasar. Esperando que estos ya no pudieran verlo, se apresuró en ir hasta la puerta, queriendo saber qué estaba pasando adentro.
Lo que logró escuchar no fue en absoluto alentador.
Aparentemente, sus amigos habían ido para intervenir a favor de Jungkook, para que este obtuviera otra oportunidad. Más allá de sus lazos afectivos, los bailarines fueron concretos al señalar que Jeon era una pieza fundamental en el número que habían estado programando para las regionales. Sin embargo, aún con todos los buenos argumentos que el par había preparado, el hombre se negó a ceder, apelando a que Jungkook había estado cometiendo demasiadas faltas ese último tiempo y tenía que recibir un castigo que le permitiera tomar peso a la situación.
―... porque no es cosa mía, chicos, todos sabemos cuán poco serio ha sido Jeon con el club
Esas palabras fueron como un detonante para Taehyung, quien no podía creer lo que escuchaba. Jungkook dejaba de dormir para mantener un promedio perfecto y así responder positivamente en el club. Jungkook entrenaba todos los días, sin descanso, porque consideraba esencial ser constante. Entonces, ¿cómo alguien podía catalogarlo de poco serio? Fue por eso por lo que, antes de siquiera poder pensarlo, Kim abrió la puerta, sin ocultar el enojo en sus ojos cuando estos se encontraron con los del instructor de baile.
―¿Taehyung? ―Jimin lo miró, palideciendo―. ¿Qué haces aquí?
―Me gustaría hablar con el profesor Song
―Pero... ―Hoseok intentó intervenir y sacar al chico de la sala, pero se detuvo cuando el adulto carraspeó.
―De acuerdo ―aceptó el hombre―. Chicos, déjenme hablar con él ―y, haciendo un gesto con la mano, corrió a sus estudiantes del lugar.
Jimin y Hoseok dejaron el club, sin comprender qué era lo que Taehyung haría ahí. Además, ¿por qué el señor Song había aceptado escucharlo?
―Así que te llamas Taehyung ―el hombre frunció su ceño, estudiándolo―. Te he visto rondando a las personas de mi club
―Soy amigo de Jimin
―¿Solo de Jimin? ―sonrió, sin esconder su molestia.
―No solo de Jimin ―aceptó, luchando por mantener la frente en alto―. Yo... uhm... quería hablar de Jungkook
―Por supuesto, porque eres amigo de Jungkook también ―asintió, inexpresivo, esperando. Taehyung se sintió minúsculo bajo su mirada, pues era un hecho que Song era un hombre intimidante.
―Jungkook ha trabajado duro ―fue capaz de decir; Song se limitó a rodar los ojos―. Si usted no puede verlo, es su problema. Usted ha elegido subestimarlo, señor ―alzó su barbilla, tensándola con molestia―. Jungkook es un buen bailarín. Sé que alguien ignorante como yo no debería decirlo con tal seguridad, pero he estado aquí, lo he observado, y sé que él es mejor que la mayoría en este lugar ―dijo con confianza―. Y Jungkook es de las personas más trabajadoras y comprometidas que he conocido
―No lo suficiente, de ser así, no tendría faltas
―¡Solo han sido dos veces! ―elevó su voz sin querer debido a la frustración, pasando una mano por su cabello cuando se sintió avergonzado de su reacción―. El día que Jungkook se fue a mitad de la práctica, se debió a un problema que tuvo por culpa de uno de sus compañeros. Tal vez no sea una razón válida para hacer lo que hizo, ¿pero podría comprender que su estudiante estaba pasando por un mal momento? Es humano, es joven, ¡y solo fue una vez! Ahora, si lo ha sacado por su ausencia de ayer, eso tampoco fue culpa de Jungkook
―¿Entonces qué? ¿El malo de la película soy yo? ¿Es que buscarás culpables siempre para que Jeon no afronte sus errores?
―Fue mi culpa ―determinó, señalándose―. Me metí en un gran problema y él fue a ayudarme. Es cierto, me antepuso a su práctica, ¡pero solo lo hizo porque yo estaba mal! Además, el volvió en cuanto pudo, ¿no significa eso algo?
―Pude ver que su brazo estaba vendado. ¿Me quieres explicar eso?
―Un... un perro intentó morderme y él me protegió, no hay mucho que decir al respecto...
―Por lo tanto, Jeon no es el problema ―asintió―. Su problema eres tú
―¿Q-qué?
―Jeon se ausentó por tu culpa y eso dice mucho. Además, como si eso no fuera suficiente, se ha lastimado por cuidar de ti ―señaló―. ¿Sabes lo preocupante que es eso? Jeon es un bailarín, algo como lastimarse no es un lujo que pueda darse
―Yo no quería...
―No importa si esa no era tu intención, lo que importa es que le diste problemas ―lo interrumpió abruptamente―. Entonces, como te he dicho antes, te he visto ser demasiado cercano a mis estudiantes y eso no me importa, porque ellos pueden tener todos los amigos que quieran. No obstante, si comienzas a ser un obstáculo para ellos, entonces sí me molestaré en decírtelo
―¿Un obstáculo? ―repitió, escéptico.
―He podido notar que Jeon y tú llevan una relación un tanto cercana. No me interesa lo que son, sino la repercusión de esa relación en la vida de Jeon. Desde que Jeon se dio cuenta de tu presencia aquí, siempre está mirándote y respondiendo a tus señas. ¿Entiendes lo que te digo? Lo desconcentras; no quiero que mis estudiantes se desconcentren. En este momento, eres lo más cercano a un estorbo para él ―dijo con frialdad. Taehyung sintió su cuerpo congelarse, hasta el punto en que le fue difícil respirar―. Por lo tanto, te propondré un trato
―¿Un tra-trato?
―Tú no te apareces nunca más por mi club, dejas de molestar a Jeon para que vuelva a concentrarse en lo esencial y yo le permito participar en la competencia. ¿Te parece?
―Lo esencial...
―Porque entiendes la importancia de esta competencia para tus amigos, ¿cierto? ―forzó la respuesta del joven, mirándolo con seriedad―.
―Yo... lo entiendo ―musitó, bajando la mirada.
―Entonces es un hecho ―el hombre pasó su brazo por los hombros tensos del joven, guiándolo de regreso a la puerta―. Fue bueno hablar contigo, niño, veo que al final tienes las ideas claras. Ahora, ve a despedirte de Jeon y aprovecha de decirle que lo busco
Y sin decir más, el hombre lo empujó fuera de la sala. Jimin y Hoseok miraron a su amigo preocupado cuando este salió luciendo como un papel.
―¿Qué demonios pasa contigo? ―Jimin tiró de su brazo, mirándolo con reproche―. ¡Te pedí que no interfirieras y es lo primero que haces! ¿¡No tienes aprecio por tu vida!?
―Taehyung ―Hoseok golpeó ligeramente su hombro, queriendo llamar su atención―. ¿Qué ha pasado ahí adentro?
―Ustedes... ¿ustedes creen que Jungkook se ha llenado de problemas luego de conocerme? ―preguntó, levantando la mirada cuando ellos guardaron silencio―. ¿Chicos?
―Más que problemas... ¿se podría decir que has vuelto su vida más emocionante? ―Hoseok rió―. De alguna forma, eres como un terremoto en su viva, solo hay que pensar en el método que usaste para llamar su atención
―¿Qué hay con el método? ―preguntó Jimin, confundido.
―Oh, ¿no recuerdas cuando Jungkook llegó quejándose porque un loco lo había atropellado con su bicicleta? Pues... te presento a ese loco ―Hoseok señaló a Taehyung, quien parecía avergonzado.
―¿¡Atropellaste a Jungkook tu bicicleta!? ―pero Jimin no lo tomó con la misma gracia―. Mierda, Taehyung, ¿en qué estabas pensando? ¿No podías acercarte como una persona normal?
―Vamos, Jimin, no-
―No, Hoseok, Taehyung tiene que escuchar esto y lo sabes ―señaló Park, sin dejar al bailarín involucrarse―. Tuviste suerte de que Jungkook saliera ileso, pero ¿qué hubiese pasado de no ser así? ¡Jungkook es un bailarín, Taehyung! ¡Tu imprudencia pudo costarle caro!
Taehyung tuvo que reprimir sus inminentes deseos de llorar, pues lo que menos quería oír era eso. En realidad, ¿qué había estado pensando? ¿Y cómo pudo huir del lugar, sin siquiera asegurarse de su estado?
―De acuerdo, tienes razón ―Hoseok suspiró, aceptándolo―. Pero ya pasó. Lo importante es que Taehyung aprendió de esto y ya no volverá a hacer algo tan imprudente
No, Taehyung definitivamente no lo volvería a hacer.
―¿Chicos? ―los tres giraron al escuchar la voz de Jungkook, quien los miraba con curiosidad―. ¿Qué hacen aquí?
―Oh... esto... nosotros...
―¿No han venido aquí por mí, cierto? ―miró a sus amigos con reproche―. Hey, esto es algo que debo solucionar solo, no quiero que se metan en problemas por mi culpa ―frunció sus labios, posando su mirada en Kim―. Hyung, ¿por qué estás aquí?
―¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me dijiste que te dejaron fuera de tu presentación? ―contestó Taehyung con la voz rota y sus amigos intercambiaron miradas, sabiendo que esa era su señal para retirarse; lo mejor sería dejarlos solos.
Jungkook vio a sus amigos irse, largando un suspiro cuando la mirada dolida de Taehyung intentó perforar su pecho. Disminuyendo la distancia entre ambos, su expresión se suavizó cuando extendió su mano hacia el rostro del mayor.
―Es por esto ―señaló en voz bajita, secando una lágrima escurridiza―. Es porque ibas a sentirte culpable y no quería eso. Eres importante para mí y, si tengo que correr como un loco nuevamente porque te ha surgido un problema, lo haré; definitivamente lo haré ―prometió, dejando caer su mano mientras le dedicaba una pequeña sonrisa―. Despreocuparte, hyung. Intentaré hablar con el profesor de nuevo; te prometo que todo saldrá bien
Jungkook giró hacia la puerta del club, dispuesto a tocar, pero se detuvo cuando Taehyung tomó su mano, tirando de él.
―¿Hyung? ―giró a verlo, extrañado, y sus ojos se ampliaron cuando el contrario tomó su rostro entre sus manos y lo besó en los labios, poco importándole quien pudiera estar en el pasillo―. Tae... ―sus mejillas enrojecieron por completo cuando el mayor lo miró con intensidad.
―Todo saldrá bien, Kookie, lo sé ―dijo con firmeza, haciéndolo sonreír.
Jungkook besó su mejilla con dulzura, tocando la puerta del club para después entrar, dejándolo atrás. Taehyung lo vio desaparecer de su vista, sintiendo sus ojos escocer por la resolución, pero se negó a llorar. Jungkook tendría una nueva oportunidad y su sueño permanecería intacto mientras él cumpliera con su parte del trato. Porque, aunque le doliera pensar en ello, Taehyung sí creía que aquel hombre tenía razón al culparlo de los problemas en la vida del menor.
Nota:
Friends, soy un caos escribiendo capítulos narrados, le sigo cambiando los nombres a los chicos KJHSDJGFHSG. Soy un desastre uu. Pero bueno, ¡aquí está! (ಡ᎑ಡ)
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