Flashback 4
Jungkook se removió en su asiento, nervioso. Su mirada viajaba entre el sonriente chico ubicado en el sofá y su lienzo. Su mano se sentía torpe mientras deslizaba el pincel por la hoja blanca, pues cada vez que sus ojos se topaban con los del contrario, era consciente del calor que se aglomeraba en sus mejillas.
¿Cómo había terminado en esa situación?
🚲🚲
―Hoseok ―la mesa de almuerzo enmudeció cuando Yoongi habló de repente―. Mañana me acompañarás a casa para ayudarme con el trabajo de arte
―¿Trabajo de arte? ¿Qué trabajo? ―preguntó Taehyung, curioso―.
―El profesor nos ha mandado a retratar a alguien, ¿puedes creerlo? ―Yoongi rodó los ojos―. El plazo está por acabarse y quiero deshacerme de esta molestia luego
―Espera ―Jungkook reaccionó, mirándole confundido―. ¿Has dicho mañana? Hoseok ha quedado de ayudarme a mí mañana. Es más, ¡hemos quedado de que nos retrataríamos el uno al otro! ¡Él ya ha hecho su parte del trabajo!
―Entonces solo consigue a alguien más ―Yoongi se encogió de hombros, sin ver el problema―. Eres bastante popular, sé que habrá más de una babosa o baboso dispuesto incluso a desnudarse por ti ―añadió con una sonrisa sugerente, mirando de soslayo a Kim. Este tragó su comida con dificultad mientras Jeon enrojecía hasta las orejas―. Ahí está, mi radar de babosos indica que hay uno cerca ―chasqueó con los dedos, divertido―.
―¡Ya está, al menos intenta ser sutil! ―Hoseok golpeó ligeramente su hombro, pero Yoongi solo estalló en una carcajada―. Aunque, viéndolo desde ese punto, Yoongi tiene razón, ¿no es así? ―y ahora miró con una sonrisa a su amigo―.
―¿Disculpa?
―¡Estoy seguro de que Taehyung estará encantado de ayudarte!
―Auch, ellos no han tenido rodeos en aclarar que tú eres el baboso ―susurró Jimin, codeando a su mejor amigo, pero este lo ignoró, negándose a sentirse intimidado por tan poca cosa―.
―Puedo hacer eso ―se atrevió a decir Kim en cambio, mirando directamente los ojos del menor―. Es decir... ―carraspeó―. Puedo ser tu modelo... si eso es suficiente para ti ―musitó―.
―E-eso... estaría bien... sí ―balbuceó, intentando sonreír―. Gracias, hyung
🚲🚲
Solo que, quizás, no estaba del todo bien. Taehyung estaba en su casa, enseñándole su preciosa sonrisa mientras le miraba con dulzura, y él estaba rogando en silencio para que el pincel no resbalara de sus manos debido a lo sudorosas que estas se encontraban. Por otra parte, en todo el tiempo que llevaban ahí, apenas habían intercambiado palabras. Jungkook había puesto música a un volumen prudente, esperando opacar los furiosos latidos de su corazón, pero aún temía estar siendo demasiado evidente. ¿Taehyung era consciente de que temblaba como una gelatina, solo por el hecho de estar a solar en su hogar?
―Ya está ―Jungkook anunció varios minutos más tardes, lanzando un suspiro de alivio mientras apartaba su paleta de colores. Taehyung no demoró en levantarse y estirarse, dispuesto a correr hasta él para ver el resultado de su trabajo―. ¡Espera! ―lamentablemente para él, eso no estaba en los planes del artista, quien rápidamente se interpuso en su camino―.
―¿Qué pasa?
―No quiero que lo veas
―¿Qué? ―lo miró con incredulidad―. ¡Vamos, Kookie estoy seguro de que hiciste un trabajo increíble, no tienes que ser tímido conmigo! ―lo animó, intentando pasar por su lado para llegar al lienzo, no obstante, fue incapaz de dar un paso más cuando el menor lo abrazó por la espalda―.
―Habrá una exposición ―Jungkook habló contra su hombro―. ¿Puedes esperar hasta ese día?
Taehyung se dio la vuelta, pero Jungkook no lo soltó. Encontrándose con los brillantes ojos del menor, cualquier deseó de insistir lo abandonó, pues era imposible negarse a una mirada como esa. El chico lo tenía completamente en sus manos.
―Uhm, supongo que puedo esperar ―musitó, intentando esconder su inconformidad. Jungkook le enseñó una amplia sonrisa y besó fugazmente sus labios, tomándolo por sorpresa―.
―Gracias, hyung
Kim parpadeó, todavía aturdido por el inocente roce de labios. Fuegos artificiales explotaron dentro de su cabeza y no dudó en tomar el rostro del contrario, decidido a besarlo por más tiempo. ¿Cómo había aguantado tanto desde el día que se besaron por primera vez?
―Te quiero, Jungkookie ―susurró contra su boca, volviendo a besarle para no darle oportunidad de reaccionar―.
Jungkook solo fue capaz de hacer un ruidito en respuesta, sorprendido. Las manos de Taehyung se deslizaron hasta su nuca, sus dedos se enredaron entre sus sedosos cabellos, y se perdió por completo a sí mismo mientras estregaba su todo en aquel beso.
―¡Jungkook, estoy en casa!
El menor se tensó, llevando sus manos al pecho del mayor para apartarlo. Sin embargo, Taehyung abandonó el beso con lentitud, mirándolo como si su mente aún estuviera recorriendo otras galaxias.
―Oh, vaya... ―y bastó que se percatara de esa tercera voz para que finalmente reaccionara, sobresaltándose. Sus manos se apartaron rápidamente del pelinegro, pero supo que era demasiado tarde para ello, al notar que una bella mujer los miraba desde la entrada con complicidad―.
―Mamá... ―comenzó a decir Jungkook, tocando su cabello con nerviosismo―.
―¿Quién es tu amiguito, hijo? ―preguntó de inmediato, sonriendo con inocencia―. Porque es tu amiguito, ¿cierto?
―Lo es... ―musitó aturdido. Taehyung tuvo que morder su labio para no reír de lo nervioso que lucía el contrario―.
―Soy Kim Taehyung, mucho gusto ―el rubio finalmente se presentó, sabiendo que el menor ya se estaba esforzando lo suficiente en mirar a la cara a su madre―.
―¡Oh, eres Taehyung! ¡Jungkookie nos ha hablado bastante de ti!
―Eso no es... ¡oh, mamá, no me hagas esto! ―pidió, cubriéndose el rostro―. Solo estábamos haciendo el trabajo y...
―Un trabajo, ahá
―¡Es cierto! ―descubrió su rostro, luciendo indignado―. Es más, ya terminamos, así que hyung estaba a punto de irse ―miró al mayor, agrandando sus ojos para que entendiera la indirecta. Y aunque Taehyung vio esa como una buena oportunidad para huir, la mujer fue más rápida en intervenir―.
―¿Por qué se iría tan rápido? ¡Jungkook, es de mala educación correr así a tus invitados! ―regañó a su hijo, girando hacia el otro joven―. Taehyung, ¿quieres quedarte a cenar? El padre de Jungkook tiene muchos deseos de conocerte ―comentó con una brillante sonrisa―.
Y si en algún momento Taehyung estuvo rojo por ser encontrado con Jungkook en una situación incómoda, en ese preciso momento esa imagen era muy lejana, pues ahora estaba tan pálido como un fantasma.
―Oh, eso suena bien, ¿cierto, hyung? ―el rubio miró aterrado al menor, quien ahora había recuperado su confianza y le sonreía con burla―.
―Yo... ¿supongo? ―contestó con inseguridad―.
―¡No se diga más!
La mujer tomó un par de bolsas con las que aparentemente había llegado, dirigiéndose a la cocina. Taehyung rogó en su interior que un ángel bajara y lo salvara de lo que le esperaría en aquella cena. No obstante, supo que su ángel estaba ahí cuando sintió una cálida mano tomando la suya. Y cuando vio la adorable sonrisa de aquel chico, entendió que valía la pena quedarse a cenar, con tal de permanecer un rato más junto a él.
Nota:
Tarde, pero aquí estoy ( ˘ ³˘)♥.
Quiero saber, ¿cómo está mi gentecita de Perú? Muchos ánimos para ustedes uu
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top