Flashback 3
Taehyung observó con decepción la pantalla de su celular. Jungkook había visto sus mensajes, pero no había respondido a ellos.
Se levantó con pesar cuando su madre repentinamente le gritó desde la primera planta para que fuera a atender la puerta, pues el timbre estaba sonando y ella estaba ocupada. Prácticamente arrastrándose por la escalera, intentó no odiar a la persona que estaba al otro lado de la puerta por no permitirle estar triste en paz. Sin embargo, sus ojos se abrieron con sorpresa al descubrir que la persona que le esperaba era Jungkook, luciendo un tanto desaliñado mientras sus bonitos ojos tenían aspecto vidrioso, como si estuviera conteniendo las lágrimas.
―¿Kookie? ―Llamó suavemente, queriendo saber qué le sucedía.
―Hyung, yo- ―Comenzó a decir, pero las lágrimas salieron con rapidez y al final terminó sollozando en silencio.
Taehyung lo observó con pánico y tomó su mano, guiándolo al interior de su casa y avisando a su madre, por medio de un grito, que Jungkook estaba ahí y estarían en su habitación. Corriendo por las escaleras antes de que la mujer dijera algo, cerró la puerta en un santiamén para volver a mirar al menor, cuyo llanto se había vuelto más audible.
―Ven, ven ―Taehyung lo llevó hasta su cama, obligándolo a sentarse para acomodarse junto a él. ―Vamos, no llores así ―Le pidió, sintiendo sus propios ojos escocer ante su incapacidad para ayudarle, así que sólo reaccionó a atraerle a sus brazos, a pesar de lo incómoda que era la posición. ―Shhh, calma, ¿quieres hablarme de ello?
Jungkook murmuró rasposamente un sí, distanciándose de él para comenzar a narrarle lo sucedido, dejando escapar su frustración acumulada y lo apenado que se sentía por el hecho de que todo saliera mal. Taehyung lo escuchó atentamente, sosteniendo sus manos con dulzura, antes de atreverse a secar sus lágrimas cuando el relato acabó.
―Así que- ―Jungkook hipó. ―El profesor debe estar muy molesto conmigo ―Volvió a sollozar y Taehyung se apresuró en secar esas lágrimas y calmarlo.
―Sólo tienes que disculparte. Cualquiera que te conozca, sabe que no eres un chico irrespetuoso con los mayores
―Tú... ¿no crees que he sido infantil? ―Se atrevió a preguntar, mirándolo fijamente. ―¿No estás decepcionado por mi actitud?
―¿Qué estás diciendo? ―El rubio rió ligeramente, sosteniendo su rostro con afecto. ―Escúchame, Kookie, tienes derecho a molestarte, no has hecho nada tan terrible. Y si crees que has metido la pata o te has excedido, entonces sólo queda disculparse, aceptar tu error. Es eso lo que nos hace mejores personas ―Le sonrió con empatía. ―Pero no te martirices, ¿eh? Todos podemos tener malos días. No eres la excepción
El puchero en labios del pelinegro desapareció mientras miraba al contrario con agradecimiento. La mirada de Taehyung era tan cálida, que el dolor en su corazón era desplazado con facilidad, dándole lugar a una paz increíble. El mayor se cohibió al notar que ellos sólo estaban ahí mirándose, sin decir nada.
―Yo-uh-quizás te estoy tocando mucho, perdón ―Se disculpó entremedio de una risita nerviosa, distanciándose de él y sentándose erguido. Pero Jungkook rió con más diversión, tomando su mano en el proceso, haciéndolo sobresaltar.
―Está bien, gracias por recibirme ―Dijo, sonriendo abiertamente para él.
Taehyung volvió a mirarlo, sintiendo sus mejillas calientes al encontrarse con su brillante mirada tan cerca de la suya. Sus ojos bajaron hasta sus labios y ya no pudo pensar en nada más, además de la bonita forma en la que lucían.
―No hay nada que agradecer ―Susurró.
―Pero-
Jungkook se calló cuando Taehyung simplemente lo besó. Sus ojos permanecieron abiertos ante el shock inicial, pero los cerró fuertemente cuando el mayor ladeó su rostro, moviendo sus labios contra los de él, buscando una respuesta.
Taehyung había soñado miles de veces con ese momento. Taehyung había pensado cientos de veces lo deliciosos que debían ser los labios de Jungkook. Dulces, seguramente serían dulces, después de todo el menor era el chico más dulce que en su vida había conocido. Sin embargo, tuvo que contener el repentino deseo de reír ante su tonta inocencia; porque los labios de Jungkook estaban salados debido a las lágrimas y, aun así, Taehyung estaba seguro de que estos seguían siendo mejor que cualquier golosina o postre existente en la Tierra.
―Kookie... ―Susurró después de besarle, distanciándose de él para buscar sus ojos. Su corazón cayó al ver que el joven apartaba su mirada de él rápidamente, como si quisiera esconderse. ―Lo siento, ¿me precipité? ―Su voz estaba llena de arrepentimiento.
―No, no, está bien ―Murmuró enseguida, volviendo a mirarle como un manojo de nervios. Jungkook no quería confesar que su torpeza se debía a que ese había sido su primer beso, ¡la mayoría ya había dado su primer beso a los 16 años! ¿Cierto?
―Oh, bien ―Taehyung asintió, mirándole atentamente y sonriendo como un niño después. ―Entonces, ¿puedo besarte de nuevo? ―Preguntó con simpleza.
―¿Es normal preguntar antes de hacerlo? ―Se atrevió a cuestionar con vergüenza, cubriendo sus rojas orejas.
Taehyung rió, tirando de él en un nuevo beso. Jungkook se quedó quieto como estatua cuando, repentinamente, el mayor succionó su labio inferior, empujando su lengua suavemente entre sus labios. En menor se cuestionó en sólo una fracción de segundo si esa era su señal para apartarse o para abrir la boca, pero se fue por la segunda opción cuando sintió los dedos del contrario cosquillear en su barbilla. Un ruidito extraño escapó de su garganta ante lo extraño que fue sentir la lengua de Kim dentro de su boca.
Eso era... era...
―¿Sucede algo? ―Preguntó Taehyung sobre sus labios al sentir como se tensó.
¿Grotesco? Un poco. ¿Incómodo? ¡Vergonzoso! ¿Húmedo? ¡Obviamente! ¿Asqueroso? ¿Sentir la lengua de otra persona debía ser asqueroso? Porque Jungkook no se sentía especialmente asqueado, ¡pero quizás sí un poco afiebrado! Dios, ¡su cara estaba malditamente caliente! Y su estómago se estaba quejando, como si quisiera vomitar. ¿O no eran vómitos? ¿Qué era? ¿Quería llorar? ¡Quería llorar!
―Jungkook ―Taehyung tomó su mano, mirándolo con preocupación. ―Luces como si te fueras a desmayar, ¿necesitas algo? ―Preguntó con dulzura, sin dejar de jugar con sus dedos.
Pero Jungkook negó con la cabeza, soltándose de su agarre para esta vez él abalanzarse sobre su boca, por muy torpe que fuera. Porque no importaba lo extraño que se sintiera todo para un inexperto como él, ¡un beso aún parecía ser una experiencia de la más fantástica! Así que abrió su boca incluso antes de que Taehyung hiciera un movimiento sobre él. Este se sorprendió de las acciones del menor, pero correspondió gustosamente de todos modos.
―¡Taehyung, tus hermanos ya están en casa, vamos a cenar! ―Se escuchó de repente una voz desde el pasillo y ambos se distanciaron sobresaltados al escuchar seguidamente unos golpes a la puerta. La mirada del pelinegro se amplió con susto cuando la señora Kim se asomó por el umbral, sin esperar una respuesta. ―Hola, Jungkook ―Ella simplemente sonrió, mirándolo. ―¿Quieres quedarte a cenar con nosotros?
―Y-Yo... ―Balbuceó, sintiéndose pequeño ante la amable mirada. ―Lo siento, pero tengo que volver a casa, mis padres me están esperando ―Consiguió decir.
―Oh, es una lástima, acompáñanos la próxima vez ―Giró hacia su hijo, quien lucía aturdido. ―¿Qué hay de ti? Baja ahora
Taehyung asintió una y otra vez, sintiendo sus mejillas rojas cuando su madre finalmente se retiró. ¿Ella lo había notado, cierto? ¡A las madres nunca se les escapa nada! Volteando hacia su invitado, rió enternecido al descubrir que este igual estaba completamente rojo.
―¿De verdad no quieres quedarte a cenar? ―Se atrevió a preguntar.
―No le avisé a mis padres que saldría. Ellos deben estar por volver a casa, así que prefiero estar ahí y hablarles de inmediato sobre lo sucedido con literatura ―Admitió.
―Sabes... ―Taehyung volvió a tomar una de sus manos con cariño. ―Usualmente, cuando las personas sacan una mala calificación, lo ocultan tanto como pueden
―Una vez lo intenté y ellos se molestaron mucho conmigo ―Sonrió con nostalgia. ―Dijeron que esconderlo es mucho más grave que salir mal de un examen, porque significa que no confío en ellos. Es cierto que son exigentes y probablemente no estén contentos con esto, pero aún es mejor decirles ―Se levantó. ―¡Hay que enfrentar las cosas al momento!
Taehyung rió en voz bajita, levantándose también para acompañarlo hasta la entrada, sin soltar su mano. Jungkook, que estaba demasiado nervioso por todo lo que acababa de ocurrir en aquel cuarto, lo dejó en segundo plano cuando una pequeña bola de pelos corrió hasta él.
―¡Tannie! ―Saludó, dejando ir la mano de Taehyung para tomar al cachorro en brazos. ―¿Cómo has estado? ¿Taehyung ha cuidado bien de ti? ―Pero el can sólo le respondía con lengüetazos. ―Supongo que es su manera de decir que está feliz ―Rió ligeramente, dejándolo de regreso en el piso. Acarició su cabeza levemente antes de volver a ponerse de pie. ―Creo que lo estás haciendo bien ―Ahora miró al mayor.
―Por supuesto que sí, soy un padre digno de él ―Presumió abriendo la puerta, alzando la barbilla. ―Luzco como alguien confiable, ¿no?
―Uhm, supongo ―Taehyung le miró ofendido mientras él sólo reía. ―Debo... debo irme ―Señaló el exterior, volviendo a sentirse incómodo. ¿Cómo tenían que despedirse?
―¿No quieres que te acompañe a casa?
―Tu familia te está esperando para cenar, no los hagas esperar más ―Lo tranquilizó. ―Gracias por todo, hyung
―Para cuando gustes, Jungkook
Ambos se miraron, tan enamorados como primerizos y con sus manos sudando por montón. Jungkook se encogió un poco cuando fue Taehyung el que se atrevió a dar un paso hasta él, rozando sus labios en un inocente beso.
―Te hablaré más tarde ―Susurró el rubio.
Jungkook asintió enérgicamente, dándole la espalda para apresurarse en dejar el lugar. Taehyung lo observó hasta que este desapareció de su vista, pero la sonrisa tonta permaneció en sus labios incluso más allá de la cena.
Nota:
Ahí están los detalles que se perdieron en el capítulo anterior uwu
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top