Jungkook salió apresurado de su casa aquella mañana. Su celular se había descargado tras quedarse dormido jugando, por tanto, la alarma no había sonado. Si no fuese por su madre, seguramente él todavía estaría durmiendo.

Su cabello aún estaba húmedo debido a la ducha rápida que se dio y estaba peleando con su uniforme cuando el autobús pasó frente a sus ojos, dejándolo sin oportunidad de detenerlo. Aún más enfadado consigo mismo, terminó de ajustar su estúpida corbata antes de decidir irse a pie al instituto en vez de perder 15 minutos esperando el siguiente autobús.

Luego de caminar unas cuantas cuadras y comprobar la hora, se dijo a sí mismo que quizás el día no estaba del todo mal, porque, incluso si no había desayunado, aún estaba a tiempo de llegar antes de que el timbre sonara. Sin embargo, sólo un poco más tarde se dio cuenta de cuan errado estaba, pues un chico en bicicleta dobló repentinamente en una esquina, encontrándose de frente con él.

Jungkook cedió rápidamente hacia sus reflejos, haciéndose a un lado. Lamentablemente, el chico de la bicicleta había hecho lo mismo, terminando por estrellarse contra él. El menor no dejó de maldecirse internamente mientras estaba en el piso con todo su uniforme arruinado y seguramente unos cuantos moretones y rasguños nuevos que se había ganado tras el accidente.

Pudo ser peor, quiso convencerse. Es decir, al menos estaba en una pieza, consciente y sin ningún dolor grave en cualquiera de sus extremidades. Su instructor de baile le daría el sermón de su vida si sufría una lesión mayor en tiempos de competencia. Pero, ¿cómo podría culparlo de aquello? ¡Él de verdad había intentado evitar esa bicicleta!

El desconocido rápidamente se reincorporó tras el impacto, girándose a verlo con ojos grandes y asustadizos. El pelinegro, todavía molesto, pudo comprobar, por su uniforme, que el chico asistía a su mismo instituto.

―¿Estás bien? ―la culpa era palpable en la expresión del rubio. Jungkook, aún en el piso, creyó en su preocupación y abrió la boca para responderle, pero entonces el muchacho levantó su bicicleta y volvió a montarse sobre ella―.

―Bueno... ―comenzó a decir―.

―Siento mucho eso, ¡de verdad! ―le gritó antes de volver a pedalear como un loco―.

Jungkook cerró la boca, sin poder dar crédito de la situación. Aquel imbécil lo había atropellado y ni siquiera le había ayudado a levantarse. Es más, ¡simplemente tenía el descaro de irse sin permitirle hablar!

Quería matarlo. De verdad tenía deseos de rodear su cuello con sus manos y ahorcarle. Jungkook había comenzado mal su día y con aquello había comprobado que sólo podía ir peor.

Levantándose para sacudir sus estropeadas ropas de manera indignada, tomó su mochila y caminó a pasos furiosos hacia su instituto.

Llegaría tarde.

Llegaría tarde y luciendo como si acabara de meterse en una pelea, pues su pantalón incluso estaba ahora roto de un lado y la estúpida corbata, que con tanto esmero había arreglado, nuevamente lucía desaliñada.

Llegaría tarde y su maestro le llamaría la atención. Probablemente hasta lo castigaría, porque le había advertido que ya no toleraría un atraso más de su parte, y toda la culpa la tendría el chico rubio de la bicicleta verde.

Las manos de Taehyung sudaban mientras se aferraban al manubrio de su bicicleta. Cuando llegó al instituto y se bajó de esta, agotado, estaba seguro de que nunca había pedaleado así en su vida antes.

Lo había atropellado; de verdad había tenido agallas para hacerlo. Inicialmente, él simplemente planeaba llamar su atención, asustarlo como mucho, pero la situación se le había escapado completamente de las manos. Y como si fuese poco, había huido cobardemente de ahí al ver como el chico abría la boca para responderle.

Oh, no, el corazón de Taehyung ya estaba demasiado impactado como para ahora tener una conversación con él, cara a cara. Su voz probablemente se asemejaría al canto de los ángeles y él era demasiado joven para irse al cielo.

Aun así, ¿no había sido demasiado inconsciente el sólo dejarlo ahí tirado luego de atropellarlo? Tendría que buscar una manera de disculparse adecuadamente con él, esperando que no lo odiase.

Porque no, lo que menos quería Taehyung era el rencor de aquel chico.

Nota:
Friends, ¿les cuento un secreto? Como estoy trabajando en el borrador de NSS, a veces se me mezclan las ideas y en esta parte casí le cambio los nombres a Tae y JK JAJAJAJA. QUE VERGÜENZA xDIOS. De repente saldrá fulanito en el fic y who is that?