Capítulo 10✔️

— Buenos días, señorita Gadaff— dice Miguel, el profesor de gimnasia— O mejor dicho, buenas tardes.

— Lo siento, profesor Fernández— digo muy apenada, pues toda la clase estaba mirándome— Me entretuve buscando...

— Deje sus escusas para alguien que le importe. Ahora que ya está aquí puede unirse a la clase; si bien aún sigue lesionada— todos miran mi muñeca y mi férula— Podrá fácilmente realizar algunos ejercicios de calentamiento. Bien únase a un grupo, aunque por llegar tarde, no tiene donde escoger. Estará con el joven Michael, la señorita Vianka y el joven Andrés— termina de decir.

Pasamos toda la clase lanzando el balón de un lugar a otro. El pobre de Michael, en más de una ocasión tuvo que ir a buscar la pelota, porque yo no podía lanzarla muy bien. Por suerte las dos horas pasaron volando y aunque había esperado que todos se fueran a los vestidores, Em y Leo estaban esperándome para hablar; pensé en huir del gimnasio, pero aún tenía el uniforme de educación física, y no me parecía grato estar por el instituto con el.

— Permiso— digo cuando ambos se colocan delante de la puerta impidiendo mi paso.

— Amira, debemos hablar— dice Leo.

— Nena, sé que nos comportamos como unos idiotas— continúa Em.

— En especial, Jace— Leo hace una mueca al pronunciar su nombre— Y no me pienso disculparme por su actuar, aunque sí diré que él está mal.

— El pobre— sigue Emily— No sabe qué hacer. Y cómo no le respondes las llamadas— la miro levantando la ceja— Ok, nos desviamos. El caso fue que todos metimos la pata, unos más que otros.

— Exacto— dice Leo— Estamos acostumbrados a tenerte y tener todo bajo control, que nos olvidamos de que puedes pensar y sentir por ti misma.

— Si. Amira, no sabes el calvario que estoy pasando por no tenerte cerca, en serio que... Por favor dinos algo— súplica Em.

Decido ser compasiva con ellos y les hablo.

— Ya los había perdonado desde que iniciaron a hablar— digo sonriendo.

— Y porque coño no dijiste nada— me regaña con una sonrisa Em— Nosotros aquí habla que habla y tú ya nos habías perdonado. Siento que perdí mi tiempo.

— En realidad si lo estamos perdiendo— dice Leo— Ya deberíamos estar en Inglés.

— Vamos, después hablamos de todo.

Em y yo nos fuimos a los vestidores y nos cambiamos de ropa.

— Ya dilo— comento al ver a Em tan ansiosa.

— ¿Cómo fue que terminaste yéndote con Liam?— pregunta mientras se arregla la camisa.

— No tengo idea. En un momento estaba con Jace, luego lo tenía encima, después Liam me defiende, Jace intenta golpearlo pero salgo yo herida, luego Liam me saca de la fiesta en su moto, lo veo correr en una carrera y ganar, después me enfrento a un grupo de arpías admiradoras de Liam, luego se queda toda la noche conmigo a mi lado y me trae a casa. Creo que ese sería un buen resumen de mi agitada noche— finalizo.

— ¡Oh por Dios!— dice Emily asombrada.

— ¡Ah! Se me olvidaba. Liam sabe de mi condición y todo lo que significa e hizo un trato conmigo— digo como si nada.

— ¿Pero qué mierda?— grita.

— Esa boca— dice Leo cuando nos alcanza.

— Ésta maldita suertuda ya ligo con su crush— grita Em.

— ¿Qué que?— me mira Leo cómo si me hubiera salido dos cabezas.

En eso llegamos al salón y dejamos la conversación para el almuerzo. A la hora de comer nos fuimos al comedor y mientras esperamos a los otros, les termino de contar.

— Explícame lentamente todo lo ocurrido esa noche, Amira. Por qué un momento estabas con nosotros y al otro te ibas con Liam Crawford— comenta muy serio Leo.

— Ok. Les explico. Jace y yo bailamos, pero luego se puso intenso y lo saqué a tomar aire. Él se puso muy baboso e intentó besarme y lo rechacé y en eso aparece Liam y se interpone entre los dos. Jace intenta pegarle a Liam y éste lo esquiva saliendo yo golpeada. Obviamente Liam se molesta y casi me saca a la fuerza, ustedes aparecen y ajá. Liam me convence de acompañarlo y nos vamos al cementerio de autos, le veo correr y ganar. Había un pequeño grupo de arpías admiradoras que me la quisieron montar, y obvio no me dejé. Liam observo e iba a intervenir pero me vio como me defendí, y aunque él crea que no lo vi, sí lo hice. Después nos fuimos a una fiesta en casa de uno de sus amigos, no nos separamos el resto de la noche. Y luego me llevó a mi casa. Y antes de clases me invitó a salir el miércoles. Creo que eso es todo— finalizo dejándolos perplejos— Miento, Liam sabe mi enfermedad, lo que implica y me propuso un trato.

Ambos me miran e intentan decir algo pero no les sale nada por minutos. Pasa el tiempo, tanto que me fastidio y hablo.

— ¡Ay digan algo! Me estresan con su silencio— grito.

— Tienes que darme el secreto— dice Leo, riendo.

— Eres una maldita afortunada— comenta Em.

— ¿Mi secreto? Acosa alguien por años y aparécele casi muerta a los pies de la escalera— digo siguiéndole el juego.

— Ajá— comenta Leo al tomar su jugo.

— ¿Qué trato te propuso?— pregunta interesada Emily.

— Su silencio a cambio de que lo deje estar a mi lado— digo.

— Ahora sí que no entiendo nada— dicen ambos a la par.

— Le es muy interesante e intrigante mi "pequeño problema" y todo lo que conlleva tenerlo. Así que él conocerá de primera mano todo lo mío y a cambio él me enseñará a romper las reglas, y esas cosas en las que es experto— explico.

— Pues disfrútalo con moderación— dice Emily a modo de regaño.

No pudimos seguir hablando pues Will y Jace se acercaban a nosotros, uno alegre y otro preocupado.

— Hola, Amira— dice Will complacido.

Obvio que Emily le dijo que ya habíamos hecho las pases.

— Amira, ¿será que podemos hablar en privado?— pregunta temeroso Jace.

Acepto, y ambos nos levantamos y empezamos a caminar por los alrededores del instituto, bajo la atenta mirada de todos. Y entre esos "todos" estaba Liam. Le veo como me sonríe, como si estuviera dándome el permiso de hacerlo. Y por un momento pienso en llevarle la contraria, pero al ver el rostro de Jace me contengo.

— Yo quisiera disculparme por mi comportamiento errático del viernes— empieza a hablar Jace, con la vista fija en el suelo.

— Jace, yo sé que él que actuó el viernes, no es el Jace que tanto quiero— le interrumpo, pues odio verle así— Entiendo que todo fue producto del alcohol. Así que olvidemos lo ocurrido— digo levantando su rostro.

— Joder Amira, por eso te amo— dice mientras me alza en vuelo y yo sólo atino a agarrarme de su cuello.

Vistos desde lejos parecíamos una pareja que se ama. Así como también lo parecía con Liam el viernes en la fiesta.

Creo que debo dejar de hacer esas cosas y conseguirme un novio de verdad

— Jace, bájame, voy a vomitar— le miento, pero él accede.

— Lo siento Iyuvov'. No sabes cuan feliz me hace saber que me perdonas. Pero hay algo que no me deja de rondar por la cabeza, y en verdad espero que sigas siendo comprensiva, como ahora— comenta tímido.

— Suéltalo— le pido.

— Tú y Liam, ¿qué onda?— pregunta cohibido.

— Eso— digo con un suspiro— Somos amigos y ya no lo acosaré más. De hecho— pienso mejor— Lo incluiremos en nuestro grupo, a él y a Michael. Ambos son muy agradables— le comento.

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