14

—Te lo advertí bastardo.

Yoongi despertó, su respiración era agitada, no reconocía esa voz. Su cabeza dolía en mínima escala haciendo que pudiera ser soportable, aun el cielo estaba oscuro por lo que dedujo que aún era de madrugada, ¿de quién era esa voz? Puso su antebrazo en la frente, odiaba despertar así de los sueños, deseaba poder aclarar todo lo que pasó.

—Ve más allá. — Era un susurro, Yoongi al instante se incorporó, miró a todos lados, no había nadie. Caminó por toda la habitación pero no encontró a nadie, se giró para volver a la cama y entonces lo vio.

Había una sombra en el espejo, no podía distinguir nada más que la silueta, intentó acercarse a pesar del miedo que sentía, más la sombra desapareció; un sonido aturdidor en su cabeza comenzó haciendo que Yoongi cayera al suelo, ahora el dolor era insoportable.

—¡Jin! — Gritó mientras se retorcía de dolor en el suelo, ¿por qué estaba así? — ¡JIN!

Su puerta se abrió al instante dejando ver a su hermano, pero al momento en que éste le tocó el dolor se esfumó.

—Yoonie... Yoongi, háblame. — Su hermano estaba de rodillas frente a su hermano, éste todavía sostenía su cabeza en manos.

—Estoy... Estoy bien. — Se sentó en el suelo. —Escuchaba un ruido que no soportaba.

—¿Te duele algo? — Aún estaba preocupado.

—Un poco la cabeza, pero es soportable. — Se quedó mirando a un punto fijo. —Vi a alguien en el espejo.

Jin lo miró instantáneamente, ¿escuchó bien?

—¿Qué?

—Fue una sombra y por un instante, soñé con una voz que no reconocí pero nunca vi el rostro.

Su hermano suspiró, otra vez volvía a lo mismo, y esta vez sabía que debía hacer algo.

—Dormiré contigo, por si vuelve a suceder. — Dicho eso le sonrió y fue por sus mantas.

Yoongi se desplomó en el suelo, odiaba que no le vieran lo que él veía, ¿cómo se suponía que Jin le creyera?
Cuando su hermano entró al cuarto se dispuso a preguntar.

—Jin... Tu, ¿de verdad me crees? — Jin lo miró con sorpresa.

—Si Yoonie, por supuesto que si. — Lo dijo sin titubear.

—Pero si tu no ves lo que veo, no escuchas lo que escucho... — Su hermano le interrumpió.

—Yo sé que tú nunca mientes, si, probablemente no sepa que se siente estar en tus zapatos pero, yo siempre voy a creerte a ti. — Era algo que Jin había querido decir desde antes, quiso decirle eso cuando su hermano se encontraba en coma.

Yoongi asintió, luego fue a su cama para tratar de conciliar nuevamente el sueño.

—Despiértame si vuelves a tener otra pesadilla. — Dicho eso Jin también trató de dormir.

El menor tenía muchas preguntas, ¿que había de malo en él? ¿por qué solo él podía ver esas cosas? ¿era todo una ilusión? Suspiró, se sentía frustrado de no tener respuestas, y sabía que aunque su hermano lo amaba, él no iba a decirle lo que quería. 

Jungkook estaba frente a Jimin, sabía exactamente lo que iba a decir, lo que no sabía era cómo decirlo, el chico frente a él era demasiado sensible. Jimin, aunque no lo demostrara estaba muy nervioso, su corazón latía al máximo y sus manos sudaban, le estaba matando el hecho de estar junto a su amado sin decir ni una sola palabra.

Pasaron varios minutos y un silencio sepulcral y gélido se hacía cada vez más largo e incómodo para ambos.

—¿Qué tal el tiempo? — Jimin fue el primero en hablar, esa pregunta le había dolido en lo más profundo del alma, Jungkook sintió una punzada en su pecho, había culpa en él.

—Jimin... Referente a eso...— Suspiró, iba a decirlo, claro que lo haría. —Hay algo que tengo que decirte. — Le miró por fin, los ojos del chico frente a él eran tristes, mostrando desesperación.

—Adelante Kookie. — Y seguía doliendo, los apodos dolían, su voz dolía, él dolía.

—Jimin, en el tiempo que ha pasado he reflexionado — Hizo una pausa. —Y tomé una decisión.

Jimin respiró pesadamente, sus pulmones no tenían aire y un gran nudo se formó en su garganta, evitó a toda costa que las lágrimas se acumularan en sus mejillas. Asintió indicando que continuara.

—Sabes que te quiero, y que eres alguien importante pero... Esto no está funcionando, ambos estamos lastimándonos, no es una relación sana y lo que pensé y la decisión que tomé es... — Respiró y le dijo. —Tenemos que terminar.

Jimin lo sabía, sabía que para eso lo había citado y a pesar de haberse preparado mentalmente para eso no pudo evitar que las lágrimas cayeran, bajó su mirada y escondió su cara.

—No me dejes. — Fue todo lo que dijo, su voz estaba estaba rota, él destrozado.

—No hay opción. — Se justificó.

—¿Hice algo malo?

—No, fui yo quien lo hizo. — Jimin le miró sin comprender.

—¿Qué hiciste?

—Pedirte ser mi novio. — Eso le dolió, pero fue necesario que él lo escuchara. —Adiós Minie.

Jungkook se dio la vuelta para irse y comenzó a caminar lejos del rubio.

—Jungkook... ¡JUNGKOOK! — Jimin lloraba, gritaba e incluso intentó detenerle para que no se fuera pero todo fue nulo, él nunca se detuvo. —No me dejes...

Cayó de rodillas, veía como la persona que más amaba se iba y a pesar de querer ir tras él no lo hizo, ¿Por qué no lo hizo?

Jimin despertó, ya había soñado con ese día miles de veces, la cuestión era ¿Por qué? Llevó su mano hasta su frente, estaba sudando, vio su reloj y aún faltaban quince minutos para levantarse. Maldijo en voz baja a causa del sueño que acababa de tener.

—¿Por qué no simplemente puedes salir de mi cabeza? — Las lágrimas salieron y él no las detuvo, se preguntaba una y otra vez cuando dejaría de llorar por Jungkook, pero no había señales de que pronto.

La escuela comenzó, Jimin se sentó en su lugar y se sorprendió de no ver a su compañero en el suyo, raro. Entonces al mirar a la puerta se dio cuenta que él apenas estaba llegando.

—Parece que alguien se desveló anoche. — Jimin le sonrió.

—Si, me desvelé y más respeto que soy tu hyung. — Le miró de mala gana, el sueño en Yoongi era más pesado de lo usual.

—Hyung, ¿te sientes bien? — Jimin también lo notó.

—Me duele la cabeza, pero nada grave.

Desde que Jimin conoció a Yoongi sabía que había algo raro en él y pudo percibirlo, el problema es que no sabía que era y tampoco es como si pudiera preguntarle a él.

—Vamos a la enfermería, te acompaño. — Se levantó.

—No, estoy bien.

—Vamos, no podrás concentrarte en las clases y podría aumentar el dolor, mejor que se vaya de una vez. — Jimin le tomó del brazo e hizo que se levantara.

A regañadientes Yoongi aceptó ir, se maldijo por haber olvidado su medicamento en casa y culpó a Jin por no recordárselo en el camino.

—Puedo preguntar... ¿Por qué duermes tanto? — Ambos caminaban a paso lento hacia la enfermería.

Yoongi dudo en decirle o no, aun no lo conocía lo suficiente como para contarle algo tan delicado como lo de su accidente, más le dio un voto de confianza, ya que el de cabello rosa le había contado lo de su ex pareja.

—Sufro de migrañas constantemente, me da mucho sueño. — No mintió pero tampoco dijo la verdad completa.

Jimin asintió, tenía sentido para él, entonces lo recordó. —Hyung. — Sonaba preocupado. —Tenemos que presentar nuestro proyecto hoy.

Yoongi casi se cae. —Mierda, no tenemos nada hecho para a exposición.

—¿Qué hacemos? — Yoongi por un momento olvidó su dolor.

—Ya sé, vamos a la biblioteca.

...

Su turno de exponer llegó, ambos se miraron por breves segundos y con miedo pasaron.

—H–Hola... Mi nombre es Park Jimin y el de mi compañero es Min Yoongi. — Su tono de voz disminuyó, realmente estaba muy nervioso, hablar en público nunca fue su fuerte. Se sentía tan nervioso por el simple hecho de que Jungkook lo estaba mirando.

—¡No se escucha! — Uno de los chicos de hasta atrás, que siempre se burlaba de todos le gritó. Esto hizo que el peli rosado se sonrojara.

—Compra un aparato para la sordera imbécil. — Yoongi le respondió, odiaba las interrupciones. Asintió en señal de que su compañero prosiguiera.

—Nosotros vamos a hablar de la homosexualidad.

Los minutos pasaron y su presentación se hizo más fluida a pesar de no llevar ningún tipo de material, pero eso se compensaría con lo que habían preparado para el final. Repartieron un crucigrama como actividad, algo que ningún equipo hizo.

—Creo que nos fue bien, a excepción de la pronunciación. — Jimin se sentó junto a él para almorzar.

—Si, creo que si. — Yoongi dio una mordida a su sándwich. Sintió como un empujón hizo que su comida cayera al suelo. Cuando Yoongi volteó miró al chico de la clase que le había gritado a Jimin.

—Idiotas. — Murmuró.

—Oh, vaya pedazo de mierda, lárgate. — Yoongi le dijo molesto.

—¿Qué dijiste estúpido? — El otro le encaró. Jimin intervino.

—Ya chicos, no hace falta iniciar una pelea, todos los están mirando.

—Mejor, así verán como le rompo la cara a éste imbécil. — Yoongi no ayudaba en nada.

—Hyung... — Se escuchó la risa del chico más alto.

—Aw, que lindo, defiendes a tu novio... Patético. — Acto seguido estrelló su puño contra la mejilla de Yoongi. Antes de que Yoongi pudiera hacer algo Jimin lo arrastró fuera.

—¿¡Que mierda Jimin?! — Estaba enojado.

—No podrás hacer nada contra él, es intocable aquí.

—¿¡Cómo se llama ese imbécil y por qué es intocable?! — Limpió el rastro de sangre que había en su labio.

—Se llama Dong Taeyang y es sobrino del director. — Ahora se sentía tan malditamente impotente, odiaba a los tipos así.

El tiempo pasó rápido y aquel bastardo no dejaba de molestar a ambos, fue hasta que llegó a su casa que pudo relajarse un poco.

—Hey Yoonie, la cena está servida. — Su hermano irrumpió en su habitación. El menor se levantó para ir hacía el comedor. Jin vio el golpe en la cara. —¿Qué pasó?

Yoongi seguía enojado. 

—Fue un imbécil en la escuela, interrumpe mi exposición, luego tira mi comida, llama marica a Jimin y cuando quise defenderme me entero que es sobrino del director. — Ahora que había descargado su ira con alguien más se sentía más liviano.

Jin por su lado estaba más que enojado, no, no iba a dejar que la historia se repitiera, encontraría a ese maldito.

—¿Cómo se llama? — Su tono era calmado pero estaba enojado.

—Dong Taeyang, es un tipo alto y más fuerte, me molesta. — Jin memorizó la descripción.

—Voy a subir tu cena, hay que evitar que mamá y papá te vean así, les diré que tienes mucha tarea. — Salió de ahí lo más rápido posible, estaba demasiado enfadado.

...

Al día siguiente Seokjin esperó a que Yoongi se fuera, avisó a Namjoon que llegaría tarde, esperó fuera de la entrada del instituto para saber quién era el bastardo. Vio cómo un chico se bajó de un auto elegante, el chico llevaba una chamarra de cuero negro, abajo el uniforme de la escuela, supuso que él era Taeyang. Jin se acercó.

—Disculpa, ¿eres Dong Taeyang? — El chico era de menos estatura que él. Vio como el auto se alejaba.

—Si, ¿por? — Menudo pedante.

—Ya... — Tomó al chico del brazo y lo azotó contra la pared, tomó su cabeza entre sus manos y la guió hasta su rodilla donde la estrelló. —Nunca, en tu miserable y jodida vida vuelvas a tocar a Yoongi porque te juro que no vas a volver a ver la luz del día. — Dicho eso estrelló su puño dos veces contra su mejilla y se fue, dejándolo ahí en el suelo.

Seokjin estaba más que enojado, si ese imbécil volvía a tocar a su hermano no dudaría en matarlo, él protegería a Yoonie a como diera lugar.  

Mare †

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