atrapar
—¿Qué debe hacer uno para salir del poso en el que está?
—Fácil, mantente ocupado. No estás evadiendo problemas, estás concentrándote en no dejar que la tristeza te consuma y lo dejas ir, lo superas. Las personas se deprimen cuando tienen mucho tiempo para pensar. Dale muchas vueltas a un asunto y cada vez lo vez de una peor manera que la anterior. Yo tuve mucho tiempo para ocuparme y salir adelante por más que dolieran algunas cosas. Pero a ti nadie te dió oportunidad de olvidar...
—¿Qué debo hacer entonces?— El de ojos azules cuestionó nuevamente.
—¿Te gusta pescar?
—Eh... no realmente. Yo era más mecánico, me gustaba leer, bailar, ir a ferias, las artes, pero no hago nada de eso desde el '43 así que no estoy seguro de volver a hacerlo ahora. ¿Debería intentar-?
—¡Vamos a volar! Tienes que despabilarte un poco.— El moreno sonrió, sin percatarse del semblante asustado del otro.
☆ ゚. * ・。 ゚, ☆
—Ya te dije que no.
Ambos caminaban uno al lado del otro por una plaza. Sam había convencido a Bucky de salir a dar un paseo, y no era algo que le molestara. No hasta que Sam había comenzado a hablar de ese tema en específico. Bucky solo quería que parara.
—Vamos, ¿por qué no? Será divertido.
—Divertido para ti porque tu tienes experiencia volando con esas alas- Bucky lo miró, recordando la última conversación que habían tenido sobre el tema. En lugar de negarse, prefirió cambiar el rumbo de la plática. Pero esta vez no sabía como evitarlo. —. Por mi parte es un no.
—¿Por qué noooo?— El otro insistió.
—Sólo... no. Tu eres el hombre que vuela. Yo no vuelo.— Se excusó, o al menos lo intentó.
—Pero sabes que puedo cargarte.
—Pues no quiero que lo hagas. Estoy bien con los pies en la tierra.— De sólo imaginarlo, su corazón comenzaba a latir fuertemente, pero no por emoción, más bien por miedo.
—¿No fuiste tú quien saltó sin paracaídas del avión?— Recordó Sam. Bucky rodó los ojos ante el recuerdo de eso.
—Eso es diferente.
—No deja de ser volar.
—Caí, Sam, no volé. Además, tenía que hacerlo, si no, no hubiera llegado nunca.
—Bueno, está vez te voy a sostener yo.
—De verdad no quiero hacerlo.— Bucky sintió un nudo en la garganta y a su vez, dificultad para hablar. Se odió a sí mismo por eso. Caminó apresuradamente hacia una banca que divisó y se sentó en ella mientras ponía sus manos en los bolsillos de su chaqueta. Supo que Sam lo siguió y se quedó de pie al lado de él, y por alguna razón comenzó a sentirse chiquito, que se encogía. La situación lo estaba intimidando y no le gustaba porque sabía que podía ser más valiente que eso, sólo que no lo era. Lo pretendía.
Sam observó a Bucky desviar la mirada a otro lado. Sabía que había algo que realmente no conocía del otro. Y, aunque comenzaba a sospechar, no lo iba a obligar a hablar; solo que ahora confiaban el uno en el otro y le resultaba preocupante la gran negación de Bucky ante la idea de volar.
—Buck...- Llamó su atención, pero Bucky no volteó a verlo. Parecía que algo le avergonzaba. —¿Te da miedo volar?
Bucky se quedó en silencio unos segundos. Quizá minutos. Pero Sam iba a esperar el tiempo necesario para que el otro le respondiera. Bucky parecía estar buscando la respuesta correcta -como muchas veces antes- para la pregunta hecha por el otro, pero le resultaba difícil a si mismo admitirlo. No era fácil hacerlo -y no podía creerse que estaba a punto de hacerlo.
—No es... a volar...
Sam no dejó de observarlo. Se sentó a su izquierda en la banca.
—Es... yo... le tengo miedo a las alturas.- Confesó casi en un susurro, temeroso de que la voz se le quebrara en algún momento.
Sam lo seguía observando, notando como los ojos de Bucky comenzaban a ponerse cristalinos. Supo entonces que no era un simple miedo a caer o a las alturas, había algo detrás de ese miedo que hacia que Bucky estuviera aterrado. Y sea lo que fuera, el quería ayudarlo si el otro se lo permitía.
—¿Desde niño?— Preguntó en un intento de obtener más información.
Bucky se quedó en silencio. Luego de unos momentos, negó lentamente.
—Entonces ¿sucedió algo que te marcó?— Preguntó suavemente, para no hacer que el otro se sintiera presionado y evadiera el tema. Bucky se encogió de hombros, bajando la vista ligeramente. Las lágrimas estaban a punto de caer por sus mejillas. No podía contenerlas más.
—Antes de que me encontraran... caí de una gran altura... y...— La voz se le entrecortaba cada vez que pronunciaba una palabra. Tuvo que tomar un segundo para tragar duramente. No fue consciente de cuando su labio inferior comenzó a temblar, ni su cuerpo. Sam lo notó, así que puso su mano sobre el hombro izquierdo de Bucky en un intento de reconfortarlo. Pensó en decirle que entendía, que no debía seguir hablando si no quería. Sin embargo, se sorprendió cuando Bucky siguió hablando. —, desde ese entonces... cada vez que estoy en una gran altura... es como si estuviera soñando... el momento en el que caí se repite... el miedo... el dolor... el... daño... y...
Su voz finalmente se quebró y soltó un sollozo. Sentía que le faltaba el aire, pero estaba en exteriores y no sabía que más hacer que sollozar. Las lágrimas ya habían emprendido su camino hasta su cuello. Sam inmediatamente atrajo a Bucky hacia el y lo envolvió en un abrazo, sintiendo como el otro comenzaba a llorar contra su pecho. Le dió un momento para recuperarse. Lo que le acaba de decir no era algo sencillo, era una confesión fuerte. Bucky le había mostrado un poco de su pasado, su terror y sus sentimientos; y ha decir verdad, estaba orgulloso de haberlo logrado y al mismo tiempo estaba orgulloso de Bucky, porque sabía que hacia unos días o meses o años, jamás se lo hubiera dicho. Eso significaba que finalmente, Bucky confiaba completamente en él.
—Tranquilo— Le susurró para calmarlo, ya no escuchaba los sollozos tan fuertes como antes, pero sabía que seguía roto y con los recuerdos y emociones a flor de piel. Incluso era capaz de sentirlo temblar junto a los pequeños hipos causados por el llanto. —, sabes que eso no va a volver a pasar, ¿bien?
—Es una tortura... sentir que sigo siendo esa persona...— Su voz seguía entrecortada.
—Sabes que no fue tu culpa. Tú no lo hiciste y eso quedó atrás.
—Las pesadillas siguen ahí... todas las noches... y tengo miedo.— Lloriqueó en un tono bajo. Sam acarició su espalda y un escalofrío le recorrió el cuerpo.
—¿Qué te asusta?
—Que todo se repita— Dijo casi inaudiblemente, pero Sam fue capaz de oírlo. —. Las pesadillas me dicen que... algo sigue dentro de mí... el miedo... es porque... no quiero volver a caer... volver a estar solo... perder... todo... ¿y si vuelve a suceder?
Sam guardo silencio unos segundos, para después decirle a Bucky las palabras que quería decirle desde hace tiempo pero no encontraba la manera adecuada. Y la situación se le había presentado casi en bandeja de plata.
—Escucha, James, yo no sería capaz de dejarte solo ni permitir que todo suceda de nuevo. Puedes confiar en mi cuando te digo que soy tu amigo, ¿sí? Estoy aquí para ti y no tienes porque estar solo. Tal vez no puedo hacer que dejes de tener esas pesadillas, pero si un día despiertas lleno de miedo, sabes que estoy desocupado para escucharte y hacerte compañía si me lo permites. Y te prometo que nunca vas a tener que estar asustado de caer, porque sea como sea, yo voy a buscar una manera de atraparte. Nunca te voy a dejar caer, nunca vas a tener que pasar por eso nuevamente.
Bucky quiso decir algo, pero el dolor en su garganta por el llanto no se lo permitió. Las lágrimas seguían saliendo mientras escuchaba todas y cada una de las palabras del moreno, sintiéndose extrañamente cómodo y querido. El nunca quiso lastimar a nadie, ni a Sam, y por eso agradecía que el otro quisiera cuidarlo tanto como lo estaba haciendo desde que se conocieron.
☆ ゚. * ・。 ゚, ☆
Solo unas noches después se encontraban en el campo. Bucky mentiría si dijera que no tenía miedo, pero confiaba en Sam y sus palabras. No lo iba a dejar caer.
—Entonces, te agarras fuerte de mí y no me sueltas. Si entras en pánico bajaremos. Pero si estas más tranquilo, podrías ver la vista desde arriba— Sam sonrió poniéndose su visor. —. ¿Listo?
No, Bucky quiso decir y, aunque ninguna palabra salió de su boca, su cabeza asintió y se odió por eso. Sam le respondió de la misma manera. Entonces se acercó, quedando a una altura perfecta para poder tomar a Bucky entre sus brazos -sus piernas sobre su brazo derecho y su torso sobre el izquierdo. Apenas sus alas se movieron, Bucky se aferro rápidamente al cuello del otro. Sam soltó una pequeña risita por la acción, pero no de una manera que pareciera que se burlaba del otro, si no una que le transmitiera confianza.
Bucky cerró sus ojos fuertemente apenas comenzaron a ascender, acercándose más hacia Sam de lo que hubiera querido. No supo cuanto tiempo se quedó así, hasta que escuchó a Sam hablarle:
—¿Estás bien?
—¡No lo sé!— Bucky chilló. No se sentía tan mal, pero aún así se sentía nervioso. Entonces escuchó a Sam nuevamente, esta vez preguntándole si podía abrir los ojos. Bucky abrió sus ojos lentamente, encontrándose con el rostro de perfil de Sam en medio de la noche, las estrellas detrás de él haciendo que la escena pareciera de película. Se sonrojó y ni si quiera supo cuándo ni cómo ni porqué.
—¡Mira abajo, las flores se ven hermosas!— Sam le sonrió. Bucky ladeó su vista lentamente, para darse cuenta que estaba muy alejados del suelo. Pero supo que valió la pena al ver aquellas flores amarillas sobre un campo completamente verde oscuro. La naturaleza le regalaba una hermosa pieza de arte que sabía que nunca hubiera visto de no ser por Sam.
Sus ojos nuevamente estaba cristalinos, pero esta vez no era por miedo o tristeza. Estaba vez estaba llorando de felicidad, y había pasado mucho tiempo de la última vez que algo así le pasaba. Esa emoción le gustaba. No supo porqué, pero una pequeña risa escapó de sus labios.
Sólo un rato después descendieron a la tierra, se quedaron unos momentos acostados sobre las flores. Sam le había preguntado si estaba bien, y Bucky, entre lágrimas, le dijo que nunca había estado mejor. El moreno había tomado una de las flores por ahí y la colocó inconscientemente detrás del oído de Bucky, para luego reír al ver como el otro enrojecía.
Sam se dió cuenta entonces de lo mucho que quería a Bucky. Al principio quería ser su amigo, acercarse a él, pero conforme lo conocía se daba cuenta que tal ves... lo quería más que a un amigo. Realmente lo amaba. ¿Y Bucky? Quizá podría darse a si mismo la oportunidad de amar a alguien en algún momento, sin saber realmente que ya había sentido algo por Sam.
☆ ゚. * ・。 ゚, ☆
No importaba si Bucky se escondía, Sam lo encontraría. No importaba si Bucky huía, Sam lo buscaría. No importaba cuantas veces Bucky cayera, Sam siempre lo iba a atrapar.
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