Capitulo dos: Investigación

La policía llega inmediatamente junto con una ambulancia, me encuentro desesperada las dos personas que más amo en el mundo están en peligro sin mencionar que ahora sólo queda mi madre siento tanto coraje.
Porque ella tan sólo tenía seis años debí ser yo, ella no había vivido nada me encuentro tan frustrada, pero juro que haré pagar a la maldita persona que hizo esto cueste lo que cueste...

—Oficial Collings, lamento lo de su hermana—se acerca un compañero de trabajo con un tono sutil y amable para luego darme un abrazo, no puedo evitar llorar desearía que todo fuese una pesadilla pero no, la vida así funciona.
—Disculpe interrumpir su momento, pero acabamos de encontrar esto.

Era un sobre, un sobre con un sello casi idéntico al anterior no recordaba si eran los mismos ya que no conservaba la otra nota, o al menos no sabía dónde se encontraba, mis manos empezaron a sudar en extremo exceso, mi estómago se revolvió, sentí como los escalofríos recorrían todo mi cuerpo en constantes tiempos, decidí abrirla...

"Primera sorpresa de muchas más, bienvenida a este grandioso juego macabro donde tú eres la presa y yo el depredador".

No podía creer lo que veía, aún no iniciaba mi primer caso y ya me encontraba con un loco psicópata buscando satisfacer sus instintos conmigo, esto parecía tomar un rumbo personal pero no podía dejar que eso afectará mi trabajo. Miró como sacan a mi madre en una camilla, ella estará bien—pienso, pero no sé cómo tomará la noticia de que Denisse...que ella ya no existe, mis ojos se llenan de lágrimas al pensar tan simple hecho.

Decido ir a casa de Chris él era la única persona que me podía ayudar y después de ver tremendo acto no me quedaban ganas de volver a casa, sólo quería descansar, quería dormir...


Me subo a mi auto y arranco lo más rápido posible sin dar ninguna explicación, todos quedan preocupados de cómo me encuentro y eso queda claro después de escuchar vibrar mi celular muchas veces, demasiado para ser exactos, admiro la noche hasta ahora ella ha sido la única acompañante de tantos conflictos que he tenido. La carretera esta solitaria, las farolas de luz iluminan ciertas calles, pero a otras las deja hundidas en oscuridad absoluta, una persona llama mucho mi atención, parecía ser la silueta de una mujer por su contextura, pero su manera de caminar y como actuaba parecía ser lo contrario, llevaba una gabardina oscura no se alcanzaba a distinguir su rostro era demasiado misterioso porque, ¿Qué persona saldría de casa con un asesino existente? Miró detenidamente como entra a un callejón totalmente oscuro, me voltea a ver y hace una señal con las manos tipo "te estoy mirando" un escalofrío recorre todo mi cuerpo esa extraña sensación regresa a mí, pero al parecer sólo fue parte de mi imaginación no he descansado bien ni si quiera dormí me percato de que ya no se encuentra por lo cual sigo mi camino...
Ya llegué a casa de Chris, me preocupa un poco y tampoco quiero molestar, él vive solo en lo que a mi concuerde, decido tocar el timbre un par de veces pero no responde, después de seguir intentándolo unos minutos más el abre.

Pude notar como su respiración parecía agitada, como si hubiese intentado de huir de algo, sus botas estaban manchadas de un poco de lodo, pero decidí ignorar esos detalles.


—¿Qué haces aquí Sara? —me mira preocupado.
No puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas y sólo lo abrazo el responde de la misma manera, así duramos unos minutos para después separarnos e intentar explicarle lo que acababa de suceder hace algunas horas...
Me mira nostálgicamente y sus ojos se llenan de lágrimas, Chris casi nunca llora esto le afectaba de la misma manera que a mí pero no sabía realmente el por qué...
—Chris sólo quiero preguntarte algo, crees que yo...podría quedarme a descansar aquí en tu departamento?— Realmente no quiero regresar a casa lo miro desganada e intentando convencerlo aunque eso no sería difícil.
—¡Claro Sara! Tú no te preocupes, puedes quedarte todo el tiempo que creas necesario. —miro como una sonrisa sincera se forma en su rostro y la respondo de la misma manera.

Su departamento no era muy grande, pero tenía lo necesario para una persona, una habitación grande, una sala y cocina, un baño que olía a limón, un patio trasero que lo utilizaba para hacer ejercicio, un mini gimnasio habitaba ese espacio, todo normal, curioseaba cada lugar del departamento ya había estado antes aquí un par de veces cuando nos juntábamos algunos amigos a ver películas o pequeñas fiestas.
Sale de su habitación con ropa suya y me la entrega era una camiseta gigante y un short, me dijo que me metiera a bañar para refrescar mi mente mientras el preparaba algo de comer rápidamente y arreglaba las cosas.
—gracias.—respondo sería.

Sólo me mira y sonríe para después retirarse, entró a la ducha, el agua está demasiado fría para ser sincera en estos momentos así la prefiero, miro como cada gota de agua resbala por todo mi cuerpo, no puedo evitar llorar, todo lo que me sucedía era tan fuerte y yo no lo era, no me sentía fuerte, me sentía inútil. Hubiese deseado que este día no existiera. Todo pasó tan rápido, fue un día lleno de sorpresas y apenas iniciaba otro, después de un rato de desahogarme tomo la toalla y me visto rápidamente, la camiseta de Chris me quedaba como vestido y ni hablar del short ni se notaba, salgo del baño y me dirijo a la sala veo a Chris preparando un tendido en el sofá.

—Oh Sara, no sabía que ya habías salido, en la mesa te deje un té caliente y te prepare un emparedado con Nutella como te gustan. —sonríe tiernamente–, no se lo iba negar estaba demasiado hambrienta entonces lo tomé, me dirijo a su habitación ya que conociéndolo no me dejaría dormir en su sala y yo tampoco quería así que mejor actúe y me adueñé de su cama.

*****
Caminaba solitariamente por las calles después de tanta satisfacción que causó en una sola noche, su mente no paraba de recordar tan satisfactoria escena, le hubiese gustado presenciar la cara de todos al ver su obra de arte, pero esta vez no podría sabía que tendría otro compromiso que cumplir...

A pasos pequeños y risas que llenaban las calles logra presenciar una mirada a lo lejos, era ella, estaba tan cerca, pero a la vez tan lejos sabía que no podía actuar, no era de temer que un asesino anduviera suelto a final de cuentas era su presencia la que aterrorizaba a la oscuridad no había que temer, sólo disfrutar, entra rápidamente a un callejón para despistar y después de caminar un largo rato por la oscuridad, llega a su escondite....

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top