Capítulo 8: por el mal camino.


Selva de Isla Nublar, 23 de julio del año 6985 (3015 ABY).

Kenji y Ashla se habían quedado a cuadros, sobre todo Kenji, y miraban sorprendidos con la boca abierta al pintoresco grupo que formaban Darius, Brooklynn, Kimura, Campeón y Mei. Por su parte, Darius, Brooklynn y Kimura estaban frente a ellos, Mei se bajo de la espalda de Brooklynn, y Campeón rozó su cabeza con el brazo de Kimura y con un sonido amistoso se fue a buscar el cuerpo del guardia que había matado. Nadie decía nada, había un silencio casi absoluto.

—Em, hola. —Saludo Darius rompiendo el silencio.

Entonces Kenji fue corriendo y abrazó a Darius y Brooklynn, y ellos correspondieron el abrazo.

Ashla se acercó, aunque se mantuvo a distancia, no quería entrometerse en algo en lo que ella estaba fuera de lugar.

—¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo? —Preguntó.

—Es una historia un poco larga. —Respondió Brooklynn. —¿Quién es ella? —.

—Soy Ashla, soy una soldado de las fuerzas especiales de Vik que estaba en una misión y me quedé atrapada en la isla. —.

—Ah, tú eres la que me libero del laboratorio. Aun te estoy muy agradecida por eso. ¿Cómo es que te quedaste atrapada aquí? —.

—Una larga historia. —.

Ahí fue cuando Kenji se fijó en Kimura y se asustó. —Em, ¿Tú que eres exactamente? —.

—Soy una nativa del planeta, una deinokiana según vosotros lo llamáis. No soy ningún tipo de híbrido, ni experimento ni nada de eso. —Respondió.

De pronto Hap, aun inconsciente, empezó a emitir quejidos.

—Deberíamos encargarnos de esto. —Sugirió Darius.

—Los pteranodones nos sacaron del monorraíl, se pelearon por nosotros, Kimura nos rescató, nos quedamos a vivir con ella, sobrevivimos en la selva, derrotemos a Toro en una batalla épica, os vimos a vosotros persiguiendo a estos tres y decidimos venir a ayudar. —Resumió Brooklynn terminando de atar a Hap con unas enredaderas.

—No te olvides de cuando escuchamos a la pareja esa conspirar con este. —Recordó Darius.

—Corrección, yo la escuché, vosotros solo os enterasteis porque yo os lo conté. —Corrigió Kimura.

—Mirad chicas, esto nos habría venido muy bien para enfrentarnos a Toro. —Dijo Darius cogiendo la electrovara.

—Centraos. La pareja, ¿Qué era lo que decían? —Preguntó Ashla.

—No demasiado, pero están tramando algo, eso seguro. Y Hap también. Deberíamos matarlo ahora, antes de que nos cause problemas. —Respondió Kimura.

—Propongo que se lo coma el mosasaurio. La pobre Serena debe de estar pasando hambre. —Sugirió Darius.

—Espera, ¿Hay un mosasaurio? ¿A qué estamos esperando para echarle a Hap? O el Rex. —Dijo Kimura.

—O podríais escucharme. —Dijo Ha levantándose.

El resto retrocedió. Ashla se llevó la mano a su blaster, Brooklynn a su sable de luz y Kimura a su espada.

—¿Estás despierto? —Preguntó Brooklynn.

—Pues claro que lo estoy, ¿Creíais que unos críos iban a poder conmigo? —.

—Pues no decías eso cuando salías corriendo de mi. —Dijo Ashla.

—Acepto el desafío. Una lucha a muerte. —Respondió Kimura desenvainando su espada.

—Baja eso chica, podrías hacerte daño. —.

—Alguien va a hacerse daño, y no voy a ser yo. —Contestó acercándose espada en mano.

—Vamos, ¡dale...tú! —Animó Kenji.

—Será un placer. —.

—Vamos, atrévete. —Desafió Hap.

Kimura se acerco y le propino un puñetazo en el estomago. Cuando Hap se repuso la embistió. Kimura se lo quitó de encima y le iba a matar de una estocada cuando la espada de Kimura salió volando de sus manos por la acción de Brooklynn y Ashla se interpuso entre Hap y Kimura.

—¡Todo el mundo quieto! —Gritó Ashla.

—Vamos a calmarnos todos un poco. —Dijo Darius.

Kimura recogió su espada y mirando a Brooklynn con un poco de enfado. —¿Cómo es que le protegéis? ¿De que lado estáis las dos? —.

—Del de no matar a nadie sin un motivo. —Respondió Brooklynn.

—Porque no lo vamos a matar hasta que haya hablado, luego ya veremos. —Respondió Ashla.

—Yo no me fio de él, pero igual conviene escucharle. Después que Kimura lo mate si quiere. —Opinó Darius.

—No hay tiempo para esto. Tenéis que confiar en mi. Intento salvaros la vida. —Dijo Hap.


Campamento de Mich y Tiff.

Mich estaba revisando en interior de una bolsa de viaje, mientras Tiff transportaba un par de cajas a alguna parte. Varios de los guardaespaldas que se habían traído también estaban transportando cajas, bolsas y revisando algunos equipos. Mientras, Ben, Yaz y Sammy estaban sentados en las sillas junto a la hoguera apagada. Bumpy estaba tranquilamente tumbada a la sombra de una tienda después de haberse pasado el día comiendo por los alrededores.

—¿Metiste la bolsa de camuflaje que te pedí, cielo? —Preguntó Mich.

—Ya te he dicho que sí, cielo. —Respondió enfadada.

—Es que a veces te olvidas, como aquella vez que oh... —.

—Aquellas gafas, hace dos años, ya pasó cielo. —.

—Em, ¿Qué sucede? ¿Hace falta todo esto para ir a buscar a Ashla, Kenji y Hap? —Preguntó Ben.

Yaz y Sammy miraron a Mich y Tiff, que se miraron entre ellos y Tiff se marchó a otro sitio dejando a su esposo el asunto.

—Solo queremos estar preparados para lo que pueda haber por el camino. Ya sabes que la lanzadera llegará en tres días. ¿Querréis que os rescaten de una pieza, no? —Respondió Mich.

—¿Qué? Dijiste que la lanzadera vendría en dos días. —Recordó Yaz.

—Dos o tres, ¿No cielo? —.

—Estoy segura. Coge eso que necesitamos de la tienda de Hap. —.

—Em, creo que Hap dijo que nadie podía entrar. —Recordó Sammy.

—¿Por qué no coméis un poco de chocolate? Es de una marca muy cara. Vamos id por allí. Vamos. —Dijo Tiff alejando a Sammy de allí.

Sammy, Yaz y Ben se alejaron y se pusieron formando un corro. A Yaz se le veía en la cara que no estaba contenta, y Sammy estaba un poco preocupada. Ben era el único que estaba tranquilo.

—Decidme que a vosotros también os ha parecido muy extraño. —Comentó Yaz.

—¿Qué? —Preguntó Ben sin entender.

—¿Cómo te olvidas del día que viene la lanzadera? —Preguntó Yaz.

—Y es muy sospechoso todo eso que han traído. —Añadió Sammy.

—Estáis tan paranoicas como Ashla. —.

Entonces Tiff y Mich salieron de la choza de Hap con una maleta grande bajo el brazo y una caja, respectivamente, y las dejaron sobre la mesa. Ambos saludaron a los tres adolescentes amablemente, y estos se lo devolvieron, Ben con amabilidad, Yaz y Sammy intentando disimular su preocupación para que no sospecharan. Ben miró a Yaz y a Sammy y suspiró.

—Vale, os lo demostraré. Este es el plan.—.

Mich, Tiff y varios de sus guardaespaldas estaban revisando el interior de unas maletas, bolsas y cajas, hasta que Mich y dos de sus guardas fueron. Sammy aprovechó ese momento para acercarse a Tiff.

—Oye Tiff, ¿Qué hay ahí? Uh, ¿Qué hay ahí? —Preguntaba Sammy una y otra vez intentando mirar en el interior de las bolsas maletas y cajas, mientras Tiff intentaba impedir que lo hiciera.

Entonces Mich y los otros dos se toparon de frente con Yaz.

—¿Color favorito, comida favorita, color de comida favorita? —Preguntó dejando confundidos a Mich y los otro dos.

Mientras las chicas distraían a Mich y Tiff, y el resto de sus guardaespaldas miraban todo confundidos, Ben aprovechó para pasar disimuladamente detrás de todas las tiendas, hasta que entró a la tienda de Hap. Al entrar miró hacia atrás para asegurarse de que no le habían visto, y tras ello, prestó atención al interior de la tienda. Al hacerlo se sobresaltó al ver a N7-F4. Pero se tranquilizó un poco al ver que no se movía, estaba en una plataforma para recargar su energía. Parecía que estaba apagado. Aparte del droide, en la tienda solo había una mesa con tazas y una silla, unas mesas y sillas plegadas a un lado, varias cajas grandes. Nada sospechoso al principio. Pero la expresión de Ben cambió radicalmente cuando se acercó a una mesa tapada con una sábana blanca, al quitarla veo cuatro cuchillos de caza, un hacha y un rifle blaster de caza. Al quitar otra sábana blanca se encontró con otra hacha, una ballesta blaster para cazar y un vibromachete. Finalmente vio otra sábana igual que las otras que tapaba algo sobre una mesa. Se acercó con cautela y al quitarla contempló con horror la cabeza decapitada de un sinoceratops, colocada a modo de trofeo. De pronto se escuchó el sonido de un blaster cargándose.

—Vaya, vaya, vaya, a quién tenemos aquí. —Dijo N7 apuntando a Ben con un blaster de caza que tenía al lado.

De inmediato la lona que tapaba la entrada a la choza se abrió y entró Mich.

—¿Qué estás haciendo aquí, Ben? —.

—¿No es evidente amo? Estaba fisgoneando donde no debía. —Respondió N7.

—No sois ecoturistas, sois... —.

—Somos furtivos, si. Me alegro de que hayas visto esto, Ben. —Dijo cogiendo uno de los cuchillos de caza. —Los amigos no se mienten. —.

Ben retrocedió. —Dijisteis que recibisteis la baliza. —.

—Ah, si, ni idea de que es eso. No queríamos que hicierais preguntas. —Contestó ojeando la hoja del cuchillo. —Pero oye, al final ha funcionado. —Mich dejó el cuchillo sobre la mesa y cogió un datapad. —Compré este datapad de la UCA en el mercado negro. Tendría que localizar a los dinos con un chip, pero... —.

—No hay red. —Terminó Ben encendiéndolo al cogerla cuando se la lanzó Mich.

—Le dije al amo Mich que probablemente no serviría de nada precisamente por caerse la red de Jurassic World, pero como de costumbre no me escuchó nadie. —Dijo N7.

—Nadie te ha preguntado N7. Y sí, estás en lo cierto Ben. —Contestó revisando la ballesta.

Desesperadamente, Ben intentó atacar a Mich por la espalda, pero N7 disparó al suelo justo delante de Ben y se detuvo.

—Y aunque Hap venía bien recomendado es bastante inútil encontrando dinosaurios, no sabe nada sobre ellos o sobre la isla, como tú. Así que ahora tú nos ayudaras. —Dijo revolviéndole el pelo a Ben. Este le quitó la mano de un manotazo.

—¿Y por qué crees que os ayudaré a matar dinosaurios? Creía que os importaban. —.

—Así es. Llevo toda la vida esperando este momento, ver dinosaurios de verdad en persona. —Explicó Mich yendo hacía su cabeza-trofeo de sinoceratops. —Pero ahora la reina ha prohibido el acceso total a Isla Nublar, igual que al resto de Deinokia. Estos dinosaurios están abandonados, olvidados. Seguramente seamos los últimos que los van a ver. Intento preservar la memoria de Jurassic World ¡¿No lo entiendes?! ¡Gracias a nosotros estás magnificas criaturas vivirán para siempre. —.

—Colgando sus cabezas de vuestra pared. —.

—Le dije que no aceptaría, amo. —.

—¡¿Quieres callarte de maldita una vez, pedazo de hojalata?! —Gritó a N7. Luego Miró a Ben más calmado. —Estoy decepcionado, creía que estábamos entendiéndonos Ben. Pero te lo pondré más fácil. —.

Mich agarró a Ben por el hombro y lo sacó fuera de la tienda. Allí estaban Yaz y Sammy con varios guardas sujetándolas y a Tiff con los blasters de Yaz apuntando a las dos, y a un lado cuatro de los mercenarios intentaban mantener a Bumpy atada con unas cuerdas.

—Tú nos ayudas a cazar a unos dinosaurios y nosotros os llevaremos a casa. Si no, os dejaremos a todos aquí, abandonados y olvidados, como los dinos. Así que, Ben, ¿Qué vas hacer? —.

Ben estaba asustado, y muy preocupado. Entonces, como si notara el peligro, Bumpy empezó a luchar más por zafarse de las cuerdas. Los cuatro guardias luchaban por que no se escapará. Sin embargó, a uno de ellos se le resbaló la cuerda de las manos y cayó al suelo. Con uno menos, los otros tres no pudieron evitar que Bumpy se soltara. Uno de los cuatro intentó volver a sujetarla. Pero Bumpy le golpeó de lleno con la maza de su cola en el estomago, y el pobre mercenario salió volando hasta estrellarse contra un árbol como si fuera un muñeco de trapo, hasta caer al suelo para no volver a levantarse. Así, a pesar de los gritos y las órdenes de Mich, los tres guardas restantes no se atrevían a acercarse. Para solucionarlo, Mich cogió el blaster de caza que tenía N7 e intentó disparar a Bumpy a la cabeza. Pero Ben intervino, Mich falló y el disparo de plasma solo rozó la armadura de Bumpy, que para sobrevivir optó por irse, a pesar de que no quería abandonar a Ben.

Los tres intentaron aprovechar el caos para huir, pero uno de los mercenarios electrocuto a Sammy con una electrovara y Tiff la cogió por el cuello y le puso el cañón de uno de los blasters de Yaz en la cabeza. Momento que Ben y Yaz se pararon.

—Más os vale no causarnos problemas ni intentar escapar, especialmente a ti Ben, porque Tiff no tendrá problemas en dispararle a alguna de tus amigas. —Amenazó Mich.


Selva de Isla Nublar.

—Vale, empieza a hablar, ¿Por qué estabas...? —Ordenó Ashla.

—¿Estos son nudos de doble vuelta? ¿Dónde aprendiste a hacer estos nudos? —Preguntó Hap.

—Eh, nosotros hacemos las preguntas. —Dijo Brooklynn encendiendo el sable de luz.

—Espera, ¿de dónde has... ? —Preguntó Kenji.

—Una larga historia. —Respondió Brooklynn.

—Centrémonos. Mas te vale hacernos caso, porque tenemos un dinosaurio carnívoro grande que te arrancará la cabeza de un mordisco y un dinosaurio venenoso y estamos dispuestos a usarlos. —Dijo Darius.

Hap giró la cabeza y vio a Campeón, echándose una siesta bajo un árbol después de haber devorado a los dos mercenarios muertos que habían acompañado a Hap hasta ahí, y a Mei intentando atrapar una mosca. Luego miró al grupo alzando una ceja. Ashla se llevó la mano a las cejas y Brooklynn a la frente con brusquedad, Darius simplemente negaba con la cabeza y Kenji suspiró.

—Yo me encargo. —Dijo Kimura.

Avanzó hasta Hap, desenvainó la espada y le acercó la punta a la garganta.

—Escúchame, vas ha responder a todas las preguntas. Porque yo no voy a ser tan suave como el resto. Si tengo que cortarte un dedo lo haré. —Amenazó Kimura.

Hap iba a replicar, pero contuvo. No era muy buena idea replicarle a alguien que tiene un arma en tu cuello.

Afortunadamente para Hap, llegaron Darius y Brooklynn para alejarla de Hap. Su lugar fue tomado por Ashla.

—Vamos a ver, no quiero que te maten sin antes haberte interrogado, así que hazte el favor de hablar, o la próxima vez no intervendré. Además, creo que tú y yo podríamos entendernos, al fin y al cabo, los dos somos personas de acción. —Dijo Ashla.

—Ya claro, porque llevar puesta la armadura siempre que hay peligro es muy duro. —Se burló Hap.

Ashla no quería responderle, pero al final acabó haciéndolo.

—Tú no sabes lo que es duro. —Ashla movió una de las mangas de su camiseta para mostrar una cicatriz en su hombro derecho. —Disparo de blaster. —.

—Uh. —Dijo Kenji cuando Ashla mostro la cicatriz.

Entonces Hap mostró una cicatriz en su brazo derecho. —Un nexus. —.

Kenji y Darius estaban sorprendidos. Kimura solo miraba.

Ashla mostró otra cicatriz en su pantorrilla izquierda que seguía subiendo por el muslo hasta llegar al vientre. —Metralla de una granada de fragmentación. —.

—Yo una vez me pase enterrado una semana por una avalancha. —.

—Me pase 72 horas seguidas luchando sin descanso en un simulacro de entrenamiento con fuego real. —.

—Fui atacado por un grupo de... —.

—Yo le di un puñetazo a un sardún. Todos somos impresionantes. —Exclamó Brooklynn para que pararan.

—Yo tengo dinero. —Dijo Kenji, pero los demás le miraron como si estuviera fuera de lugar y se cruzó de brazos.

—Madre mía, hay cosas que nunca cambian. —Comentó Darius entre risas.

—Seguro que mi padre es más rico que el tuyo. —Añadió Kimura.

Kenji iba a replicar, pero la mirada de Ashla hizo que se callasen.

—Y exactamente, ¿De que nos va a servir que nos persigan por la selva? Además, les dijiste a Mich y Tiff que te encargarías de nosotros. —Preguntó Ashla.

—Eso intento, llevándoos a casa. Mirad, no soy la mejor persona de la galaxia, lo admito, pero cuando dijeron que os dejarían aquí para que murierais, bueno, tenía que hacer algo ¿No?

—¿En serio? —Preguntó Brooklynn.

—A ver, lo importante es sacaros de aquí, a todos. —Lo último lo dijo mirando a Kimura.

—Sinceramente, sigo sin creérmelo. —Dijo Kimura.

—A mi también me cuesta creérmelo, la verdad. —Concordó Darius. —Deberíamos librarnos de él. —.

—Tenemos una lanzadera, estacionada en el espaciopuerto noroeste. —Afirmó Hap.

Eso dejó al grupo callado.

—¿Hay una forma de salir? —Preguntó Kenji aún sin creérselo.

—Pero dijeron que se había marchado para que la flota no sospechara mucho. —Comentó Ashla.

—Mentimos. —.

—Vaya, y por eso ya tenemos que creerte. —Dijo Ashla con ironía. —

—¡Escuchad! Descubrí una especie de garaje por aquí cerca cuando desembarcamos, cogeremos un aerodeslizador, iremos al muelle y demostraré que dijo la verdad. —Sin embargo, el grupo seguía callado. —Por favor, creedme. —Suplicó.

Ashla, Kenji, Kimura, Darius y Brooklynn se habían reunido un poco alejados de Hap formando un corrillo para debatir sobre si creerle o no y que hacer con él.

—No me lo creo. Resulta muy complicado de creer. Creo que lo mejor sería abandonarle a su suerte e ir a por nuestros amigos. Al fin y al cabo, tenemos a una soldado de las fuerzas especiales, a una deinokiana armada hasta los dientes con una piel inmune a los blasters, a dos dinosaurios carnívoros y a Brooklynn. Creo que podríamos apañárnoslas. —Opinó Darius.

—Si dice la verdad Ben, Sammy y Yaz tienen un gran problema. Tenemos que creerle. —Defendió Kenji.

—Yo tampoco lo creo. A ver, no digo que este mintiendo en lo de la lanzadera, pero igual nos está ocultando que es una trampa. La verdad es que no sería la primera vez que ocurre algo parecido. Yo voto por matarle e ir por nuestra cuenta directamente al muelle. Si nos ha contado lo del garaje antes que lo del espaciopuerto, la emboscada, si la hay, estará ahí. —Comentó Kimura.

—Em, sabéis que puedo oíros perfectamente ¿Verdad? —.

—Cállate, están hablando los mayores. Siempre había querido decir eso. —Admitió Kimura.

—Yo le creo. —Dijo Brooklyn.

—¿Qué? —Preguntó Darius.

—Ya se que es un poco difícil de creer. Pero al sentir sus emociones he podido notar que no mentía, que se arrepentía y que de verdad quería ayudarnos a volver a casa. Yo creo que deberíamos creerle. —Explicó.

—Tú desempatas Ashla, ¿qué hacemos? —Preguntó Kenji.

—Vale, esto es lo que haremos. Nosotros salvaremos a Ben, Sammy y Yaz. Y tú nos acompañarás. Así te tendremos controlado, y si hay una emboscada lo podemos usar como escudo humano o como rehén, las dos me valen. —Sentenció y fue con Hap.

—Brooklynn, ¿podemos hablar un momento? —Preguntó Darius.

Brooklynn asintió y se alejaron un poco.

—¿Estás segura de todo esto? Me refiero, ¿De verdad crees que es buena idea hacerle caso? El mismo ha admitido sutilmente que ha hecho cosas cuestionables. —Preguntó Darius.

—Darius, ya se que la historia no es la más creíble de la galaxia. Pero cuando estaba hablando, he podido sentir que realmente quería ayudarnos. —.

—Sí, ya se que es una habilidad de la Fuerza que tienes, ¿pero como estás tan segura de que no te estás equivocando? A ver, aunque seas buena notando las emociones de otras personas no significa que no te puedas equivocar. —.

—Porque la habilidad de adivinar las emociones de otras personas la desarrolle de forma instintiva. —.

—¿Pero lo de la Fuerza no se aprendía con el tiempo? —.

—Sí, pero por lo que investigué, los que nacemos con sensibilidad a la Fuerza normalmente de pequeños desarrollamos algunas capacidades de la Fuerza de forma instintiva, como detectar situaciones de peligro instintivamente, tener una relación muy fuerte con algunas especies animales, o como es mi caso adivinar de forma instintiva las emociones de las personas. —Explicó. —Se que puede parecer raro, pero nunca me he equivocado. Por favor, confía en mi. —.

Brooklynn puso sus manos sobre los hombros de Darius y lo miraba con cariño, para que confiara en ella. Darius la miró a los ojos, le costaba confiar en Hap, pero como el había dicho antes, con Ashla, con Kimura, con Brooklynn y con Campeón se las podrían apañar bien.

Darius suspiró. —Ojalá tengas razón, esta no es una buena situación para que te equivoques por primera vez. —.

Brooklynn le sonrió, le dio las gracias y los dos se dieron un beso casto y volvieron con el resto. Desde la distancia Kenji los vio.

—Esperad, ¿Es que estáis juntos? —.

—Pues sí, lo están. —Respondió Kimura.

—Mierda, es verdad, que Kenji no lo sabía. —Dijo Brooklynn.

—Pues bueno, más vale tarde que nunca. Brooklynn y yo somos novios. —Informó Darius.

—Jajaja, es increíble, enhorabuena, me alegro muchísimo por vosotros, sabía que ibas acabar juntos. Yaz me debe 25 créditos. —Felicitó Kenji.

—Entonces desatadme y vámonos ya. —Dijo Hap cuando Ashla se acercó.

—No tan rápido. —.

El grupo pintoresco grupo estaba en camino hacia la ubicación del supuesto garaje. Ashla abría la marcha, con la armadura activada y con un fusil blaster NH-40, un arma echa mayoritariamente de madera, con un cañón de duracero y una vibroballoneta en la parte delantera del arma; detrás iban Kenji y Darius, con Mei subida a su espalda; justo detrás Brooklynn llevando a Hap, al que había atado las manos una enredadera en las manos para llevarlo sin que se escapara; y Kimura, montada en Campeón, cerraba la marcha justo detrás de Hap.

—Bueno, al menos sabe como hacer un nudo. —Dijo Hap revisando los nudos que había hecho Brooklynn.

—Oye, por favor, no dejes que lleven razón. No me gusta hacerle caso a alguien como ella. —Dijo Kenji señalando a Kimura.

—Te he oído. Estate preparado por si acaso, vale. —Comentó Kimura mirando a Campeón.

—Y que habla con su dinosaurio. —.

—Pues seguro que Campeón es más inteligente que tú. Basta con que no lo estropee. —Contestó Kimura.

—Por lo menos el no es un psicópata. —Dijo Hap.

—Kimura no es una psicópata. —Respondió Darius.

—¿Ah no? ¿Y entonces porque cuando me peleé con ella antes en lugar de matarme al principio peleó conmigo? —.

—Eso es por motivos culturales. Mi padre es de Juras, pero mi madre es Sármata, una tribu nómada de las praderas del noreste del continente. En ellos para poder tener relaciones de adultos tienen que matar a una persona en combate. —Explicó Kimura.

—Gracias por la clase. —.

—¿Pero habrá una edad mínima o máxima, no? —Preguntó Brooklynn.

—En realidad no, puedes tener ese tipo de relaciones siempre que hayas matado a alguien en combate, da igual si lo matas con 8 años que con 80, siempre y cuando el combate sea de verdad y no sea ni uno simulado ni de entrenamiento. —.

—Vamos, es por aquí. —Avisó Ashla.

—Tú, eh, oye ¿Pegaste a un sardún? —Preguntó Hap.

—Fue más bien un aspaviento de pánico, pero sí, lo hice. —Respondió.

—Bien. Tú y yo tenemos ahh... —Decía Hap, pero se calló cuando Brooklynn pegó un tirón repentino.

—Que quede claro Hap, el resto no confía en ti y no somos amigos. —.

—Yo tampoco confiaría. Pero hazlo, voy a demostrártelo. —.

Entonces Campeón que estaba detrás de Hap siseó amenazadoramente mostrando los dientes.

—Chicos, mirad. —Avistó Kenji.

Justo delante de ellos había un edificio de hormigón bastante grande, con una puerta metálica lo suficientemente grande como para que entraran varias clases de aerodeslizadores y speeders.

—¿Me creéis ahora? —.

—Esto no demuestra nada. Podría estar vacío, no ser un garaje y ser otra cosa, o habernos preparado una emboscada dentro. —Comentó Kimura.

—Quizá haya algún vehículo dentro. —Afirmó Kenji.

—Puede, pero de todos modos tenemos que ir con cautela, no sabemos que o quien hay dentro. —Añadió Darius.

En ese momento Ashla cambió su rifle blaster NH-40 por su subfusil de asalto CT-29. Y con el arma preparada salió de ente los arbustos hasta acercarse a la pared, seguida por el resto, con Campeón y Kimura, desmontada, los últimos. Entonces Campeón emitió varios sonidos de alerta bajos, para que solo lo oyeran ellos, eso alertó a Kimura.

—Chicos, por aquí hay algo. —Avisó.

De pronto se escucharon rugidos de baryonyx. Todos se escondieron tras la pared lateral del garaje. Darius sacó la mitad de su cara para ver mejor, a pesar de que Ashla había querido hacerlo ella en lugar de él. Tras un momento, de la selva salieron Grim, Chaos y Limbo, y Darius se escondió de nuevo. Sin embargo, Ashla ocupó su lugar y sacó parte de su cara para mirar. Entonces se escucharon unos rugidos diferentes, los tres baryonyx se giraron y vieron salir de la selva a un suchomimus. Los cuatro dinosaurios se encararon, pero el suchomimus optó por alejarse un poco de los tres baryonyx para evitar un enfrentamiento del que saldría muy mal parado.

—Esto es malo. —Dijo Darius.


En otro lugar de Isla Nublar.

Ben estaba algo alicaído revisando su cuaderno para guiar a Mich, Tiff, N7 y a la mayor parte de los mercenarios que habían contratado, solo habían dejado a cinco en el campamento para vigilar y para encargarse del equipo y del equipaje.

—No ha sido fácil, pero elegiste lo correcto. Gracias a ti acabaremos pronto. —Dijo Mich.

—Agh, eso espero. Por la Fuerza, sabes que no quería niños. Ahora tenemos tres, y ningún guía. —Se quejó Tiff espantando a los mosquitos.

—No es necesario cielo, está Ben. Y no está llevando a... redoble de tambores... —.

—El abrevadero. —Respondió con tristeza.

—Un bufet libre para cazar. Este chico lo vale, ¿no os lo dije que lo valía? —Rio Mich.

Entonces Sammy tosió para llamar la atención de Yaz, y cuando la miró, Sammy señaló con disimulo a su tobillo entablillado. Yaz entendió a lo que se refería, y tras unos metros fingió que trastabillaba y caía al suelo fingiendo molestias.

—Es el tobillo, necesito parar. —Dijo Yaz.

—Solo un ratito, no puede ir tan rápido. —Pidió Sammy.

—Vale, cansa mucho espantar mosquitos. ¿Por qué solo me atacan a mi? —Permitió Tiff.

Todos se quedaron descansando a la sombra de un árbol, todos menos N7.

—Yo no lo haría, amos. Las probabilidades de que intenten algo son muy altas. —Avisó N7.

—Nadie te ha preguntado N7, nos vendrá bien un descanso. La próxima vez estate callado a menos que te preguntemos. —Contestó Mich cansado de N7.

—No podemos seguir con esto, tenemos que hacer algo. —Susurró Yaz cuando Ben y Sammy le ayudaron a sentarse.

—Solo hay dos opciones: ayudarlos y volver a casa o no hacerlo y quedarnos aquí o que nos maten. —Explicó Ben.

—¿Y la opción c? —Preguntó Sammy.

—No hay opción c, solo hay que...mirad, Darius nos prometió que nos llevaría a casa, pero el ya no está, y ya que él y Brooklynn no van a poder, y que Ashla no está con nosotros yo soy el único que puede hacerlo. —Dijo Ben.

—Sshh. —Mandó callar Mich cuando se escucharon las hojas moverse. —Cielo, ¿Oyes eso? —.

Se escucharon más hojas, y también ramas romperse. Cada vez más cerca. Los guardaespaldas de Mich y Tiff agarraron con fuerza sus armas.


Garaje Nº 5 de Jurassic World.

El grupo seguía escondido tras la pared, mientras Grim, Chaos, Limbo y el suchomimus patrullaban el área abierta frente a la puerta del garaje, rastreando en busca de comida. El grupo guardaba silencio, hasta que Campeón y Mei se empezaron a poner nerviosos y a hacer ruido. A pesar de ello, Kimura consiguió calmar a Campeón y Brooklynn a Mei. Sin embargo, los baryonyx y el suchomimus los escucharon, y empezaron a acercarse, aunque eso hizo que los cuatro carnívoros se enzarzaran en una pequeña discusión.

El grupo retrocedió hasta una puerta más pequeña que había para el acceso de personas. Kenji intentó abrirla, pero no pudo, estaba cerrada, y lo demostraba la luz roja de la cerradura electrónica. Mei, para salvar la situación volvió a usar su vieja confiable, salir y plantarse delante de la amenaza y luego salir corriendo para distraerlos. Y eso hizo, saltó desde la pared siseó a los cuatro carnívoros y después corrió hacia los árboles. Eso hizo que los tres baryonyx perdieran el interés, pero no así el suchomimus, que aprovechó que los baryonyx se alejaban para investigar. El grupo retrocedió hasta la puerta, que seguía cerrada. Pero Brooklynn al pasar por delante de la cerradura electrónica esta cambió de color al verde y la puerta se abrió con un suave zumbido.

—¿C-c-cómo has...? —Preguntó Kenji.

Brooklynn sacó la placa de plástico.

—Esa es la placa de plástico que cogiste del laboratorio. —Dijo Darius.

—No hay tiempo, hay que entrar ya. —Susurró Kimura alarmada y tratando de calmar a Campeón.

Todos entraron por la puerta, y para cuando el suchomimus llegó a la esquina no había nada ni nadie allí, así que dio media vuelta.

El interior estaba oscuro, pero aún así se podía ver algo, y todo lo que se veía eran palés, bidones de combustible, un contenedor y varios objetos relativamente grandes cubiertos con lonas azules. Brooklynn se acercó a ver si había algo más, pero no, eso era todo.

—¿Por qué tendría el del cumple una tarjeta de aquí? —Se preguntó Brooklynn.

—¿Puedo verla? —Preguntó Ashla, y Brooklynn se la dio. Tras examinarla, Ashla llegó a una conclusión. —Esto no es una tarjeta, esto es una llave maestra. En principio con esto puedes abrir cualquier puerta del parque. —Explicó.

—¿En serio? —.

Tras preguntar eso se fue a probarla.

—Otra vez igual. —Se quejó Kenji.

—Cállate, al menos ella tiene sentido común. —Le reprochó Hap.

—Brooklynn, deberías intentar pensar en si es buena idea usar la tarjeta en según que sitios. —Le aconsejó Darius.

—Tranquilo, está todo controlado. Sí tengo razón, debería abrir esta puerta. —.

Brooklynn puso la llave electrónica junto a una cerradura de un pequeño contenedor que había a un lado, pensando que abriría la puerta del contenedor. Pero la puerta que se abrió fue la puerta grande del garaje dejando entrar la luz del atardecer. Campeón entonces se puso a bramar, y Kimura desenvainó su espada. Mientras, los cuatro carnívoros fueron hacia el sonido.

—Mierda. —Maldijo Brooklynn y volvió a poner la llave sobre la cerradura para que se cerrara, pero eso no pasaba.

—Cierra la puerta. —Gritó Hap.

—Eso intento, pero no funciona. —.

—Eso es porque esa llave solo sirve para abrir, no para cerrar. Deberías haber hecho caso a Darius. —Dijo Ashla.

—Tenemos que salir de aquí. —Exclamó Darius.

—Allí. —Gritó Hap, mirando un speeder con un sidecar.

Todos corrieron hacia el speeder, Brooklynn se subió al speeder al tiempo que se ponía un casco, pero en el speeder solo podían subirse tres personas.

—Vale Brooklynn, Kenji y Hap podéis ir en el speeder, yo puedo ir con Kimura en Campeón. —Ordenó Darius.

—Entendido, pero necesitamos una distracción. —Comentó Brooklynn mirando como los cuatro carnívoros se acercaban corriendo.

—De la distracción me encargó yo. —Dijo Ashla mirando unos bidones de combustible.

—Espera Ashla, ¿Cómo vas a salir tú? —Preguntó Darius subido en Campeón con Kimura.

—Volando. —.

Grim, Chaos, Limbo y el suchomimus estaban cerca de la puerta principal del garaje cuando el grupo salió a toda velocidad del garaje, Brooklynn, Hap y Kenji en el speeder; Kimura y Darius montando sobre Campeón y Ashla volando en su jet pack, en el momento en el que en el interior del garaje los bidones de combustible explotaron con una gran llamarada que hizo que los carnívoros se detuvieran en seco. El grupo aprovechó la distracción para pasar entre ellos sin que estos les atacaran y para intentar alejarse todo lo posible. Sin embargo, en cuanto los dinosaurios se recompusieron empezaron a perseguirlos.

—Bien chicos, yo voy al campamento de Mich y Tiff a ver si todavía siguen ahí. Nos encontraremos en el punto que hemos acordado. —Dijo Ashla.

El resto asintió, y Ashla voló en dirección al campamento.

Ashla voló hasta estar cerca del campamento de los cazadores. Sin embargo, aterrizó a una cierta distancia para intentar pasar lo más desapercibida posible. Una vez hubo aterrizado, cambió la coloración de su armadura a una con camuflaje de selva, y cuando estuvo lista se acercó sigilosamente con el arma al frente listo para disparar.

Cuando llegó al límite del campamento, lo observó con algunas de las funciones que tenía su casco. Pero no vio ni a Mich, ni Tiff ni los campistas, de hecho, solo había cinco de los mercenarios que se habían traído. No sería demasiado difícil.

Ashla salió por sorpresa de la selva disparando en ráfagas de tres disparos cada una, sin fallar ni un disparo. Ese ataque a los mercenarios les había pillado completamente desprevenidos, y cuando quisieron reaccionar ya era tarde. Al salir, Ashla había disparado mortalmente a un mercenario que estaba revisando las armas, matándolo en el acto, y rápidamente disparó letalmente a uno que había al lado. Los otros tres intentaron defenderse, pero Ashla mató a dos de ellos en apenas dos segundos, y al tercero solo lo hirió, lo necesitaría vivo para interrogarlo. En menos de diez segundos, el ataque había terminado, y se había saldado con cuatro mercenarios muertos, uno herido y Ashla totalmente ilesa.

Con el arma apuntando al mercenario herido, se acercó con cautela, aún podía tener un arma escondida. Cuando estuvo al lado del mercenario, le apuntó a la cabeza y presionó con la pierna la herida de blaster que tenía en el vientre. El mercenario gritó de dolor.

—¿Dónde están Mich y Tiff? —Preguntó con frialdad.

—Sí, a ti te lo voy a decir. —.

Pero esa respuesta no convenció a Ashla y disparó una vez a unos milímetros de la cabeza del mercenario como amenaza. Este pareció entender que no le preguntaría una segunda vez.

—Cazando. —Respondió.

—Eso ya lo suponía, lo que quiero que me digas es a dónde se han ido a cazar. —.

—N-no lo se, no me lo dijeron. Por favor no...—Suplicó el mercenario, pero el tiro que disparó Ashla en su cabeza le impidió continuar.

Ashla maldijo para sus adentros y volando con el jet pack se dirigió hacia el punto de reunión.

Mientras, los cuatro carnívoros parecían haber dejado de lado sus diferencias y les perseguían sin pelearse entre ellos.

—Voy a intentar atraer al suchomimus. —Dijo Kimura.

Soltó las riendas, cogió su electroblaster y disparó contra el suchomimus, al tiempo que con las piernas indicó a Campeón que fuera hacía la derecha. Campeón obedeció, y la idea de Kimura funcionó, ya que el suchomimus siguió a Campeón, dejando el speeder a los baryonyx.

Por su parte, Kimura se adentró en la selva, para aprovechar los árboles para intentar despistar al dinosaurio. Pero no funcionó, así que optó por utilizar la misma estrategia que había usado contra la Indominus Rex.

—Darius, sujeta las riendas. —.

—Pero si yo no se como guiar a Campeón. —.

—No hace falta, la ventaja de los dinosaurios sobre los speeders es que ellos ven y piensan, por lo que esquivan los obstáculos solos mientras uno dispara. —.

Dicho esto, Kimura disparó una ráfaga contra el suchomimus y cuando este abrió la boca Kimura le disparó a la garganta, acertando. El efecto sobre el suchomimus fue el mismo que en la Indominus, se detuvo y empezó a hacer gestos como si fuera a vomitar. Para cuando se recuperó, sus presas ya se habían alejado tanto que ni se molestó en ir tras ellos, así que se fue a buscar comida a otra parte.

Kimura hizo que Campeón continuara hasta que se aseguró de que no les perseguía. Cuando se cercioró de ello, ordenó a Campeón detenerse junto a un arroyo y ella y Darius desmontaron para que Campeón descansase un poco. Kimura dio a probar a Campeón un poco de carne que tenía en una bandolera como recompensa y le acariciaba cariñosamente mientras bebía agua. Cuando Campeón descanso lo suficiente, retomaron el camino hasta el punto que les había indicado Ashla, aunque a un menor ritmo.

Entre tanto, Brooklynn, Hap y Kenji tenían algunos problemas para librarse de Grim, Chaos y Limbo.

—No basta, siguen siendo tres. —Informó Hap.

—¿Recordáis cuando nos librábamos de los dinosaurios furiosos de uno en uno? —Preguntó Kenji.

Pero Brooklynn no le escuchó, estaba demasiado concentrada en intentar despistar a los baryonyx. Y para hacerlo se le ocurrió atravesar una zona de hierba alta. Aceleró para alejarse todo lo posible de los tres carnívoros y se adentró entre la hierba. Cuando salieron, aparentemente los dinosaurios no los perseguían.

—Yuhu, sí. —Celebró Kenji. Pero casi al instante Grim, Chaos y Limbo salieron de la hierba.

—Tenías que decirlo. —Reprochó Brooklynn.

—¿Alguna otra idea? —Preguntó Kenji.

Sin embargo, por ir distraída Brooklynn casi choca el speeder contra unas rocas. Pero consiguió esquivarla y meterse en una especie de laberinto conformado por rocas. Aunque Grim casi consigue morder el speeder, Brooklynn viró a tiempo para esquivar una roca a su derecha y a Grim, contra quien chocó Chaos que consiguiendo frenarle. Brooklynn intentaba no chocarse contra las rocas al pasar por un estrecho pasillo entre ellas, teniendo bastantes dificultades para manejar el speeder. Aunque al menos parecía que habían despistado a los baryonyx.

—Ese es el embrague, frena con el pie, el pie. —Dijo Hap.

Al hacerlo el speeder derrapó y con ello esquivó a Limbo, que apareció de pronto, y poco después se le unieron sus hermanas. Brooklynn pasó por un pasillo demasiado estrecho como para que pasara las dos al mismo tiempo. Pero los Chaos y Limbo empezaron a saltar por las rocas.

—¿Saben saltar? ¿Cómo han aprendido a hacerlo? —Preguntó asustado Kenji.

—Mierda, tienen el terreno alto. —Maldijo Brooklynn.

Brooklynn seguía pilotando como podía, pero los baryonyx se acercaban cada vez más. Entonces Hap le pegó una patada en el morro a Limbo cuando este intentó morderlos. Brooklynn aceleró, para intentar perderlo entre las rocas, pero los tres baryonyx les seguían muy de cerca, demasiado.

—¡Desatadme, puedo ayudar! —Gritó Hap.

Brooklynn tuvo que maniobrar violentamente para evitar unas rocas. La situación era desesperada para ellos. Así que no le quedó otra.

—Hazlo Kenji. —

Kenji, aterrado, desataba a Hap. Limbo estaba al lado de Brooklynn y trató de morderla, pero viró bruscamente para evitar, pero haciendo que Kenji casi se cayese del speeder. Cuando Kenji desató a Hap, este cogió la electrovara que tenía Kenji y se puso en pie.

—Intenta mantenerlo recto. —Exclamó, antes de electrocutar a Limbo en la boca.

Mientras Brooklynn estaba centrada en pilotar, Grim se colocó justo su lado, y Hap le electrocutó en el hocico con la electrovara, que pasó justo por delante de las narices de Brooklynn, pero Hap consiguió deshacerse de Grim. Brooklynn trataba de evitar chocar contra las rocas, Hap hacía lo que podía para alejar a los baryonyx y Kenji gritaba abrazado a Brooklynn.

—No corre lo suficiente. No vamos a conseguirlo. —Se lamentó Brooklynn.

Hap miró hacia atrás. —Algunos sí. Chicos, que tengáis una prospera vida. —Dijo Hap, y levantó la electrovara con la punta hacia abajo y enganchó el perno que unía el sidecar con el speeder, y lo quitó.

Cuando el sidecar se separó del speeder Hap saltó a tiempo antes de que saliera despedido contra las rocas, quedándose el de pie delante de los tres baryonyx armado solo con la electrovara mientras el speeder se alejaba. Limbo trató de ir tras él, pero Hap le golpeó con la electrovara en la cabeza para detenerle.

—¡Eh, la fiesta está aquí! —Gritó al empuñando la electrovara con fuerza.

Los Grim, Chaos y Limbo lo rodearon para impedir que escapase. Grim fue el primero en intentar atacar, pero se llevó una descarga. Se encaró con Limbo, que se colocó delante del pasillo por el que huían Kenji y Brooklynn. Hap aprovechó y los miró a modo de despedida. Kenji y Brooklynn lo miraron con tristeza. Pero Hap no tenía tiempo que perder, peleó a la desesperada unos segundos hasta que los tres atacaron al mismo tiempo. No pudo defenderse en esa ocasión.

—Hap. —Se lamentó Kenji.

—Nos ha ayudado, como prometió que haría. —Dijo Brooklynn.

Pero no tenían tiempo para lamentarse ahora, debían llegar hasta el punto en el que se encontrarían con Ashla, Kimura y Darius.


Centro de Isla Nublar.

Mich, Tiff, sus mercenarios, Ben, Sammy y Yaz se encontraba en medio de la selva, escuchando unas pisadas fuertes. Ya era casi de noche. El grupo se agazapó entre los arbustos y Mich y Tiff sacaron sus blasters de caza de una bolsa especial. Eran los únicos que llevaban blasters, aparte de N7, los mercenarios solo llevaban electrovaras. Los campistas observaron las armas con miedo, menos Yaz, que aunque no sentía miedo, si mucho respeto. Mich y Tiff cargaron sus armas, y esperaron a que saliera su presa. Finalmente, apareció un stegosaurio, Mich lo miró con asombró, pero Ben negaba con la cabeza.

—Es perfecto, mira las escamas. —Susurró Tiff.

—Es preciosa, ¿no cielo? Aléjate de su thagomizer. —Dijo Mich.

—¿Del qué? —.

—De las púas que tiene en la cola. —.

—Lo que tú digas. Dispara antes de que se escape. —.

—Tranquilo, no va a sentir nada. —Dijo Mich para intentar tranquilizar a Ben.

Mich apuntó con su blaster a la cabeza del stegosaurio. El stegosaurio se marchaba tranquilamente del sitio, con Mich y Tiff apuntándole a la cabeza. Los chicos miraban esto con preocupación y miedo. Mich ajustó la mirilla de su blaster para apuntar mejor y se preparó para disparar. Estaba a punto de disparar cuando Ben silbó. Mich se sobresaltó y falló el disparo. El ruido del disparo advirtió al stegosaurio que cargó hacia ellos, e intentó golpear a sus atacantes y a los adolescentes con su cola, pero falló el ataque, aún así siguió atacando. Los campistas aprovecharon el momento para intentar escapar.

—Tú. —Dijo Mich furioso.

No obstante, Mich y Tiff tuvieron que salir de ahí para no morir empalados. Pero el stegosaurio vio a los chicos escapar, fue tras ellos y les atacó también. Sin embargó estos consiguieron evadir sus ataques, aunque fueron interceptados por un par de mercenarios, que no dudaron en dejarles para poder escapar ellos cuando el stegosaurio les atacó también. Aunque al final, Ben, Sammy y Yaz consiguieron huir de allí. Pero uno de los mercenarios le dio un puñetazo en el estomago a Sammy que la dejó tosiendo en el suelo y Ben y Yaz fueron interceptados por el resto de los mercenarios, que los llevaron a rastras hasta donde estaban Mich y Tiff, forcejeando para intentar escapar, sin éxito. Ben inteligentemente, cogió su cuaderno, forcejeó hasta que consiguió soltarse del mercenario que lo agarraba, y aprovechó para arrancar una hoja del cuaderno, antes de que el mercenario volviera a agarrarlo.

—Te dije que darían problemas, hasta N7 te lo dijo. —Gritó furiosa Tiff.

—No empieces, cielo. —.

En ese instante Ben se libró del mercenario y placó al que agarraba a Yaz, que lo remató con una patada en la entrepierna y después pegó un puñetazo en la cara a Tiff y aprovechó para recuperar sus blasters. Cuando Yaz pasó al lado de Ben, este le dio la hoja arrugada.

—¡Vete! —Gritó.

Yaz hizo caso y empezó a correr, pero Tiff la agarró por el tobillo. Yaz disparó con sus blaster a diestro y siniestro para que no se acercaran los mercenarios. Iba a dispararle a Tiff cuando Sammy atacó a Tiff haciendo que soltara a Yaz.

—Vete Yaz. —Gritó.

Tras unos instantes de duda, Yaz empezó a correr. Los mercenarios salieron de sus escondites en los que se habían metido para no recibir un disparo, y Mich y Tiff agarraban a Ben y Sammy.

—Confié en ti Ben, y me has traicionado. Tenías que elegir, y has elegido salvar a los dinosaurios y no a tus amigos. —Dijo Mich.

—No es así, elegí la opción c. —.

—¿Qué quiere decir eso? —Preguntó Mich.

Entonces Tiff arrojó con fuerza a Sammy contra Ben, que cayeron al suelo. Luego le arrebató el blaster a Mich, y apunto con el a Ben y Sammy.

—No importa, aún así nos llevará al abrevadero, porque si no tu amiguita morirá. —Sammy hundió su cara en el pecho de Ben, y Ben la abrazó. —Ahora yo estoy al mando. —Dijo Tiff como una psicópata.


Centro de Isla Nublar.

Yaz seguía corriendo sin parar todo lo deprisa que podía. Corría tan rápido que el rudimentario vendaje de su tobillo se soltó. Justo cuando llegó a un camino vio una luz y cayó para atrás. Brooklynn para evitar atropellar a Yaz giró violentamente y Kenji se acabó cayendo del speeder, pero Brooklynn consiguió pararlo derecho. Pero se bajó.

—Yaz. —Exclamó Kenji.

—¿Y Sammy y Ben? —Preguntó Brooklynn.

En cuanto Yaz se dio cuenta de que Brooklynn estaba ahí se la abrazó tan fuerte que casi la tira al suelo.

—Estás viva, ¿Cómo? —.

—Una larga historia, pero no tenemos tiempo ahora ¿dónde están Sammy y Ben? —.

—Eso, ¿Dónde están? —Dijo Ashla aterrizando.

Ashla se dirigía al punto de encuentro, pero en cuanto vio la luz bajo a ver que era, y se encontró con los chicos.

De pronto se escucharon pisadas, y del bosque salió Campeón con Darius y Kimura. Cuando ambos se bajaron, Yaz se lanzó a abrazar a Darius.

—Tú también estás vivo. —.

—Creía que no te gustaban los abrazos. —.

—Ahora sí. —.

Yaz notó que Kimura estaba ahí, y se sorprendió bastante.

—Hola, soy Kimura, soy una deinokiana, no un híbrido. —Se presentó Kimura.

—¿Dónde están Ben y Sammy? —Preguntó Darius.

Yaz, a pesar de su sorpresa, decidió hablar del tema más tarde, ahora no era un buen momento.

—Tiff y Mich los tienen, están obligando a Ben a que los lleve al abrevadero para que maten dinosaurios. —.

Entonces Yaz se acordó de la hoja que le había entregado Ben. La extendió y vio que se trataba de un plano de Jurassic World con una X sobre la calle principal.

—¿Pero eso es la calle principal? ¿No sabéis que allí vive el rex de cabeza rara? —Preguntó Kimura.

—Chico listo. Está llevando a los cazadores a una trampa. —Comentó Ashla.


Calle principal de Jurassic World.

La calle principal seguía igual que la última vez que antes, destrozada y con todo tipo de escombros, restos y mobiliario triado por el suelo, y Rexy tranquilamente tumbada en su nido. 


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¿Qué tal?

Aquí otro capítulo, ya con esto cerca de terminar la segunda temporada de la historia. Perdón por el retraso, pero es que es estado ocupado y no he podido publicar antes. Y para sorpresa de nadie, creo, los dos ecoturistas han mostrado la cara. Aquí me gustaría pedir una F por Hap, al haberse sacrificado heroicamente para que Brooklynn y Kenji pudieran salvarse. 

Como ya he dicho anteriormente, muchas de las culturas y reinos de deinokia se basan en culturas y reinos de nuestro planeta. Y aquí entran los Sármatas. No os preocupéis, en la sección de curiosidades, referencias e ideas descartadas explicaré los que se han presentado hasta ahora, en que se basan, algunos datos sobre ellas, y el el caso de los Sármatas explicar brevemente que son, ya que me sorprendería bastante que alguien que lea esto lo supiera. 


Hasta otra.


El meme que no falte.

No me hago responsable de los traumas que este meme pueda provocar.


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