Capítulo 6: el abrevadero.


Ruinas del campamento, 23 de julio del año 6985 (3015 ABY).

Ben se encontraba mirando a unos compsognathus que estaban tumbados sobre una toalla, anotando cosas en el cuaderno que se encontró en la clínica. Ben había cambiado su aspecto, ahora llevaba el pelo despeinado, con una banda azul en la frente, una camiseta blanca rasgada, unos pantalones cortos de color beige, y los mismos zapatos que llevaba antes; también llevaba su riñonera y una especie de brazalete hecho de huesos en su brazo derecho. Hasta que apareció Kenji asustando a los compys.

—¡Fuera, fuera, lagartijas estúpidas! —Gritó ahuyentándolos.

Kenji cogió la toalla, la sacudió la tierra y se fue, Ben se levantó y lo siguió, no sin antes saludar a Bumpy, que había crecido mucho y ahora era una anquilosaurio subadulta. Los dos subieron por unas escaleras para llegar al campamento que habían construido sobre una plataforma, hecha con escombros del campamento, que se levantaba casi cuatro metros del suelo, soportada por pilares también hechos con escombros. El campamento contaba con un techo, varias camas, una mesa, sillas, un sofá, una despensa e incluso una ducha. Ben se fue a sentarse en el sofá mientras que Kenji se quitó la camiseta y el pantalón para entrar en la ducha.

—Aahh, ¿Alguna vez va a salir caliente? —Se quejó Kenji al abrir el grifo.

Mientras, Yaz bajó de su cama para ir a una pizarra en la que llevaban el recuento de los días que llevaban en el campamento. Por su parte, Ashla se encontraba tumbada en su cama, descansando tras haberse pasado desde las 6:30 de la mañana entrenando, y Sammy intentaba abrir una lata de fruta en conserva con una cuchara.

—Vamos, ábrete. —Decía Sammy intentando abrir la lata, pero se le escapó rodó por el suelo hasta que chocó con el tobillo de Yaz. —Ay, perdona Yaz. —Se disculpó Sammy.

—Tranquila. Y otro más. —Dijo añadiendo otra raya al contador de días, siendo un total de 22 días.

—Aún no me creo que hayas conseguido que Ben haya cambiado tanto. —Comentó Sammy mirando a Ben.

—Cierto, ¿Cómo lo has hecho? —Preguntó Yaz.

Ashla se puso a recordar.

Flashback

Ben estaba plácidamente durmiendo, hasta que Ashla lo despertó de golpe.

—¿Pero qué haces? Aún no ha salido el sol. —Se quejó Ben.

—Ayer me dijiste que querías que te ayudara a ser menos tímido y miedoso. Pues bien, ahora son las 5:30 de la madrugada y empiezas ya. —Respondió Ashla.

—¿Y qué vamos a hacer? —Preguntó Ben.

Ashla sonrió.

Varias horas después Ashla y Ben estaban corriendo por la selva, pero Ben estaba agotado.

—¿Ya te paras? Si solo has corrido un kilometro y medio. —Dijo Ashla.

—Estoy agotado. —Respondió Ben.

Ashla se puso a pensar. Ben necesitaba uno motivación para correr, y en ese momento se escucho un ruido entre la maleza, y levemente se vio a un alosaurio que pasaba a algunos metros y que no había reparado en ellos. A Ashla se le ocurrió una idea.

—Aaahhhhh —Gritó Ben huyendo del alosaurio junto con Ashla. —¿Por qué le has disparado? — Preguntó.

—Para motivarte, ¿Qué mejor motivación para correr que huir de un dinosaurio carnívoro de 8 metros enfadado? —Contestó Ashla.

Los dos siguieron corriendo esquivando los mordiscos del alosaurio hasta que se acercaron a un pequeño precipicio que daba a una poza.

—Prepárate para saltar. —Advirtió Ashla.

—¿Qué? ¿Estás loca? —Preguntó Ben.

—¿No querías dejar de correr? Pues ahí pararas de correr. Además, es el mejor modo de librarte del alosaurio, no saltará tras nosotros. —Explicó Ashla. —Prepárate, 1, 2, y 3. —.

Al llegar al borde los dos saltaron al agua. El alosaurio intentó atraparlos de un mordisco, pero no le dio tiempo. Cuando los dos cayeron al agua Ashla agarró a Ben por el tobillo para que no saliera a respirar hasta que el dinosaurio no se fuera. Al final, el alosaurio perdió el interés y se marchó, segundos después Ashla y Ben salieron a la superficie a respirar.

Al día siguiente, a Ben y Ashla los acompañaba Bumpy, que aprovechaba el trayecto para comer unas bayas, y como a Ben no le había dado tiempo a desayunar, se comió algunas de las que Bumpy se comió. Pero Ashla no probó bocado.

—¿No tienes hambre? —Preguntó Ben.

—Por supuesto que tengo hambre. —Respondió.

—Entonces ¿Por qué no comes? —.

—Porque en mi entrenamiento he pasado por cosas peores que estar un día sin comer. Además, en las lecciones de supervivencia nos explicaron que solo hay que comer lo que estés seguro al 100%, al contrario del mito popular en el que si lo puede comer un animal tu también. —Explicó Ashla.

—¿Pero si Bumpy se lo come por qué yo no? —Preguntó.

—¿Se te ha ocurrido pensar que igual Bumpy está adaptada para comer y digerir comida que tú no puedes? —Peguntó. Ben paró de masticar las bayas. —Pero tranquilo, esas bayas son comestibles para los humanos. Puedes comer tranquilo. —.

Unos minutos después Ben se encontraba intentando subir a un árbol, pero se cayó quejándose por que se había clavado una astilla. Ashla suspiró y se llevó la mano a la frente masajeándose las cejas en círculos. Esto iba para largo.

Varios días después Ashla se encontraba frustrada porque Ben no había avanzado casi nada.

—Ben se supone que tienes que esforzarte, sino no avanzarás. —.

—Pero me esfuerzo. —.

—No lo suficiente. —.

Ashla se alejó un poco, para pensar, con unos relámpagos de fondo, hoy habría tormenta. En ese momento un grupo de compys apareció y atacó a Ashla. Pero esta desenfundó su blaster y mató a varios compys a tiros. Los restantes se fueron a por Ben. En seguida Ben se vio rodeado por el numeroso grupo de compys, y se tumbó en el suelo, cubriéndose la cabeza con los brazos y el abdomen con las rodillas.

—Ashla, ayúdame. —Suplicó Ben.

Ashla se acercó un par de pasos con el blaster desenfundado, pero no lo ayudó, aún.

—Sí quieres salir de esta tendrás que hacerlo tu solo. —Fue la respuesta de Ashla.

Ben estaba asustado, intentando defenderse de los compys. Pero no lo consiguió. Entonces, Ben vio un palo cerca, cogió el palo, y se puso a golpear a los compys y al suelo con el, para ahuyentarlos mientras gritaba. Cuando se fueron, lanzó el palo contra ellos.

—Sí, eso es, asustaos de mí, jajajaja. Aaahhh—Gritó Ben, y se puso a reírse y a gritar como un lunático con los relámpagos de fondo.

Ashla, que no se había movido del sitio miró a Ben. «Oh no, he creado un monstruo.» Pensó. —Enhorabuena, te ha costado, pero lo has conseguido. —Felicitó.

—¿Por qué no me ayudaste? —Preguntó Ben enfadado.

—Para que lo consiguieras tú mismo. De todos modos, no iba dejarte morir ahí, si la cosa se hubiera puesto fea te habría ayudado. —Explicó Ashla

Pero Ben cogió otro palo que había tirado y fue a intentar golpear a Ashla. Pero al descargar el golpe, Ashla lo agarró sin esfuerzo con su mano derecha, se lo quitó de las manos a Ben y lo tiró. Ben tragó saliva.

—Menos humos, chico de la jungla. Que ahora seas un Rambo salido de una tienda a todo un crédito no significa que puedas conmigo. Te podría dar una paliza con una mano atada a la espalda si quisiera. —Dijo Ashla con severidad. Pero después relajó la expresión. —Anda, volvamos al campamento, te has ganado un descanso. —Dijo con una voz mucho más suave.

Fin del flashback.

—Eso es un secreto, y no creo que quieras averiguarlo. —Respondió Ashla.

—No hay agua. Ayuda. —Gritó Kenji lanzando una garrafa vacía por encima de la cortina de la ducha.

—Ya voy Kenji. —Respondió Ben levantándose.

—Si le haces las cosas nunca va a aprender a hacerlas el solo. —Dijo Yaz. Pero Ben se encogió de hombros y bajó por un tobogán que habían hecho para el campamento.

—Tú lo único que quieres es ver a Kenji medio desnudo. —Se burló Ashla. Yaz simplemente apartó la mirada como si eso le hubiera ofendido.

Al bajar Ben fue recibido por Bumpy, y se fue al arroyo cercano para recoger agua, pero el arroyo estaba seco.

—Eh, chicos. —Llamó Ben.

El resto fueron con el para ver que era lo que pasaba.

—¿Qué ha pasado con el agua? —Preguntó Sammy.

—Pregunta a don duchas de 45 minutos. —Respondió Yaz, mirando a Kenji con una disimulada mirada pícara cuando apareció aún sin camiseta.

—Eh, verme guapo es muy importante, y yo no he podido secar todo el río. —Se defendió Kenji.

Mientras Yaz y Kenji discutían, Ashla bajó al cauce seco del rio para examinarlo.

—Chicos, o averiguamos que pasa o nos quedamos sin agua potable. —Dijo Ben.

—Aún queda agua y la tierra todavía está húmeda, ha debido de secarse hace como mucho un par de horas. Igual tiene relación con el sonido y ... —Dijo Ashla.

—Las flores congeladas. —Continuaron el resto.

—Ah, ¿Os lo conté? —Preguntó.

—¿Lo de las flores congeladas que tú viste y que no hemos encontrado? Eh, sí, unas cien veces. —Respondió Kenji.

—Perdón por haberlo dicho tantas veces, pero tengo que vigilar y cuidar de cuatro adolescentes con un nulo instinto de supervivencia y tengo la mente demasiado ocupada en eso. —Se defendió Ashla.

—Eh, se me ocurre algo. Vamos a investigar lo del sonido y las flores congeladas. Yo voy contigo. —Dijo Sammy.

—En realidad prefiero hacer algo más útil, como ir al hotel en el que me alojaba para recuperar mis cosas, ropa, desodorante, gel, cosas más necesarias. —Respondió Ashla.

—Mejor, no sabes las ganas que tengo de darme una ducha en condiciones. Así tendremos una aventura por diversión, y no por huir de dinosaurios o por estar escapando de la muerte. —Contestó Sammy.

—Yo también voy Sammy, y Ashla, si Ashla. —Se apuntó Yaz yéndose con las chicas.

—Sí, aventura de las chicas del campamento. —Se emocionó Sammy.

—Genial, mientras vosotras vais al hotel Kenji y yo comprobaremos el río. —Dijo Ben.

—Perdona ¿Qué hará Kenji? —Preguntó Kenji como protesta.

—¿Quieres seguir duchándote o no? Además, sobrevivir y no morir de sed o por alguna enfermedad que se transmita por el agua por beber agua en mal estado tampoco estaría mal. —Explicó Ben.

—Vale, me apunto. —Respondió Kenji. —Tiene sentido ya que me conozco la isla como la... —.

—La palma de mi mano VIP. —Interrumpieron el resto.

—Estamos pasando demasiado tiempo juntos. —Comentó Kenji.

—Un momento Ben, llévate a Bumpy, me sentiré más tranquila si alguien con sentido común os acompaña. —Grito Ashla. Bumpy se levantó se dispuso a acompañar a Ben y a Kenji.

Kenji, Ben y Bumpy seguían el cauce seco del río, atentos a cualquier posible peligro. Ben armado con una estaca y Kenji con su aterrador cuchillo de mantequilla. Ben estaba distraído con Bumpy y con los árboles, y sin querer le dio a Kenji en la espalda con la estaca, lo que provocó que Kenji diera un respingo.

—Colega, ¿Quieres dejar de fijarte en los árboles y de mimar tanto a Bumpy? —Preguntó Kenji.

—Esos helechos se los comen los triceratops, si observas la fauna y la flora de la zona puedes saber que animales viven en ella. —Explicó Ben.

—Tampoco era una pregunta en serio. —Dijo Kenji, y bajó al cauce del rio para rellenar una botella de agua en uno de los charcos que había.

—Kenji, se que disimulas lo increíble que es esto, pero fíjate, ¿No es increíble estar rodeado de toda esta naturaleza? —Dijo Ben, entonces se escucharon gritos de unos parasaurolophus bebiendo agua en un charco a varios metros de ellos. —Cuando no intentan comernos. —.

—A ti todas estas plantas y bichos nunca dejaran de maravillarte, pero yo necesito algo más increíble. —Contestó Kenji.

—¿A ti se te ocurre alguna idea para que se emocione? —Le preguntó a Bumpy. Bumpy respondió con un suave bramido. —Eso es, eres una genio Bumpy. Colega, solo los dinos populares comen por aquí. —Dijo Ben imitando la forma de hablar de Kenji.

—¿Qué dijimos sobre hablar así? ¿Y a ti desde cuando te gusta la naturaleza? —Preguntó Kenji, frustrando a Ben.

—Sabes, me siento mal por ti, no sabes ver lo increíble que es este sitio. —Comentó Ben.

—Ay, es que lo he visto, entero, unas tropecientas veces. Ah, y los helechos que tanto te gustan esconden los altavoces. Lo siento colega, pero estoy harto de Isla Nublar. Aquí no hay nada que me interese. —Explicó Kenji. —¡Vaya Ben, tienes razón, es increíble, es, es, un pedrusco, este sitio es increíble! —Gritó Kenji con ironía señalando a una pared rocosa por la que caía un hilo de agua. Bumpy le empujó con la cabeza y bramó amenazadoramente. Kenji se calló al instante.

—Es una cascada, o al menos debería serlo. ¿Sabes lo que significa? A escalar. —Gritó Ben.

Kenji al principio se negó, pero Bumpy le animó un poco empujándole bruscamente hasta la pared.

—Gracias Bumpy, tú no podrás seguirnos por ese camino, da un rodeo y encuéntranos. —Agradeció Ben, y Bumpy se fue por otro lado mientras Ben y Kenji empezaban la escalada.


Al sur de la laguna de Jurassic World.

Ashla, Yaz y Sammy andaban de camino al hotel en el que se había alojado Ashla. Ashla iba delante, con la mano derecha cerca de su blaster por si acaso, y Yaz y Sammy un poco más atrás charlando y riéndose.

—¿Sitio favorito? —Preguntó Yaz.

—El instituto. —Respondió Sammy.

—¿El sitio que más te gusta es el instituto? —Preguntó incrédula Yaz.

—Sí, los recreos con los amigos, las fiestas de los días festivos, cuchichear en clase, que te castiguen por cuchichear en clase. —Explicó Sammy.

—No, en el instituto haces cosas muy aburridas, para volver al día siguiente y hacerlas otra vez. El único día que me gusta es el día que hay pizza en la cafetería. —Dijo Yaz.

—Por favor, tus favoritos son naranja, naranja y naranja. —Bromeó Sammy y las dos empezaron a reírse. —.

Entonces Sammy miró a Ashla y le hizo señas con la cabeza a Yaz para que le preguntara.

—Ashla ¿A ti que te gustaba del instituto? —Preguntó.

—No demasiado. Entre en la academia de cadetes del ejército a los 15 años e hice el resto de mis estudios en la escuela de la academia. —Explicó Ashla.

—¿Pero irías al instituto antes de entrar en la academia? ¿No? —Preguntó Sammy.

—Como no quiero ser una mala influencia para vosotras no responderé a esa pregunta. —Respondió Ashla.

—No me lo creo, ¿Tú te saltabas las clases? —Preguntó Yaz.

—O sea ¿Qué eras la alumna rebelde? —Cuestionó Sammy.

—Sí para lo primero, y para lo segundo, no era la alumna rebelde, era algo bastante peor. Pero como no quiero ser una mala influencia para vosotras no os contaré nada más. —Respondió Ashla.

—Oh vamos, ¿No nos vas a contar nada más? —Preguntó Sammy.

—No. —Contestó rotundamente Ashla.

—Aún no me creo que nuestra responsable mamá fuese así de rebelde. —Bromeó Yaz.

—Eso lo dices porque aún no sabes nada de lo que hacía estando en el instituto. Y la palabra no es rebelde, es irresponsable. —Dijo Ashla.

Tras varios minutos más llegaron a la puerta de uno de los hoteles que estaban al sur de la laguna.

—Ya hemos llegado. —.


En algún punto de Isla Nublar.

Ben acaba de subir la pared rocosa y estaba cansado, pero estaba sonriendo. Kenji terminó su escalada después, completamente agotado, y al contrario que Ben, no estaba especialmente contento.

—Ha sido divertido ¿Verdad? —Preguntó Ben.

—Sí, claro ¿Quién quiere divertirse cuando tiene eso? —Respondió Kenji con sarcasmo.

Ben busco a lo que se refería Kenji, y lo vio, un tronco enorme había caído sobre el cauce del río y sobre el se habían acumulado madera, piedra y barro que habían bloqueado el agua por completo.

—Eso explica nuestro problema. Entonces hay que mover ese árbol y podremos irnos, va a ser alucinante colega. —Añadió Ben.

—¿De verdad estás intentando convencerme de que esto es divertido? Anda, vamos a quitarlo de ahí. —.

Ben y Kenji se acercaron al árbol para idear un plan para desbloquear el río. Era bastante grande, y para moverlo necesitarían un buen plan, y ese plan consistía en intentar moverlo entre los dos con fuerza bruta, primero levantándolo y después empujándolo hacia atrás y hacia delante con todas sus fuerzas, con tantas que Kenji se cayó hacia delante pasando por encima de una rama. Como era evidente dado el tamaño del árbol, no se movió ni un centímetro.

—Parecía fácil. —Comentó Ben.

De pronto se escucharon bramidos, los dos se escondieron tras la rama que había sobrevolado Kenji, y vieron a dos stegosaurios peleándose

—Creo que se están peleando por el dominio. Parece que son bastante territoriales. —Dijo Ben.

Entonces un stegosaurio golpeo una piedra de tamaño considerable con la cola y esta salió disparada hacia el árbol, y al golpearlo este se movió un poco. Al notar esto, Ben los observó. De nuevo, uno de los stegosaurios golpeó una piedra que al impactar contra el árbol lo movió unos centímetros.

—Tengo una idea. —Dijo Ben.

Ben salió de su escondite a pesar de las advertencias de Kenji. Al salir, Ben se puso a gritar para intentar llamar la atención de los dinosaurios y que fueran hacia ellos. Pero los animales lo ignoraban olímpicamente. Kenji se llevó la mano a la frente y salió para intentar que Ben volviera a esconderse, pero no lo consiguió. Ben intentaba provocar a los stegosaurios, esta vez intentando imitar los sonidos de dinosaurios, pero nada. Pero a Kenji se le ocurrió una idea mejor, se llevó los dedos a la boca y silbó con todas sus fuerzas, consiguiendo provocar a uno de los stegosaurios que fue hacia ellos. Los dos se acercaron corriendo al árbol, pero Ben que quedó ahí y agarró a Kenji para que no siguiera diciéndole que esperase. Mientras, el stegosaurio cargaba contra ellos. El stegosaurio se detuvo y movió la cola para golpearlos con ella aprovechando la inercia. Fue en ese momento cuando Ben gritó que se apartará, y los dos saltaron hacia atrás. Consiguieron esquivar la cola y, además, ésta golpeó en el árbol y éste se movió, haciendo se el cauce del río se desatascara y agua volverá a fluir. Los dos echaron a correr, y aunque Ben empezó a celebrar el éxito de su plan, no le dio tiempo cuando Kenji lo tiró al suelo para que el stegosaurio que les seguía persiguiendo no lo golpeara.

—Genial ¿Ahora cómo nos libramos de él? —Preguntó Kenji.

En ese momento apareció Bumpy, que se interpuso en el camino del stegosaurio y este se encaró con ella, pero no por mucho tiempo porque el segundo stegosaurio cargó contra él y el enfrentamiento se reanudó. Bumpy siguió a Ben y Kenji, esperando que el otro stegosaurio lo mantuviera entretenido. Ben y Kenji dejaron de correr cuando salieron de la selva a una pradera. Ben se giró y agradeció a Bumpy con unos mimos que les hubiera salvado. Todo parecía ir bien, incluso hasta Kenji le dijo a Ben que había sido divertido. Pero el descanso les duró poco cuando Bumpy se puso en alerta, y a un lado apareció un ceratosaurio hembra que les miró, Bumpy empezó a bramar y a golpear el suelo con la maza de su cola, Ben se encaró con el y Kenji desenvainó su cuchillo de mantequilla para amenazar a carnívoro.


Hotel Cabalis, al sur de la laguna de Jurassic World.

—Bien ¿Cómo entramos? —Preguntó Sammy.

—¿Qué tal la vieja confiable? Un disparó en el control de la puerta, infalible y sirve tanto para cerrarla como para abrirla. —Sugirió Yaz con sus blasters desenfundados.

—No, se me ocurre un método mejor. —Dijo Ashla activando su armadura y sacando dos extrañas máquinas parecidas a las que se usan para la cinta aislante, una con una especie de cable negro y la otra con un cable con pequeñas placas pequeñas y aplanadas. —¿Cómo queréis entrar, rápido pero con ruido, o más lento pero silencioso? —Preguntó.

—Creo que el rápido pero ruidoso es mejor, esa puerta es bastante grande. —Respondió Yaz.

—Perfecto. —Ashla guardó la maquina del cable solo y se acercó a la puerta con la otra, la del cable con las placas. Se acercó y la fue pegando en el perfil de la puerta. Una vez hubo terminado, presionó un pequeño botón de una de las placas y en todas se encendió una luz roja y Ashla volvió con Sammy y Yaz. —¿Listas? —.

Yaz y Sammy asintieron. Ashla pulsó la batalla táctil de su brazalete, las luces rojas empezaron a parpadear y se escuchó un pitido intermitente, y a los dos segundos todas explotaron a la vez. La puerta cayó a plomo sobre el suelo con un gran estruendo, dejándolas el paso libre.

—Esto son tracas, se utilizan para agilizar las visitas. Son muy útiles y te abren muchas puertas. —Bromeó Ashla.

Las tres entraron al vestíbulo del hotel, y lo observaron con atención. Todo estaba casi igual a como estaba la mañana en la que Ashla había salido a ver el parque con Alec, solo un poco más desordenado, seguramente por la huida desesperada de la gente, parecía demasiado ordenado como para que hubieran sido dinosaurios. Estaba completamente vacío, ni siquiera había compys, y solo se escuchaba un silencio sepulcral muy inquietante. Ashla no se quitó su armadura, y tras tocar la pantalla táctil de su brazalete, su subfusil blaster de asalto CT-29 fue sustituido por una carabina blaster CT-15, más pequeña, ligera y manejable que el CT-29, perfecta para lugares cerrados. Yaz también desenfundó sus dos blasters, no le gustaba ese silencio.

—Vamos, mi habitación esta por aquí. —Dijo Ashla acercándose a las escaleras.

Ashla las guio hasta la planta 7, lo suficientemente cerca de la planta baja como para escapar rápidamente en caso de ataque, pero no demasiado cerca para poder detectar a posibles atacantes lo antes posible. Ashla y Yaz fueron las primeras en llegar, y tuvieron que esperar a Sammy, que llegó algo cansada de subir escaleras. Cuando estuvieron reunidas fueron a la habitación de Ashla, la 7-12. Ashla sacó su tarjeta para abrir la puerta, pero no funcionó, no había electricidad. Entonces sacó una de las máquinas para abrir puertas.

—Espera, ¿No crees que es una mala idea usar explosivos aquí dentro? —Preguntó Sammy nerviosa.

—Tranquila, no es la de las tracas, esta es la otra, la silenciosa pero más lenta. —Respondió Ashla, y pasó la máquina por el perfil de la puerta a su paso el cable negro se pegó. —Esto es un método alternativo a las tracas, se usa cuando quieres pasar desapercibido, no hay ruido ni explosiones. —Explicó.

Ashla pulsó su pantalla táctil de nuevo y el cable se iluminó al rojo vivo y empezó a fundir el metal de la puerta, solo con un suave silbido y un poco de humo. Tras más de diez segundos, el cable desapareció por completo y la puerta se desprendió del marco, pero antes de caer al suelo del pasillo, Ashla la agarró y la dejó con cuidado sobre le suelo. Ashla desactivó su armadura entró, Yaz enfundó sus blasters y entro con Sammy. Ashla se detuvo al entrar, se quedó mirando la habitación, estaba tal y como la habían dejado por la mañana.

—¿Estás bien? —Preguntó Sammy.

—Sí, tranquila. —Respondió. —Nos trajimos de todo, nos dividiremos, Sammy, tu busca cosas en el baño, Yaz y yo nos quedamos aquí, yo me encargo de sacar y seleccionar todo, tú de meterlo en las maletas. —Ordenó Ashla y Yaz y Sammy obedecieron.

Sammy se fue a buscar al baño, Yaz abrió y acercó las maletas y Ashla buscó en los armarios. Ashla le pasó a Yaz toda su ropa, al fin y al cabo era toda suya y algunos recuerdos. También le pasó algo de ropa de su marido por si Ben o Kenji la necesitaban y se llevaron los dos impermeables y los dos paraguas. Mientras, desde el baño Sammy gritaba de alegría al ver el desodorante, la colonia, los cepillos y la pasta de dientes, el gel, el champú, la esponja de baño y el peine. Pero salió para preguntarle una cosa a Ashla.

—Ashla ¿Qué es esto? —Preguntó mostrando varios envoltorios plateados sin abrir. Ashla enrojeció un poco.

—Emm, eso son preservativos. —Respondió Yaz con suavidad.

—¿Y para que sirven? —.

—Sirven para que un hombre no deje embarazada a una mujer. —Contestó Ashla.

Sammy al principio se quedó pensando sin comprender, hasta que tras varios segundos lo entendió. —¡Qué asco! —Gritó Sammy dejándolos caer al suelo.

—No te preocupes, están sin usar. —Tranquilizó Ashla. —Nos los llevamos. —.

—¿Por qué? No los vamos a necesitar. —Preguntó Yaz.

—Kenji. —Dijo mirando a Yaz, que se sonrojó. —Ben. —Añadió mirando esta vez a Sammy, que se ruborizó.

—Pero aún somos muy jóvenes para eso. —Comentó Sammy.

—Más joven era yo, y no quiero sorpresas. —Dijo y los guardó en un bolsillo lateral de la maleta. —Aún nos sobra sitio en las maletas. ¿Vamos a buscar en otras habitaciones? —Pregunto al terminar de guardarlo todo.

—¿Eso no sería robar? —Preguntó Yaz.

—No, solo saquear. De todos modos no creo que nos vayan a encarcelar por coger cosas que otras personas dejaron abandonadas para poder sobrevivir. —Respondió Ashla.

Sammy y Yaz se encogieron de hombros y al acabaron asintiendo. Sammy salió primero cargando con una maleta. Yaz iba detrás, pero Ashla la agarró por el hombro para que se detuviera.

—¿Y tú cómo sabías que eso eran preservativos? —Le preguntó en voz baja haciendo que Yaz se ruborizara.

—Porque mi madre me dio una charla sobre el tema. —Respondió intentado sonar convincente.

Ashla le dio un par de palmadas en el hombro, miró a Yaz con una sonrisa ladeada, le guiñó un ojo y salió de la habitación dejando a Yaz completamente parada.

—¿Yaz? —Llamó Sammy.

—Voy. —.


Llanura central de Isla Nublar.

Ben, Kenji y Bumpy estaban parados frente el ceratosaurio, que no apartaba la mirada de ellos. El ceratosaurio les gruñó y resopló con fuerza despeinando a Kenji, que llevó una de sus temblorosas manos para volver a peinarse mientras con la otra sujetaba el cuchillo de mantequilla. Finalmente, el ceratosaurio se fue por otro lado, dejándolos asustados y confundidos, pero a salvo. Ben decidió seguirla para averiguar porque no les había atacado. Kenji y Bumpy no le siguieron al principio, pero Bumpy decidió ir tras Ben, y Kenji no tardó mucho en hacer lo mismo. Al llegar a la cima de una pequeña colina vieron algo que les sorprendió, un abrevadero en el que había diversas especies de dinosaurios, tanto herbívoros como carnívoros, bebiendo agua y bañándose tranquilamente sin pelearse.

—Un abrevadero. Parece que es un terreno neutral para depredadores y presas. Ahora sin vallas y sin gente puede que seamos las primeras personas en ver algo así. —Explicó Ben, que acompañando de Bumpy fueron hacia el abrevadero junto con los dinosaurios.

—Espera ¿A dónde vas? —Preguntó Kenji entre sorprendido y asustado.

Ben animó a Kenji para que fuera con ellos, y aceptó a regañadientes, pero con el cuchillo de mantequilla sujeto con las dos manos por si tenía que defenderse. Los tres se metieron en un hueco que había entre un nasutoceratops y el ceratosaurio con el que se habían encontrado antes. Ben y Bumpy llegaron al borde del agua bastante tranquilos, pero Kenji estaba aterrado y nervioso, aún más cuando el ceratosaurio le miró mientras bebía agua.

—Colega ¿Crees que es seguro? —Preguntó aterrado.

Ben hizo que bajara el cuchillo de mantequilla y luego le mostró la hermosa escena, en la que los dinosaurios no se peleaban. Kenji al final se relajó y se puso a beber agua junto con Ben y Bumpy, que se puso a beber nada más llegar. Entonces unos sollozos captaron la atención de Ben, era Kenji que estaba llorando.

—Esto es majestuoso. —Dijo Kenji.


Hotel Cabalis.

Ashla, Yaz y Sammy habían seguido con el saqueo de otras habitaciones usando el mismo sistema. Ashla habría la puerta con el cable, ella y Yaz se quedaban en la habitación principal y Sammy se iba al baño. Ya tenían las tres maletas que se habían llevado de la habitación de Ashla casi llenas.

—Bueno, creo que deberíamos irnos, no me siento muy bien cogiendo cosas de otras personas. —Sugirió Sammy.

—Aún nos queda algo de sitio en las maletas ¿Vamos a una habitación más o nos vamos ya? —Preguntó Yaz.

—No, mejor dejamos el resto de las habitaciones para otro día ¿Y si vamos a la cocina a ver si hay algo que aún se conserve bien? —Sugirió Ashla.

—Por mi vale, no he comido nada desde esta mañana y tengo hambre. —Respondió Sammy.

—Vale, pero no se si se conservará algo en buen estado. —Dijo Yaz.

—Seguro que encontramos algo de comida no perecedera. —Comentó Ashla.

Las tres iban a ir hacia la cocina, pero se escuchó un ruido que las puso en alerta. Rápidamente Yaz desenfundó sus blasters y Ashla activó su armadura. Ashla iba al frente con el blaster por delante para freír lo que intentara atacarlas, con Sammy en medio y Yaz cerrando la marcha. Justo estaban en una esquina en un cruce de pasillos justo cuando un compy saltó delante de ellas. Las tres se relajaron incluso suspiraron de alivio, pero Ashla le voló la cabeza al compy de un disparó.

—¿En serio? Pero si es pequeño y estaba solo. —Preguntó Sammy.

—Lo se, es para la cena por si no encontramos nada más. Guárdalo en la maleta, ya lo cocinaré cuando lleguemos a la cocina. —Dijo Ashla lanzándole el compy muerto a Sammy.

Las tres siguieron su camino hacia la concina. Y cuando llegaron se encontraron una manada de compys en ella, que se les quedaron mirando cuando entraron. Ashla sin mediar palabra empezó a dispararles, llegando a matar cinco, el resto huyeron.

—Ya tenemos comida para hoy, voy a ir encendiéndolo todo para cocinar dos de ellos, vosotras ir a la despensa y buscar algo que sea no perecedero, que esté en buen estado o que no esté caducado. —Dijo Ashla, y Sammy y Yaz asintieron.

Ashla se fue hacia una de las cocinas en las antes trabajaban droides cocineros y empezó a despellejar y limpiar a dos compys. Mientras, Sammy y Yaz fueron a la despensa, pero nada más abrirla lo primero que notaron fue el horrible olor de la comida en mal estado, un repugnante olor que ni siquiera sabían identificar a que olía. Cómo era evidente por el olor, la mayoría de cosas estaban en mal estado, la fruta y la verdura estaba mohosa, la carne y los huevos podridos y la mayoría de los lácteos caducados y en mal estado. Tuvieron que buscar bien para encontrar algo comestible, afortunadamente encontraron sal, azúcar, varios quesos con un olor muy fuerte pero que Sammy dijo que estaban en buen estado porque ese tipo de quesos estaban más buenos caducados, legumbres, algunas bolsas de harina aún cerradas sin caducar, algunos paquetes de granos de cereales sin abrir y sin caducar, frutos secos y un par de paquetes de pasta. Se lo llevaron todo a Ashla para que los examinara.

—Sí, están bien, servirán. Dejadme un queso, este paquete de cereal y la sal, el resto guardadlo y venid a ayudarme con la cocina. —Ordenó Ashla.

—¿Qué vas a hacer con eso? —Preguntó Sammy.

—El cereal lo herviré para usarlo como guarnición, la sal para darle sabor y el queso porque me gusta comerme un trozo para acompañar la comida. —Explicó Ashla.

—¿Por qué quieres que te ayudemos a cocinar? —Preguntó Yaz.

—Porque a partir de ahora quien no ayude no come y quieres comer ¿Verdad? —Respondió Ashla.

—No digas más. —Dijo Yaz.

Yaz y Sammy fueron a buscar una bolsa para guardar los alimentos a parte. Pero tuvieron que arreglar las maletas y mover algunas cosas de una a otra para tener una maleta solo para la comida. Cuando terminaron, fueron a ayudar a Ashla, que y había terminado de limpiar los compys. Un par de horas después, y habían terminado con la comida y se llevaron todo al comedor para comer. No quedó nada el plato.

—¿No deberíamos recoger la mesa? —Preguntó Sammy.

—¿Para qué? Si los dinosaurios lo van a desordenar en cuanto entren. —Dijo Yaz.

Pero la discusión se acabó cuando se escucharon unos extraños sonidos fuera del comedor. Las tres recogieron las maletas, y Ashla activo su armadura, y se fueron a esconder a la cocina, el único sitio que tenían para esconderse, dejando la puerta entre abierta para poder ver. Los sonidos se escucharon más nítidos y ahora eran pisadas acompañadas de unos extraños rugidos y gruñidos. Finalmente aparecieron dos barionyx, dos de los que habían visto en la estación veterinaria.

—Son Chaos y Limbo, nombré a los barionyx como Chaos, Grim y Limbo. —Susurró Sammy. —

—¿Cómo los hackers del episodio 68 de la serie de Esther Stone: detective adolescente? Me encanta esa serie. —Dijo Yaz.

—¿Podéis dejar de hablar de series hasta que estemos a salvo? —Preguntó Ashla susurrando.

Los dos barionyx olfatearon el aire y siguiendo el olor entraron en el comedor. Ashla cerró por completo la puerta de la cocina.

—Solo hay dos barionyx, ¿Dónde está el tercero? —Se preguntó.

—¿Acaso importa? —Cuestionó Yaz.

—Sí importa, y mucho, no es bueno no saber donde está tu enemigo, te podría emboscar. Voy a poner el blaster en modo aturdir. —Respondió Ashla.

—Menos mal que no los quieres matar. —Comentó Sammy.

—En realidad lo hacía porque los disparos en modo aturdir hacen menos ruido que en modo letal. Tengo un plan. —Dijo Ashla.

De pronto, la puerta de la cocina se abrió, y Chaos entró siguiendo el olor de la sangre, mientras que Limbo seguía revisando los platos en los que habían comido las chicas. Cuando entró, vio las vísceras de los compys que Ashla había limpiado en medio del suelo y sin pensárselo dos veces fue a por ellas. Ashla y Yaz estaban escondidas con sus blasters en modo aturdir a la espera de que Chaos estuviera en posición. Cuando iba a comerse las vísceras Ashla y Yaz salieron desde detrás de una mesa de cocina y dispararon en modo aturdir hasta que Chaos quedó completamente inconsciente en el suelo, aunque Ashla disparó cinco veces más para asegurarse. Sin embargo, Limbo al escuchar los sonidos de los disparos y a su hermana caer al suelo fue hacía la cocina, y al ver a las chicas rugió e intentó ir a por ellas, pero nada más escuchar el rugido se giraron y dispararon en modo aturdir como locas, hasta que cayó al suelo inconsciente. De nuevo Ashla disparó varias veces más para asegurarse.

—Vámonos, antes de que llegue el tercero. —Dijo Ashla.

—Grim. —Aclaró Sammy.

—Vale, pero larguémonos ya, no quiero encontrarme con Grim. —Dijo Ashla.

Las tres cargaron con las maletas y salieron de la cocina, e iban a salir del comedor. Pero no sabían que Grim estaba esperando fuera del comedor, preparando una emboscada. Al salir las tres chicas, Grim empezó a correr hacia ellas, pero las pisadas alertaron a Ashla que a la velocidad del rayo se giró y abrió fuego en modo aturdir, Grim se paró en seco, hasta que acabó cayendo al suelo inconsciente.

—Por eso importaba saber donde estaba el tercero. —Le dijo Ashla a Yaz.

Ashla cambió su arma al modo letal, si se despertaba ya no lo haría más. Se acercó, de dio un par de patadas, pero como no hubo reacción les dijo a Yaz y Sammy que se marcharan con una señal de la cabeza, mientras ella retrocedía despacio sin darle la espalda al carnívoro, hasta que salió de edificio.

Pasados varios minutos Grim se despertó algo mareado, y al no ver a sus hermanas fue a buscarlas.

Ashla, Yaz y Sammy corrieron hasta estar lo suficientemente lejos como para que no las hubiera perseguido, y ahí descansaron un poco, a pesar del peligro del momento, Yaz y Sammy empezaron a reírse, y su risa acabó contagiando a Ashla.

—Uff, que intenso. —Dijo Sammy aún entre risas.

—Sí, por cierto, buen plan. —Felicitó Yaz.

—Gracias, aunque no es mío, es de un compañero de la academia. En resumen, en una práctica de combate en edificio ideó el plan que yo he hecho, solo que para seres sintientes. —Explicó.

—Oye, no sabía que te gustara Esther Stone. —Le dijo Yaz a Sammy.

—Pues sí, es mi serie favorita. —Respondió Sammy.

—No está mal, pero hay series de crímenes mucho mejores. —Dijo Ashla.

—Espera ¿La conoces? —Preguntó Yaz.

—Sí bueno, a mi marido le encantaban las series de crímenes, sobre todo las policiacas, pero esa serie la veíamos juntos desde que tuvimos a nuestra hija. Sobre todo porque pensamos que no era lo mejor para ella ver series en las que aparece un cadáver destripado y esa serie es para todos los públicos. —Respondió Ashla.

—¿Te apetece hablar de la serie? —Preguntó Sammy.

—Claro, aún nos queda un buen trecho hasta llegar hasta el campamento. —Contestó Ashla.


Abrevadero.

Ben, Kenji y Bumpy seguían en el abrevadero, aunque Bumpy se había ido a socializar con otros miembros de su especie. Mientras que Ben y Kenji se encontraban mirando el abrevadero.

—Ben, gracias. Esto es increíble. —Agradeció y fue a sentarse a la sombra de un árbol.

—Ojalá Darius estuviera aquí para ver esto, le habría encantado. —Dijo Ben sentándose al lado de Kenji.

—Tienes un frikilibro. Además, puedes dedícaselo a la memoria de Darius y Brooklynn. —Sugirió Kenji.

—¿Qué? No, esto es solo un pasatiempo. Además, no creo que sea lo suficientemente bueno como para dedicárselo a ellos. —Dijo Ben.

—Si de verdad esto es algo que nadie ha visto te aseguro que será lo suficientemente bueno como para dedicárselo a Darius. —Respondió Kenji.

—¿Quieres quedarte un poco más? —Preguntó Ben.

—¿Por qué no? Incluso hay un bonito árbol del relax, y a Bumpy tampoco creo que le moleste quedarse un rato. —Respondió Kenji.

Entonces Ben escribió en la portada del cuaderno Diario de campo. Dedicado a la memoria de Darius Bowman y Brooklynn Kenobi.


Campamento.

Ya empezaba a atardecer sobre el campamento y Ben y Kenji habían llegado hacia rato cuando las chicas llegaron.

—Veo que alguien ha resuelto lo del agua. —Dijo Sammy.

—No hay de que, fui yo. —Respondió Kenji.

—Veo que has hecho algo útil. —Bromeó Yaz.

—Nosotras hemos estado buscando suministros. Tenemos ropa, champú, gel de baño, pasta de dientes, cepillos de dientes, peines, impermeables, paraguas y hasta comida. —Enumeró Ashla.

—¿Sabéis qué? Si Esther Stone estuviera aquí diría... —Empezó a decir Sammy.

—La vida es dura así que cada vez que el día sale bien merece que se celebre con una fiesta. —Completó Kenji. Las chicas se le quedaron mirando sin saber que decir. —¿Qué? Es una serie genial ¿Vale?, la relación de Esther y su padre es muy fascinante. —Se defendió.

—Bueno, en nombre de Esther Stone vamos a celebrarlo. —Gritó Sammy.

—La fiesta, jajaja. Y mirad. —Gritó Kenji cuando todos hicieron un brindis.

Kenji sacó una grabadora le dio al play y empezó a sonar una especie de canción extraña cantada por Dave. Aunque no todos reaccionaron con la misma emoción que Kenji.

—Yo me voy. —Dijo Yaz.

—Kenji ¿Qué es esto? —Preguntó Sammy.

—Maquetas de Dave. Estaban entre los restos de su cama y esperaba el momento perfecto para, esperad, viene la mejor parte. —Respondió Dave.

—Anda quita eso. Ya pongo yo música de verdad. —Dijo Ashla apagando la grabadora y sacando su reproductor de música que había recuperado de su habitación del hotel.

Y le dio al play y empezó a sonar una canción que si que tuvo éxito.

—¿Esta canción no es un poco viejuna? —Preguntó Kenji.

Ashla se quedó muy quieta, giró su cabeza despacio para mirar a Kenji y le lanzó una mirada asesina. —¿Qué has dicho? —Preguntó con una voz gélida.

—No he dicho que no me gustase o que no fuese buena. —Dijo Kenji para intentar salir vivo de ahí.

La canción la empezó a bailar Sammy, mientras que Ashla se quedó escuchando tranquilamente la canción sentada y Ben fue a ver a Yaz que había cogido su cuaderno para dibujar algunos dinosaurios.

—Es genial, pero la cresta del parasaurolophus es más grande. Perfecto. —Le dijo Ben.

—Ben ¿Sales a bailar? —Preguntó Sammy.

—Es que no bailo muy bien. —Se excusó Ben.

—Tranquilo, no es un concurso de baile, no hace falta saber bailar bien. —Le dijo Sammy yal final Ben acabó saliendo a bailar con ella.

Yaz se quedó pensativa y miró a Kenji que seguía sentado. —Tú bailas conmigo. —Dijo Yaz yendo hacía el.

—Es que no me apetece bailar. —Se excusó Kenji.

—Vale, pero no era una pregunta. —Dijo Yaz y sacó a Kenji a bailar a rastras, aunque no opuso resistencia.

Mientras Ashla veía como bailaban en parejas, pero no agarrados y se puso a recordar las noches que salía a bailar con sus amigas. «Mierda, tengo 27 años y ya rememoro momentos como mi madre» Pensó.

—¿Ashla no bailas? —Preguntó Sammy pasado un rato.

—No, no me apetece humillaros. —Respondió.

—Oh vamos, déjate de fanfarronear y sal ya. —Exclamó Yaz.

—Vale, pero no os quejéis cuando os humille. —.

Ashla se levantó y se puso a bailar, con mucho ritmo y estilo, dejando asombrados a los campistas. Cuando terminó la canción Ashla posó.

—Definitivamente os falta calle. —Dijo entre risas.

—Vaya, mirad eso. —Dijo Sammy.

Todos miraron hacia el cielo, y vieron una espectacular vista del cielo nocturno de Deinokia, con tres estrellas de fondo, la de Vik y las de Serassi, otras nueve luces que eran en realidad los otros nueve planetas del sistema, las luces rojas, amarillas y anaranjadas de la nebulosa que envolvía el sistema y una increíble vista de la Sauria, en la que incluso se podían ver algunas luces de las ciudades que la poblaban. Además unas estrellas fugaces aparecieron en el cielo. Pero al bajar la mirada, vieron algo que no se esperaba, una luz en el suelo y una columna de humo, una hoguera.

—¿Qué es eso? —Preguntó Yaz.

—Creo que es una hoguera. —Respondió Sammy.

—Chicos, no estamos solos. —Dijo Ben.  


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¿Qué tal? 

Espero que os haya gustado el capítulo. No se si os ha llamado la atención lo que ha dicho Ashla sobre su pasado. Tranquilos, tengo pensado hacer uno o dos capítulos en la cuarta temporada sobre el pasado de todos los personajes, si llegamos, aunque espero llegar hasta ahí.

Me gustaría adelantar que en esta historia no habrá contenido para adultos, al menos, todo ocurrirá "fuera de cámara" como quien dice, principalmente porque esta historia no está calificada como solo para adultos y no quiero arriesgarme a que me quiten algún capítulo por ello.

La canción que pone Ashla.

Another one bites the dust

Queen.

https://youtu.be/kwwaWVP2PGE


Hasta otra.

Y por supuesto, el meme.

Afortunadamente sobrevivió al Thanos que se marcó Disney tras comprar Star Wars.

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