Capítulo 2: Secretos
Recinto de los raptores, Isla Nublar, finales de junio del año 6985 (3015 ABY).
—Está bien, está bien, todo va bien. —Se repetía Darius para tranquilizarse, con la alarma y los gritos y chillidos de los raptores de fondo. —Kenji, busca un cráneo de raptor en esos huesos. —Le dijo Darius a Kenji señalando una pila de huesos.
—¿Qué? —Preguntó Kenji confundido, asustado y pegado a la puerta.
—En el videojuego yo... —trató de explicarse Darius.
—¿Quieres hablar de videojuegos ahora? —Preguntó Kenji asustado e incrédulo. Los raptores rugieron los cuatro al unísono, asustando a Darius, que se tropezó con los huesos y cayó de espaldas, y así se arrastró hacía donde estaba Kenji.
Brooklynn se encontraba a salvo en la parte alta del recinto. Vio asustada como Darius se arrastraba hasta donde estaba Kenji. Miró desesperadamente a su alrededor hasta que vio una terminal para droides astromecánicos. Sin perder un segundo fue hacia el terminal, acercó el dedo índice de su brazo cibernético y de el salió un pequeño enganche que le permitió conectarse con el terminal, y se concentró únicamente en poder cerrar esa jaula. Al cabo de unos segundos interminables, en los que solo se oía esa maldita alarma, los gritos de terror de Darius y Kenji y los chillidos de los raptores, consiguió, a través de la terminal, cerrar la verja. Y tras ello, un golpe metálico.
Darius y Kenji estaban pegados a la puerta del recinto, con los raptores acercándose lenta pero inexorablemente. De pronto, las luces que rodeaban el interior del recinto se encendieron, cegando momentáneamente a los raptores. Se oyó el grito de una mujer, al tiempo que de las pasarelas caían trozos de carne que atrajeron a los raptores. Menos a una, que seguía acercándose a los dos chicos. De un momento a otro, la puerta de la jaula se cerró de golpe, la puerta a la que se habían pegado Darius y Kenji se abrió y unas manos los agarraron de los hombros y tiraron de ellos, el raptor que se había lanzado contra ellos chocó contra la verja de metal. Darius y Kenji se levantaron algo confundidos y jadeando por el miedo y la tensión, vieron a Dave a su lado igual que ellos, y también varios aerodeslizadores del parque aparecieron.
—¡Asegurad el recinto, vamos, vamos, vamos! —. Gritó una voz masculina que se bajaba de los aerodeslizadores acompañado de varias personas más.
—Dave, muchísimas gracias. —Dijo Darius aún cansado.
—Es el procedimiento habitual Darius —decía Dave llevándose la mano al estomago —hago estas cosas continuamente, dame un segundo. —Y seguidamente Dave se puso a vomitar.
En ese momento aparecieron Roxy y Brooklynn, la primera preguntado repetidamente si estaban bien. La segunda fue corriendo a abrazar a Darius con tanta fuerza que casi lo tira al suelo, cuando se separó de Darius Kenji abrió los brazos y fue hacía Brooklynn para que le diera un abrazo, pero lo único que le dio Brooklynn a Kenji fue un puñetazo en la boca del estomago con su brazo mecánico que le dejó sin respiración, literalmente. Mientras Roxy estaba con Dave, Kenji trató de escabullirse, pero fue interceptado por Roxy.
—Eh, eh, ¿A dónde te crees que vas? Darius y tu estáis en un buen lio. —Dijo Roxy muy enfadada.
—Pero yo, él, está... —trató de justificar Darius.
—Ahórratelo, ya veremos que hacemos luego contigo. Si es que sigues aquí después de una tontería así. —Dijo Roxy todavía muy enfadada y mirándole con severidad.
Brooklynn posó su mano en el hombro de Darius para tratar de animarle, se miraron, y Brooklynn empezó a andar hacia el aerodeslizador en el que los llevarían de vuelta al campamento. Darius seguía parado en el mismo sitio, y mientras las puertas del recinto se cerraban, Darius y la raptor que se había lanzado hacía él se quedaron mirando hasta que la puerta se cerró del todo.
Ya en el campamento, Darius y Kenji se encontraban sentados en un sofá de la sala principal de este. Darius se encontraba preocupado y molesto. Mientras que Kenji se encontraba sorprendentemente relajado, tumbado sobre el respaldo del sofá y haciendo ruiditos con la boca, algo que molestaba aún más a Darius.
—¡¿Cómo has podido hacer algo tan estúpido?! —preguntó Darius enfadado y molesto con Kenji.
—Hago muchas cosas estúpidas, así que tendrás que ser más específico. —Contestó Kenji como si la cosa no fuera con él, cambiando de postura en el sofá. —A las chicas les encantan las grandes hazañas, chaval, lo entenderás cuando crezcas. —Continuo con un tono despreocupado, algo que solo enfado más a Darius. —Vale, puede que no fuera mi mejor idea. Oye, tampoco quiero que me echen. Cuando mi padre, lo único que quiero es que este orgulloso de mí, s-si descubre que he vuelto a liarla otra vez puede que, no vuelva a confiar en mí. —Dijo Kenji mucho más serio y algo entristecido.
—Ya advertimos a Brooklynn por escaparse. Pero vosotros, cabezas huecas —Dijo Dave enfadado y molesto entrando en la sala junto a Roxy.
—Sobre todo tú, Kenji. —Dijo Roxy enfadada. —Has puesto tu vida, la de Darius y la de Dave en peligro, deberíamos llamar a tus padres —.
—Es culpa mía. —Dijo Darius de pronto, interrumpiendo a Roxy y dejando anonadados a los tres —Yo salté al foso, Kenji solo, intentaba salvarme —.
—Sí, así es. —Dijo Kenji sentándose al lado de Darius y poniendo su brazo sobre el hombro de Darius. —Yo, intentaba salvar al pobre e indefenso niño. —Relato falsamente Kenji sonriendo, y Darius se quedaba con una expresión de cansancio.
—A ver, a Darius, el dinogenio, le ha salvado Kenji, el chico que cree que a los dinosaurios los encerraron en ese planeta porque, y cito, sus pedos ensuciaban el aire de otros planetas. —Decía Roxy despacio, confundida e incrédula.
—Demuestra que me equivoco. —Le susurró Kenji a Darius para que nadie más lo escuchara. Lo que provocó que Darius se llevara las manos a las cejas para masajeárselas.
—Pero la versión de Brooklynn es muy diferente a la tuya. —Continuo Roxy, que seguía sin creerse la versión de Darius y Kenji.
—Pfff, Brooklynn, estaba oscuro y ella confundida. Necesita operarse de la vista. Jajaja, que presumida, ¿verdad?. Em, lo que importa es que estuve cuidando de este chico. De nada. —Dijo Kenji.
Roxy todavía miraba muy seria a los dos. Darius puso una cara para tratar de confirmarle a Roxy y a Dave la versión de Kenji.
—Uff, nadie está herido, dejémoslo en una anécdota. Lecciones, amistad, de eso trata el campamento. ¿Estáis conmigo? —Dijo Dave dando esto por zanjado, pero Roxy aún estaba muy seria.
—Vale. Pero otro paso en falso —advirtió seria y amenazadoramente Roxy.
—Yo, nosotros, no te fallaremos. —Dijo Darius. Kenji se recostó en el respaldo del sofá con los brazos cruzados en la nuca y volvió a hacer ese molesto sonido con la boca. A lo que Darius volvió a poner la misma cara de cansancio de antes. —¿Y qué vamos a hacer mañana? —Preguntó Darius.
A la mañana siguiente Darius, que se había quitado la chaqueta y llevaba una camiseta blanca de manga corta y llevaba su colgante, y Kenji se encontraban frente a un enorme montón de excremento de dinosaurio. Se dieron la vuelta despacio y desganados, con una mirada que suplicaba que no los dejaran ahí. El resto de los campistas se encontraba a una distancia prudencial por el olor.
—Disfrutad limpiando esto, chicos. —Dijo Roxy lanzándoles una pala a cada uno. —Nosotros nos vamos al laboratorio de genética. —Dijo Roxy yéndose hacia el aerodeslizador seguida por el resto, aunque Brooklynn se detuvo un instante para hacerles una holografía. Dave, quien se había quedado atrás, le lanzó a Darius un frasco pequeño.
—Colonia, os ayudara con el olor y con las chicas, pero sobre todo con el olor. La peste puede ser muy persistente. —Dijo Dave retirándose hacia el aerodeslizador.
—¿Qué? Pero... —Trató de decir Darius. Pero se fueron enseguida y Darius se quedó mirando al vacío.
—Agh, que asco. —Se quejaba Kenji saltando a la pata coja para quitarse un poco de excremento que tenía pegado al zapato y se lo trataba de quitar con la pala.
Entre tanto, es resto del grupo continuo su viaje al laboratorio. Todos iban tranquilamente, salvo Brooklynn, que no paraba de mirar su datapad, preocupada.
—Ains, sigo perdiendo seguidores. —Dijo mientras miraba el datapad— Cuando vas a ver cosas chulas, relajaos, acabo de llegar. —Decía molesta y preocupada.
—¿De que va tu próximo holovideo, de los huevos de dinosaurio del laboratorio? —Le preguntó Sammy, que se encontraba sentada al lado de Brooklynn —A todo el universo le gustan los bebes. —Añadió.
—Sea lo que sea, será genial. —Dijo Brooklynn.
En el otro lado, sentado enfrente de Sammy, se encontraba Ben, que se había quitado la chaqueta verde y llevaba una camisa azul claro, con unos pantalones y unos zapatos iguales a los del día anterior; untándose una sustancia extraña en los brazos mientras tarareaba. Desvió su mirada hacia Yazmina, sentada a su lado, quien lo miraba extrañada, y quien se había cambiado sus pantalones largos por unos pantalones cortos de color morado con una figura con forma de T invertida de color violeta claro.
—Gel desinfectante, quien sabe la cantidad de mugre que hay en ese laboratorio. Hay que estar preparado, el mundo es una caja de sorpresas asquerosas y lo recorremos en un viaje húmedo y pegajoso al que llaman vida. —Se explicó Ben, que se empezaba a untar desinfectante por las piernas.
Yazmina cogió un bote con desinfectante y empezó a untárselo por las manos. Ben seguía echándose desinfectante, esta vez por el cuello y la cara.
—¿Qué pasa Brooklanders? Hoy os enseñaré uno de los laboratorios de genética más increíbles de Jurassic World. —Dijo Brooklynn cuando estaban llegando al laboratorio.
Una vez dentro, el grupo se quedó admirando el laboratorio, con científicos de diferentes especies yendo de un lado a otro y revisando los datos, los aparatos, las incubadoras, y algunas muestras que tenían almacenadas en frigoríficos especiales.
—Es una ocasión única para ver los secretos del parque, no todo el mundo puede estar aquí dentro. —Explicó Roxy a Brooklynn, quien no dejaba de grabar.
—Si, aquí sucede la magia. —Añadió Dave. —Doctor Wu wu, ¿Quién está listo para sacar un blastocito de un bastoncito? —Exclamó Dave dirigiéndose al Doctor Wu, que se encontraba revisando una incubadora junto con otros dos científicos, un humano y una mirialana, que se volvieron para verlo, pero desviaron la mirada y se fueron cada uno por su lado. —La mitosis y la motosis, estamos listos para los cromosomas mi colegasoma wu, ahí lo levas. Y tengo más. —Continuó.
—No hace falta. —Le dijo Roxy a Dave yendo a paso rápido tras Wu. —Venimos a hacer el tour Doctor Wu, Campamento Cretácico. ¿La señorita Dearing no se lo dijo? —Dijo Roxy cuando alcanzó al Doctor Wu, que continuaba andando al tiempo que revisaba un datapad.
—Lo siento, pero el Sr. Masrani ha adelantado la fecha de nuestro próximo estreno, una vez más. Simplemente no tengo tiempo para pasarme el día cuidando de unos niños. —Dijo el Doctor Wu con una voz monótona y anodina mientras seguía andando.
Brooklynn se encontraba grabando a la científica mirialana que antes estaba con Wu, mientras esta observaba una pieza metálica, cuando Wu la cogió del hombro.
—Señorita, está prohibido grabar. —.
—Pero para eso estoy aquí. Verá, tengo un canal en la holonet —se justificó Brookllyn.
—¿Y eso qué tiene que ver conmigo? —Preguntó molesto, mientras se daba la vuelta y le daba el datapad que llevaba en la mano a una twi'lek de piel azul.
—Ahh, lo siento Doctor, solo quería que mis seguidores conocieran al genio detrás de la creación de Jurassic Park y Jurassic World. Es decir, sin usted no existiría Jurassic World. —Dijo Brooklynn con una muy bien fingida decepción. —Pero si quiere quedarse a la sombra mientras Masrani y John Hammond se llevan todo el crédito, lo respeto, es solo un trabajo. —.
—¿Cuánta gente ve tu programa en la holonet? —Preguntó Wu dándose la vuelta y levantando la mirada de su datapad, mientras Brooklynn sonreía para sus adentros.
Cerca del campamento.
—Es horrible. Gracias a ti estoy quitando excrementos y no viendo el nacimiento de un dinosaurio, solo era mi mayor sueño, no se, desde siempre. —Se quejó Darius limpiando el montón de excremento a paladas junto con Kenji.
—Colega eso no es un sueño, un sueño es cuando salvas a unas sirenas de un Sardún. —Dijo Kenji.
—Lo que tu digas, nunca podrás entenderlo, los científicos son héroes, han clonado a un rex ¡Un rex! Sabes lo que significa hacer eso. —.
—Es gracioso que te emociones con ese simple laboratorio, los novatos como tú no sabéis nada de lo que hay por aquí. —Dijo Kenji.
—¿Cómo que? —Se interesó Darius —Nah, tonterías. —.
—He venido a este parque como unas cincuenta millones de veces, me lo conozco muy bien, y como tú me has ayudado antes puede que esté dispuesto a enseñarte algo bueno. —Ofreció Kenji a Darius.
—No, yo paso, no quiero meterme en más líos. —Se negó Darius.
—Oye, tú mismo. Llevas toda tu vida esperando para ver dinosaurios y creía que querrías ver uno que dejaron de mostrar en público. Pero, como quieras. Esta es una oportunidad única en la vida. —.
Un rato después Kenji estaba mostrando una escotilla de acceso a un túnel subterráneo. Túnel que, según explicó Kenji a Darius, formaba parte de una inmensa red de túneles subterráneos que recorrían toda Isla Nublar, y que era lo que usaban los "peces gordos" para moverse discretamente por la isla. También le dijo que el era un VIP de Jurassic World que había usado esos túneles en más de una ocasión. Una vez en los túneles, Kenji encendió las luces, apoyando el hombro al lado del interruptor.
—¿Sigues enfadado por lo del laboratorio? —Preguntó Kenji.
Laboratorio de genética Nº2 de Jurassic World.
—De acuerdo Doctor Wu, grabando. —Dijo Brooklynn al Doctor Wu.
—Ejem. Hola, soy el Doctor Henry Wu, científico. Bienvenidos a uno de los laboratorios de genética de Jurassic World. Para crear un dinosaurio necesitas TIMI; T de tecnología, I de ingeniería, y MI, a mi. —Explicó Wu.
—Vaya, un ojo. —Exclamó Sammy, Brooklynn aprovecho la oportunidad para captar la imagen de asco de Ben.
Sammy empezó a moverse por toda la sala, preguntando al Doctor Wu que era cada cosa, al tiempo que Wu, con mucha paciencia, intentaba explicarle que era cada cosa, aunque no lo conseguía, puesto que Sammy enseguida preguntaba por otra cosa. Primero unas pantallas, luego unos restos biológicos y, finalmente, lo que era solamente el despacho personal de Wu, con acceso restringido. Cuando Brooklynn escuchó la palabra restringido desvió la mirada hacia Wu.
—Chicos mirad. Uno de esos huevos va a eclosionar. —Dijo Dave en voz baja. Yazmina, Ben y Brooklynn fueron a la incubadora junto a la que estaba Dave para verlo.
—Eso es imposible, el anquilosaurio solo lleva diez semanas de incubación. —Dijo Wu.
El huevo se iba resquebrajando poco a poco. Primero salió la cola, que al salir salpicó con el fluido provocando una reacción de asco en Ben; luego acabó saliendo todo el anquilosaurio recién nacido, aunque tenía un trozo de la cáscara sobre la cabeza. El recién nacido salió rodado por la mesa, pero Ben lo cogió cuando estaba a punto de caerse, lo depositó con cuidado sobre la incubadora y le retiró el trozo de cáscara que le tapaba la cabeza a la cría. Viendo a la cría recién nacida de anquilosaurio, con la armadura de su parte superior azul celeste y con uno de los cuernos de la cabeza más grande que el otro. La cría arrancó miradas y suspiros de ternura de los chicos.
—Tiene un cuerno más grande que el otro. —Dijo Brooklynn enfocándola con la cámara de su datapad.
—¿Asimetría, en mi laboratorio? —Dijo Wu yendo hacía la incubadora.
—Vaya, es tan pequeño. —Comentó Ben.
—Pero crecerá en poco tiempo, ¿Verdad? —Añadió Roxy mirando a Wu.
—Esa es la idea. Los dinosaurios pasan por una fase de crecimiento acelerado. —Explicó Wu. —Se supone que han de incubarse durante trece semanas sin defectos evidentes, pero parece ser que este se nos ha escapado. —Añadió Wu acercándose para ver más detenidamente al anquilosaurio recién nacido.
Aprovechando esa distracción, Brooklynn retrocedió disimuladamente, con el despacho personal de Wu como objetivo. Miro a la derecha, a la izquierda, volvió a mirar hacia la incubadora, y tras cerciorarse de que nadie le prestaba atención, se puso en marcha con una sonrisa en el rostro.
Red de túneles de Jurassic World.
—Ahora en serio ¿A dónde me llevas? ¿Vamos a ver un rex, o un saurópodo? —Preguntó Darius a Kenji de camino a donde sea que Kenji le estuviera guiando.
—Chico, Kenji tiene algo mejor que un saurópodo, vamos a donde tienen en cuarentena a los que son demasiado agresivos. El último que vi aquí era una especie de carna, carna algo. —Le explicó Kenji a Darius una vez se hubo detenido frente a una escalera.
—Espera, ¿carnotauro? —Preguntó Darius muy emocionado, tanto que se tapó la boca con las manos. —vamos a ver un carnotauro. Es uno de mis cinco dinosaurios favoritos. —.
—Alucinante ¿Verdad? La dirección del parque me ofreció ponerle mi nombre, pero les dije que se lo guardaran para cuando llegara algo mejor. —Fanfarroneó Kenji. —Pero imaginaba que te gustaría. Esto es para darte las gracias, de eso va todo esto por, eh, ya sabes, no ser un chivato. —.
—¿Entonces hay un carnotauro justo ahí arriba? —Preguntó Darius aún muy emocionado.
—Por supuesto. —Confirmó Kenji —Como mi amigo Masrani dice siempre si Kenji promete, Kenji lo cumple. —Fanfarroneó de nuevo y apretó un botón, y justo después de pulsarlo pasó, nada. Kenji miró preocupado y sorprendido a Darius de reojo. Apretó los otros tres botones en el panel le control y en el último funcionó y se abrió la escotilla, permitiendo a Kenji suspirar aliviado. —Vamos a fundirte ese cerebro de friki, novato. —.
La escotilla de acceso a los túneles, camuflada como una roca, se abrió y Kenji y Darius aparecieron en medio de la selva de Nublar. Kenji salió primero y comenzó a andar, Darius salió un poco después y siguió a Kenji.
—¿Sabes a donde vamos, verdad? —Preguntó Darius.
—Confía en mi, lo tengo todo controlado. La jaula está, por ahí. —Respondió Kenji no muy seguro.
—¿Qué estoy haciendo? —Se preguntó a sí mismo Darius y hecho a andar a paso rápido para alcanzar a Kenji.
Laboratorio de genética Nº2 de Jurassic World.
Entre tanto, Brooklynn andaba sigilosamente por un oscuro pasillo del laboratorio de genética, mirando a ambos lados, detrás de cada esquina que se encontraba y pegándose a las paredes para estar segura de que no la veían. En ese mismo pasillo, dio la vuelta para andar de espaldas. Pero chocó con alguien.
—Sammy, ¿Qué estás haciendo aquí fuera? —Preguntó Brooklynn, sorprendida y confundida, tras el sobresalto inicial.
—Estaba ... aquí hay que venir con un holomapa, es que necesito ir al baño. —Contestó Sammy no muy segura.
—Eh, creo que hay un baño en la otra parte del recibidor, así que... —Indicó Brooklynn. Sammy agradeció las indicaciones y se despidió de Brooklynn.
Tras el inesperado encuentro con Sammy, Brooklynn siguió su camino, decidida. Hasta que se encontró con una puerta metálica en la que ponía acceso restringido. Palpó la puerta con las manos, y enseguida pegó su oído derecho a la puerta para intentar escuchar si había algo o alguien tras la puerta, pero nada. Despegó rápidamente la cara de la puerta para esconderse cuando escuchó unas pisadas acercarse. Resultó ser el Doctor Wu, quien abrió la puerta con un datapad en la mano. Se disponía a cruzar la puerta cuando una twi'lek de piel azul le informó de que tenían los resultados, resultados que, al parecer, eran muy importantes para Wu, puesto que se fue de inmediato con la twi'lek.
Una vez que Wu y la twi'lek se fueron, Brooklynn atravesó el umbral de la puerta antes de que se cerrara.
—Vale Brooklanders, veamos si la información ultrasecreta de Jurassic World os gusta lo suficiente. —Dijo Brooklynn empezando a grabar con su datapad.
El despacho estaba oscuro, con las luces apagadas; en el había una pizarra con formulas, dibujos de dinosaurios y anotaciones escritas en ella, una silla frente a un escritorio, y sobre él, una consola. Brooklynn se paseó por el despacho con la luz de la cámara del minidatapad alumbrándola. Se paró y enfocó con la luz a la pizarra y sacó una imagen. Brooklynn se sobresalto al escuchar un extraño zumbido detrás de ella, pero solo era el brazo robótico de una incubadora moviendo los huevos. Entonces fijó su mirada en la consola, que estaba encendida y con imágenes de esqueletos de diferentes dinosaurios, sintió curiosidad y se sentó en la silla para estar más cómoda. Brooklynn leía en voz alta los nombres de los archivos, como E750, resultados del ensayo, entre otros; mientras lo grababa todo.
—Clasificado. —Leyó en uno de los archivos. —Premio. —.
Usando el joystick de la consola lo seleccionó y lo abrió. No obstante, tras abrirlo la pantalla se bloqueó y sonó una alarma, y finalmente, se apagó. Brooklynn intentó volver a encenderlo, en vano.
—Mierda. —Soltó de la frustración.
En aquel momento vio un datapad con datos, y no parecía bloqueado, y sobre el, un pequeño dispositivo de memoria. Lo observó detenidamente, y volvió su atención al datapad.
—¿Indominus Rex? —Dijo para si misma, al leer una de las páginas del datapad. Pasó a la siguiente, y observo lo que parecía la figura de un dinosaurio. Repentinamente se escucho el zumbido de la puerta al abrirse. Era el Doctor Wu, que tenía un datapad en la mano y una cara de enfado.
—Es que pensaba que esto era el servicio. —.
En medio de la selva de Isla Nublar.
Darius y Kenji atravesaban una densa maleza de hierba alta, en la dirección en la que, según Kenji, estaba lo que quería enseñarle a Darius. Kenji salió de la hierba alta primero, y nada más salir se vio atosigado por un enjambre de insectos, y este, al intentar espantarlos, se cayó de espaldas.
—¿Pero dónde está esa estúpida valla? —Se preguntó Kenji frustrado al levantarse del suelo.
—Kenji, deberíamos regresar, no deberías tener más problemas con tu padre. —Le aconsejó Darius.
—Colega, ¿Qué tiene que ver mi padre en esto? Apenas está en casa, no se preocupa nada por mi. —.
—¿Cómo? ¿Y qué pasa con lo de toda mi vida he estado intentando que esté orgulloso de mi, novato? —Preguntó Darius, la última pregunta intentando imitar la voz de Kenji.
—Oh, si. Estaba mintiendo porque no quería meterme en más problemas. —Se sinceró Kenji. —Y perdóname por no querer volver a pasar otro verano yo solo. De hecho, si lo piensas detenidamente la culpa es tuya por ser tan ingenuo. —Se justificó Kenji.
—No me lo puedo creer, no hay ningún carnotauro ¿Es cierto? —Soltó Darius muy enfadado.
—Oye, siempre digo la verdad, menos esta mañana, y alguna que otra vez más. Pero te estoy diciendo la verdad sobre esto. —.
—Genial, estoy aquí fuera y es posible que me manden a casa y todo es porque te creí. —Culpó Darius a Kenji muy enfadado.
—Bien, pues como quieras. Esta es la última vez que intento hacer algo por este novato. —Dijo Kenji.
Un rato después Darius y Kenji atravesaron una parte de hierbas altas, y cuando salieron vieron una enorme reja de seguridad.
—Kenji siempre cumple. —Dijo al ver la verja.
Los dos se acercaron al cercado para ver mejor lo que había al otro lado, pero solo se veía más selva. Darius miró hacía arriba, y se notó que la parte superior de la reja se inclinaba hacía el lado en done ellos se encontraban, con las bombillas al otro lado.
—Te conoces el parque muy bien ¿Verdad? —Preguntó Darius con algo de preocupación.
—Eeee, sí. —Afirmó Kenji no muy seguro.
—¿Entonces sabes en que lado de la valla está el carnotauro? —.
Los dos miraron hacia uno de los lados y observaron que la reja formaba se curvaba, formando una especie de curva o circulo en esa sección, y los dos estaban en la parte interna. Detrás de ellos escucharon plantas moverse, pisadas, y finalmente, el carnotauro rugió cuando los vio a su derecha. Darius y Kenji si giraron y vieron a un carnotauro macho adulto, de color rojo claro y manchas y rayas de color rojo más oscuro, con su hocico chato y sus característicos cuernos, mirándolos fijamente.
Laboratorio de genética Nº2 de Jurassic World.
Ben, Sammy y Yazmina estaban, junto con Dave y Roxy, al lado de la incubadora mirando al bebe anquilosaurio y como jugaba con Ben.
—Ya es hora de que os marchéis. —Exclamó Wu iracundo, que empujó a Brooklynn por el hombro con fuerza.
—Oiga. —Se quejó Brooklynn por el brusco empujón.
—Está claro que este grupo no respeta mi laboratorio. —Dijo Wu más calmado.
—¿Y qué pasa con Bumpy? —Preguntó Ben.
—Ohh, Bumpy, le has puesto nombre, me encanta. —Dijo Dave.
—El sujeto pronto será liberado en un grupo de anquilosaurios. —Contestó Wu mientras cogía a Bumpy con la mano. —Entonces será su problema, igual que vosotros dejaréis de ser mi problema cuando os marchéis. —Dijo Wu secamente.
—Vale, vale, en marcha, aquí no nos quieren. —Dijo Dave al tiempo que todos se iban y Wu colocaba a Bumpy en la incubadora, está se puso a llorar, ante la mirada triste de Ben.
Dentro del recinto del carnotauro.
Darius y Kenji huían desesperadamente del carnotauro, que se acercaba a ellos cada vez más. En su huida se toparon con un tronco caído, que pasaron por debajo, pero Kenji se tropezó y Darius tuvo que ayudarlo a levantarse, y volvieron a correr. Justo a tiempo porque el carnotauro acababa de apartar el tronco de un topetazo y continuaba la persecución sin inmutarse.
—Nos alcanza. —Exclamó Kenji asustado.
—Es rápido, pero no en las curvas. Hay que ir en zigzag. —Explicó Darius. —A la de tres: uno, dos tres. —A la de tres Darius y Kenji giraron bruscamente y el carnotauro se tropezó y cayó al suelo, pero inmediatamente se levantó y continuó con la persecución.
El carnotauro intentó devorar a Darius y Kenji, pero volvieron a girar y este falló y se golpeó contra un árbol, que derribó por la fuerza del impacto. Darius y Kenji siguieron corriendo, hasta que se encontraron con una unión de tres verjas de seguridad, en una de ellas, que se unía formando un ángulo de 90 grados respecto a las otras, tenía una puerta de acceso. Se quedaron viendo la puerta de acceso buscando el panel de control para abrirla, ahora que tenían mucha ventaja al carnotauro.
—Allí. —Exclamó Darius una vez vio el panel de control en la parte de fuera en donde se unían las tres.
Darius metió el brazo y se puso a pulsar botones al azar, hasta que uno de ellos abrió la puerta. El carnotauro ya corría hacia ellos, pero cuando estuvo frente a la puerta que se abría, se paró y se puso a rugir. Darius y Kenji se quedaron confusos, y cuando se dieron la vuelta para ver que pasaba, vieron a un macho adulto de concavenator que se acercaba desde el otro lado de la puerta. El concavenator era más pequeño que el carnotauro, de 2,50 metros de alto y casi 7 metros de largo, de un color marrón claro con rayas blancas y manchas negras en la espalda y en la cola, el hocico alargado pero robusto, con una gran mancha azul brillante; tenía unos brazos relativamente largos con tres dedos y con una especie de protoplumas gruesas, rígidas y con forma de púa; en la espalda tenía una joroba, característica de su especie, con marcas blancas, negras y naranjas.
El concavenator se paro justo en la puerta, ignorando a Darius y Kenji, abrió la boca mostrando sus afilados dientes, que estaban ocultos por labios cuando la boca estaba cerrada, y emitió un fuerte y grave bramido gutural, que, aunque no fuera tan llamativo como el rugido del carnotauro, no era menos intimidante ni inquietante. Darius y Kenji estaban en la esquina viendo la escena, pasando desapercibidos para los dos carnívoros, que tenían puesta la atención el uno en el otro. El concavenator cruzó la puerta y se encaró con el carnotauro. Los dos eran de un tamaño muy similar, aunque el concavenator era visiblemente más pequeño.
Los dos estaban a punto de enfrentarse en una pelea, se medían el uno al otro, por si podían evitar el enfrentamiento, pero ninguno daba muestras de retirarse. Fue el carnotauro el que atacó primero intentando darle un testarazo a su adversario. Pero el concavenator fue más rápido y se movió a su derecha para evitar el ataque, y morderle el cuello al carnotauro. Con el cuello en sus fauces, se puso a girar sobre si mismo hasta estamparle la cabeza al carnotauro contra la verja metálica, aturdiéndolo y soltándole el cuello. El carnotauro se reincorporó rápidamente y aprovechó la oportunidad para placar al concavenator en el vientre, que no le dio tiempo para esquivar el ataque, y cayó al suelo de espaldas. El carnotauro trató de rematar a su adversario mordiéndole el vientre para destriparlo, pero el concavenator le propinó una patada con una de sus patas, desviando el ataque y arañándolo.
Como si estuviera entrenado para ello, el concavenator se levantó enseguida y volvió a morder el cuello a su rival, que por lo sorpresivo del ataque y la fuerza con la que atacó hizo que perdiera el equilibrio y cayera. Aún en el suelo el concavenator no lo soltaba. Sin embargo, el carnotauro uso una de sus patas traseras para arañarle la pata y parte de su costado derecho. Esto provocó que el carnotauro se liberara el cuello cuando el concavenator soltó un quejido cuando lo arañó, le propinó una patada en el hocico para alejarlo y se levantó. El concavenator se apartó por el golpe, el carnotauro no perdió la oportunidad y volvió a atacarle, pero el concavenator lo frenó en seco cuando le mordió el rostro, y comenzó a agitarlo violentamente hasta que perdió el agarre, dejando a la vista una gran cicatriz en el lado derecho del morro del carnotauro. El carnotauro rugió amenazadoramente a su enemigo, pero el concavenator le devolvió el gesto con el mismo bramido de antes, mientras retrocedía hacia la reja de metal. El carnotauro atacó de nuevo intentando morder al concavenator, pero este evitó el mordisco, lo agarró de nuevo con sus fauces por el cuello, dio un giro de 360º y golpeó la cabeza del carnotauro contra la reja, otra vez. Cuando el carnotauro se reincorporó, el concavenator bramó de nuevo y el carnotauro adoptó una posición de sumisión para que no le atacara de nuevo, y se retiró, no sin antes mirar a los dos jóvenes humanos que habían estado en esa esquina presenciando la pelea. El concavenator le persiguió unos pocos metros mordiéndole la cola, y bramó de nuevo una vez que el carnotauro se perdió entre los arboles.
—¡Si, increíble! —Exclamó Darius, vitoreando al concavenator.
—El dinosaurio se ha llevado una paliza. Te crees muy fuerte Toro, pero no eres nadie. —Dijo Kenji increpando al carnotauro. —Toro, por los cuernos. —.
—Oye Toro, tus brazos son, eh, mucho más rudimentarios e inútiles en este momento. —Exclamó Darius en un intento por insultar al dinosaurio.
—Jajaja, así se hace, Campeón. —Gritó Kenji vitoreando al ganador.
Entonces el concavenator dirigió su mirada a aquellos muchachos que le vitoreaban, y se giró y comenzó a andar hacia ellos. Darius y Kenji intentaron huir, pero aún estaban en esa misma esquina del vallado, y el concavenator se acercaba a ellos por el centro mismo del triangulo que formaban las cercas, lo que hacía mucho más difícil su huida, y el concavenator ya estaba a apenas cinco metros. Viendo que no tenían escapatoria, Kenji se escondió detrás de Darius, agachándose para que lo tapara por completo.
Cuando el concavenator estuvo enfrente de ellos, acerco su hocico a Darius y comenzó a olfatearle. Entonces ocurrió algo que los sorprendió: el carnívoro pegó su cabeza al cuerpo de Darius con toda la suavidad que pudo, y le daba suaves empujoncitos, o al menos lo más suaves que podía, a Darius. El propio Darius estaba muy sorprendido, pero, tras la sorpresa inicial le acarició los lados del hocico, a lo que el dinosaurio reaccionó con una especie de ronroneo.
—No eres tan peligroso como pensaba. Eres todo un campeón, nos has salvado. —Le decía Darius al concavenator con una voz suave sin dejar de acariciarlo.
El dinosaurio dejó a Darius y se retiró de nuevo a su recinto. Darius y Kenji lo siguieron un poco al interior, y vieron una pequeña jaula en la verja de su recinto que servía para dar de comer a los dinosaurios. Darius y Kenji salieron por esa jaula, no sin antes despedirse de Campeón, que se había tumbado a la sombra de un árbol a descansar.
—¿A qué hora volvían del laboratorio? —Preguntó Darius.
Darius y Kenji volvieron al montón de excrementos al atardecer, apenas unos pocos segundos antes de que lo hiciera el aerodeslizador del campamento.
—Hey chicos. —Saludo Darius, aún recuperando el resuello. Kenji solo alzó la mano a modo de saludo.
—¿Por qué estáis los dos tan cansados? —Preguntó Roxy.
—Porque hemos hecho nuestro trabajo. —Respondió Darius. —¿Qué tal la excursión? —Preguntó.
—Bueno, pues mira, Ben se ha enamorado de un dinosaurio, y la superestrella ha hecho que nos echaran del laboratorio. —Explicó Yazmina sin mucha alegría.
—Eso no es lo que ha pasado. —Contestó Brooklynn a Yazmina.
—¿Qué tal vosotros? —Preguntó Sammy alegremente.
—Increíble, deberíais ver lo que hemos... —intentó decir Kenji.
—Nuestra valiosa experiencia, aprendimos mucho sobre nosotros, y sí, eso. —Explicó Darius interrumpiendo a Kenji para que este no hablara más de la cuenta.
—Snif, snif, bueno entonces, daos una buena ducha, y quedaos ahí un buen rato. —Dijo Roxy.
—Usad jabón, mucho jabón. —Añadió Ben tapándose la nariz. Y el aerodeslizador se marchó sin ellos.
—Dos experiencias peligrosas en dos días, nadie puede enterarse de lo de Toro y Campeón o seguro que nos mandan a casa. —Dijo Darius.
—No me puedo creer que nadie vaya a saber que un dinosaurio nos salvó la vida. —Se quejó Kenji.
—Yo sí Kenji. —Le animó Darius.
—Gracias. Entonces, ¿Estamos en paz, Darius? —.
—Sí, en paz. —Confirmó Darius. Kenji reaccionó dándole a Darius y puñetazo amistoso. —Sabes que los dinosaurios no acabaron en Deinokia por sus pedos, ¿Verdad? —Preguntó Darius.
—Demuestra que me equivoco. —Desafió Kenji.
—Vale, me daré una ducha de cinco horas y luego te lo explicaré. —.
Ya de noche, Darius se sentó en el sofá de la sala común del campamento para descansar un poco.
—Hola Darius. —Dijo una voz sorprendiendo a Darius.
—Oh, hola Brooklynn. —Dijo Darius, sin saber muy bien que decir para seguir la conversación. Lo mismo le pasó a Brooklynn, que no sabía como hablarle a Darius sin sonar muy brusca.
—¿Te lo has pasado bien hoy? —Preguntó Brooklynn.
—Más o menos, no es muy agradable limpiar caca de dinosaurio. —Contestó Darius.
—Ahora en serio Darius, ¿Qué habéis estado haciendo tú y Kenji hoy? Porque no me creo que hayáis estado todo el tiempo limpiando. —.
—¿Qué te hace pensar eso, Brooklynn? —Preguntó Darius, empezando a ponerse nervioso por si sospechaba algo.
—Primero, porque eso es lo que yo haría; segundo, porque los dos estabais tan cansados como si hubierais corrido una maratón, en lugar de estar el día sentados a la sombra esperando a que llegásemos; y tercero, porque tengo una especie de sexto sentido para ver estas situaciones y para adivinar los sentimientos e intenciones de la gente. —Argumentó Brooklynn. —Tranquilo Darius, no te voy a obligar a que me lo cuentes, pero si me lo cuentas te prometo que no se lo contaré a nadie. He hecho cosas de las que no me gustaría que se enterara nadie. —.
—Vale, yo te cuento lo que he hecho con Kenji hoy y tú me cuentas una de esas cosas de las que no quieres que se entere nadie, me parece lo justo. —Propuso Darius.
—Me parece justo. —.
—Vale, pero no se lo cuentes a nadie. —.
—No lo haré Darius. —.
Darius paso un buen rato relatándole a Brooklynn como se habían colado en los túneles, lo de Toro y su pelea con Campeón. Durante el relato, Brooklynn escuchaba totalmente atenta a Darius, sin interrumpir ni una sola vez.
—Guau, desde luego has tenido un día interesante. —Dijo Brooklynn cuando Darius terminó.
—La verdad es que si. Ahora te toca a ti, Brooklynn. —Le recordó Darius a Brooklynn. Ella solo le sonrió levemente y se quedó pensando un rato en que contarle.
—Vale, lo que te voy a contar paso el mes pasado, era el cumpleaños de mi mejor amiga, cumplía trece años y esa es la edad a la que los mandalorianos juran el credo. —Miró de reojo a Darius, que estaba muy atento a lo que ella contaba. —Después de la ceremonia ella, yo y su novio, mi otro amigo aparte de ella, nos quedemos a dormir en su casa, mientras sus padres se iban con sus abuelos. Y bueno, ella sacó tres botellas de una bebida alcohólica tradicional mandaloriana, y nos pasemos un poco bebiendo. —Terminó de relatar Brooklynn.
—¿Y cuánto es exactamente un poco? —Preguntó Darius sin mala intención.
—Pues, las tres. —Dijo Brooklynn algo avergonzada.
—O sea, ¿Qué os emborrachasteis? —.
—Ehh, bueno, pues se podría decir que sí. —Confirmó Brooklynn. —Después de eso me levante con un dolor de cabeza como si me hubieran pegado un sartenazo, recogimos todo y, sorprendentemente, nadie se enteró. Bueno, hasta ahora. —.
—Una historia...interesante. —Comentó Darius sin saber exactamente que decir. Estuvieron los dos envueltos en silencio durante un rato, un silencio extraño que no era ni cómodo ni incómodo.
—Darius, ¿Por qué mentiste por Kenji anoche? —Preguntó Brooklynn, rompiendo el silencio. —Me hubiera gustado preguntártelo anoche, pero no tuve ocasión. —.
—Porque Kenji me dijo que si su padre se enteraba perdería su confianza en él, y que quería que estuviera orgulloso de él. —Dijo Darius alicaído.
—¿Pero solo te manipuló, verdad? —.
—Si. —.
—Darius, eres una buena persona, demasiado buena, y otras personas se podrían aprovechar de eso. Yo, sinceramente, no habría mentido por Kenji, solo es un imbécil. —Dijo Brooklynn.
—Puede que tengas razón. Y respecto a lo de que Kenji es un imbécil, si lo conoces un poco más, no lo es tanto. —.
—Supongo. Aunque creó que no mentía cuando dijo lo que quería que su padre estuviera orgulloso de él. —Añadió Brooklynn.
—¿Y cómo estás tan segura? —Preguntó Darius.
—¿Recuerdas lo del sexto sentido? —Preguntó Brooklynn. Darius asintió afirmativamente. —Además, se puede manipular a alguien con la verdad, solo hay que saber hacerlo. —De nuevo, un silencio como el de antes.
—Bueno, debería irme a la cama, estoy agotado. Por cierto, me ha gustado mucho hablar contigo. —Dijo Darius sonriendo.
—A mi también me ha gustado mucho hablar contigo. —Confesó Brooklynn devolviéndole la sonrisa. —Pero aún no me puedo ir a dormir, tengo que editar el holovideo de hoy. —Dijo Brooklynn, los dos simplemente se despidieron y se fueron a sus habitaciones, muy contentos. Los dos habían querido hablar a solas desde ayer, pero no habían podido hasta ahora, y se sentían muy bien al hablar el uno con el otro.
En algún lugar de Isla Nublar.
Un pequeño droide sonda aterrizó en un claro de la selva, y se quedó ahí, esperando. La persona a la que estaba esperando el droide estaba escondida entre la maleza, miró hacia ambos lados, después hacia atrás, todo para asegurarse de que no la había seguido nadie. Iba salir de la maleza en dirección hacia el droide, pero enseguida notó el cañón de un blaster en la nuca y se quedó completamente quieta. Durante unos tensos segundos solo hubo silencio, hasta que quien tenía el blaster en la mano habló.
—¿Quién eres, niña? —Preguntó una voz femenina, aunque distorsionada por un modulador de voz.
—Soy Sammy Gutiérrez, por favor no me mate. —Suplicó Sammy, a quien le empezaban a brotar lagrimas por el miedo.
—Bien Sammy, ¿Qué es lo que estas haciendo? —Preguntó la misteriosa mujer.
—Yo... —Sammy dudaba, pero estaba desarmada, así que, inteligentemente, habló. —Tengo que entregar este pincho de memoria a ese droide sonda, por favor no me haga daño. —Lloraba Sammy mostrándole un diminuto pincho de memoria.
—Vale, pero ¿Por qué? —Preguntó la mujer.
—No lo hago voluntariamente, lo hago para ayudar a mi familia. Tenemos un rancho, en Neander, mis padres necesitaban dinero, pero lo pidieron a la persona equivocada, una no muy buena. Dijo que les perdonaría la deuda a mi familia si venía aquí y le daba información, si no lo perderíamos todo. —Explicó Sammy.
—¿Y tu familia te envió aquí? —Preguntó la mujer algo sorprendida.
—No, ellos se negaron. Le dijeron que preferían perderlo todo a enviarme ha hacer esto. Yo acepté y vine ha hacer esto voluntariamente, ellos no se enteraron hasta que estuve en Mesós. —Contó Sammy. Durante varios segundos todo se mantuvo igual, pero en un silencio sepulcral. Finalmente, tras esos segundos eternos para Sammy, el blaster se apartó de su nuca.
—Tranquila Sammy, puedes darte la vuelta. —Dijo la mujer con una voz tranquilizadora, pero sin apagar el simulador de voz.
Sammy se dio la vuelta y se sorprendió, se esperaba otra cosa, no a una mujer ataviada con la armadura de las fuerzas especiales de Vik. Era una mujer, una togruta, más alta que Sammy; su armadura era la estándar de las fuerzas especiales, de una sola pieza, gracias a la nanotecnología que usaban, con un visor amplio, que ocupaba toda la parte superior de la cara, desde la nariz y los pómulos, hasta la frente; la armadura, además, era plateada, con rayas en zigzag azules y con el símbolo de un xenomorfo enroscado, el emblema de las fuerzas especiales de Vik.
—¿Qué haces tú aquí? —Preguntó Sammy confundida. Por un momento Ashla dudó en contarle la verdad o no, pero se decidió a contarle un poco de su misión.
—Investigar una supuesta fuga de información desde aquí. Mira, Sammy, puedo ayudarte, puedo hacer que el que extorsionó a tu familia page por ello, pero tienes que ayudarme a encontrarlo. —Dijo Ashla.
—¿Pero qué puedo hacer yo? —Preguntó Sammy.
—Más de lo que te imaginas. ¿Cuándo será la próxima entrega de información? —.
—Mañana, a esta misma hora. —Contestó Sammy.
—Bien, ven media hora antes, para organizarlo todo. Pero ahora mismo tienes que entregarle la información con toda normalidad, para no levantar sospechas. —Dijo Ashla.
—¿Qué vas ha hacer? —.
—No te lo puedo decir aún. ¿Te ha quedado todo claro? —Preguntó Ashla. Sammy asintió. —Ahora dame el pincho de memoria, para poder descargarme la información y tenerla como prueba. —Dijo Ashla. Cuando terminó de copiar y descargarse la información del pincho se lo devolvió a Sammy. Cuando se estaba marchando, Sammy la habló.
—¿Cómo te llamas? —Preguntó inocentemente Sammy.
—Lo siento, pero por motivos de seguridad no puedo identificarme. —Contestó amablemente Ashla.
Tras este inesperado encuentro, Sammy se dirigió hacia el droide sonda y le insertó el pincho de memoria. El droide se descargó la información, Sammy recogió el pincho, el droide se marchó y Sammy se fue corriendo al campamento para llegar antes de que se dieran cuenta de su ausencia. Todo esto bajo la mirada de Ashla.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¿Qué tal?
Espero que hayáis disfrutado de este nuevo capítulo, en el que las cosas ya se empiezan a poner interesantes. . Seguro que a más de uno le ha sorprendido alguna cosa, sobre todo lo del emblema del xenomorfo. Ahora mismo no voy a explicar como me vino la idea, ya lo haré todo más adelante. También comienzan los interrogantes, interrogantes a los que más adelante tendréis respuesta.
Sobre el porque hay xenomorfos aquí, os acordáis cuando en la explicación que hice sobre el planeta Vik en la introducción de esta historia dije "tiene la particularidad de que la mitad de su superficie terrestre esta separada de la otra por un inmenso muro, para separar la mitad que le pertenece a quienes colonizaron el planeta de la mitad en la que viven la especie nativa del planeta". Pues esa especie nativa del planeta Vik a la que me refería eran los xenomorfos. No obstante, en esta historia no saldrán, salvo pequeñas menciones como la que hay en este capítulo. No es porque no quiera, sino por motivos de la historia, los xenomorfos viven en Vik, y casi toda la historia se desarrolla en el planeta Deinokia, así que el meter un xenomorfo en esta historia no tendría mucho sentido, o al menos no de forma coherente.
Y ya para terminar, no me hace falta leer los comentarios para saber que seguramente alguien ya esté haciendo teorías. Como advertencia tengo que decir que no responderé a los comentarios que hagan teorías, más que nada porque no quiero descuidarme e irme de la lengua accidentalmente. Pero que yo no los vaya a responder no significa que no los vaya a leer o que vosotros no podáis hacer todas las teorías que queráis, por muy raras, locas o descabelladas que sean. Por mí, si queréis podéis teorizar que Chewbacca es el padre secreto de Han Solo. No lo es, pero si queréis teorizarlo por mi podéis.
Y sin más que añadir, nos vemos en el próximo capítulo.
Hasta otra.
Y como de costumbre, un meme.
Alerta, spoiler de la serie de Obi Wan.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top