Prólogo: Atrapado en la Oscuridad

Daniel despertó en un lugar extraño y desconocido. Las paredes amarillentas y los pasillos interminables le confirmaron que estaba atrapado en los Backrooms, un laberinto interdimensional lleno de habitaciones vacías y sombras amenazadoras.

Sin memoria de cómo llegó allí, Daniel se sintió invadido por una sensación de desesperación y soledad. Su único objetivo era encontrar una salida y regresar a casa, pero sabía que no sería fácil.

A medida que avanzaba por los pasillos vacíos del nivel 0, escuchó un ruido siniestro a lo lejos. Se detuvo y contuvo la respiración mientras una entidad hostil aparecía en la penumbra. Eran los Dullers: humanoides de gran estatura con piel blanca y ojos sin expresión. Daniel se ocultó tras una esquina, tratando de no ser detectado por estas enigmáticas criaturas.

Los Dullers emitían un zumbido suave y monótono, como si estuvieran comunicándose entre sí. Daniel sintió que algo estaba mal, que estos seres eran más inteligentes de lo que aparentaban. Decidió evitar cualquier contacto con ellos y se aseguró de mantenerse oculto y alejado de su camino.

Mientras exploraba, también se encontró con facelings, humanoides sin rostro que parecían acechar en las sombras. Aunque no eran hostiles, su aspecto inquietante lo mantenía alerta. Supo que debía ser precavido con todas las criaturas extrañas que habitaban en los Backrooms.

Decidido a encontrar una salida, Daniel siguió avanzando, esperando descubrir los secretos detrás de este laberinto interdimensional y cómo enfrentarse a los peligros que lo rodeaban.

Continuará...