Capitulo 8 "La cita parte 2"


Era raro... demasiado raro, siempre había andado en la calle sin ropa y ahora que llevaba un lindo vestido puesto, la sensación del viento recorriendo sus piernas era de verdad rara. Melissa, nuestro adorable zorrito de dos colas ahora transformado en chica, caminaba tratando de seguir el paso de "James", es decir Amy transformado en un chico. A decir verdad el pobre zorro estaba aterrado y aferrado al brazo de Amy, quien a propósito había solicitado al taxista descender un par de calles antes del centro comercial para caminar con Tails.

Hasta el momento, todo iba en orden, por un momento el chico creyó que sería el centro de todas las miradas de la gente, afortunadamente Amy recordó amarrar sus colas en una sola, así nadie se enteraría de que era el Kitsune más famoso del mundo y pasaría aún más desapercibido. Para su alivio, nadie lo miraba, ni lo notaba, era una chica más en la multitud, lo cual hizo aflojar un poco sus nervios sintió que podía soltar un poco el brazo de Amy.

Pero lo que fácil llega fácil se va, porque un león fortachón en un auto convertible de lujo miro a nuestra querida Melisa, solo para frenarse, silbar y gritar "hey zorrita guapa! No quieres salir con un hombre de verdad?"

"Es una adolescente Imbécil!!!" grito Amy lo más masculinamente posible al sujeto atrevido.

"Mejor para mi niñero, la cuidara un verdadero hombre, te veo luego zorrita hermosa" dijo mientras aceleraba y se alejaba en su vehículo.

"OSH! Detesto a esa clase de patanes que creen que sus músculos hablan más que su cerebro" reclamo James mientras llevaba sus brazos a su cintura. Solo para percatarse de que amigo zorro temblaba de miedo muy asustado.

El pobre kitsune en vestido, sostenía su cola con ambas manos mientras sus piernas temblaban cómicamente y gotas de sudor brincaban de su frente, era obvio que su primer piropo no ayudaba mucho a la situación, y nuevamente estaba tenso y nervioso.

"ahhhh Melissa... estas bien?"

"Amy, ya me quiero ir..." dijo Tails poniendo ojos de cachorrito "por favor llévame a casa"

James suspiro, no era el comienzo que quería para esta pequeña aventura, pero tuvo que ingeniárselas para convencer a Tails "Melisa, está bien, no pasa nada, idiotas como él hay en todos lados, no debes dejar que te intimide, desafortunadamente las chicas lidiamos con esto todo el tiempo"

"Si recuerdas que no soy una chica verdad"

"Lo se, pero mira... lo bueno es que te vio linda jijijiji OK, no es la manera de decirlo, pero al menos sabemos que el disfraz ha funcionado... así que, sigamos Melissa" respondió mientras le tendía la mano para seguir adelante.

Totalmente resignado, Melissa supo que Amy no cambiaría de parecer, así que volvió a aferrarse al brazo de la eriza, intentando pasar lo más desapercibido posible.

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El centro comercial de Station Square era uno de los más grandes y modernos de todo Mobius, y según varios noticieros, el más concurrido del mundo. De varias plantas y zonas departamentales era el lugar preferido de todos los adultos y adolecentes para comer, hacer compras, o por qué no, pasar el rato en pareja.

Ahora paseaba una pareja un tanto singular, un erizo rosa de elegante andar tomado de la mano por una linda zorrita de vestido blanco, de aun andar, por decir poco, muy nervioso.

"Muy bien cariño, aquí estamos ahora dime quería Melissa... ¿Qué quieres hacer primero?" pregunto educadamente el erizo rosa a su acompañante.

Un chillido en el estómago de la zorrito rechino sin pena mientras la joven se sonrojaba, Melissa no había desayunado para llegar a tiempo a su cita.

"jejeje muy bien, creo que tu estomago ha hablado por ti cariño, vamos por un café y un bocadillo, conozco un buen lugar"

Tomados de la mano, Melissa veía su reflejo en todas las tiendas departamentales, le encantaba verse reflejado en el espejo sabiendo que era un chico vestido de chica, quizás no era un mal día después de todo. Algo curioso es que en varias tiendas las mostradoras que trabajaban en las tiendas la atendían cariñosamente como una chica para ingresar a sus negocios, haciendo que se sonrojara. Y Amy tenía razón, nadie notaba su presencia, pero si notaba como algunos chicos miraban discreta o indiscretamente su vestido.

"¿de veras los chicos hacemos eso? Debo recordar no hacerlo, es incómodo que me miren así" pensó Melissa mientras recorría los amplios pasillos del centro comercial. Comprendiendo las palabras que Amy le había dicho.

Al final llegaron a uno de esas cafeterías Starbucks, donde el mostrador estaba atendido por un lobo gris con un mandil blanco y la gorra de su empresa. El chico se veía agradable, pero lo curioso es que fue especialmente atento con Melissa a quien no dejo de atenderla con una sonrisa cálida y no le despegaba los ojos de encima, provocando el sonrojo y los nervios de la joven kitsune.

"Jijijijiji amigo, qué harías si descubrieras que la chica que atiendes tan cálidamente es un chico" pensó Amy para sus adentros.

Lo que paso después Tails lo aprovecho bien, suavizo lo más que pudo su voz de chico para preguntar:

"Querido James, ¿hoy vas a pagar todo verdad?" lo cual Amy reacciono sorprendida, eso no se lo esperaba, y si, Melissa tenía razón, hoy era el chico de la cita, y le tocaba invitar a su querida todo lo que quisiera.

"Claro cariño... lo que quieras" dijo Amy con la voz más masculina que su garganta le permitiera, mientras para sus adentros refunfuñaba "Muy listo Tails, esa te la cobrare después zorro astuto"

Pidieron dos cafés, dos pastelillos y un par de sándwiches. Lo más raro fue que el chico lobo escribió Melissa con un corazón en la "i" y escribía su número telefónico en una servilleta, ocasionando las burlas de Amy y provocándole nuevos sonrojos a la kitsune.

"Vaya vaya vaya... nuestra Melissa tiene un admirador" decía mientras Tails se cubría la cara por la vergüenza "y te dio su número telefónico... la verdad el chico no está nada mal... no es tan guapo como mi Sonic... pero creo que harían una linda pareja... la dulce zorrita y el lobo de la cafetería... jijijiji que romántico"

El joven Kitsune no podía creerlo, tenía un admirador y le había dado su número de teléfono, increíble que un chico, uno de verdad, se fijara así en él solo por su aspecto femenino.

"Basta ya Amy... perdón James... no crees que es algo cruel... darle esperanzas al pobre tipo sabiendo que no tiene ninguna oportunidad conmigo" respondió Tails esperando que Amy bajara la intensidad de las burlas.

"jijijijiji querida Melissa, eso que acabas de decir, es la respuesta que esperaba de una verdadera mujer" finalizo Amy, provocando que Melissa casi se le atorara el sándwich en la garganta.

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Después de almorzar nuestra peculiar pareja comenzó a pasear por los diferentes negocios del centro comercial, lo cual era un tanto desconcertante. El erizo rosa entraba en las tiendas de ropa femenina para que la joven zorrita se probara la ropa, mientras la joven zorrita entraba a las tiendas de videojuegos y electrónica con mucha insistencia.

Amy aún seguía molesta con Tails por el incidente de "quien pagaba la cuenta" pero rápidamente encontró una forma de vengarse de Tails y salir contenta del asunto.

"Mira cariño "dijo mientras señalaba una tienda "porque no entramos y vez si algo te gusta, al fin y al cabo es la ropa que más te gusta"

Tails miro la tienda mientras todo su pelaje se erizaba, había visto antes una tienda así, pero en su vida jamás pensó en entrar en una. Se trataba de una tienda de lencería.

"N no es necesario... creo que tengo lo que necesito"

"Oh vamos Melissa... no perdemos nada con mirar" respondió el erizo rosa mientras jalaba a la joven kitsune a la tienda.

Dentro había maniquíes y montones de mostradores de ropa interior de chica, con fotos de cuerpo completo de modelos humanas y mobians femeninas modelando lencería, dichas fotos provocaron un enorme sonrojo a la kitsune, ya que por un momento sintió que Amy sería capaz de hacerla modelar como dichas chicas.

"Disculpe señorita, mi novia busca un atuendo para su edad y tamaño ¿podría ayudarnos?" pregunto James a una hermosa asistente de la tienda, la cual amablemente condujo a la pareja a una sección de ropa "teen", donde los conjuntos de ropa no eran tan atrevidos como los de Mujer adulta, pero aun así no dejaban de hacer sonrojar a Melissa con sus colores, variedades y formas.

"Claro que puede ver la ropa pero solo puede probársela si piensa comprarla" respondió la asistente mientras tomaba las medidas a la kitsune. Durante poco más de una hora Amy no dejo de recomendarle conjuntos de lencería a la kitsune que no podía bajar el rubor de sus mejillas, la asistente sin saberlo también hacia avergonzar a la zorrita con sus recomendaciones.

"le recomiendo este conjunto señorita... permítame decirle que tiene una figura muy linda y que modelaría perfectamente nuestra ropa... dígame ¿ha estado en una pasarela antes?"

"si supiera..." pensó Amy mientras veía como la mortificada kitsune sostenía la ropa que le recomendaban sin poder siquiera defenderse de las recomendaciones de la asistente.

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La siguiente parada fue una tienda de artículos deportivos, no es que Tails fuera un deportista de primer nivel, pero le atraía la ropa de ejercicio y los tenis cómodos como los que acostumbraba vestir, pero teniendo a Amy al lado, cualquier cosa era posible.

"me esperas, iré a ver los tenis... de chica" decía el joven kitsune mientras se separaba un poco de Amy, la verdad quería un poco de espacio ya que sentía que Amy sofocaba un poco de su espacio personal.

Antes de llegar a los mostradores de tenis deportivos, noto que un par de niños preguntaban por bates de béisbol y los usaban en el aire sin nadie que los supervisara.

"esos niños tontos van a romper algo o peor aún, a lastimar a alguien... ¿porque los dejan solos así?" pensó con fastidio la joven zorrita mientras veía los modelos de tenis, pero se dedicó a ver los modelos masculinos mientras los tomaba con las manos.

"disculpe señorita, esos tenis son para chicos... si me permite recomendarle los del estante que son para chica" pregunto una asistente nuevamente, provocando un nuevo sonrojo en la kitsune.

Mientras tanto, los niños de bate de béisbol habían encontrado las pelotas de beis para intentar probar cual modelo les convenía comprar.

"Ah... bueno... es que... son un regalo... son para... para mi novio que esta por allá" respondió la kitsune suavizando la voz para no levantar sospechas mientras señalaba a James. La asistente noto que el "novio" de la zorrita miraba los zapatos deportivos pero de chica.

"que pareja más rara" pensó para sus adentros la joven asistente "claro... si necesita mi ayuda no dude en preguntar" respondió secamente mientras se alejaba.

"uff... creí que esta tipa me había descubier.... (crunk)"

La kitsune no pudo terminar su frase, porque los niños que probaban el bate de béisbol, habían lanzado una pelota justo en la entrepierna de nuestra querida kitsune, que solo pudo ahogar su grito de dolor y poner los ojos en un bizco, que se hubiera visto gracioso de no ser por la situación, de haber gritado, todos se enterarían que era un chico. Los que vieron el golpe solo pudieron expresar de diferentes maneras la escena:

"oooooooooooooooooooooooohhhh!!"

"eso debido doler!!"

"sóbese!!"

"justo en su baby maker!"

"Que alguien agarre a esos mocosos!"

James llego corriendo, la verdad, tratando de contener la risa, porque Melissa se había tirado al piso en posición fetal intentando amainar el dolor del golpe, haciendo que su vestido se alzara y su ropa interior se asomara un poco. Amy recordó la vez que había golpeado a Knuckles con su martillo en un entrenamiento, justo en sus partes privadas, provocando la furia del equidna rojo mientras se sobaba desesperado, Amy tuvo que huir despavorida, riendo, para que Knuckles no la alcanzara y tomara represalias.

"¿Cariño (risa) que te paso? (risa) se te (risas) se te (risas) se te ven las pantys! (risas)"

"Amy... no puedo... respirar... mis cositas... me duelen" respondió la pobre zorrita ahogándose de dolor. Las suplicas de Melissa no ayudaron mucho, Amy tenía que aguantar soltar las carcajadas por lo último que dijo, "ni modo, tiene mala suerte supongo" pensó la eriza mientras trata de ayudar sin caerse de risa.

"¿qué dices? A poco a las chicas les duele que las golpeen ahí" respondió Amy aun conteniendo las risas.

Melissa no la paso nada bien, no solo por el dolor, sino por las burlas de los demás compradores de la tienda, quien incluso habían tomado video del asunto, además obligaron a ambos niños pedirle disculpas, lo cual tuvo que aguantarse las ganas de tomar a nalgadas a ambos chicos por haberla golpeado. Lo peor es que al final ambos chicos no solo se disculparon, incluso le remarcaron lo linda y bonita que se veía. Melissa tuvo que salir casi huyendo para evitar los piropos de ambos chicos.

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Ya pasaban de las cinco cuando una agotada Melissa, estaba lista para irse, su peinado ya solo era un recuerdo, ya los pies le dolían por caminar en sandalias en lugar de sus cómodos tenis rojos, y ya no era cómodo salir a las terrazas porque el viento levantaba su vestido y tenía que cubrirse repetidamente, sobre todo tenía que soportar la mirada furiosa de otras chicas, ya que sus parejas volteaban la mirada sobre la joven zorrita, que a pesar de todo, seguía viéndose muy femenina.

"Típico de las novias celosas... por eso estoy solo" pensó la joven Melissa mientras sentía las pesadas miradas de celos de las demás chicas.

Tomando sus bolsas de compras, Melissa se volvió a aferrar al brazo de Amy vestido de chico, había cumplido, un día completo vestido como una chica, estaba a punto de dirigirse a una de las salidas del centro comercial cuando sintió que su cuerpo le pedía una llamada de la naturaliza.

"ahhhhh James... cariño..."

"Dime Melissa?"

"ahhhhh pues... est3... creo que tengo que ir..."

"¿A dónde?" pregunto Amy al ver la reacción de Melissa.

"ya sabes... necesito ir al baño"

"ay Melissa... al tocador... las señoritas como tú no van al baño... van al tocador" respondió diligentemente la eriza rosa.

"lo que digas Amy... digo James... digo... osh ¿me puedes acompañar?" respondió airada la pobre zorrita, mas roja de lo común, ya que comportarse como damita, no era precisamente su fuerte.

Caminaron unos cuantos cientos de metros para encontrar un sanitario lo suficientemente vacío para hacer fila, al ver a las mujeres formadas, un nudo en la garganta se le presento a la pobre Melissa, ya que sabía que una fila de mujeres, implicaría.

"muy bien Melissa, esta fila es corta, fórmate ahí, y espera tu turno en lo que te espero"

"QUE?! NO ME VAS A ACOMPAÑAR?!

"Ay Melissa, que atrevida chica... pero es un baño de damas... y ahí solo entran las damas"

"No puede ser cierto lo que me dices... ¿Cómo voy a entrar a ese baño si soy un chico? Esto si no lo puedo hacer!" respondió airada la zorrita, mientras la eriza rosa se llevaba el pulgar a la cara de forma pensativa.

"mmmmmmmmmmmmmm muy bien, entonces, quítate el vestido y la ropa interior... oh ya recordé... estamos en medio de un centro comercial, si comienzas a desvestirte, la gente te mirara, y se dará cuenta de que la hermosa Melissa es nada más y nada menos que Miles Prower usando ropa de chica" dijo Amy mientras sonreía y levantaba la ceja. La pobre Melissa estaba atrapada,

"Cariño... no te preocupes, solo entras ahí, haces lo que tengas que hacer, te limpias y listo... no vas a desactivar una bomba, solo vas a regar las flores"

La pobre Melissa, tuvo que rendirse, y resignada tuvo que formarse, no entendía como las mujeres podían hacer filas interminables en el sanitario, pero eso ya no importaba, era hora de hacer, lo que toda chica tendría que hacer.

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Cuando al fin pudo ingresar, lo que más lo sorprendió fue la increíble cantidad de chicas dentro del sanitario, mientras unas hacían fila para ingresar a un cubículo, otras componían su atuendo, se maquillaban, atendían a su bebes, se bañaban en perfume y otras simplemente perdían el tiempo tomándose ridículos selfies.

Y si, no fue nada del otro mundo, entro a un cubículo, pero lo más gracioso es que recordó las clases de etiqueta de Amy, y por lo tanto, muy a su pesar, tuvo que hacer sus necesidades fisiológicas como toda una chica, es decir, sentadita.

Lo más extraño era las conversaciones que oía de las demás mujeres, que si la ropa, que si el novio, que si el café, que si las demás chicas... cosas que nunca pensó que escucharía tan de cerca.

Al final se acomodó la ropa lo mejor que pudo, tiro de la cadena y se dirigió al lavabo disponible, pero noto que algunas chicas comenzaban a reírse a su espalda, Melissa simplemente decidió ignorarlas hasta que...

"Disculpe... señorita" le hablo alguien con una voz muy conocida para él, al voltear casi se desmaya al mirar a la persona que le llamaba, era nada más que su crush, Cream the rabbit. Tails solo pudo poner una cara de susto que poco pudo disimular.

"Señorita... ¿está usted bien?" pregunto la coneja "debería revisar su vestido, creo que se le atoro en su ropa interior"

La pregunta despertó a Melissa quien noto que su vestido se había quedado atorado dentro de sus pantys de licra, lo cual provoco que las demás chicas se burlaran, acomodo nuevamente su vestido, mientras estaba roja de vergüenza, mientras que alguna chica murmuraba "haha que perdedora"

Así que Melissa termino de acomodar su ropa.

"gra... gracias... no me había dado cuenta" replico Melissa con la voz más femenina que pudo, no podía dejar que Cream supiera que era el, si ella se enteraba, jamás iba a poder superar esa humillación.

"No de que señorita... un error de guardarropa lo comete cualquiera... además, si me permite, me gusta su modelo de pantys, se le ven genial" respondió alegremente Cream, mientras miraba el rostro de nuestra protagonista "Pero dígame... ¿no nos conocemos de otro lugar?"

"No... no como crees linda... yo.... Bueno... no soy de por aquí"

"Segura... hay algo en usted que se me hace familiar..." insistió Cream.

"No... te aseguro que no..."

"Si no es de por aquí, si gusta puedo acompañarla..."

"No es necesario... mi novio me espera afuera... adiós" respondió Melissa casi huyendo del baño.

"hmmmmmmmmmm... hay algo en esa zorrita que me intriga, voy a seguirla" respondió Cream para si misma.

Mientras Melissa salía de los sanitarios, se dio cuenta de que Amy no estaba a la vista, era hora de irse y esta vez no habría pretextos, Cream había aparecido y no podía dejar que ella supiera que no era un chica, sino más bien un chico vestido de mujer. Al parecer Amy lo había dejado solo y a su suerte "maldita sea Amy" pensó para sus adentros, y comenzó a caminar desesperada.

En su desesperación no se dio cuenta de que choco de lleno con alguien provocando que cayera sobre su trasero.

"vaya vaya vaya... ¿pero que tenemos aquí?" pregunto esa persona con quien Melissa había chocado

"oh no!" pensó Melissa.

"Pero si es la misma ricura que me encontré esta tarde... debe de ser mi día de suerte preciosa, y sin lugar a dudas, el tuyo" Era el mismo león musculoso del auto convertible que la había piropeado cuando llegaron al centro comercial "y por qué tan solita? Ya sabía que ese niñero rosa no merecía estar con una belleza como tú" le decía mientras la levantaba estilo princesa con un solo brazo "afortunadamente para ti... este galán puede cuidarte de los tipos malos con estos músculos esculpidos" decía arrogantemente mientras posaba como modelo fisicoculturista sin soltar a la pobre Melissa.

"Debo de soltarme de este tipo antes de que me convierta en su chica de turno" pensó la pobre zorrita, mientras intentaba zafarse, pero el tipo era tan fortachón que no la dejaba escapar.

Pero era imposible debido a que el tipo seguía sosteniéndola mientras alababa su belleza mezclada con la belleza de sus músculos, y la pobre Melissa no sabía cómo zafarse. Hasta que un milagro, en forma de coneja, llego para salvarla.

"Oiga abusivo! Déjenla en paz!" grito Cream mientras tacleaba al tremendo león con ayuda de cheese, su chao mascota. Haciendo que la pobre Melissa aterrizara de cara al suelo. "Corra señorita! Yo me encargo de este abusivo"

Pese a quedar mareada por el golpe, la zorrita no lo pensó dos veces antes de echar a correr, tan rápido como el gentío lo permitía, era un alivio haberse despegado de ese león empalagoso. La chica corrió hasta la zona de escaleras eléctricas donde pudo relajarse un rato mientras comenzaba a subir a la primer planta del edificio.

No supo porque, pero cuando abrió los ojos, le tomo un momento asimilar lo que estaba pasando, no sabia si era mala suerte o el simple destino, vio como un borde del vestido que llevaba puesto se había atorado en los afilados dientes de la escalera eléctrica, intento jalarlo suavemente al principio, y al ver que no pasaba nada, comenzó a desesperarse, jalando toda la tela del vestido, al ver que no se rasgaba, sintió como sus ojos comenzaban a humedecerse.

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"¿Cómo había llegado a esto?" Pensó el zorro angustiado mientras veía como su ropa se había atorado a una escalera eléctrica, sin poder desatorarla, lo que resultaría en un trágico final, la escalera eléctrica simplemente rasgaría su ropa, dejando al pobre zorro semidesnudo en ropa interior de chica y expuesto en medio de un centro comercial atestado de gente, la ropa interior revelaría que no era una chica, y todos notarían que era un chico usando ropa femenina, que gracias al internet, se convertiría en un hazmerreir mundial. Seguramente todo su círculo de amigos se burlaría por años, y conociendo a Sonic seguramente se encargaría de burlarse hasta su muerte, y que se encargaría de llenarlo de apodos humillantes por el resto de sus días. Y sobre Amy... bueno, a ella la odiaría por el resto de su vida por haberlo convencido de esto.

Quedar semi desnudo en un centro comercial lleno de gente era la coronación de un día que había ido de mal en peor.

Y si, paso lo que tenía que pasar, cuando llegaron al final de la escalera, esta comenzó a jalar brutalmente el precioso vestido blanco, el cual termino por desgarrarse. La pobre Melissa apenas pudo alcanzar a cubrirse cuando el vestido quedo totalmente destruido por la escalera eléctrica.

Sintió como cientos de miradas se fijaron en ella, escucho algunas risas y burlas e incluso noto que varias personas comenzaban a sacar sus móviles esperando tomar una foto o un video de su humillación, se sintió tan acechada y que sintió que sus piernas se volvían gelatina, mientras caía de rodillas al piso, con las lágrimas luchando por salir, sabía que su vida había terminado.

Una vez más un milagro lo salvo, rápidamente sintió como alguien lo cubría con una especie de chaqueta, ERA NADA MENOS QUE CREAM que volvía a rescatarla cuando más necesitaba una mano amiga.

"Que rayos les pasa? No pueden ver una persona en desgracia sin que la graben? Que les pasa pervertidos?" grito airadamente la coneja a la multitud que ya estaban listos para grabar.

Los regaños de Cream, tuvieron efecto inmediato, ya que la gente comento a caminar, fingiendo que no pasó nada, mientras la coneja ayudaba a la pobre Melissa a sentarse en una banca.

"No se preocupe señorita, creo que nadie alcanzo a grabar, detesto a la gente que solo espera que alguien tenga un mal momento para compartirlo en video" replico cream mientras consolaba a la pobre Melissa.

"Gracias (sniff) me salvaste el pellejo (sniff) pense que me humillarian (sniff)"

"Melissa! Ahí estas? Que paso?" Una desesperada Amy llego corriendo hacia el par de chicas, se sorprendió al ver a Cream consolando a Melissa, pero se sorprendió todavía más por no reconocer quien era en verdad. Es más, ni siquiera reconoció a Amy en su disfraz de hombre.

"Creo que hablare con Vainilla para que lleve a Cream a una óptica a que le revisen los ojos" pensó para si misma la joven eriza.

Después de una explicación rápida de lo que sucedió, Amy le comento a Melissa que se le había ocurrido pasar a comprar helados para celebrar el dia, pero no pensó que ocurrirían tantas desgracias en su ausencia. Y lamentaba lo ocurrido, Melissa ni siquiera se molesto en mirar a Amy, quien dedujo que la pobre kitsune, estaba furiosa con ella.

Al final Cream y cheese se despidieron de la pareja "Puede quedarse mi chaqueta no se preocupe señorita Melissa... espero volver a verlos por aquí" respondió alegre mientras se alejaba en medio de la multitud del centro comercial.

La pobre Melissa estaba exhausta, molesta y aterrada. Amy decidió que era suficientes emociones para un solo día, simplemente salieron del centro comercial, pidió un taxi que las llevara a casa de Amy, durante todo el viaje Melissa ni Amy dijeron palabra alguna.

Al llegar a casa, Melissa a pesar de solo estar en ropa interior, simplemente se dejó caer sobre el cómodo sillón de sala de Amy, quedándose dormida al instante.

Amy se sintió terrible por lo ocurrido, sabía que Tails no le perdonaría fácilmente la humillación que estuvo a punto de sufrir, solo subió por una manta para cubrir al zorro, mientras le daba un pequeño beso en la frente "descansa, perdona por lo ocurrido" le dijo, apago la luz y subió a su habitación.

Lo único que hizo antes de desvestirse fue sacar su celular para marcar.

"Sonic? Hola!.... si acabo de regresar... estuvimos, jugando un videojuegos... es tarde, No me importa si Tails se queda aquí... si, mañana temprano lo enviare a tu casa... está bien, algo cansado pero bien... de acuerdo, te quiero, nos vemos" y colgó.

Continuara...

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