CAPÍTULO XI:

»Andy«




Hoy es viernes, noche de una gran velada, según los chicos y yo no puedo estar más desanimada con ir, les había comentado que tenía cosas que hacer, que me sentía mal y no podría acompañarlos, pero insistieron en que fuera, que no temiera de las bromas que hacían, Román no sería “malo" Conmigo o al menos eso es lo que ellos esperaban, así que totalmente rendida, decidí ir— El jueves llegue tarde a la universidad— Ni siquiera me moleste en arreglarme, solo me di una ducha rápida, me cepille los dientes para quitarme el aliento a vómito, me vestí, tome mi mochila y salí, trate de estar animada con los chicos, al menos pase desapercibida con ellos, aunque en las clases pase durmiendo, eso afectaría mis opciones a cualquier beca, sin embargo con mis califacaciones la mejoraría, de eso no ahí duda, aun tenía que esperar dos meses para ver si quede en alguna beca de todas las que postule. De Román no supe nada durante todo el día, menos ahora y en si es algo que me agradaba, aunque también me entristecia, esperaba muchas cosas del, que me buscara, que me pidiera perdón pero ¿Por qué lo haría? Sentía pena de mi misma por ilusionarme así, jamás me sentí tan débil frente a un hombre, yo nunca fui de las mujeres a las que les importara los sentimientos, no después de Jared, solía ser muy profesional en lo que hacía, tenía muy claro lo que era y como funcionaba, no hizo más que aparecer Román en mi vida para que todas esas altas murallas que había construido a mi alrededor se derrumbaran.

El jueves, después de la Universidad, Noah me invitó a comer, quería saber lo que realmente me pasaba, así que le comente todo lo que había ocurrido con el “chico de mi pasado", ahora insistió en que le dijera su nombre, así que mencione al bastardo hijo de perra de Jared, fue la primera vez en muchos años que volvía a pronunciar su nombre y un gusto amargo recorrió mi garganta, como si su solo nombre fuera ácido quemando mi lengua— Después de consolarme y hacerme olvidar a Román— Fue a dejarme a mi casa y desde ahí hemos estado hablando hasta el día de hoy, creo que mi relación con Noah se fortaleció después de lo del salón de baile y no sabía muy bien como tomar eso, en fin, eran más de las nueve y media de la noche, Noah pasaría por mi a las diez y media, porqué si, el quedó en pasar por mi para ir a ese lugar misterioso, Román les dijo a todos, menos a mi por supuesto, aunque no les dijo el lugar, solo la dirección y la verdad ni siquiera estaba interesada en saber a que club iríamos. Aliste lo que me pondría hoy, deje toda mi ropa tirada por los suelos buscando algo que ponerme, porqué si, quería tratar de destacar más que Maddie y su perfecta belleza, después de haber encontrado el conjunto, fui al baño y me di una ducha rápida, salí envuelta en las toallas y me vestí:

Me calce unos tacones negros, ondule mi cabello dejándolo suelto y utilice de maquillaje una sombra negra, delineador y rímel para acentuar el color de mis ojos, mi labial mate preferido y listo, tome mi celular, un poco de dinero y las llaves, cogí mi cartera, me la colgué al hombro y salí de mi departamento, cerrando con la llave.

En el camino recibí un par de mensajes de Noah avisandome que había llegado, cuando cruce las puertas de salida, lo ví hablando con el señor Pérez, ambos al notarme me miraron de pies a cabeza, el señor Pérez se veía sorprendido, no es común que me arregle así y Noah, pues Noah necesitaba un babero, el aún no dejaba de mirarme, note que sus ojos se detenían principalmente en mis piernas, busto y rostro.



— Hola— Dije simple y este reaccionó parpadeando un par de veces.

— Eres perfecta— Dijo el chico maravillado y reí.

— Por supuesto Romeo— Bromeó el señor Pérez— Cariño, te vez preciosa— Me sonrió— Cuídate y no te dejes sorprender por cualquiera— Miro de reojo a Noah y reí.

— Yo la cuidare señor, se lo prometí— Se defendió el aludido.

— Eso espero— Le dio la mano y Noah estrecho la suya con la del— Traela sana y salva— Se soltaron.

— Así será— Noah me miro— ¿Vienes conmigo?— Me extendió su mano y rápidamente se la tome.

— Claro— Le sonreí y mire al señor Pérez— Adiós, nos vemos pronto señor Pérez— Me despedí.

— Nos vemos querida, diviértete— Se despidió este y con Noah nos dirigimos a su auto.



Un Chevrolet camaro negro, fascinante, rodeamos el auto y como todo un caballero, abrió la puerta del copiloto para mi, subí y este cerro, luego volvió a rodear el vehículo, abrió la puerta, subió y cerro a sus espaldas, me puse el cinturón de seguridad y este encendió el motor del auto para arrancar.



— ¿No te pondrás el cinturón de seguridad?— Al preguntarle me miro y sonrió de lado.

— Es una broma ¿No?— Se río— Yo no necesito estas cosas, Andy— Siguió riendo y entendí lo estúpida que había sido mi pregunta.

— Me parece genial divertirte tanto— Conteste divertida, me gustaba verlo sonreír y reír de aquella forma, su sonrisa es muy linda.



Mi respuesta solo hizo que riera más, así que lo golpee en el brazo y reí también, luego pusimos un poco de música en el estéreo y empezamos a cantar, mientras bailabamos dentro del coche, definitivamente con Noah las cosas eran mucho mejor, me sentía bien, me sentía cómoda, alegre y protegida, sabía que el me cuidaria de todo y de todos, a pesar del poco tiempo que nos conocíamos y eso me hacía pensar que quizás le importó mucho más de lo que demuestra, aunque por otro lado, solo habla de lo bueno, gentil y protector que es con todos sus amigos, así es Noah...





×××




Sentia pena.



Ira.



Impotencia.



Miedo.



Mucho miedo.


Un montón de emociones podridas invadieron mi corazón cuando ví la calle en donde entrabamos, este barrio bajo, el que yo recorrí de punta a punta por muchos años, mi corazón comenzó a latir bruscamente cuando Noah se estacionó detrás de una fila de autos, fuera del cabaret “Tu y yo", me tense en mi lugar y sentí la mirada de Noah sobre mi.



— ¿Andy?— Lo mire, no quería ni pestañar para no derramar las lágrimas que tenía acumuladas en los ojos— ¿Qué ocurre? Hace solo unos minutos estabas muy contenta, ¿Qué pasa?

— Quiero ir a casa— Le conteste con dificultad— Noah, por favor llevame a casa— Le suplique y este estaba a punto de decirme algo cuando golpearon levemente la ventanilla de su lado.



Noah desvío la mirada de la mía y bajo el vidrio para mirar quien era, me dieron ganas de bajar y romperle la cara al bastardo hijo de su madre de Román cuando lo ví. En lo que se podía ver, su cabello estaba desordenado, sus ojos verdes centellearon al mirarnos a ambos, sobre todo a mi, lo pude ver, gozaba con mi dolor, traía puesto una chaqueta de cuero de color negro y bajo esta una camisa azul oscuro abierta en tres botones del cuello dejando ver su piel pálida.



— Román...— Noah se notaba bastante sorprendido.

— Hola, Noah, que bien que llegaron, eran los únicos que faltaban, todos los están esperando en la entrada— Se veía ansioso.



Definitivamente yo era su condenada a muerte.



— Ok, ya vamos... Dame unos minutos, Andy no se siente bien— Noah me miro— ¿Por qué quieres irte? Acabamos de llegar, ni siquiera hemos entrado ¿Qué pasa Andy?— Estaba preocupado.

— ¿De verdad?— Pregunto Román fingiendo incredulidad— Sería un total desperdicio de tiempo, ya están aquí... ¿Por qué no quieres entrar?— Me miro con intensidad y tense la mandíbula.

— Noah— Ignore al idiota y mire al chico encantador a mi lado— Vamos, seguro la pasamos bien— Le sonreí y ví de reojo a Román quien fruncio el ceño por eso.

— ¿Segura?— Pregunto algo confundido y asentí rápidamente con la cabeza en respuesta— Ok, vamos entonces— Me sonrió.

— Bien, yo me adelantare— Dijo Román y se fue.



Me quité el cinturón de seguridad mientras Noah bajaba del auto, cerro a sus espaldas y cuando yo abrí mi puerta, este ya estaba del otro lado y la término de abrir para mi, me ayudó a bajar y cerro detrás de mi, le sonreí en agradecimiento y caminamos hasta la entrada del cabaret, mi estómago se retorcio, era como si todas mis tripas se hubieran hecho nudos, cuando llegamos ví a los demás, gente entraba y salía, su mayoría los hombres que acostumbraban a venir aquí, recibí muchas miradas interrogativas pero nada que llamara la atención— Aquí todo el mundo me conoce— El otro porcentaje de gente, era joven, muchas parejas, ¿Desde cuando venían jóvenes con parejas aquí? Trate de concentrarme y salude a los demás, Ethan, Elliot y Bianca habían venido con sus correspondientes parejas y todos se veían muy bien, entonces me percate que Maddie había venido con Román, el imbécil la trajo, maldito hipócrita, esta traía un vestido ajustado a sus curvas:

Sus pechos sobresalían y muy orgullosa se los restregaba a Román en la cara, esta si que es puta, al menos yo tengo un poco de decencia, por otro lado me sentí horriblemente mal, mi esfuerzo por destacar más que Maddie se fue al demonio al verla, porqué aunque luce como una gran perra barata, se ve preciosa. Esta hablaba con Salvatore animadamente, así que de ella me pasa a el, abajo traía unos jeans de mezclilla negros y unas botas cortas de hombre del mismo color, debo dejar de mirarlo, no le hace bien a mis hormonas, ni a mi patético corazón humano.

Después de saludarnos y recibir alagos de todos por mi apariencia, menos de Maddie y Román por supuesto, entramos al cabaret, los guardias de la entrada me reconocieron, mis amigos, no me dijeron nada y actuaron como con todo el mundo, aunque en su mirada podía ver las miles de preguntas que tenían para mi y me sentí una completa basura, le decía hipócrita a Román pero yo no tengo cara para hacerlo, estoy negando lo que soy, aunque ellos tampoco deberían saberlo por el contrato pero, maldita sea, yo no soy así. Cruzamos las puertas y note el cabaret más cambiado, parecía una discoteca, aunque las bailarinas exóticas seguían haciendo su trabajo, al igual que las chicas que cobraban por sexo en las habitaciones, cada persona que trabajaba aquí me miraba y algunos de los clientes más fieles también, me sentía mal, muy mal— Nos fuimos a sentar a una de las primeras mesas cerca del escenario— La reconocía, esta era la mesa en la que ví a Román por primera vez y nuestros caminos se cruzaron por desgracia, ahora más grande y más refinada, Maddie se sento al lado de Román y los demás con sus correspondientes parejas, yo me decidí sentar al lado de Noah, aunque quede justo al medio del y del idiota de Salvatore, la música alegre llenaba el ambiente.



— Este es el lugar más exótico al que he venido— Dijo Babi soltando una risita.

— Bueno, creo que la mayoría estamos sorprendidos— Habló Bianca y miro a su hermano mayor— Román... ¿Como es que se te ocurrió esta brillante idea de traernos a una casa de putas?— Se veía molesta y vaya que su descripción me llegó al corazón.

— Solía frecuentarlo, era mi lugar favorito, los chicos iban a otros pero este es el mejor— Explicó Román— Ahora está más cambiado, es más un centro de diversión, por eso los traje— Agregó y sin querer tome la mano de Noah para darle un apretón, este me miro pero no dijo nada.

— Se nota, es bastante llamativo y se ve entretenido— Ahora habló Jordán.

— Solo ahí que disfrutar— Habló Ethan— Aunque por supuesto yo no podré mirar a ninguna otra mujer, porqué tengo conmigo a la más hermosa— Wow, no conocía ese lado tierno del.

— Ethan el poeta— Se burló Elliot— Te llamaré el nuevo Romeo— Todos rieron.

— Bueno, pidamos algo para tomar— Dijo Noah— Empecemos la diversión— Llamó a una de las chicas exóticas vestidas de camareras hot y les pidió una orden de tragos para todos, aunque yo solo ordene un jugó natural de piña.



Jamás había pedido jugó en una fiesta.



¡Mierda! Esto es cambiar al cien por ciento.



Cuando llegaron los tragos todo se ánimo más, hablaban, reían y se divertían, los espectáculos eran los mismos, solo que más profesionales y cada persona disfrutaba de ello pero yo no podía, me mantuve en completo silencio en cada momento y las veces que me preguntaban algo o me decían algo sonreía y daba respuestas monosílabas, el único que me sacaba sonrisas era Noah, el cual se daba el tiempo y el esfuerzo para hacerme hablar con mayor fluidez pero realmente, era muy poco lo que podía hacer. En mi estado ausente, el único que se encontraba presente era Román, lo observaba de reojo mientras hablaba con Maddie y entraba en sus estúpidos juegos de seducción, el se daba cuenta que lo miraba y con más razón le seguía el juego a la perra extranjera, hasta se dio el lujo de manosearla estando a mi lado el bastardo, todo eso me dolía, pero no lo iba a demostrar, el quería joderme y eso estaba más que claro, por otro lado, Madison no perdía el tiempo, felizmente le ofrecía sus enormes tetas en bandeja de plata al imbécil de Román, aunque también estaba pendiente de todo lo que ocurría a su alrededor, sobre todo de mi, el tiempo paso y como una maldita condena de mala suerte, la encargada se acercó: Nicol.



— Buenas noches muchachos— Saludo amablemente y cuando sus ojos se toparon con los míos, su mirada se lleno de curiosidad y un brillo malicioso cruzó por esta— ¿Estan disfrutando de la noche?— Agregó sonriente.

— Si, este lugar es excelente— Le respondió Ethan.

— Quisimos innovar cuando nuestra bailarína estrella nos dejo— Dijo Nicol dándome una rápida mirada. Le di otro apretón a la mano de Noah— Aunque fue para mejor, nos sigue saliendo todo bien— Agregó.

— Así veo— Le respondió Maddie notando claramente la actitud de Nicol conmigo— ¿Usted es la administradora?— Le preguntó sabiendo la respuesta.

— Cuando mi marido no está, lo soy— La miro fascinada con su belleza, tal vez preguntándose como sería tenerla trabajando aquí— ¿Tiene alguna duda o queja?

— Es más bien una duda, pero se la haré en privado— Maddie me dio una mirada y luego sonrió— ¿Donde la puedo encontrar?

— Estoy en todas partes linda, cuando quieras hablar, solo búscame, mi nombre es Nicol— Miro al resto— Bueno, los dejó, disfruten la noche— Se despidió y se fue.

— ¿Qué le preguntaras?— Inquirió Bianca— ¿Quieres trabajar aquí?— Solo con esa pregunta, el ambiente se volvió tenso.

— No querida, es algo personal, una pequeña niña como tu no lo entendería— Le respondió de manera sarcástica y Elliot salto al rescate.

— Bueno, no perdamos el tiempo, vamos a bailar, la música se puso buena— Se puso de pie he invitó a su chica quien aceptó sin pensarlo.





Ethan y Patrick también hicieron lo mismo, llevándose a las chicas al centro del baile, Maddie le insistió a Román para que la sacará a bailar y después de rogarle, este se puso de pie y la llevó a la pista.



— ¿Bailas conmigo?— Me pregunto Noah y le sonreí apenada.

— No, no tengo ga...— Me corto.

— No pongas excusas, a ti te encanta el baile y sabes moverte bien— Aseguró y reí— Vamos, bailemos y así me enseñas algunos pasos— Se puso de pie y me tendió su mano.



Suspire.



— Ok— Arrastre esa palabra y tome su mano, me puse de pie y fuimos al centro de la pista.



El DJ pasaba de pop a electro, hasta trap y reguetón antiguo, todos bailamos y juro que trate de concentrarme solo en Noah pero no podía con Román a mi lado, el se movía bastante bien, tal cual lo hacía en la cama, era excitante verlo y la mayoría de las mujeres de este lugar babeaban por el, no es que Noah se mueva mal, el también lo hace muy bien al igual que todos los chicos, pero creo que Román es el que más sobre sale, pero siendo honesta, no es por eso que no podía estar pendiente de Noah, me distraía el hecho de verlo bailar tan pegado a Maddie, era como si estuvieran teniendo sexo con ropa y me molestaba demasiado, entonces comenzaron a tocar otra canción que a mi parecer, me llegó demasiado:

Entonces comencé a moverme como yo sabía captando la atención de todos, Noah y yo nos pegamos demasiado, luego casi a mitad de la canción, me giro y mi espalda quedó pegada a su pecho, una de sus manos estaba en mi cintura, mientras que con la otra corrió mi cabello dejando mi hombro derecho descubierto, en donde puso su mentón y dejó una hilera besos desde mi cuello hasta el hombro, me sorprendió pero no dije nada, el estaba ebrio y mi baile provocaría a cualquiera, sumándole el hecho de que no me molestaba para nada, incluso me reí porque me estaba haciendo cosquillas, entonces llegamos a la mitad de la canción y lo que vino después ocurrió muy rápido.



— ¡Cambio de pareja!— Grito Román y me tomó de la mano para jalarme bruscamente con el, mientras lanzaba a Maddie como si no fuera nada con Noah.



Quedamos frente a frente y lo mire impresionada, Maddie se puso furiosa y dejó a Noah solo para perderse en la multitud, Bianca río y se fue con Noah, Babi se fue con Patrick y así intercambiaron parejas, aunque no puse atención a quien quedó solo después de concentrarme solo en Román.
Desde que nos miramos fijamente, toda la gente a mi alrededor se desvaneció, solo éramos el y yo, y lo que más me asustaba, era que sabía que esto que sentía no era producto de una hipnosis.



— ¿Qué mierda te pasa?— Le pregunte mientras bailabamos pegados lo que quedaba de la música, su gran mano estaba sobre mi espalda baja, impidiendo cualquier intento de escape.

— ¿Qué mierda te pasa a ti? Tenemos un acuerdo legal, no puedes acercarte a ningún bastardo hijo de perra— Escupió con irá— ¿Por qué le permites tocarte? ¿Por qué le permites besarte? ¿¡Por qué!?— Gruño y sus esmeraldas se oscurecieron.

— ¡No me grites!— Le respondí enfurecida— Tu no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer o lo que no tengo que hacer, recuerda que no debes meterte en mi vida privada ni yo en la tuya, no seas hipócrita que tu estabas manoseando a la perra de Maddie a mi lado y no te dije nada— Lo empuje separandome del.

— Es distinto, yo soy hombre— Puntualizó.

— Machista de mierda— Me iba a ir pero me tomó del brazo y me acercó a el otra vez.



Todos nos estaban mirando y el lo sabía.



¿Qué le pasa?



— No te vayas, no puedes dejarme de nuevo— Presionó su mano en mi brazo, lastimandome— Simplemente no quiero que estés cerca de Noah, te toca otra vez y lo mataré— Advirtió.

— ¡Me estas lastimando!— Le grite y me soltó. Resople— Román, tu no eres nadie para decidir en mi vida, no tienes motivos para decirme aquello, yo puedo acercarme a quien quiera y punto— Me puse frente a el, levantando la mirada para observarlo fijamente a los ojos.



No le iba a bajar la mirada, que se vaya al infierno.



— ¡No, no lo permitiré!— Grito.

— ¿¡Por qué!?

— ¡Porqué no y punto!

— Ese no es un motivo, idiota— Escupí con enfado.

— Si quieres saber otra cosa de mi, tienes que enterarte que para mi los motivos y las razones no existen, yo solo sigo mi instinto— Su voz tan sería me dejó sin palabras— Así que no te acercaras más a Noah— Sentenció.

— Vete al infierno, Román, a mi me das un motivo, no soy como tu, no entiendo a lo bestia y aunque tu motivo fuera el mejor, tampoco me alejaría de Noah porqué a mi me gusta estar con el— Le aclare— Me hace bien, todo lo contrario a lo que me pasa cuando estoy cerca de ti— Por un momento creí ver en sus ojos verdes el dolor pero rápidamente cambio.



Tomó de mi nunca, enredando sus dedos en mi cabello he inclinó el rostro hacia el mío, antes de que me besara, retrocedí, teníamos a todos mirandonos.



— Tus hermanos están aquí y no puedes romper las reglas del contrato— Le recordé.

— Al diablo el contrato y sus reglas, quiero que todos sepan que eres mía— Volvió a tomarme de la misma manera y me beso.



Juro que todo se volvió silencio cuando lo hizo, nadie más estaba a nuestro alrededor, solo Román y yo, mi mente no creía lo que pasaba, tal vez era un sueño pero los sueños no suelen durar tanto, entonces le correspondí el beso volviéndolo más apasionado, más intenso, sabía que este beso era distinto, no sólo llevaba lo animal y excitante de Román, también traía muchos sentimientos y estaba segura que esta vez, era por parte de los dos. Nos separamos cuando mis pulmones no dieron más y luego nos quedamos mirando fijamente sintiendo la música como si sonara de fondo.



— Nos iremos al infierno— Rompí el silencio y este resoplo.

Si por besarte después tuviera que ir al infierno, lo haría. Así después podría presumir a los demonios de haber estado en el paraíso sin nunca entrar— Me recitó una frase de William Shakespeare y mi corazón se derritió por completo.













































































































Xoxo

¡¡¡Holaaa!!! ¿Qué tal mis queridos lectores? ¿Les gusto el cap? Román es algo bipolar o quizá de emociones intensas, lo importante es que se están viendo nuevas emociones en el ¿Qué les parece?
Bueno, eso sería todo, me despido.
¡¡¡Gracias, totales!!! 💖😘

Pd: Personalmente a mi me gusta todo tipo de música y siempre estoy dispuesta a escuchar distintos ritmos, así que si ven más canciones como la de este capítulo y la que puse en un antiguo capítulo (no recuerdo cual) ya saben porqué es.

Pd2: La música hispana es las que más se verá en esta historia, aparte de otros géneros, porqué tiene mucho que ver con nuestra protagonista. Ese es un dato importante. Besos❣

Pd3: La imagen de arriba ⬆⬆⬆ Hace referencia al capítulo anterior, en donde Andy hablaba por teléfono con Román y lo que la hacia sentir 😏😏😈

IsaBiLove💋

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