CAPÍTULO IX:
»Andy«
Cuando llegue a la Universidad me pude distraer un poco, aunque al principio solo duro unos minutos ya que los chicos comenzaron a enviarme mensajes, todos, incluyendo Nanni, Jona y Rey, les respondí a cada uno de ellos diciéndoles que estaba bien y que había venido a la Universidad, a Bianca, Ethan y Elliot les pedí disculpas por salir así, no quería preocuparlos demás y luego de hablar un poco, nos despedimos y mi mayor decepción, fue darme cuenta de que el único que no me había escrito o llamado era Román, estuve como idiota mirando el teléfono por más de dos horas y nada— Me canse y decidí elevar mi mente a otro lado— Después, en la cafetería, Patrick, Babi, Jordán y Noah me preguntaron que había pasado ayer, les conté algo simple, logre calmar a la bestia, el se fue al piso de arriba, como le escuche decirle a Nanni y yo me quedé en su habitación, luego me preguntaron por Ethan, Bianca y Elliot, así que les dije que habían tenido un par de problemas y que hoy no iban a venir, todos me creyeron, con excepción de Noah, quien no decía nada pero me miraba de una forma en la que decía todo. Ahora estaba en el salón de ensayo para baile, el cual nadie ocupaba a excepción de mi, puse música en mi celular y comencé a bailar, las clases habían terminado pero me quedé un poco más para esto, el baile me liberaba y me hacia sentir bien.
Mientras movía mis caderas al ritmo de loba de Shakira, vi en el reflejo del espejo a Noah, estaba apoyado en el marco de la puerta observándome de brazos cruzados y una sonrisa ladeada en los labios
Pare de bailar y suspire, fui hasta mi celular, el cual lo había dejado sobre mi bolso en un rincón de la estancia y apague la música, luego me gire hacia el vampiro, todos ellos sabían que yo tenía conocimiento de su existencia y estaban más que complacidos al ver que no los miraba como monstruos o cosas raras.
— ¿Qué pasa Noah? ¿Por qué me espías?— Alce una ceja.
— No te espió, quería verte, necesitaba hablar contigo y le pregunte a unos chicos en el pasillo si te habían visto— Explicó— Me dijeron que viniste aquí y no pude evitar mirarte mientras bailabas, lo haces tan bien que hiciste que mi pequeño amigo tuviera una semi-erección— Se acercó y lo mire mal, causando que riera.
— Eres un idiota— Le pegue en el brazo cuando estuvo frente a mi— Pero bueno, ¿De qué quieres hablar?— Alce una ceja.
— Quiero saber que te pasa— Soltó de forma sería y le devolví la mirada sin comprender— Andy, sabes que soy un vampiro que no es de sangre pura pero si tengo un solo don que en este momento me favorece mucho para enterarme de algunas cosas— Agregó.
— ¿Cual don?
— Se ver los sentimientos de la gente, controlo sus emociones— Respondió orgulloso.
— Como Jasper Hale de Crepúsculo ¿No?— Me burle y este rodó los ojos.
— Te estoy hablando enserio Andy.
— Yo también Noah— Le sonreí y me miro mal— Bueno... ¿A donde quieres llegar con todo esto?— Me puse sería.
— Cuando te conocí, vi en ti unos maravillosos sentimientos, aunque la tristeza y la amargura es algo que ronda tu vida hasta el día de hoy— Comenzó a decir— A medida que iban pasando los días, tus sentimientos estaban cambiado, eran más tiernos por decirlo de alguna manera, te estaba interesando un chico más de lo que te interesaba antes y ayer, me pude dar cuenta que esos sentimientos habían ido en aumento, ese hombre que te interesaba, ahora te gusta y mucho, tanto que te preocupaste excesivamente por el, al punto de estar desesperada por ver si estaba bien— Abrí los ojos horrorizada, Román— No se lo que te habrá echo hoy, pero te sientes muy mal, estas tan triste que todos mis intentos por subirte el ánimo han fallado, debe ser un sentimiento fuerte lo que estas comenzando a sentir por Román ¿No?— Alzó una ceja y bote todo el aire que tenía en los pulmones.
Nos miramos unos segundos fijamente a los ojos y me comencé a reír a carcajadas, nerviosa, el no podía enterarse de nada.
— ¿Qué Diablos dices? A mi no me gusta Román— Me reí.
— Entonces, ¿Por qué tus sentimientos fluyen más rápido cuando estas cerca del?— Acusó y me comencé a sentir intimidada.
— ¡No me gusta Román!— Le grite y me cruce de brazos— Lo del y yo es solo trabajo ¿Ok? Le doy mi sangre a cambio de dinero y listo, no ahí nada más— Le deje en claro esperando que me creyera.
Me miro unos segundos más sin decir nada, me estaba poniendo incómoda, hasta que por fin decidió hablar.
— Bien...— Dijo algo dudativo y suspire aliviada— Si no es el, es otra persona, ¿Quién es el idiota que te hace sufrir?— Inquirió alzando una ceja.
— ¿Eso a ti que demonios te importa? Es mi vida— Estaba frustrada y este viene a recordarme al idiota de Román, mis ojos se llenan de lágrimas y no quiero llorar— Déjame en paz, si solo viniste a molestarme, puedes irte a la...— Me corto cuando sus largos brazos me rodearon en un fuerte y protector abrazo.
Me había pegado a su pecho, su mentón estaba sobre mi cabeza y por el gesto me tense, no sabía cómo responder a esto, era un abrazo especial, si bien su temperatura era fría, se sintió tan cálido, son de esos abrazos que solo te dan las personas indicadas, esas que sabes que siempre estarán ahí para ti, con las que te sientes segura, con las que sientes que nada malo te podría pasar. Solamente dos personas me hicieron sentir así con un abrazo, el primero esta en mi pasado, el segundo fue Román y ahora es Noah, miles de emociones me invadieron y sin más, comencé a llorar, le correspondí el abrazo y una de sus manos se poso en mi espalda, acariciándola de arriba hacia abajo con suavidad.
— Lo siento, se me había olvidado que cuando las personas estaban así, las palabras sobran, solo necesitan un abrazo— Dijo depositando un beso en mi cabeza y sonreí entre lágrimas.
×××
Media hora después de estar abrazados con Noah mientras derramaba mi llanto y mis mocos sobre su camisa con olor a el exquisito perfume Paco Rabanne— No es de mis favoritos, pero me gusta, soy fanática de los perfumes masculinos, su olor hipnótico que deja una hilera del mismo en el lugar, me fascina, por eso compró más perfumes de hombre que de mujer para poner sobre mi cama o algo así— Estábamos aún en el salón de baile, sentados en el suelo, frente a frente con nuestros bolsos a cada uno de nuestros lados y dos bebidas de lata Coca-Cola, Noah después de separarse de mi, fue a comprarlas para volver conmigo y poder hablar un poco, aunque hasta el momento entre nosotros solo hubo silencio.
— ¿Estas mejor?— Pregunto y lo mire, no había bebido ni un sorbo de la bebida hasta entonces, menos yo.
— Si— Sonreí— Gracias.
— Para eso estamos los amigos ¿No?— Bebió un sorbo de su bebida por primera vez y asentí con la cabeza en respuesta para beber yo también mi primer sorbo de bebida— Andy, no es por insistir en el mismo tema, incluso si no quieres hablar, te entenderé, solo quiero que sepas que aquí conmigo tienes a alguien en quien puedes confiar y si te quieres desahogar, aquí estoy— Sus palabras fueron sinceras y ya sabía que en el podía confiar, me lo demostró con aquel abrazo.
»Un simple gesto, engrandece al corazón«
Recordé aquella frase que me dijo esa persona tan querida para mi en el pasado y sonreí instintivamente por eso.
— Ahí alguien...— Comencé a hablar— No lo conoces, tampoco te diré su nombre, no merece ser mencionado— Le aclare— Ya va hacer un mes desde que lo conozco, me gusto desde el primer momento en que lo vi— Recordé cuando vi a Román por primera vez, sentado en una de las primeras mesas cerca del escenario mientras bailaba— Fue solo en lo físico claro, es un hombre muy apuesto, su rostro es el de un ángel aunque el es todo lo contrario a una imagen santa— Me reí por eso y Noah sonrió— Hablamos y tiempo después tuvimos sexo, sin compromiso— Recordé la primera vez que me acosté con el, no había firmado el contrato y me sentía tan ida, todo producto de haber estado hipnotizada— El desde el primer momento me dejó claro que no quería nada serio, nada de novias, esposas o algo parecido, el no se interesaba en los sentimientos, iba más a lo carnal y yo estaba de acuerdo, tampoco me interesaba involucrarme en una relación, aún no había nadie que llamara mi atención para hacerlo, teniendo en mente esto, empezamos a vernos más seguido— Recordé las semanas siguientes de sexo salvaje, un increíble sexo masoquista, salía lastimada y a el le gustaba el dolor que infringía en mi, aunque gracias a sus dotes vampiricos, en mi cuerpo no había marcas, ni sufrimiento— Hubo mucho sexo hasta que lo deje ver por tres días, yo soy una mujer muy solitaria y de alguna forma estando en su compañía no me sentía tan sola, cuando desapareció, lo extrañe mucho y me asuste por eso, jamás necesite de nadie y era la primera vez que necesitaba de alguien en mi vida— Suspire, Noah solo me miraba atento, escuchando cada una de mis palabras— Antes de lo sucedido ayer con Román— Le mentí para que descartara la idea de que el vampiro imbécil y yo tuviéramos algo— Nos volvimos a ver, el estaba muy mal, muy, muy mal, hablamos un poco más, era la primera vez que lo hacíamos, conocí una parte del que nadie conocía, un pequeño porcentaje de su historia oculta y sentí la necesidad de protegerlo, de quererlo, de cuidarlo, de estar ahí con el y no abandonarlo— Volví a recordar la conversación que tuve con Román ayer y mis ojos se llenaron de lágrimas— Tuvimos sexo pero esa vez fue muy diferente a las demás, lo sentí más real, me sentí más despierta y en realidad sentí lo mucho que me necesitaba, me hizo sentir deseada, protegida, en fin— Negué con la cabeza, ese mar de sentimientos confusos no puede volver a afectarme— Después de aquella noche, en la mañana me dijo unas cosas muy lindas, para nada propias del, no es un hombre romántico o algo por el estilo— Me reí recordando la actitud confusa de Román esta mañana— Luego nos despedimos y vino lo de Román, bueno tu sabes esa historia— Suspire— Hoy me entere de que este idiota no quería nada serio porqué estaba comprometido y no lo sabía, la mujer apareció de la nada, el mismo lo dijo y me sentí fatal, usada, idiota, sabía que no podía permitirme sentir nada por el o confiar plenamente en el y aún así lo hice— Empece a llorar de la nada pero rápidamente me limpie las lágrimas— Se que en gran parte la culpa es mía, porqué mis sentimientos fluyeron más rápido de lo que debían y la otra gran parte de culpa es del por ocultarme que se iba a casar— Termine de contarle mi triste historia y este se acercó un poco más a mi.
— Ese idiota no sabe lo que perdió— Llevo una de sus manos a mi mejilla para acariciarla— Eres una chica muy valiosa, tus sentimientos son puros y buenos, además eres hermosa, inteligente, divertida, valiente y luchadora, una mujer única— Sus ojos estaban fijos en los míos, tanto así que comencé a perderme en estos— Podrías tener al hombre que quieras a tus pies, no sabes cuantos idiotas babean por ti en esta Universidad y tu no te das cuenta— Saco su mano de mi cara y reí— Olvida a ese imbécil, no merece ni una sola lágrima tuya— Agregó y suspire.
— Como si eso fuera tan fácil, no puedo arrancar esos sentimientos así como así de mi corazón— En ese sentido me gustaría ser como Román y arrancar mis sentimientos de raíz.
— Se me olvidaba que las mujeres sienten debilidad por los típicos chicos malos que las hacen sufrir— Rodo los ojos, se cruzó de brazos y reí, este también lo hizo y volvió a su postura sería— No, pero hablando enserio, se que no es fácil pero al menos debes intentarlo con el tiempo, no digo que lo hagas ahora ya, solo date una oportunidad y abre tus horizontes, que tal si el amor de tu vida esta al frente de tus narices y lo estas dejando pasar por un estúpido tóxico que te hace daño— Aconsejó y eso me hizo pensar.
Abrir mis horizontes, mirar más haya de mi nariz, observe a mi alrededor como una idiota y me fijé en el, en las perfectas facciones de su rostro, en sus tentadores labios y en sus hermosos ojos, el también hizo lo mismo conmigo y comenzó a acercar su rostro al mío, me quedé quieta sin apartar la mirada de la suya
Entonces el encargado de la limpieza hizo su aparición, entró al salón de baile arrastrando un contenedor de basura— Nos apartamos de golpe y tosí aclarando mi garganta— Este parpadeo un par de veces perplejo y luego miramos al señor, al vernos se río a carcajadas, tal vez que expresión tenían nuestros rostros que al hombre le pareció tan gracioso, nos pusimos de pie, cogimos nuestras cosas y salimos de aquí dejando al encargado de la limpieza hacer su trabajo, no hablamos del tema y nos despedimos normalmente para irnos por caminos separados, el se dirigió a los estacionamientos por su auto y yo fui a la parada de autobuses, tome un taxi y en todo el camino a casa pensé en el casi beso que nos dimos, ¿Qué había pasado? No lo se, lo único que tenía claro es que gracias a Noah, deje de pensar en Román por un largo tiempo.
×××
Estaba en mi departamento, era de noche, aproximadamente las diez y media, me encontraba en mi habitación leyendo un libro, minutos antes estuve hablando con los chicos en el grupo que hicimos por whatsapp, aunque por chat privado estuve hablando casi todo el día con Noah, platicábamos de lo que hacíamos y demás, otro chat privado lo tuve con Bianca, le conté lo que casi paso con Noah pero no le dije los detalles, estaba más emocionada que yo y no paro de contarme cosas sobre este y lo bueno que era— Y como era de esperar, no tenía ningún mensaje de Román, ni siquiera una señal de vida— Ese hombre provocaba un cambio brusco de sentimientos en mi, todos contradictorios, amargos, tristes y a la vez eran lindos, se supone que cuando te gusta una persona solo sientes cosas hermosas, no digo que todas las relaciones tienen que ser perfectas, sería muy aburrido si así fuera, pero por lo general son solo sentimientos buenos, Román en cambio me hacia sentir mal y a la vez bien, era una combinación rara.
Cuando estaba a punto de terminar la página, unos golpes en mi puerta me interrumpieron, deje el libro sobre el velador y me levante, me puse las pantuflas y me dirigí a esta, prendiendo la luz en el camino ya que todo estaba oscuro, mire por el agujero de la puerta pensando que quizá se trate del señor Pérez, pero no, era Román, mi corazón comenzó a latir con fuerza cuando lo vi, traía puesta la misma ropa con la que lo ví por la mañana, pero ahora una chaqueta larga de color negro estaba encima de su camisa del mismo color y una bufanda envolvía su cuello, miro hacia el agujero, el sabía que estaba detrás de la puerta, no sabía que hacer, me sentí paralizada.
— Se que estas ahí— Habló y rápidamente deje de mirar por el agujero— Abre la puerta, necesitamos hablar— Demandó y fruncí el ceño.
El siempre ordenaba las cosas, nunca las pedía por favor, ni siquiera daba un gracias, el no era educado, era un animal en todos los sentidos, ya veo que el dinero no hace a la persona.
— No, vete— Le respondí rápidamente.
— Andy, abre la puerta ahora mismo, recuerda que es parte de tu trabajo estar para mi cuando yo lo necesite— Levanto un poco más la voz cuando dijo esto.
— ¡Al diablo con el trabajo! Lárgate de aquí ahora mismo, no quiero verte, no son horas de visita— Le grite sin poder evitarlo.
¿Qué hace aquí? Debería estar con su prometida, la señorita perfección.
— No seas inmadura Andy, abre la maldita puerta ahora mismo— Volvió a ordenar.
— ¡No eres quién para venir a darme órdenes en mi casa! ¡Lárgate de aquí!
— Técnicamente es un departamento— Intento burlarse de mi he hice mis manos puños— Mira, vas a abrir la puerta por la buenas o por las malas, así que deja el juego y se razonable— Agregó y le di un puño a la puerta, me dolió pero desquite un poco de mi ira, aunque no toda.
— ¡Que te den por el culo Román, lárgate de aquí!
— Prefiero darte a ti— Su frase me provocó un escalofrío y di un salto en mi lugar cuando golpeo con tanta fuerza la puerta causando que retumbara— Abre la maldita puerta o la echaré abajo— Advirtió y le dio otro golpe a la madera, me aleje y vi como esta comenzó a agrietarse.
— ¡Basta! Despertaras a los vecinos y llamaran a la policía— Tal vez con eso se detenga y se vaya.
— Tengo a todos los policías de Nueva York comprados, no pueden hacerme nada— Dio otro golpe y más grietas aparecieron en la puerta— ABRE AHORA— Grito y suspire, sabía que se estaba controlando, sino con su súper fuerza ya la hubiera echado abajo.
— ¡Bien, bien, ya voy!— Grite acercándome otra vez a la pobre puerta, le quité el seguro y la abrí completamente.
Me hice a un lado y entró, la cerré y me gire a verlo, se veía molesto.
— ¿Qué Diablos quieres?
— Quiero explicarte lo de Maddie— Soltó al fin y mi corazón se removió inquieto.
Alto emociones, alto...
— No tienes nada que explicar— Pase por su lado y me dirigí a la sala de estar— Nosotros no somos nada, tu puedes hacer lo que quieras, esta en el contrato, a mi me vale tres kilos de caca lo que hagas con la señorita perfección— Me senté en un sofá largo y este se sentó a mi lado.
— ¿La señorita perfección?—Pregunto mirándome raro, yo solo me encogí de hombros y este negó con la cabeza— Bueno, ese no es el punto, yo quiero hablar de ese tema contigo, no te estoy dando explicaciones o algo parecido, se que no somos nada, solo vine porqué ayer dijiste que podía confiar en ti y por eso quería alguien con quien hablar ¿Qué tiene de malo?— Su mirada tan sería me hizo sentir estúpida.
Claro, ¿Por qué me daría explicaciones? Nosotros no somos nada.
— ¿Y por qué dijiste que querías explicarme lo de Maddie?
— Es una forma de decir, Andy— Saco una cajetilla de cigarros de un bolsillo interior de su chaqueta, la abrió y tomó uno, luego guardo la cajetilla en el mismo bolsillo y saco un encendedor para prender el cigarro.
— Bueno, bueno— Parpadee un par de veces y me acomode en el sofá quedando cara a cara con el— Cuéntame, necesito dormir— Trate de actuar lo más indiferente que se me fue posible.
No se si lo logre.
— Conozco a Maddie desde que éramos unos niños, ella es la prima de Noah— Comenzó a decir— Bueno, más bien de Ares, por parte de su madre, en fin, ella siempre estuvo enamorada de mi y cuando empece a experimentar con el sexo, el BDSM y todo eso, ella se ofreció voluntariamente a ser mi sumisa, sin importarle el dolor ni las heridas que le infringía, ella lo aceptaba solo por estar conmigo— Vaya, es una enferma, aunque quizá yo también lo sea, negué con la cabeza y volví a prestarle atención— A medida que ambos íbamos creciendo, me fui dando cuenta que su amor era obsesivo, me seguía a todas partes, las chicas con las que estaba aparecían muertas al día siguiente porqué ella las había asesinado por celos, en fin, una noche me dijo que quería que fuéramos novios, le dije que no, que ella sabía las reglas y que era mejor que termináramos con nuestro juego porqué quería probar otras cosas sin que amanecieran muertas al día siguiente, en su mirada pude ver que enloqueció de rabia pero no dijo nada lo había aceptado.
— Ella es intensa— Fue lo único que se me ocurrió decir.
— No sabes cuanto— Suspiro— En fin, durante meses no supe de ella, hasta el aniversario 17 de mi madre, estaba mal, muy mal y ella se acercó, había bebido dos días seguidos, estaba muy ebrio, se aprovechó de eso y nos acostamos, jamás confíe en ella y por eso siempre usaba condón, aunque esa noche no lo hice— Su semblante se oscureció— Al día siguiente amaneció amorosa, muy feliz y se fue, no supe nada de ella hasta cuatro semanas después, en verdad no me acordaba muy bien de lo que había pasado esa noche, pero tenía el presentimiento de que fue malo, entonces ella llegó a casa y me dijo que estaba embarazada, la muy infeliz se embarazo de mi para amarrarme a ella, pensaba que así podríamos casarnos y estaría para siempre a su lado— Resoplo— Me asuste, me asuste mucho, yo jamás me ví como un padre, hasta el día de hoy no lo hago, no se como ser uno y con mis hermanos, la mayor parte del trabajo se lo llevó Nanni, yo solo me encargue de lo material, en fin, le dije que abortara, suena duro y feo pero, no quería hijos, mucho menos con una maldita desquiciada como ella, se negó a hacerlo, le dije que se fuera, no me haría responsable de algo que ella buscó sola, entonces desapareció, mis hermanos trataron de contactarla, pues el bebé que iba a tener sería su sobrino o sobrina, aun no se cual hubiera sido su sexo— Sus maravillosos orbes verdes se llenaron de tristeza— Una noche apareció en mi cuarto, estaba en el balcón de mi ventana, me dijo que se quitaría la vida, tenía una cuchilla en la mano, le dije que no lo hiciera, pues recordé a mi madre, no quería sentirme culpable por otra muerte, me sorprendí al verla clavarse la cuchilla en su vientre abultado, no una, fueron más de veinte veces sin piedad, cayó al suelo y me paralice sin saber que hacer, llegó Nanni, luego los chicos y llamaron a la ambulancia, ella había matado al bebé pero desgraciadamente sobrevivió Maddie convirtiéndose en una vampira completa, en el hospital me culpó de la muerte de nuestro hijo, lo grito a los cuatro vientos y toda mi familia estuvo a punto de derrumbarse por eso— Suspiro— Meses más tardes se fue a Italia y no volví a saber de ella hasta el día de hoy, Maddie me dejó un gran dolor, pues solo cuando supe que murió el bebé, sentí la pérdida, es algo raro, era mi hijo y falleció por mi culpa, no pude evitarlo— Fumo y ví la enorme carga que traía en sus hombros. Su pasado era tormentoso igual al mío, algo que teníamos en común y no se si eso sea bueno.
— Wow Román, no tenía idea de eso— No sabía muy bien que decirle— Eeeh... ¿Por qué volvió entonces? ¿Por qué dice que se van a casar?
— Su padre entró en negociaciones conmigo hace un par de meses, quería que nuestras empresas se funcionarán, a mi no me interesaba, no tenía necesidad, hasta que me habló de un compromiso, quería casar a Maddie y el me entregaría todo con tal de liberarse de su loca hija— Comenzó a explicar— Le dije que no, pero insistió y justo Maddie apareció hoy, su padre la envió para convencerme, lamentablemente hizo un movimiento estúpido, también la rechace, aunque no se va a dar por vencida, se está quedando en un hotel del centro de Nueva York y posiblemente va a seguir insistiendo en el tema— Volvió a fumar— Si sigue así, tendré que matarla— Habló con tanta naturalidad que todos los vellos de mi piel se erizaron.
— Bueno, ahora muchas cosas cobran sentido— Me puse de pie y el también lo hizo— Espero que ella entienda y no tengas que llegar a tomar esa medida extrema, ahora puedes irte, quiero dormir— No me gustaba tenerlo aquí.
Me haría querer besarlo y no puedo.
Me haría querer tocarlo y no puedo.
Me haría volver a ser débil y no puedo.
— ¿Quieres que me vaya?— Me miro fijamente, sus ojos verdes brillaron con intensidad.
— Si— Logre decir con mucha dificultad.
— A mi no me puedes mentir— Acercó su mano a mi nuca, enredando sus dedos en mi cabello y me atrajo hacia el, iba a besarme.
No podía permitirlo, así que lo empuje con fuerza y me soltó.
— ¡Te dije que no, Román!— Le grite y todo mi cuerpo tembló, estaba reaccionando por si solo, lo llamaba a gritos.
No dijo nada y volvió a intentarlo, logrando con éxito besarme, rápidamente le correspondí el beso
Me estaba perdiendo en el infierno, un infierno llamado Román, pero entonces una pizca de cordura azotó mi cerebro y me separe del he impacte mi mano en su mejilla
Su rostro se giro un poco y mis dedos quedaron marcados en su piel pálida a un rojo vivo, dolió pero me separe del con la mano temblorosa, lo había golpeado, este me miro fijamente a los ojos, tal vez en shock, no se esperaba esa reacción por mi parte.
— Vete Román, recuerda lo que dice el contrato, debes respetar mis tiempos— Me escondí en aquel documento y baje la mirada.
Este no dijo nada, me dio la espalda y se dirigió a la puerta, la abrió y salió del departamento, lo último que sentí fue cuando cerro la puerta con violencia cuando se fue, me acerque a esta y la cerré con seguro, fui a mi habitación y me acosté en la cama, boca arriba mirando el techo, no podía creer lo que había hecho, golpee a Román Salvatore, lo golpee..
Xoxo
¡¡¡Holaaa!!! ¿Que tal? ¿Que opinión tienen sobre la actitud de Andy? ¿Que piensas de Noah? Y ¿Román? ¿Lo aman o lo odian?
Personalmente yo amo al actor que lo encarna en mi historia, Bill es mi crush XD y como Román tiene su hermosa carita, no puedo evitar amarlo también, aunque a veces también lo odio (Y yo hago su personalidad, estoy loca XD) Eeeeeeeeeeen fiiiiiiiiiin...
¡¡¡Gracias, totales!!!😍💖
IsaBiLove💋
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