Al llegar la noche entro a la habitación dónde estaba ella, Sabía que al fin podría estar entre sus piernas, así que con cautela abrio los candados, entro para encontrarla dormida por los sedantes que había  puesto en la única bebida que dejó en la habitación, y con premura se lanzó sobre ella, la observó bien. 

¡Si! al fin estaba pasando.

Le recojio el cabello para besarle bien la cara, ella intranquila respiraba, más seguía dormida .

Deseaba arrancarles los labios a mordidas , pero se contenía, para después hacerlo de cualquier manera.

Acarició sus piernas, su cintura ...

Un toque en la puerta le interrumpió y maldijo, el padre de Rosa se dirigió a él .

—Si te la vas a follar, primero paga — soltó amargo.

Entrecerro el ceño molesto y fue por dinero, le arrojó unos billetes al viejo y volvió enseguida a deleitarse con el cuerpo de Rosa.

Con la puerta ya bien cerrada , se dirigió a ella que posaba en el colchón inconsciente. La miro depredador para después irla desnudando lentamente manoseando en cada oportunidad.

Al terminar tambien se desnudó, mientras le apreciaba extasiado el cuerpo desnudó que tanto imagino: cuando jugaban en las canchas y ella corría agitada y adornada en sudor, cuando caminaba junto a ella y se rozaban sus brazos, cuando le enseño "su lugar' y la bajo del árbol. Había tenido que esconder erecciones debido a ella y su agil figura.

Así es como había terminado aceptando el trato de un psicópata, uno diferente a él, pero al mismo tiempo igual.

Con la placentera sensación en el cuerpo por la desnudez y la imagen presenciada comenzó a besarle el cuerpo, a lamerla de arriba abajo.
Le observó las espesas pestañas y los labios rojos que lo volvían loco, la piel blanca y suave, se sentía poderoso al verla así; desnuda, y sin movilidad ni autoridad. Lo hacía sentirse su dueño. Exitado acarició la punta de su miembro en su entrada, dando golpeteos que le daban máxima satisfacción, fue metiéndolo poco a poco, le abrió bien las piernas y lo enterró completo gimiendo en el proceso, ella se removió levemente, pero esto solo aumento su embriaguez.

Sintiendo su interior precionandolo gloriosamente comenzó a embestirla, con ritmo lento y constante hasta que su cuerpo pidió más, y más.

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Rosa al día siguiente despertó confundida. No recordaba mucho. Y lo que parecía recordar le daba la sensación de haber sido hace mucho más tiempo del que fue –oh parecía haber sido – Se levantó de la cama al ver una charola llena de comida, moría de hambre.  Levantó su cuerpo de la cama y sus piernas le templaron al instante sintiéndose terriblemente débil, dio un paso y un dolor punzante le atravezo el vientre mientras una punzada palmitaba dolorosamente en su intimidad, con temor reviso la zona encontrándose con sangre seca pegada a su piel y un líquido viscoso  que salió por dentro al dar un paso, la obviedad del asunto la golpeó.

Abatida se recargo en la cama, y comenzó a llorar.

La habían violado y ni siquiera recordaba el horrible acontecimiento. Y no era como si quisiera saberlo, pero saber que no tubo oportunidad de defenderse, o saber que le estaban haciendo, o saber quién era quien lo hacía! la mataba, ¿ su padre había sido capaz?

Había cruzado esa línea invisible que había pasado una y otra vez con cosas igual de peores, pero está vez se sentía como una traición más profunda. Algo más personal y que no olvidaría.

Fue al simple baño que tenía la habitación y comenzó a lavarse débilmente, lágrimas retenidas comenzaron a surgir para después desatarse torrencialmente.
No dejo de limpiarse el cuerpo, y una vez terminada salió para darse cuenta de algo: El intruso había dejado un reloj sobre el piso, lo recojio y guardo, parecía costoso y esto le daba una miniscula oportunidad para saber  quien había sido.

Sin embargo al principal culpable ya lo conocía y en ese instante juro hacerlo pagar. Si es que su alma podría salir viva de todo eso.

El apetito habia disminuido pero sus tripas rugian por el hueco en su estómago, decidió comer, débil y sin alimento menos tendría oportunidad contra el adversario.

Comiendo a picotazos se sentó al borde del colchón. No sabía cómo sentirse, lamentaba un acto que no recordaba en lo absoluto y eso no sabía si era mejor, o asquerosamente peor. Por qué la imaginación tortura más que el  recuerdo y en ese instante había mil escenarios donde le robaban salvajemente su virginidad y  dignidad de mujer.

¿Era normal sentirse tan asquerosa?

Se había restregando la piel en agua una y otra vez, y la sensación no se iba de su cuerpo, torpemente sintió su lengua después de haber adelantado algo en el plato, sus pestañas ahora pesaban tanto que caian sin preguntarle, hasta que sin darse cuenta cayó tendida y sin conocimiento.

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Después de hablar con Anastasia, Cristian se sentía reconfortado, se alegró de tener conocimientos en coches, pues fue lo que les salvo un poco, no había demasiado coches verde olivo en el área, y menos uno así de costoso. Se dieron cuenta que el coche no estaba registrado y eso ya lo presentía pues no había placas en el coche que siguieron, pudieron pintarlo registrarlo y asi salirse con la suya, sin embargo hace un par de meses habían estado buscando un coche igual, pero gris, donde por última vez se habian visto a una adolescente que días después encontraron tirada en la calle inconsciente y con signos de haber estado drogada, y violada la mayor parte del tiempo que estuvo pérdida.
Confusa no recordaba nada y eso no ayudo con la investigación, y aquí estaba la información que oro, la chica era prima hermana de Gregorio y eso era demasiada coincidencia.