Capítulo 36: "¡Él está demente!"
PAOLA STALONE
Mi cara debía de mostrar lo pasmada que me sentía, toqué el collar que estaba en mi cuello y lo desabroché para poder soltarlo, lo miré en mi mano como si fuera la primera vez.
Droga.
Todo este tiempo tuve un collar que contenía droga.
Miré a Golden como si fuera la primera vez que lo veía, ahora entendía su nariz desviada, él era el que había entrado a mi casa, junto con Ramson.
Mí Ramson.
El Ramson que acosé durante años estaba detrás de todo esto.
Pero ¿por qué? ¿Qué motivos tendría Ramson para quitarme el collar?
Excepto, que no me lo había encontrado por casualidad, sino que Ramson me lo hubiera dado y luego me hubiera usado como excusa ante Golden, ¿pero cuál sería su motivo?
No sabía qué pensar con exactitud, ahora veía a Ramson como un completo desconocido.
—Dijiste que Ramson estaba con ustedes cuando comenzó a portarse de manera extraña —dije—, cuando despertaste con Roma muerta a tu lado, ¿Dónde estaba Ramson?
—No estaba —dijo—, simplemente huyó horas antes, no sé si tuvo que ver con la muerte de su hermana, él ya se comportaba extraño incluso antes de ser el conejillo de indias... tal vez por eso hizo todo este plan, sabía que el único testigo era yo, el único que posiblemente lo podía mandar a la cárcel.
Sabía que Ramson tenía problemas para enfocar su atención, pero esto parecía obra de toda una mente maniática.
Ramson el maniático.
Joder.
— ¿A qué te refieres con que Ramson se comportaba de manera extraña? —indagué echándome hacia adelante con más interés.
—No lo sé, a veces era muy agresivo y otra muy alegre, decía y hacía cosas como romper objetos o pelearse a golpes con personas —dijo—, otras veces hablaba como su hermana Roma, incluso actuaba como ella, claro que nunca fui lo suficientemente cercano a él como para que me llegara a importar sus raro problemas mentales...
Entonces Hendrick me había dicho la verdad, Ramson tenía problemas, ahora que comenzaba a unir los cabos sueltos, si Hendrick tenía razón y Ramson me había drogado para que apareciera en su habitación, eso quería decir que también pudo darme ese collar porque sabía que la tomaría, pero si su plan era meter a Golden a la cárcel, ¿por qué seguía acosándome?
—Dijiste que esto —le enseñé el collar en mis manos— está lleno de droga y la desprende en el momento de estrés...
—No sentías en algún momento —sonrió— que volabas con los pájaros ¿o algo así?
No sentía que volaba, pero sí recordaba los mareos, el dolor de cabeza y el olor a ron añejo.
Ron.
La imagen de mi supuesto esposo sacado de wattpad vino a mi mente, ahora comprendía por qué podía verlo, estaba alucinando.
No estaba loca, sino que era culpa del collar.
Bien, eso sonaba más disparatado.
Se escuchó la puerta de la sala y vi a mi tio Steve entrar a la sala.
—Diez minutos —dijo mi tio Steve—, ya se acabó la visita.
Miré a Golden una última vez antes de que lo metieran devuelta a su celda y a mí me guiaran fuera de la cárcel.
No podía prometer sacar a Golden, pero sí hacer justicia.
Y yo que creí ser una buena acosadora y sabía todo de Ramson Stone, cuando en realidad no sabía absolutamente nada de él.
Tomé el autobús devuelta a mi casa, no podía mantener mi mente tranquila, así que saqué mi teléfono y comencé a revisar los mensajes, todos eran de Ramson.
“Amor, ¿qué haces?”
“¿Por qué no contestas?”
“¿Estás en tu casa?”
“¿Saliste?”
Fruncí el ceño y decidí no contestar, no sabía qué creer ni qué pensar acerca de él, bueno de una cosa sí estaba segura, Ramson estaba demente.
Fui a mi casa y una vez dentro caminé de un lado a otro sin poder estar tranquila, mi padre no estaba, y había decidido hacer algo posiblemente tan estúpido como heroico, así que llamé a mi tio Steve.
***
Acomodé mis zapatos deportivos y subí el cierre de la chaqueta negra, cuando iba a salir de mi casa, hubo un apagón de luz dejando la calle en completa oscuridad.
—Mierda —dije entre dientes—, maldito Maduro.
Empuñé mis manos, eso no me detendría, yo estaba determinada.
Todas las personitas de mi cerebro tomaron una profunda respiración y cruzaron los dedos.
Ay Dios Paola, ¿Qué locura piensas hacer?
Una donde espero sobrevivir.
Me cubrí la cabeza con la capucha y salí hacia la casa de Ramson alumbrando con mi celular. Como no había luz, no podría tocar el timbre, así que iba a tocar la puerta de la casa cuando descubrí que de hecho, estaba abierta.
¿La puerta abierta a esta hora y sin luz?
Eso era demasiado raro y más cuando la señora Donna era una dramática de su seguridad, como si temiera que una chica encapuchada fuera en medio de la noche cuando no había luz para entrar a su casa...
Alumbré alrededor, no vi el carro de la señora Donna o del señor Stone, solo estaba el de Ramson. Fruncí el ceño y entré a la casa intentando que mis zapatos no rechinaran contra el piso, alumbré alrededor, no veía a Nona, ¿habría tomado el día libre? Como mañana era viernes a lo mejor aprovecharía todo el fin de semana.
Escuchaba una extraña música resonar en el ambiente, creo que era Wanna be my lover de las spice girls, venía de la parte de arriba, ¿en serio Ramson escuchaba ese tipo de música?
Comencé a subir los escalones, y guardé mi teléfono en mi bolsillo trasero del pantalón para poder pasar desapercibida, sentía mi corazón palpitar deprisa, todos mis sentidos estaban alerta.
Así es, me estaba metiendo a la casa de los Stone como toda una ladrona.
Cuando llegué arriba lo primero que me di cuenta era que la habitación de Roma estaba abierta, de ahí provenía la música, podía ver destellos de luz, tal vez tenía linternas porque dudaba que ellos usaran lámparas caseras de gasoil, podía ver sombras balancearse de un lado a otro y cantar al ritmo de la música.
Era la voz de una mujer, y lo admitía cantaba hermoso.
Contuve la respiración y me asomé lo suficiente como para poder ver quién estaba adentro, mi corazón se sentía acelerado y si no me desmayé fue obra del destino o misericordia de Dios.
No podía creer lo que mis ojos vieron.
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