—Mírate —dijo la señora Donna llevando las manos a su boca—. ¡Quedaste hermosísima!

Me levanté para mirarme en el espejo completo de la habitación y abrí la boca débilmente cuando me di un repaso, vaya, el maquillaje era un enorme cambio, no estaba acostumbrada a verme tan... femenina, parecía incluso a las chicas lindas de los tutoriales de youtube, o una supermodelo... era sorprendente.

—Vaya... —susurré, era lo único que podía decir. 

Quería que Ramson me viera, quería que TODOS me vieran, estaba preciosísima.

Bajamos las escaleras, iría a mi casa porque la mamá de Stefani me pasaría buscando para llevarnos a la fiesta dentro de una hora, pero en el idioma de Stefani eran dos horas más tarde, siempre era muy impuntual.

—Gracias señora Donna —dije dándole un abrazo cuando nos detuvimos en la puerta.

—No hay problema —dijo—, esta es tu otra casa, siempre serás bienvenida...

Escuchamos pasos resonar y ambas volteamos a ver a Ramson bajar las escaleras, su suéter blanco se aferraba a su musculatura, su pantalón oscuro y sus zapatos lustrosos, desde aquí podía oler su embriagante perfume, joder, mi Adonis lucía despampanante.

—¿Paola ya se fue...? —preguntó mirando a su madre, cuando de repente su mirada se enfocó en mí, sus ojos verdes deslizándose por mi cuerpo lentamente sin disimular.

Me encantaba como me había mirado, como si fuera incluso más hermosa que Nancy, creo que ahora podía morir en paz.

—Yo... —Ramson divagó un momento hasta que pareció enfocarse y dijo: —Ya me voy, ¿quieres que te lleve?

Llegar a la fiesta con Ramson Stone, creo que era mi más grande fantasía.

Estuve tentada a aceptar y cancelarle a Stefani, pero luego recordé lo feo que se sintió cuando me hizo bajarme de la camioneta para que sus amigos no lo vieran llegar conmigo a la institución.

—No —dije sintiéndome de repente un poco molesta—, yo...voy a buscar unas cosas en mi casa antes de que Stefani venga a buscarme —miré a la señora Donna y forcé una sonrisa—, gracias por todo señora Donna.

Ella asintió con la cabeza y salí de la casa sintiendo la brisa fría chocar contra mis piernas descubiertas. Escuché pasos y cuando voltee observé a Ramson caminar muy cerca de mí, ahora que lo notaba, con estos botines altos le llegaba como a los hombros.

—¿En serio prefieres llegar con Stefani que llegar conmigo? —dijo alcanzándome y forzándome a detenerme cuando me tomó por el codo, su simple toque me estremeció, tenía los dedos helados.

Lo miré fijamente, recordando la manera en la que me trató frente a sus amigos y la manera en la que me humilló.

Ningún chico se enamoraría de la rarita fea.

Joder, tenía que superar eso.

— ¿Para qué? ¿Para que me obligues a bajarme unas casas antes de la casa de Hendrick y así no te vean llegar conmigo? —Ironicé—, no gracias.

Le sostuve la mirada unos segundos hasta percibir que entendió que me refería a la semana pasada cuando me llevó y me hizo bajarme para que no lo vieran llegar conmigo.

Me voltee y caminé hacia mi casa, abrí la puerta pero antes de entrar, observé a Ramson parado en el mismo lugar en el que lo dejé, le hice un gesto con mi mano de saludo tal vez un poco sarcástico y entré a esperar a Stefani.

Sabía que esta fiesta sería interesante.

Revisé mi wattpad para ver si KingRamson había escrito, pero no tenía mensajes de él, así que le dejé uno:

Paolateama: Voy a una fiesta, también irá el idiota, mándame fuerzas.

Le había prácticamente hablado todo de Ramson, solo que lo llamaba “idiota”, no quería que ella o él siendo seguidor de mis historias supiera que literalmente existía un Ramson Stone en la vida real.

La mamá de Stefani llegó como a la hora, todo el camino nos iba diciendo lo típico:

“No acepten bebidas de extraños, ni bebidas en lo absoluto.”

“No fumen cosas ilegales o legales, no fumen y punto.”

“El sexo es sinónimo de hijos así que como son jóvenes y no quieren hijos no tengan sexo...”

Me daba risa la última cosa que dijo, crucé una mirada con Stefani, ella había estado con un hombre el año pasado en un campamento musical, obviamente fue cosa de amor de verano y jamás se lo dijo a su mamá, la señora Stewart era muy puritana, creo que incluso daba clases en la iglesia de virginidad.

Nos despedimos de la señora Stewart, la casa lucía relativamente bien por fuera, con unas pocas personas a los alrededores, pero adentro, las luces de distintos colores encandecían nuestras miradas, la música estaba a todo volumen y el olor a licor o humo me atosigaba.

—¡Ahí está Charly! —dijo Stefani jalándome con ella, serpenteando entre la gente, Charly era uno de sus amigos de la clase de música, me caía bien, aunque nunca había tratado tanto con él.

Comenzamos a hablar mientras pasaban vasos rojos llenos de jugo mezclado con algo de alcohol, no quería tomar, me sentía un poco cohibida, pocas veces asistía a fiestas como éstas.

Debí haberme quedado en mi casa.

De repente la música se detuvo y la voz del dj se escuchó.

—¡Bienvenidos a la pre fiesta de graduación! —gritó el dj—, Tomamos un momento especial de la hora el "¡Feliz no cumpleaños!"

Miré a Stefani cuando ella tomó mi brazo casi vibrando de emoción, no entendía qué ocurría. Fue en ese momento cuando una luz me iluminó solo a mí y confeti cayó de distintas partes cuando sonó una música electrónica de "feliz no cumpleaños" junto con un remix con mi nombre y de hecho, sonaba muy buena la mezcla.

Ah, entonces esta era la sorpresa.

Bien, lo admitía, me gustó por un instante que todos me vieran y me quisieran, al menos un momento.

Observé a Nancy Key acercarse, su rostro forzando una sonrisa, sus ojos mirándome de arriba abajo.

—Creí que no vendrías —dijo, sus labios perfectamente oscuros y su maquillaje deslumbrante.

¿Estaba siendo sarcástica o eran ideas mías?

—Decidí venir —respondí, Nancy soltó una ligera carcajada y me dio un pequeño toque en el hombro como si fueramos amigas cercanas, crucé una mirada con Stefani, ella miraba a Nancy completamente confundida por su actitud, probablemente siendo un reflejo de mis pensamientos.

—Eres arriesgada —dijo Nancy tocando un mechón de mi cabello y soltándolo con desdén—, muy arriesgada.

Su mirada se volvió frívola y su sonrisa desapareció.

—¿De qué hablas? —dije indiferente al odio que al parecer ella me tenía. Nancy negó con la cabeza y se fue por donde llegó moviendo las caderas como toda una modelo.

Bien, eso había sido raro.

Stefani me arrastró junto con Charly a las personas que bailaban en el lugar que habían ambientado como la pista de baile. Me sentía un poco más suelta, Stefani me pasó un vaso, lo rechacé pero ella gritó a mi oído:

—Maldita sea Pao, diviértete un poco.

Tal vez tenía razón, ya quería dejar de estar siempre cohibida, hoy me sentía hermosa, me sentía diferente. Sintiendo de repente sed, tomé el vaso y bebí el contenido todo de un solo sorbo.

Joder, me sentía mareada.

La música de repente se volvió más enérgica, todo mi cuerpo se estremeció queriendo bailar, así que comencé a mover mis caderas sin importarme nada.

En un momento alcé la vista al sentirme de alguna manera observada y mis ojos se cruzaron con unos verdes intensos, Ramson estaba al lado del dj, sus brazos cruzados sobre su pecho, su rostro completamente indescifrable, su postura como si dijera: “soy el dios de mundo”.

¿Por qué no paraba de verme?

Me volverás loca Ramson.

  No quería que parara de verme, mi cuerpo habló por sí mismo cuando comencé a mover mi cintura y mis caderas al ritmo de la canción, tal vez era el alcohol en mi sistema que me hacía sentir sexy. Pasé una mano por mis rizos y otra por la silueta de mi cintura, relamí mis labios y cerré los ojos dejándome fundir en la música.

Unas manos me rodearon la cintura y sentí un torso pegarse a mi espalda siguiendo mis movimientos. Me pegué a él moviéndonos al ritmo de la música y perdiéndonos entre las luces de distintos colores...