Tae Hyung miraba atento a Ho Seok, este explicaba a todos los presentes cómo fue que inició todo, omitiendo en su totalidad al pelirubio.

Los cuerpos de algunas chicas ya habían sido recuperados, aunque en su mayoría habían sido quemadas, por lo que solo fueron muy pocas las familias que lograron tener algún recuerdo de su hija o pariente.

- ¿Y usted dice que todo fue hecho por cuenta suya? ¿En ningún momento Kin Tae Hyung logró ayudarle o incluso a matar a alguna chica?

El abogado que iba en contra de Ho Seok se mantenía con una sonrisa en el rostro y esperaba a que Jung fallara para así también meter a la cárcel al otro asesino: Tae Hyung.

- No, Tae Hyung y yo somos esposos, pero todo fue en contra de su voluntad, yo lo amenacé con un arma y lo obligué a matar a algunas chicas. Nada fue hecho por voluntad propia y realmente lo siento, nunca quise incriminar a mi esposo, pero lo tuve que hacer.

Tae permanecía con su rostro serio, mirando al abogado que estaba caminando de un lado a otro y haciéndole preguntas a su pelinaranja favorito. Era claro que querían verlo en lo más profundo del pozo, pero él no permitiría eso, su padre no permitiría aquello y YoonGi tampoco.

Pero a pesar de todo y contra todo pronóstico, perdió. Jung Ho Seok perdió su libertad.

YoonGi dejó caer su cabeza en la mesa al escuchar el veredicto del jurado, que anunciaba que encontraban culpable a Ho Seok y que lo condenaban a cadena perpetua.

Tae no lloró, no soltó ni una sola lágrima y Ho Seok tampoco, solo se miraron sin decir nada.

Kim se levantó una vez que el juicio terminó y se marchó, ignorando olímpicamente la despedida que le permitían recibir al preso.

El amor te destruye, pero también te hace más fuerte y Tae Hyung solo logró superarse a sí mismo, caminando con la cabeza bien en alto y dando una última mirada a su esposo antes de salir de esa habitación amplia.

- Él dijo que te entregara esto. - YoonGi le extendía una hoja doblada, Ho Seok miró el papel y luego el rostro de su hermano, sonrió y tomó el recado que le había mandando su esposo. - Prometo hacerme cargo de todo lo necesario, tendrás la mejor celda y según hablé con el señor Kim, cada mes te darán un porcentaje de dinero para que sobrevivas ahí dentro.

Para Ho Seok sería una buena propuesta, pero no estaba atento a lo que le decía su hermano, solo miraba la hoja entre sus manos y se preguntaba qué fue lo que ocurrió con su esposo, aunque claro estaba, iba a entrar a la cárcel, nadie desearía estar con un preso.

«Siempre te amaré, Jung Ho Seok. Contigo conocí al mismo demonio, lo admito, pero también conocí el verdadero amor»

Arrugó la hoja y la arrojó al suelo, importándole muy poco si ensuciaba ese lugar tan pulcro.

YoonGi lo reprendió con la mirada, pero a Ho Seok le valió un pico, pues se alejó de su hermano y siendo resguardado por los guardias, salió del lugar, importándole muy poco los gritos de su único pariente presente.

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El próximo capítulo es el final.

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9/11