Estar en un velorio con cientos de personas que desconocía y a quien no parecía agradarles del todo era algo sumamente incómodo para Tae Hyung, quien solo tenía una cara de pocos amigos ante cualquiera que pensaba o intentaba hablarle.

Aburrido, esa era la palabra correcta para describir a Ho Seok, el joven de 31 años odiaba estar entre gente que solamente lloraba por una persona que ya no podía oírle por el simple hecho de no encontrarse en este mundo. Si él pudiera catalogar a todas esas personas que se encontraban ahí, diría sin duda alguna: estúpidas, personas ingenuas y estúpidas que le dicen millones de cosas a un muerto, cuando bien lo pudieron hacer cuando estuvo de pie. Eso era lo que más odiaba Jung de los velorios, ver como las personas se arrepentían de sus actos muy tarde, cuando ya todo estaba arruinado, desecho... destruído.

Un suspiro salió de sus labios al tiempo que el bostezo de Tae Hyung, quien fue muy ruidoso y terminó llamando la atención de todos los presentes, incluso de la madre de Karina, quien lloraba desconsoladamente al lado del ataúd.

Ho Seok le dió un leve golpe en el antebrazo cuando se percató de que iban siendo el centro de atención; solo en ese momento, Tae Hyung abrió sus ojos y frunció su ceño. Había visto a sus padres, quienes también los miraba como si de un acto de circo se tratara.

— Iré donde mis padres. — avisó el menor antes de encaminarse hacia donde estos se encontraban.

A Ho seok no le dió ni tiempo de contestar, pues el pelirubio ya caminaba lejos de él. Bufó en respuesta y comenzó a observar las valiosas decoraciones o adornos que tenía aquella familia.

— Muy bien posicionados, al igual que la familia de Tae Hyung. — susurró para sí mismo.

Iba tan distraído y entretenido con lo que posiblemente podría ser suyo en un futuro, que ni se percató de la persona que lo observaba con mucho detenimiento.

Tae Hyung llegó donde sus padres, quienes sonreían y se despedían de unos invitados, él rubio no pensaba recibir una sonrisa por igual y realmente no la recibió, sin embargo, no se extrañó ante nada, pues estaba acostumbrado a la hipocresía de su familia.

— ¿Por qué lo trajiste? — preguntó su padre en un tono molesto; la madre, en cambio, le iba dando la espalda a las otras personas para que así nadie se percatara de la pequeña discusión de su esposo e hijo.

— Agradece que estoy aquí o mejor aún, deberías agradecerle a Ho Seok, ya que él fue quien me obligó a venir y darles el gusto a ustedes. — ironizó el menor.

El señor Kim suspiró con cansancio, ya no podía hacer nada en contra de su hijo, lo había malcriado demasiado y no había vuelta atrás, ese niño que antes él cargaba, ahora era un joven que tenía un aspecto de vagabundo, y es que nisiquiera estaba vestido de negro.

— Tae Hyung no debiste venir con esa ropa, estamos en un velorio. — le corrigió su madre.

— Eso debería decir yo. Ustedes están como para un cena de gala, cuando en realidad estamos despidiendo a una zorra que no vale ni dos centavos.

La señora Kim no dijo nada, solo sonrió a las personas que por ahí merodeaban y volvió a cambiar su expresión cuando miró a su hijo.

— Entonces no debiste ve...

— Despídete de Karina y dale tu más sentido pésame a su madre. — interrumpió su padre. El señor Kim era alguien respetable, esperaba que su hijo lo fuera por igual, sin embargo...

— No pienso despedirme de la zorra — advirtió el pelirubio. Ambos padres abrieron se sorprendieron, pero eso no impidió que fulminaran con la mirada a su hijo.

Simplemente no había nada de respeto en su pequeño Tae Hyung, no había nada que lo pudiera suavizar.

— Tienes que despedirte de tu amiga. — ordenó el señor Kim. El más joven rió por lo bajo al escuchar aquello. ¿Cómo puedes considerar amiga a una zorra que se enamoró de ti? O mejor dicho, ¿Cómo puedes considerar amiga a alguien que tú mismo(a) mataste con tus propias manos?

— Yo la maté. — confesó. La señora Kim colocó ambas manos en su boca, tratando de controlar sus ganas de gritar.

— No hables tonterías y despídete de Karina. — ordenó el padre, entonces Tae se dio cuenta que no le habían tomado enserio, a excepción de su madre, quien lo miraba horrorizada y algo nerviosa.

— Lo haré y me largaré de este lugar, no aguanto estar rodeado de imbéciles.

El pelirubio caminó con lentitud hasta el ataúd, ya al costado de este descubrió que tanto habían logrado salvar los restos. Todo estaba completamente rostizado.

Sonrió y se agachó un poco.

— Nos vemos en la otra vida, zorra. — susurró.

Iba de regreso, buscando con la mirada a Ho Seok, cuando de pronto...

— Hola, soy Byun BaekHyun, policía. — el chico bajito enseñó su placa, dándole solo cinco segundos para que Tae Hyung la mirara. — ¿Eres amigo de Karina?

— Era. —  contestó indiferente.

Byun se asombró ante la frialdad​ con la que el joven habló, por lo general estaba acostumbrado a lidiar con personas que no dejaban de llorar al encontrarse en un velorio, sin embargo, esto no ocurría con el rubio.

— ... Bien, dime, ¿Karina tenía algún enemigo o enemigos? ¿Sabes si estaba dentro de una red ilícita?

La sonrisa que mostró Tae fue más que suficiente para que BaekHyun se diera cuenta de la persona con la que estaba tratando, fue suficiente para encontrar un sospechoso.

— Sabe algo, agente, Karina no era alguien inocente, tampoco buena, siempre fue una zorra, tenga por seguro que lo mejor que le pudo suceder fue morir.

— ¿Me podría dar su nombre? — preguntó, ignorando el comentario anterior sobre la difunta.

— Mejor se lo doy a su esposo, él se ve más confiable que usted. — BaekHyun dejó a un lado su lapicero y comenzó a buscar, desesperado, a su esposo y pareja en el caso. ChanYeol se encontraba hablando con un joven de cabello naranja al otro lado de la habitación.

Suspiro con alivio. 

— No me parece que sea algo correc...

— Pues a mí tampoco me parece correcto que ande tratándome como si fuera un criminal, agente. — remarcó la última palabra y terminó por dejar solo a Baek.

Tae Hyung no era idiota, la policía estaba implicada e investigando el velorio, mas se le hizo realmente raro cuando vio que su novio hablaba amenamente con el otro agente.

— Tenemos que irnos, Ho Seok. — avisó el menor, tomando el antebrazo de su mayor y viendo mal al hombre sumamente alto que se encontraba delante de ellos.

Jung se soltó bruscamente y le sonrió a su acompañante.

— Muy bien, Ho Seok, veo que estás ocupado. — habló ChanYeol, dándole una mirada rápida a Kim. Jung asintió, suspirando y estirando su mano hacia el agente, quien gustoso lo recibió.

— Espero vernos en otra oportunidad. — mintió. Sí, aquella sonrisa falsa en el rostro de Ho Seok era muy clara para su novio.

Después de una despedida muy formal, ambos chicos se retiraron.

Chanyeol buscó de inmediato a BaekHyun, este último hizo lo mismo.

— Jamás vi algo igual. — pronunció el mayor, al ver como la "pareja" se retiraba de la casa.

— Yo tampoco... jamás pensé encontrar al asesino en el velorio de su víctima, su propia víctima. — completó Byun.

— Es mejor que empecemos con el papeleo y las investigaciones, presiento que ese par ha hecho cosas peores que matar a una joven.

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— ¿Qué le dijiste? ¿Te hizo preguntas? ¿Te insinuó algo? ¿Te trató como a un criminal? ¿Tenemos que matarlo?

Ho Seok siguió manejando sin hacer caso a las preguntas estúpidas de su novio.

— ¡HO SEOK, CONTÉSTAME!

El pelinaranja detuvo el auto abruptamente y miró a su novio, le sonrió y se acercó para dejar un beso en su frente.

— No hay de que preocuparnos bebé — sus manos se pasearon por el contorno del rostro de Tae. — Lograré acabar con él y con su compañero, los acabaremos juntos. — Kim sonrió y detuvo los movimientos de Ho Seok para lanzarse a este y besarlo.

Simplemente eran el uno para el otro... desquiciados, enfermos, sin escrúpulos; un amor especial.

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Mi bebé anunció fecha, ¡AHHHHH! MUERO, MORIRÉ EL DOS DE MARZO.😭🌷

Nota actual:

Maratón 1/5

Ya llegué bebés y estoy dispuesta a terminar este fic en esta semana y continuar con YNFM. Las amo y extrañé demasiado.❤✨