×9×

—Jefe, escúcheme bien —Quitó su mano de su entrecejo un poco fastidiado y extendió su brazo al frente —Se que soy su ayudante, pero yo me encargo de los artefactos y de ser la oveja negra del grupo, no de venir al mercado y escoger las mejores frutas y verduras al mejor precio.

—¡Es Julio regalado! Debemos de aprovechar doctorcito.

—Que demonios, usted tiene mucho dinero, el que le da la agencia, el que le donan sus seguidores, de la mercancía que autoriza y los eventos a los que le invitan, no sé por qué busca ofertas.

—-Disculpe Doctor Slug —Habló sin quitarle la vista al sobre que tenía en sus manos —¿Quién le paga sus proyectos, le da el dinero para sus artefactos y aparte de ello le da una paga?

Sacó un gruñido y miró a otro lado —Usted —Respondió con enfado.

—Exacto, también me encargo de darle una paga a seiscientos sesenta y seis y a Cordura, mantengo una mansión con más de diez habitaciones y casi cada una de ellas con aparatos electrónicos, la cocina, los servicios y no se olvide que donamos y ayudamos a campañas, así que si se quiere quedar sin paga individual puede irse al soriana de aquí enfrente.

El de traje se dio la vuelta con una canasta en mano mientras el científico bufaba y comenzaba nuevamente a empujar el carrito de mercado siguiendo a su jefe.

No podía creer que se había rebajado al nivel de ir "de compras" con su jefe. Tal vez era porque de repente tenía unas enormes ganas de estar con él cada vez que podía, eso le molestaba, estar accediendo a hacer cosas estúpidas solo por el tipo alto de sombrero que le atrae.

—¿Le gusta el yogurt de nuez o de fresa?

—¿Acaso importa?

—Claro que importa, necesito llevar cosas que sean de su agrado —Tenía ambos envases de diferentes sabores en manos, comparando uno con el otro.

—¿Cuál llevaría usted? —Nuevamente el doctor se recargó en el carrito.

—De nuez, supongo.

—Entonces llévese ese y listo, piense un poco en usted.

White Hat le miró con la cabeza un poco de lado —¿Por qué de repente se preocupa si me preocupo de mi?

—¿Tiene algo de malo de que me preocupe de que se preocupa por nosotros pero no por usted mismo?

—Digamos que no es muy propio de usted —Dejó el yogurt de color blanco en el carrito —Usted normalmente solo ve por usted.

—¿Y eso qué? ¿Acaso no puedo cambiar?

—No es eso, más bien, me hace sentir feliz. Me hace pensar que me trata especial o algo parecido.

—No te hagas ilusiones —habló el científico dando un manotazo al aire —Mejor dígame a qué pasillo vamos.

—Necesitamos frijoles así que iremos al de legumbres.

Su celular comenzó  a sonar, lo sacó de su pantalón y observó la pantalla.

—Vuelvo en un momento— Se dio la vuelta alejándose un poco.

—De acuerdo— El de tez blanca le dedicó una sonrisa antes de ver cómo su ayudante se alejaba un poco de el carrito para responder su llamada.

Dirigió su vista nuevamente a los yogures delante suyo, llevó una mano en su pecho y un dedo a su barbilla, su mirada era de preocupación.

—¿Bueno?—respondió la llamada.

A lo lejos el científico se daba cuenta de las expresiones de su jefe despertando una curiosidad por saber la razón de estas, apenas notaba los leves signos de preocupación en su mirada, le molestaba ver a su jefe de esa manera, no era tan común en él y al parecer tampoco era muy notorio.

—¿Me estás escuchando Slug?— La voz proveniente del celular lo sacó de sus pensamientos.

—Escucha, estoy en una búsqueda para un proyecto muy importante— observó la lista de ingredientes para hacer tamales— Y estoy enfocado en eso así que mejor márcame después.

—La organización no tiene tu tiempo así que-

—¡Si me necesitan tendrán el tiempo que yo quiera ¡¿entendido?! ¡Quiero pasar un rato con "mi proyecto" y dedicarle tiempo así que jodete!—Colgó sin más y con pasos pesados se acercó al carrito para comenzar a empujarlo nuevamente.

Observó a su jefe que estaba perdido seguramente en sus pensamientos, le miró detenidamente para acercarse lentamente. Dirigió su mirada al cuerpo de su jefe y estiró el brazo con la intensión de poner su mano en su cintura, usaría el pretexto de que era para sacarlo de sus pensamientos.

Sintió como el cuerpo de su jefe daba un brinco leve, asustándolo a él también.

—¡Doctor! Me dio un buen susto— Después de ello comenzó a reír un poco mientras el más bajo le veía fastidiado.

—Deja de asustarme imbécil, no es divertido.

—¿Le asusté? Discúlpeme ¿Por qué el acercamiento tan repentino?

—Solo te iba a sacar de tus pensamientos ¿Acaso estás preocupado por algo?

—Bueno...—Desvió su mirada la cual parecía preocupada— Es solo que últimamente estoy pensando muchas cosas, aparte de que la organización me asignó una misión... pienso hablar con ustedes más al rato, parece ser importante.

—Puede decírmelo de una vez, tengo artefactos que hacer así que no sé si tendré tiempo de escuchar después— Mintió solo para enterarse antes que a sus compañeros.

—Esta bien—puso un envase de yogurt en el carrito— Parece ser que el objetivo del accidente de hace unos días era robar algunos libros.

Fingió demencia —¿Libros?¿Acaso tienen algo importante como datos históricos o secretos de la humanidad?

—Son unos libros de hace años sobre invocaciones y predicciones.

—¿Por qué la ONH¹ tendría algo así bajo resguardo?

—Me imagino que tienen un contenido peligroso, seguramente lo escrito ahí sea verdadero, por lo tanto me dejaron la misión de encontrarlo. Pero...si quisieran invocar algo ya lo hubieran hecho.

—Seguramente les hace falta algo para poder lograr lo que quieren, piense que se llevaron varios libros así que seguramente no tienen una información clara.

—Tiene razón doctor, de alguna manera eso me logra tranquilizar— Esbozó una sonrisa, aquella que siempre le encantaba ver a Slug— Espero que logren encontrarlos pronto para saber en dónde ir a enfrentarlos.

—Ya quiero patearlo el trasero a alguien.

—¡Oh Doctor, me encanta esta actitud positiva suya! Que bien que haga cambios de buena forma en su persona—Le abrazó por el cuello, el más bajo solo suspiró y le abrazó por la cintura.

—Tenemos que ir por los frijoles.

—Cierto, hay que apresurarnos entonces— Se separó del más bajo, su sonrisa seguía en su rostro.

[...]

—Así que por favor si les requiero actúen lo más rápido posible— Terminó de explicar el jefe a la chica y al animal que se encontraban frente a su escritorio.

—¿No le dirá a Slug?— cuestionó la fémina.

—Le he dicho antes ya que me dijo que estaría ocupado, pueden retirarse.

El oso con fastidio comenzó a salir de la oficina a comparación de la chica, la cual seguía frente a su jefe.

—¿Qué sucede Mari?— cuestionó  recargando su mejilla en la mano que estaba en el escrito.

—¿Tiene algo que hacer ahorita o más tarde?

White Hat miró el techo intentando hacer memoria sobre si tenia algún asunto el resto del día.

—No, estoy libre ¿Cuál es la razón?

Una sonrisa se formó en el rostro de Cordura quien se acercó al rostro de su jefe.—¡Salgamos de compras, como en los viejos tiempos. Usted y yo!

—¡Claro Mari, tomaré mi cartera y nos vamos!— El ánimo del más alto subió hasta las nubes, no tardó ni un segundo en ponerse de pie para dirigirse hacía el perchero al lado de su cama.

—Gracias, iré por mi bolso—Dicho esto la chica salió de la oficina, estaba emocionada, habían pasado meses desde hace tiempo que no tenía tiempo a solas con su jefe y aunque uno de sus objetivos era pasar tiempo con él este no era el principal.

Había notado la preocupación del albino hace unos días, lo conocía bien y sabía que seguramente su superior tenía un lío de pensamientos o se estaba escondiendo algo solo para él.

Para ella White Hat era como un padre, se encargó de criarla desde que la chica tenía memoria, solo eso.

Sacó su bolso el cuál tenía ya listo, sabía que su jefe aceptaría. Tomó su cartera para introducirla en este y salió de su habitación cerrando la puerta detrás de ella. En la sala ya estaba el héroe esperándola con una enorme sonrisa.

—Ya le he avisado a Slug que nos vamos y a seiscientos sesenta y seis.

—Bien— abrazó el brazo de su jefe y ambos salieron de la enorme mansión.

Para su suerte solo tenían que caminar unas calles para ir al centro comercial más cercano, el cual era de los más grandes de la ciudad.

Había bastante gente quien tal solo verlos se acercaron a ambos. Los héroes estaban ya acostumbrados a que esto pasara así que no tuvieron molestia en cumplir los pedidos de sus fans(como autógrafos y fotos) para después seguir su recorrido.

Cordura le insistió a su jefe en comprarse un poco más de ropa menos formal que pueda usar en situaciones como estás y aunque White Hat insistió en que en cualquier momento podrían necesitar de su ayuda fue convencido por la chica quién le hizo probarse varia ropa.

—¡Me encanta cómo se ve así!— La joven observó junto con casi todas las chicas de la tienda el atuendo del más alto.

Una camisa de mangas cortas color blanco que tenía la estampa de un sombrero negro en el centro, aquella prenda apenas y le llegaba dejando de sus costillas por su altura. Tenía unos pantalones de mezclilla con algunas parte rasgadas.

—No lo sé Cordura, esto apenas y me cubre...es una moda muy juvenil para mi, no es mi estilo— Dijo tomando la orilla de la camisa alzándola un poco para observarla— Creo que me iré a cambia-

—¡No no no no no!— fue interrumpido por el coro de gente que había en local.

—Créame que se ve muy bien, quédese con eso puesto, en un momento guardo su traje y demás en las bolsas de la ropa que compraremos— Dijo Cordura acercándose al vestidor de donde había salido su jefe para tomar la ropa que tenía anteriormente puesta.

White Hat alzó los hombros sin interés y solo siguió a la chica. Ambos iban de tienda en tienda, comprando y probándose ropa hasta que decidieron entrar a una de variedad.

Mari veía los collares y diademas que había mientras que WhiteHat observaba los accesorios para celulares que había, su vista se posó en un par de tazas que estaban en un mostrador. Una sonrisa se formó en su rostro, dirigió su mirada a su alrededor para buscar a la chica.

—¿Vas a comprar algo Mari?— cuestionó de lejos, la chica le miró.

—Solo esta bufanda— Sostenía el objeto mencionado en sus manos.

[...]

Ambos se encontraban sentados en una banca del centro comercial comiendo tranquilamente un helado, el de Cordura era sabor chicle mientras que el de su jefe era sabor cajeta, la chica se ofreció a llevar las bolsas de las compras hechas.

Estaba lista para cuestionar a White Hat, ella sabía que seguramente ni Slug ni el oso se dieron cuenta de lo poco distraído que estaba , exactamente desde que encontró a su compañero junto con su jefe llenos de pintura, estaba segura que algo estaba escondiendo.

—White— Este asintió en señal de haber escuchado ya que tenía helado en la boca— Se que tienes algo, tú sabes que siempre hemos sido tú y yo desde el inicio, se que me tienes confianza pero aún así es obvio que hay veces que no me quieres decir lo que sucede y como he visto que no tienes la intensión de decírmelo, te pregunto directamente ¿En que has estado pensando?

Las cejas relajadas de White desaparecieron y se alzaron dándole una expresión más preocupada, pasó saliva.

—¿E-Eh? No entiendo— desvío su mirada, sus mejillas se habían prendido en rojo, tomó su vaso y lo tiró en el bote de basura al lado suyo.

—Ambos sabemos que eres pésimo mintiendo, tu voz y rostro te delatan— Se cruzó de brazos con seriedad.

—La verdad, he estado pensando en la misión y en lo que aquellos libros contienen, por alguna razón el tema se me hace familiar aparte de que la organización me ha dado órdenes poco clarar— La fémina asintió— Pero...

—¿Pero...?— la chica alzó una ceja.

Los labios de White Hat temblaban, no sabía en realidad lo que tenía, ni siquiera el mismo se había dado cuenta de que le estaba dando muchas vueltas al asunto que había surgido hace dos años, estaba algo estresado por muchas cosas en sí, desde aquel incendio los de la organización de héroes lo querían más que nada en el edificio, a veces le llamaban solo para que estuviera en ella y para perder el tiempo iba de piso en piso para ver si servía en algo.

Bien pensaba que en vez de perder el tiempo no haciendo nada podría estar con el doctor y sus otros ayudantes, pero seguramente los encargados ya tendrían sus razones para quererlo ahí.

—Lo que sucede Mari e-—Una voz le interrumpió.

—Probando; uno, dos, uno, dos—La voz era de un chico arriba de un escenario el cual estaba probando el micrófono, detrás suyo había tres chicos probando sus instrumentos para poder comenzar.

—Ah! Son los chicos que sigo en Twitter, toca muy bien, vamos a tomar asiento—Tomó las compras que había dejado en el piso al igual que la mano de su jefe para comenzar a correr hacía las sillas enfrente del escenario.

—C-Cordura—La chica se había centrado mucho en conseguir lugares que no le prestaba atención.

Las mejillas se le tornaron rojas, cerró momentáneamente los ojos, confiaba en Cordura así que le diría aún si eso significaba que la chica no le viera como antes.

—L-Lo que sucede es...Lo que pasa e-es—Junto el aire suficiente, abrió la boca para decirlo. —E-Estoy enamorado de Slug.

La chica se detuvo en seco, se dio la vuelta y le miró fijamente, su mandíbula casi tocada el piso y sus ojos no mostraban más que sorpresa.

¿Cómo?¿Por qué?¿Desde cuándo?¿En qué jodido momento había pasado? Ni siquiera los lectores estaban entendiendo lo que sucedía. La chica iba a formular las preguntas que su mente pensó.

—¿Cómo?

—No sé cómo pasó, simplemente...creo que hay algo en él que, me encanta— Su voz se fue haciendo cada vez más bajo.

—¿Por qué?

—Me gusta que seamos lo contrario, que se comporte diferente conmigo.

—¿Desde cuándo?— White Hat guardó silencio y observó el piso—¿¡Desde cuándo jefe!?

—Despúes...de alguno meses de...convivir con él—Bajo su sombrero cubriendo su rostro.

Santa Virgen de la papaya —¡White eso fue hace dos años!—Alzó las manos al aire mientras miraba al más alto quien tenía la cara totalmente roja—¿En qué momento exactamente y por qué no me dijiste?—Lo tomó de los brazos y le sacudió de forma violento.

—No lo sé... simplemente pensé "Creo que Slug logró llamar mi atención" y sin darme cuenta fue algo como "Creo que me gusta de una manera más sentimental"— Posicionó su sombrero nuevamente en su lugar—Después me di cuenta de que el "gusto" que tenía hacía él era como el de los humanos, y sin darme cuenta— Una sonrisa alargada y algo boba se formó en sus labios, miró hacía la derecha con las mejillas pintadas en un tono rojo— Por decirlo de alguna manera se adentró en mi corazón de una manera diferente pero bastante bella.

La chica se alegraba que estuviera enamorado, el problema era de quien, ella también había convivido con Slug mucho tiempo pero hasta cierto punto aunque quisiera intentarlo no le podía perdonar todo el sufrimiento que le hizo pasar, le quería, era verdad, pero no por eso le perdonaría el daño que le había hecho, sintió un pequeño dolor en su pecho.

White Hat, la criatura que había cuidado de ella y que le amaba como a una hija ¿Se había enamorado de la persona que le torturó y la convirtió en lo que era? Dolía, lo sentía. Ella entendía que White no tenía la culpa, pero se sentía hasta cierto grado traicionada.

—Y no te dije porque siempre quieres ayudarme y, siendo sincero, a veces me sorprendes y no quería que hicieras locuras solo por mis sentimientos, discúlpame.

—N-No...esta bien— le soltó con lentitud—Perdón por comportarme así, m-me sorprendí bastante, iré al baño a recapacitarlo— Le dedicó una sonrisa forzada.

—Esta bien—La chica le dio las compras para dirigirse hacía los sanitarios más cercanos.

[...]

Cordura se recargó en el lavamanos, analizando lo dicho por su jefe ¿Dos años amando a alguien? ¿Cómo es que no se había dado cuenta? Siempre ponía el nombre de Slug antes que el de alguien más; hasta el de él mismo, le abrazaba con más fuerza lo cual se podía notar, era su mano derecha, le había perdonado tantas cosas al doctor que había hecho no sólo con él si no con sus cosas, como aquella vez que le intentó incendiar su hogar, o cuando rompió el material enfrente de su jefe solo por qué decía que "no era de calidad".

Pequeñas cosas (y también considerables) eran las diferencias que había entre el amor que le tenía a ella y a 6.6.6 a comparación de lo que sentía por Slug.

Y en ese momento tenía ganas de patearle la cara al científico con todas sus fuerzas, siempre fue una persona serena pero en este momento el solo pensar en las innumerables cosas que ha hecho White Hat por él, no solo ser su ayudante si no por sus sentimientos le hacía querer golpear algo con su superfuerza.

La actitud del doctor hacía White Hat todo este tiempo siempre fue injustificada, pero al cabeza de bolsa no le importaba su horrible actitud hacía el más alto. Sabía la razón de porque su jefe se había guardado y reprimido sus sentimientos, tenía miedo de que el Doctor se fuera, de que le odiara más.

Comenzó a apretar el lavamanos logrando agrietarlo, al percatarse se alejó para ver el daño causado, tenía que mantener la calma o terminaría rompiendo todo.

—Calma Mariana, prometiste ayudar a White Hat, aún si es él, tienes que darle tu apoyo.

La chica inhalaba y exhalaba repetidas veces, lo que había dicho su jefe le había caído con balde de agua fría pero si él ya sabía que se había enamorado ¿Por qué le estaba dando importancia al asunto ahora mismo? Tenía que preguntárselo.

Caminó por el centro comercial hasta llegar a la misma banca en donde estaba su jefe sentado quien al verla le sonrío.

—Oye Mari, habías dejado tu helado en la banca— lo alzó con la intensión de que la chica lo viera.

—Gracias por tomarlo— El de camisa blanca le entregó su postre.

—¿Quieres ir a escuchar a esos chicos todavía?—Cordura los volteó a ver, sus ganas de pasarla bien junto a su jefe se habían ido y más que nada lo que quería era respuestas.

—No, mejor vamos a casa— ambos se pusieron de pie, cada quien tomó sus compras y comenzaron a caminar hacia la salida—Oye White, si tus sentimientos ya tienen tiempo ¿Por qué lo has vuelto a pensar nuevamente?

—Pues, debo decir que reprimir mis sentimientos no es fácil y siendo sincero no decir nada se convirtió en una carga un poco pesada para mí, así que últimamente estoy pensando si decirle o no, pero...

—White, se que tienes miedo a que se vaya o te odie, pero créeme que en cuanto le digas se verá si enserio se ha vuelto "mejor persona" como tú dices, y aunque no sienta lo mismo no es motivo para que te trate mal, así que si tomas la decisión de decirle ten en cuenta que no tiene derecho a tratarte mal.

—Siempre te preocupas por mí, muchas gracias mi chica—Le abrazó, Cordura solo respiró y le correspondió el abrazo sin muchos ánimos.

El viaje fue rápido, ambos hablaban sobre los viejos tiempos, cuando solo eran ellos dos.

—El cartero se asustaba en venir a dejar los paquetes— la chica soltó una risa— decía que los albinos le daban miedo.

—Lo recuerdo claramente, ¡Oh! También cuando al enterarse de que tenía algo de fama traía a sus amigos a las afueras de la mansión solo para presumir que le entregaba el correo a un héroe.— Apretó el botón al lado de las rejas, estás escanearon su huella digital y ambos entraron hasta la puerta la cual abrió.

El oso y Slug estaba sentados en el comedor, el animal dormía plácidamente mientras el científico, hacía algo en su libreta bastante concentrado.

—Hemos regresado— dijo calmado, normalmente al llegar a su casa el héroe era algo escandaloso pero al ver que su ayudante dormía habló moderadamente más bajo.

La chica se acercó a la canasta de basura a tirar el vaso de helado, dio una mirada rápida al de gafas quien al ver a su jefe se puso de pie cerrando el cuadernillo en el que garabateaba algo.

—Hey idiota, que no se te olvide que día es hoy...¿Qué demonios con esa ropa? Nudista de mierda.

—¿Enserio creé que lo soy? Sé que me queda un poco pequeña pero—El doctor le extendió su bata negra.

—Póntela, no quiero que andes por ahí así, digo...me refiero a que estás dañando la vista de los demás.

—Gracias, que caballeroso, iré después de terminar de hacer la comida.

—No te preocupes White yo la haré por ti— La de gorro de unicornio extendió sus manos para que el más alto le entregara las compras que traían.

Este le sonrío y le entrego las bolsas con franjas rojas. —Muchas gracias Mari, no sé qué haría sin ti— Se inclinó un poco, alzó el cabello que caía delante de su frente y depósito un beso en ella.

Se dio la vuelta acercándose al Doctor con una enorme sonrisa dibujada en su rostro—¡Vamos Doctorcito, quiero ver su avance!

—Cállate, estamos en la sala—El de sombrero se disculpó y abrazó al más bajo por el cuello y para sorpresa de la fémina esté le tomo de la cintura.

Cordura lo sabía, no había otra opción, lo único que quedaba era amenazar a Slug de que si lastimada de cualquier manera a su jefe de la vería con la que alguna vez fue su conejillo de indias.





1.- ONH significa Organización Nacional de Héroes, en cada país hay una organización pero a diferencia de la original estás se modifican según su nacionalidad, por ejemplo: Organización Japonesa de Héroes.

REGRESÓ LA TRADICIÓN!!
Hola chicos ;u; perdón por no actualizar pEro...la escuela :")

Yo sé que este capítulo a sido en pLAN DE WOWOWOWOWOW KH3 3EZTA P4ZAND0.
Pero si amiguitos, White a estado en love desde hace casi tres años, no sé si esto será bueno o malo (en realidad si sé pero para qué quieres saber eso jaja salu2), aparte de que este capítulo lo escribí entre sueños de diferentes días xdxDxxDxdxDd

Chicos, está historias tiene 7k+ de visitas y 1k+ de votos y soy mega feliz basta :")
Muchas gracias 💜💜
Espero actualizar más seguido :"

Gracias por leer~~

EDIT 2024: que mamada xddd, Cordura era la única con sentido común hasta que decidió aceptar esta relación toda toxicota con tanta facilidad KSAJNKSAJ









Una pequeñita curiosidad, el capítulo pasado, WhiteHat no solo quería el aparato para quitar sentimientos solo por sentirse mal consigo mismo al matar a una persona si no porque cada vez se le complicaba más el hecho de que sus sentimientos estaban "derramándose" cada vez más al igual que el dolor que sentía con el desprecio constante del doctor hacía él aunque esté sea ultimamente en menor medida.

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