siete.

-SIETE

—¿Qué estás haciendo aquí afuera?

—Podría preguntarte lo mismo.

Hoseok se frota la sien, haciendo un pequeño gesto de dolor.

—Tenía un dolor de cabeza y la nariz un poco congestionada, pero me quedé sin medicina, así que salí a comprar una. —Gesticula hacia la pequeña bolsa en su mano.

—Oh. —Yoongi asiente—. Solo estoy regresando a casa después de salir de la casa de un amigo.

—¿Qué-? ¿Por qué estuviste en la casa de un amigo hasta las cuatro de la mañana?

La inquietud se arrastra a través de las venas de Hoseok, perforando su corazón y haciendo girar su cabeza, ya sea por su leve enfermedad o por la sensación desagradable en sus tripas, no está seguro.

—De acuerdo, no te hagas la idea equivocada —Yoongi dice apresuradamente, con las yemas de los dedos cepillando el brazo de Hoseok—. Primero que todo, eran amigos, en plural, y yo había planeado quedarme toda la no- Solo íbamos a hacer una maratón de películas, lo juro. Habíamos planeado permanecer despiertos toda la noche para ver toda una serie de películas, pero Namjoon y Seokjin, mis amigos, se quedaron dormidos a la mitad. Y no me apetecía terminar el resto de las películas mientras roncaban, así que los desperté brevemente para que fueran a dormir en su cama mientras yo dormía en el sofá- Entonces me desperté hace tan solo media hora con el sonido de ellos teniendo sexo innecesariamente ruidoso. —Yoongi suspira—. Así que me fui.

La preocupación abandona el pecho de Hoseok.

—Oh. —Respira.

—Sí. —Yoongi sonríe—. No te preocupes, Hoseokie.

Hoseok trata de restarle importancia.

—No estaba preocupado por nada.

—Digo que eso es mentira. —Yoongi bromea, arqueando una ceja—. Parecías aterrorizado.

Hoseok mira fijamente sus pies, y una preocupación diferente se arrastra en su mente cuando recuerda que todavía está usando su pijama con una capa gruesa descuidadamente puesta encima, y ​​su pelo parece probablemente un nido de mapaches y seguramente tiene lagañas en las esquinas de sus ojos y un horrible color gris manchando la parte inferior de sus ojos y Yoongi no puede verlo así, luce repugnante-

Observa a Yoongi, quien está mirando a la luna, y casi se derrite porque, incluso así, con el cabello de Yoongi apuntando en todas direcciones, parece un ángel. Y entonces de repente Yoongi lo está observando con una mirada intensa y palpitante, sonriendo con esa sonrisa encantadora que tiene, esa sonrisa que no es realmente una sonrisa, pero que aun así debilita las rodillas de Hoseok, y ahí es cuando realmente golpea a Hoseok, le da una bofetada en la cara, el hecho de que necesita gustarle a Yoongi de vuelta, o de lo contrario no va a ser capaz de sobrevivir en este mundo implacable solo.

Realmente me gustas mucho, Yoongi.

El chico rubio parece perder el habla, la confusión desgarra sus rasgos y hay otra expresión innombrable nadando en sus ojos. Aparta la mirada, su manzana de Adán se balancea ligeramente mientras traga.

—Yo, um...

—No tienes que decir nada. —Hoseok dice rápidamente—. Sólo quería hacértelo saber.

El alivio inunda los ojos de Yoongi.

—Oh.

Hoseok asiente.

—Sí, no te estreses.

—Cool. —Yoongi juega con los dobladillos de sus mangas, y su estómago gruñe ruidosamente—. Supongo que tengo un poco de hambre. —Ríe, un poco nervioso—. ¿Quieres ir por algo de comida?

—¿Hay siquiera lugares abiertos a las cuatro de la mañana?

—Algunas tiendas de conveniencia están abiertas las 24 horas —dice Yoongi—. Yo podría- Espera, deberías saberlo, porque ¿dónde compraste tu medicina? Y hablando de eso, ¿no sigues enfermo?

—Sí, pero- —Justo en ese momento, un dolor sordo se dispara a través de su sien, y gime suavemente—. No importa.

—¿Estás bien? —Yoongi se acerca un poco más.

—S-Sí —Hoseok miente descaradamente, cerrando sus ojos mientras su cabeza comienza a palpitar.

Yoongi exhala por la nariz.

—Deja de mentir, idiota. Vamos, te compraré algo de comida.

—No necesito comida —dice Hoseok débilmente, su corazón salta cuando Yoongi toma su mano—. Sólo necesito dormir.

—Te sentirás al menos un poco mejor con algo de comida en tu sistema —explica Yoongi—. Solo permanece callado.

Así que entran a una tienda de conveniencia, las chicas larguiruchas detrás del mostrador riéndose de algo que ven en sus teléfonos, y Yoongi compra dos botellas de agua, unas barras de proteína y algunas copas de ramen.

—Realmente tenías hambre, ¿huh? —pregunta Hoseok después de que Yoongi termina de devorar tres barras y el ramen.

—Supongo que sí. —Yoongi toma un trago de su agua—. Ah, eso estuvo bien.

Hoseok mordisquea la barra de proteínas.

—El ramen siempre es bueno.

Yoongi asiente y toma otro sorbo de agua, mirándolo.

—Deberíamos irnos, se está haciendo bastante tar- —Se detiene—. ¿Tarde? ¿Temprano?

—No sé. —Hoseok se ríe, sacudiendo la cabeza—. El problema es que estamos perdiendo horas de sueño.

—Sí. —Yoongi se muestra de acuerdo con una risita tranquila—. Vámonos entonces.

Los dos salen, las botellas de agua flojamente colgando de sus manos (la de Hoseok está en la bolsa de plástico con su medicina recién comprada) y una brisa fría fluye a través de su pelo. Con algo de comida en el estómago, Hoseok admite que se siente un poco mejor. El dolor en sus sienes ha disminuido un poco, y no se siente tan cansado. De hecho, se siente un poco emocionado.

Ese es probablemente el efecto de Yoongi estando junto a él, sin embargo.

Hoseok ni siquiera está completamente seguro de lo que quiere. Claro, le encantaría poder besar a Yoongi cuando lo deseara, pero al mismo tiempo, necesita respetar que Yoongi no está interesado en una relación romántica. Pero a veces, tiene la sensación de que Yoongi, en algún lugar de su corazón anti-romance, tiene algún tipo de sentimientos hacia él.

Aunque eso podría solo ser su imaginación.

Yoongi exhala y mira el cielo mientras las nubes se deslizan sobre la delgada silueta de la luna.

—El cielo es hermoso por la noche.

—El cielo siempre es hermoso.

—Es más bonito por la noche, sin embargo —suspira Yoongi—. Con las nubes y la luz de la luna y las estrellas- me encanta.

Hoseok sólo mira fijamente.

—No entiendo cómo es eso mucho más bonito.

Yoongi chasquea su lengua.

—Ven aquí; velo desde mi punto de vista. —Y antes de que Hoseok pueda siquiera pensar, la mano de Yoongi está alrededor de su hombro, halándolo hacia su lado—. Mira allá arriba —dice suavemente, señalando el cielo—. Mira esas nubes- Son como cintas envolviendo la luna.

—Oh —dice Hoseok sin aliento, con sus palmas comenzando a sudar debido a la cercanía entre ellos—. Um- Sí —gruñe—, se-se ve bien.

El rubio lo observa con curiosidad, y hay un silencio tenso mientras los dos se miran. La mano de Yoongi sigue agarrando con delicadeza el hombro de Hoseok, los dedos curvándose en la suave tela y el aliento de Hoseok queda atrapado en su garganta mientras mira los ojos de Yoongi. Yoongi parpadea, sus labios se separan ligeramente, y antes de que Hoseok lo sepa, Yoongi lo está besando.

Min Yoongi, el hombre del cual Hoseok había estado atraído durante casi dos meses, lo está besando.

Y tan pronto como Yoongi lo había besado, se detiene bruscamente, sus mejillas pálidas teñidas de un tono rosa suave. Sus manos se retraen hacia su costado.

—Debería- irme ahora.

—Espera —dice Hoseok, un poco sin aliento—. ¿Tan solo te vas a- ir?

Yoongi evade su mirada.

—Sí.

—¿No vas a hablar de lo que acaba de pasar?

—¿De qué hay que hablar?

Ouch.

—Tú- me besaste —dice Hoseok, un leve temblor en su voz—. ¿Y ahora vas a irte sin decir nada?

—Okay, um- —Yoongi sacude la cabeza, frunce el ceño y hay líneas de una expresión ilegible grabadas en su rostro—. Sólo finge que nunca sucedió- Por favor.

—¿Cómo se supone que debo fingir que nunca sucedió? —Hoseok dice en voz alta, y un dolor sordo brota a través de su cráneo.

Se agarra la frente, inclinándose.

—¿Estás bien? —pregunta Yoongi por segunda vez esa noche, y está a punto de sostener la mano de Hoseok antes de que ponerse rígido y retroceder—. Deberías volver a casa- Sigues enfermo.

Hoseok apreta los dientes y levanta la vista.

—Estás actuando como un colosal imbécil.

—Y tú estás siendo una mierdita sobre-emocional —Yoongi estalla, apartando la mirada—. Me voy.

—¡Bien! —Hoseok grita a la figura de Yoongi que está en retirada—. ¡No me importa!

—Qué bueno —dice Yoongi con frialdad—. Es mejor así.

Las lágrimas están brotando rápidamente en sus ojos, se precipita hacia su apartamento, una sensación de picazón en su pecho. Una vez de vuelta en el solitario lugar al que llama casa, se mete una pastilla en la boca con los dedos temblorosos con la esperanza de que aplacará su gripa y entra a su habitación.

Se duerme esa noche con un dolor insoportablemente fuerte en las sienes y un dolor mucho más fuerte en su corazón.

Hola amiwitos lol
Pues después de casi mes y medio, decidí que era hora de actualizar ✌🏻
Disculpen la demora.
Ya quedan dos capítulos así que trataré de no demorarme tanto traduciendo el siguiente fnjfjfjfn

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