cuatro.
-CUATRO
—No, esto ejemplifica los paralelos entre ella y los pájaros, porque su muerte la lleva a la libertad, similar a como la capacidad de vuelo de los pájaros les permite ser libres.
—Maldición, eres bueno en esto.
—Sí, me gusta leer. —Yoongi sonríe y se inclina, susurrando—. A veces, si nadie está mirando, paro completamente de acomodar los libros como se supone que debería hacer y leo uno de ellos.
Hoseok se ríe.
—No estoy sorprendido, puedo decir que te gusta leer por la forma en la que hablas.
—¿Qué hay de malo en mi manera de hablar?
—Nada —dice Hoseok apresuradamente—, me gusta la forma en la que hablas, usas palabras elegantes.
—¿Elegantes? —Yoongi se ríe—. Difícilmente.
Sacudiendo la cabeza, Hoseok protesta.
—No, ¿recuerdas aquella palabra que usaste antes? Ref-ref algo.
—¿Refulgente?
—¡Sí! ¿Qué significa eso?
—Es un sinónimo de radiante. —Le sonríe burlonamente a Hoseok—. ¿Sabes qué significa radiante o tengo que decírtelo también?
—Sé lo que eso significa, idiota.
—¡Yoongi-ah! Todavía hay algunos libros más aquí.
Yoongi suspira, mirando por encima del hombro a la vieja señora llamándole.
—Voy, señora Lee. —Se gira hacia Hoseok con una mueca—. Supongo que tengo que ir.
—Que te diviertas.
Haciéndole una mueca a Hoseok y golpeando su brazo, Yoongi se acerca a la mujer y toma el carro, desapareciendo en el pasillo. No mucho después, Jimin se acerca a él.
—Dios, pensé que tu novio nunca se iría.
—Él no es mi-
—Lo que sea, tengo malas noticias. —Jimin se hunde en la silla frente a Hoseok—. Creo que Taehyung piensa que soy molesto.
Hoseok se encoge de hombros.
—No hay mucho que puedas hacer al respecto.
—Hyung —se queja Jimin—, no estás ayudando.
Hoseok se encoge de hombros.
—Sólo deja de ser molesto entonces, ofrécete a comprarle el almuerzo o algo así, ¿qué has hecho para molestarle?
—Le estaba haciendo todas estas preguntas sobre el tema que el señor Cha estaba explicando porque no lo entendí —dice Jimin en un tono ansioso, las palabras saliendo de su boca en un lío casi indescifrable en algunos momentos—, y creo que lo estaba molestando porque él sólo me estaba mirando y no dejaba de hacerlo y lucía un poco asustado y yo estaba preocupado y le dije que no importaba porque no quería molestarlo y él sólo se encogió de hombros con calma y ahora me preocupa que piense que soy molesto o estúpido o-
—¿Te estás escuchando a ti mismo? —Hoseok se inclina y golpea a Jimin en la frente—. Tienes que calmarte, apuesto a que solo estaba en las nubes o algo así.
Jimin parpadea con incredulidad.
—¿Estás diciendo que estaba drogado?
—¿Qué? —Hoseok sacude la cabeza—. Yo ni siquiera estaba- No importa.
—Descanse en paz, Mintae.
—¿Incluso creaste un nombre de pareja para ustedes dos? Dios, estás idiotizado.
—Realmente lo estoy.
💜
—¿Estás bien, amigo?
Hoseok mira somnoliento a Yoongi, cuando siente una presión suave en su hombro.
—No, estoy agotado.
Echando un rápido vistazo detrás de él para comprobar que nadie lo está mirando, Yoongi se desliza en el asiento junto a él.
—Sólo son las seis y media, ¿cómo es que estás cansado?
—Dormí dos horas anoche —responde Hoseok, dejando que sus ojos se cierren—. Tengo tanto sueño.
—Pobre Hoseok. —Yoongi se ríe, un brillo divertido en sus ojos—. Vamos —dice en tono alentador—, la biblioteca cierra en media hora, termina lo que puedas y luego te voy a comprar algo de pollo frito y soju.
Hoseok le sonríe a Yoongi con gratitud.
—¿En serio?
—Sí, en serio, ahora date prisa.
Treinta minutos pasan mucho más rápido de lo que Hoseok esperaba. Logra terminar su proyecto (o más bien su parte; espera que los otros en su grupo terminen sus propias secciones) y rápidamente vuelve a poner los libros en su lugar antes de empacar sus cosas. Mientras se va, sonríe y se inclina ante una mujer de mediana edad que se ve muy irritada solo porque Hoseok se quedó en la biblioteca dos minutos después de las siete.
Yoongi lo está esperando en la entrada, y salen juntos, hacia la ventosa tarde de otoño.
—¡Vamos a animarnos! —Hoseok se ríe y un tono rojo oscuro colorea inmediatamente sus mejillas—. Lo siento, eso fue extraño.
—Sí, eres muy bizarro —dice Yoongi, y Hoseok piensa que está siendo completamente serio antes levantar la vista y ver ese familiar brillo divertido en sus ojos.
Los dos se ríen mientras caminan por la acera, y Yoongi lo lleva al lugar "malditamente increíble".
Llegan a la zona tipo restaurante y una vez que les dan su comida, la devoran en silencio para apaciguar los gruñidos de sus estómagos con sorbos de soju entre cada bocado.
—Esto es realmente increíble —dice Hoseok mientras está terminando lo que le queda del pollo—. Puedo ver por qué dijiste eso.
Un color rosa claro, en parte por el consumo de alcohol y en parte por la forma en que Yoongi le está sonriendo, está iluminando sus mejillas.
Yoongi bebe los restos de su soju, limpiando su boca.
—Sí. Ahora date prisa —añade.
—Lo siento —murmura Hoseok, masticando la carne rápidamente y tragando la bebida. Unos minutos más tarde, dice—: Listo, terminé. Podemos irnos ahora.
Justo después de pagar, los dos empiezan a vagar por las calles.
—Para ser honesto, prefiero quedarme aquí afuera contigo —murmura Yoongi.
—¿De verdad? —Hoseok tropieza sobre sus propios pies—. Eres muy agradable.
Yoongi se ríe.
—Apenas.
Un silencio cómodo cuelga entre ellos antes de que Hoseok lo rompa, preguntando:
—¿Qué piensas de las estrellas?
—Las estrellas son hermosas —comienza Yoongi, eligiendo claramente una forma más rotunda y descriptiva de explicar su respuesta (lo cual a Hoseok no le importa; disfruta escuchar la charla de Yoongi)—. Son de diferentes formas y tamaños, mientras que la mayoría de la gente asume que todas tienen cinco puntas, ya que siempre son interpretadas de esa manera. Lo mismo ocurre con los seres humanos. Todos asumimos que son algo que tal vez no sean. —Hoseok deja de caminar, tratando de procesar esas palabras en su mente nublada por el alcohol mientras Yoongi añade—: Para responder a tu pregunta, amo las estrellas.
—Qué diablos, Yoongi —murmura Hoseok, frotándose el rostro y acomodando sus gafas torcidas—. Siempre me haces parecer tonto.
—No eres tonto. —Yoongi se gira y camina hacia Hoseok, enderezando las gafas del chico con un toque de su dedo—. Sólo soy inteligente.
Hoseok se burla.
—A veces eres un idiota tan pretencioso. Me hace preguntarme por qué siquiera- por qué siquiera te aguanto.
—Solo soy un joven irresistiblemente encantador. —Yoongi sonríe.
—Okay.
—Bueno, es verdad —dice Yoongi—. Quiero decir, no te gusto por nada, ¿verdad?
—¿Q-qué?
Pero antes de que pueda decir otra palabra, Yoongi desaparece en la esquina, dejando a Hoseok solo en la oscuridad para reflexionar sobre sus pensamientos.
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