Quizá fue antes de saber que era hechicera, en secundaria para ser exactos, tercer año para ser aún más exactos. Sentí como si estuviera en Harry Potter, cuando te llega tu carta a Hogwarts, aunque detrás de toda esa magia y hechiceria, había muerte. Aunque siempre había visto las maldiciones, solía ignorarlas debido a que en su familia había historial de esquizofrenia, su madre le dijo alguna vez que su abuela solía tener alucinaciones con monstruos en su casa, habitualmente el mismo, asi que simplemente penso que era su mente presentando algun signo de esta enfermedad. 

Pero resulta que no, y que los hechiceros la estaban vigilando de cerca debido a su potencial con energía maldita, especialmente uno. Nanami Kento, quien se encontró con el a la mitad de Shinjuku, y le dijo que despejará su energia maldita o atraeria muchas maldiciones y cuando no comprendió lo que este oficinista loco le dijo simplemente murmuró un "mierda" para si mismo. Quien fue su primer contacto con este mundo mágico lleno de posibilidades que ahora comprendían la llevarían a una muerte segura. 

"¿Ya estás lista?" La voz de Kento detrás de la puerta la hizo volver a la realidad. Salió del baño con calma.

"Aun no entiendo por qué tengo que acompañarte, preferiría ir con Inumaki-san.

"Sabemos que Inumaki y tú son un peligro andante juntos, es mejor tenerlos por separado. Pronto va a llegar el otro mocoso, y lo tienes que cuidar bien, quizá pueda pedirle a Gojo un ascenso de clase si te portas bien." Ella sonrie tratando de molestar a su tutor.

"De mi Bestie no vas a andar hablando mal." Pudo notar como las venas se marcaban en la frente de Nanami del coraje.

"La última vez que fueron los dos solos a una misión terminaste sin tres dedos. "Se erizo.

"Pero, pero, los regenere sin problemas. "Dice ella alzando su manita y agitandola frente a él.

"Te tardaste tres días. Ajolotito. " Después de este recordatorio bajo las escaleras y subió al auto donde Ijichi les esperaba, ella saludo animadamente al hombre y subió al auto, mientras charlaban sobre la misión encomendada y que tendrán que hacer una parada rápida para recoger a alguien.

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Después de que Itadori saliera huyendo con el objetivo Yoshino Junpei habia sido la responsable por buscarles, a veces odiaba ser de segundo año, cosa que hacía que fuera la de mayor experiencia en ese lugar sin contar a Nanami, caminaba en dirección a donde cree que pudieron haber escapado, o mejor dicho, donde Itadori-san secuestro al objetivo. La noche estaba por caer, quizá fue el hecho de que estaba atardeciendo, el viento a su favor, o el aroma del verano aproximándose, pero al encontrarlos a ambos olvidó que tenia que reprender a su compañero mas joven al notar esos ojos cafés que la miraban poniendo toda su atención en ella. No pudo ni siquiera pronunciar nada cuando el aire se le escapó del pecho y su corazón comenzó a latir rápidamente.

Se acercó nerviosamente a ellos y explico torpemente que tenían que volver, evitaba su mirada en todo momento intentando no pensar en mucho más que la misión, pero no podía simplemente olvidar su amable mirada. Tomo asiento a un lado de el mientras su compañero charlaba con Yoshino, jugaba con sus dedos nerviosa, con el corazón latiendo en su oídos.

"¿A ti también te gustan las películas, senpai?" La voz de Yuuji la trajo a la realidad y se giro a verlos, con la atención de ambos muchachos puestas en ella.

"Me gusta Mulan" No estaba ni siquiera al tanto de la conversación, estaba más preocupada en sus propias emociones que en poner atención al tema que eran películas de terror. Junpei soltó una risa discreta y el calor subió a su rostro. "Pe...perdón, ¿Está algo mal?"

"Hablamos de películas de terror" incluso su voz era linda. "Aunque si elegimos de Disney... Atlantis"

"¿Eh?, a mí me gusta más Vacas vaqueras" interrumpió Yuuji y el rumbo de la conversación siguió por ahí, tanto que olvidó su misión.