Capítulo 2: Legado.
Bueno mis queridos amigos aquí os traigo el capitulo de Atlantis uno que me habéis pedido con ganas espero que os guste tanto leerlo como a mi me a gustado escribirlo y si más que decir...salvo...
¡¡¡¡A LEER CABRONES!!!!
Posdata: Dejad el video puesto y escuchadlo con auriculares durante todo el capítulo para una mejor experiencia.
Dentro de un precioso Rolls Royce blanco último modelo se encontraban dos personas con un pasado en común el joven Arthur James Thatch el cual no había tenido un buen día para que mentir lo único bueno era que había conocido a un nuevo amigo James Winters lo único que deseaba cuando llegó a su apartamento era ducharse comer algo y dormir pero como siempre el destino tenía otros planes lo que nos lleva a la segunda persona que está sentada en el asiento del conductor.
Que no os engañe su belleza y su sensualidad natural Helga Katrina Sinclair es de todo menos una mujer normal ex militar experta en combate cuerpo a cuerpo con todo tipo de armas espionaje infiltración sabotaje en definitiva una mujer fatal hermosa pero fatal fue la mentora de Arthur la conoció siendo un niño y ella le entreno aunque también compartían un pasado más íntimo.
El ambiente se sentía cargado dentro del coche o al menos por parte de Arthur que no había hablado en todo el camino que llevaban aún quedaba un trecho hasta su destino y él no parecía querer hablar así que Helga decidió romper el hielo como se suele decir.
Helga: Estás muy callado mi niño- dijo ella en su típico tono burlón y seductor mientras se le dibujaba una pequeña sonrisa- antes eras más hablador.
Arthur: La gente cambia- dijo esté en tono sombrío- además ha sido un día muy largo.
Helga: ¿No te alegras de verme?
Arthur: No sé si alegría es exactamente lo que siento al verte Helga.
Ella simplemente sonrió ante ese comentario bien sabía de qué podría ser así no siguieron conversando pues a lo lejos se vislumbró entre la tormenta su destino.
A lo lejos en la cima de una pronunciada colina se podía ver las siluetas de una mansión conforme el coche iba avanzando por aquella carretera que recorría dicha colina Arthur se dio cuenta de que no era una mansión corriente más que una mansión parecía un pequeño palacio incluso en la oscuridad de la noche y con aquella endemoniada tormenta el lugar se veía majestuoso como un palacio sin duda el dueño de tal sitio tenía que ser importante aquella W que vio en la verja de entrada le era muy familiar estaba seguro de haberla visto en alguna parte pero no recordaba dónde perdido en sus pensamientos no se percató de que ya habían llegado hasta la puerta de la mansión.
Arthur: ¿Aquí es donde vive tu jefe?
Helga: Así es.
Arthur: Impresionante el dinero no le falta eso seguro pero- no pudo terminar la frase puesto que Helga ya había salido del coche y se dirigía a la puerta de entrada a la mansión- algunas cosas no cambian- dijo con resignación mientras él también salía del coche rápido para no mojarse pues a diferencia de Helga él no tenía un paraguas para evitar la lluvia.
Al entrar en la mansión pudo notar lo enorme y ostentosa que era sin duda cualquiera de los objetos que había solo en la recepción de la casa ya valía más de lo que el ganaría en una vida fueron recibidos por un amable señor que parecía ser el mayordomo de la casa.
¿?: Buenas noches señorita Sinclair- dijo de manera cortes y servicial mientras ella le entregaba el paraguas y su abrigo- ¿es este el joven que el señor Whitmore le pidió encontrar?
Helga: Así es ¿dónde se encuentra?
¿?: Donde más en el estudio.
Helga: Bien- dijo de manera simple y seca mientras se ponía en marcha dirigiéndose por el largo pasillo que daba entrada a la casa.
¿?: Joven Thatch ¿me permite su chaqueta por favor?
Arthur: Sí claro- dijo mientras se quitaba la chaqueta y se la entregaba- muchas gracias señor...
¿?: Pennyworth...Alfred Pennyworth a su servicio señor Thatch- respondió de manera tranquila y amable al momento de hacer una pequeña reverencia.
Arthur: Muchas gracias señor Pennyworth.
Alfred: Es mi trabajo señor.
Arthur: Disculpe la pregunta pero podría decirme ¿quién vive aquí? - pregunto amablemente.
Alfred: Esta es la residencia del señor Whitmore- respondió es con amabilidad Arthur se puso a pensar pues había oído ese nombre antes.
Arthur: Whitmore...¡¡¿no se refería al magnate Preston Whitmore?!!- pregunte sorprendido al saber quién era su anfitrión iba a seguir preguntando...pero...
Helga: Tenemos prisa Arthur ya socializadas después- dijo está mientras lo esperaba al final del pasillo en la puerta del ascensor.
Alfred: Sus preguntas serán contestadas en un momento joven señor aunque luego podemos conversar si le apetece- digo amablemente.
Arthur: Me encantaría- le respondió mientras se despedían amablemente.
Arthur se dirigió directamente al ascensor en el que Helga ya lo estaba esperando nada más entrar le dio a uno de los botones para bajar parecía que su misterioso anfitrión lo recibiría en los pisos inferiores de la mansión mientras bajaban Helga le arreglaba el pelo y le ponía la ropa lo más arreglada posible para que estuviera presentable.
Helga: Bien te dirigirás a él como señor Whitmore o señor no te sientes a menos que él te lo digas y ex...
Helga era una mujer fuerte independiente que siempre llevaba la voz cantante que sabe usar sus encantos para conseguir lo que quiere o si hace falta entrar en acción y demostrar que no era una damisela en apuros sino una guerrera en toda la expresión de la palabra pero también...es humana y como tal todos sin importar lo fuerte que seamos al final no podemos escapar a nuestro deseos e instintos y en ese momento se dejó llevar por aquel apasionado beso que se puso más intenso hasta el punto de ella estar contra la pared con sus piernas alrededor de la cintura de Arthur aquello había ido a más...si no se hubieran quedado sin aire.
Ambos se quedaron mirándose un segundo antes de responder.
Helga: Si que has cambiado...antes eras más sumiso y no tan lanzado - dijo coquetamente mientras se arreglaba un poco.
Arthur: Que quieres que te diga...no iba a ser el crío que conociste toda la vida- dijo mientras él también se terminaba de arreglar la ropa cuando de repente el ascensor llegó a su destino pero antes de que pudiera dar un paso más ella lo agarró de la camisa y volvió a besarlo este beso duró menos de un minuto y cuando terminó le susurró al oído.
Helga: Luego si quieres...lo continuamos donde lo dejamos...-dijo sensualmente para un segundo después irse en el ascensor dejando a Arthur con una sonrisa en los labios.
Arthur miró el lugar era inmenso toda la sala estaba llena de libros y antigüedades de todo tipo una enorme pecera cuadros que debían valer una fortuna pero había uno que destacaba entre todos.
Arthur:...¿Abuelo?- preguntó sorprendido al ver un retrato enorme del que suponía era el señor Whitmore y su abuelo estrechándose la mano como si de dos viejos amigos se tratasen.
¿?: El mejor arqueólogo y explorador que ha habido- dijo una voz a sus espaldas Arthur se dio la vuelta topándose con el hombre que aprecia en el retrato con su abuelo estaba descalzo sentado sobre un sillón en una postura cuanto menos incómoda llevaba puesto nada más una especie de albornoz de color azul algo corto que apenas tapaba su desnudez.
Arthur: Vale...y usted supongo que es Preston Whitmore el famoso magnate y filántropo.
Whitmore: El mismo encantado Arthur- dijo dándole un apretón de manos...con el pie- ¿me acompañas a hacer un poco de yoga? es muy bueno para los huesos y los músculos- dijo mientras se retorcía y se escuchaba el crujir de sus huesos.
Arthur: No gracias...perdone pero tengo algunas preguntas- dijo este en tono serio aunque calmado-
Whitmore: Lógico que las tengas muchacho yo también las tendría en tu situación - dijo sin dejar de hacer yoga.
Arthur: Primero que nada ¿cómo sabe quién soy y de qué conocía usted a mi abuelo?
Whitmore: Contestando a tu pregunta conocía a tu abuelo desde la universidad...promoción del sesenta y seis yo estudiaba economía y empresariales y el historia y arqueología jejeje quien lo diría pero nos acabamos haciendo muy buenos amigos...y ¿como no iba a conocerte? después de todo te conozco desde que eras un crío que aún iba en pañales también fui el padrino que tu padre cuando nació...que en paz descanse...incluso tu abuelo me lio para alguna de sus alocadas expediciones jejeje Thatch estaba como un cencerro y hablaba mucho de ti.
Arthur: ¿Sí? disculpe que lo diga pero mi abuelo nunca me habló de usted señor Whitmore.
Whitmore: Lógico él sabía cuánto valor mi intimidad- dijo mientras se ponía boca abajo mientras se contorsionaba mostrando sus partes íntimas- no me gusta hacerme notar.
Entonces a Arthur le dio por mirar una serie de objetos y papeles que había en una mesa y sus alrededores cerca de donde ellos se encontraban se acercó y se dio cuenta de que esos objetos y papeles era la investigación de su abuelo al verlos supo de inmediato que ese hombre era el misterioso comprador qué compró toda la investigación
Arthur: Fue usted quien adquirió la investigación de mi abuelo ¿no?
Whitmore: Sí fui yo después de que falleciera y a ti esos idiotas te dieran por muerto dado que no podían localizarte adquirí toda la investigación de tu abuelo además de todas sus pertenecías y propiedades no iba a permitir que nadie se quedará con el trabajo de su vida ni con nada de lo que le perteneció él siempre me dijo que volverías así que me asegure de que nadie pudiera echarle mano a nada.
Arthur: ¡Menos mal! - dijo en tono aliviado dando un gran suspiro- se lo agradezco mucho señor Whitmore.
Whitmore: No hay de qué muchacho pero no es lo único que tu abuelo dejó para ti- dijo este tranquilo- mira en esa mesa es un paquete que está envuelto en tela- Arthur hizo caso y miró entre los objetos que había en la mesa y se percató de que había un paquete como el que describió lo cogió en sus manos y reconoció enseguida la letra de su abuelo.
Arthur: ¿Es este verdad? tiene la letra de mi abuelo- Arthur miró detalladamente el paquete encontrando la fecha de cuándo fue enviado y se dio cuenta de que fue enviado desde dónde fuera un mes antes de la muerte de su abuelo-se mandó...un mes antes de su fallecimiento...pero...¿cómo es que lo tiene usted si era para mí?
Whitmore: Tu abuelo no sabías donde estabas así que me envió ese paquete un mes antes de que falleciera en ese condenado accidente marítimo en él venía una carta diciéndome de que si llegaba a pasarle algo te localizara y te lo entregará a ti y solo a ti- dijo este mientras realizaba una serie de movimientos extraños ya de pie Arthur con cuidado desenvolvió el paquete dándose cuenta de que era un libro pero no era cualquier libro era uno qué creía que nunca vería pues nunca creyó en su existencia.
Arthur: Dios mío...no puede ser...es...el Diario del pastor- dijo Arthur mirando esto sorprendido mientras examinaba por encima las páginas del diario- Dios mío está lleno de coordenadas signos todo...Dios santo abuelo...siempre tuviste razón- dijo sonriendo mientras se le caían algunas lágrimas de alegría...y arrepentimiento las cuales se secó enseguida mientras seguía examinando el diario.
Whitmore: Supe que te sacaste más de una carrera aun estando en el ejército entre ellas cartografía y lingüista así que deduzco que sabes leer ese condenado libro.
Arthur: Eh si si puedo leerlo y traducirlo aunque me llevará algo de tiempo hacerlo.
Whitmore: ¿Estás seguro de que es auténtico?- preguntó el anciano mentira se cambiaba de ropa detrás de un vestidor portátil que tenía en la sala.
Arthur: Mi abuelo era el experto pero estoy totalmente seguro de que el diario es auténtico.
Whitmore: Vale vale si estás seguro te creeré ¿y ahora qué?
Arthur: ¿Qué quiere decir?
Whitmore: Bueno tienes en tus manos la prueba de que tu abuelo no estaba...tan loco como decían así que ¿qué vas a hacer con él ahora?- preguntó el anciano dejando a Arthur confundido y pensativo durante un minuto formando un incómodo silencio que inundó la gran sala en la que estaban el cual fue finalmente roto por el muchacho.
Arthur:...Si le soy sincero señor Whitmore toda mi vida creí que mi abuelo había destruido su carrera y destrozado a nuestra familia por una fantasía...le odie por ello y no quería saber nada de él o de la Atlántida pues pensaba que por culpa de su obsesión con ella mi...mi hermano...- no era capaz de continuar le era demasiado doloroso recordar.
Whitmore: Se lo que le paso a Milo Arthur- dijo Whitmore con gran pesar en su voz-...tu abuelo...siempre se lamentó por lo que paso... se culpó y odio a si mismo por lo que ocurrió...pero debes entender que...
Arthur: Fue un accidente...eso lo sé muy bien...nadie esperaba que aquello pasara...pero estuvimos allí por su investigación para buscar pistas que nos llevaran a la ubicación de esto- dijo levantando el diario indicando que era a lo que se refería-...yo era más joven...y acababa de ver morir a mi hermano...después de aquello solo sentí resentimiento hacia el por qué creía que por culpa de su obsesión con la Atlántida mi hermano había muerto - dijo con gran pesar en sus palabras-...me aleje...y no hay un día en que no lamente como me porte con él.
Whitmore: Él nunca te culpo por marcharte...le dolió mucho si...pero comprendió que necesitabas tiempo para aclarar las cosas...pero él nunca dejo de quererte y de hecho se empeñó más en encontrar el diario...más que nada ya no por encontrar la Atlántida sino para honrar la muerte de tu hermano y quizás...- no pudo terminar la frase ya que era demasiado doloroso recordar lo que sufrió aquel gran hombre que él consideraba su hermano los últimos años de su vida pero se recompuso y miró de nuevo al joven-...pero eso ya no importa lo que importa es el presente así que te lo vuelvo preguntar ¿qué harás ahora que tienes el diario?- preguntó tranquilamente de nuevo con su tono alegre a lo que Arthur muy confiado respondió.
Arthur: Estudiarlo detenidamente traducirlo y conseguir financiación- dijo pensando quienes podrían financiar una posible expedición- quizás el museo...
Whitmore: Siento decirtelo Arthur pero nadie te creerá- dijo sentándose una mesa frente a la enorme pecera cosa que Arthur imitó sentándose en la otra silla quedando los dos frente a frente- por desgracia como bien has dicho la reputación de tu abuelo se fue por el desagüe por culpa de su obsesión con la Atlántida así que dudo mucho que te ayuden y más teniendo en cuenta el numerito que montaste hoy.
Arthur:...Si eso es...es bastante cierto - dijo el chico desanimado mientras se ponía a pensar en quién más podría financiar la expedición pero una vez más...
Whitmore: Déjame adivinar habías pensado acudir al gobierno para que financiase la posible expedición ¿no?
Arthur: Eh...probablemente.
Whitmore: No te escucharan pensaran que estas tan loco como tu abuelo y aunque lo hicieran ¿crees que no se querrían quedarse con lo que encuentres? ya sabes cómo es el gobierno- dijo este en tono serio pero no demasiado.
Arthur: Si tiene razón...¿pero sabe qué? ¡¡¡no me importa!!! ¡¡¡el diario es real así que la Atlántida es real y la encontraré aunque sea yo solo y en un bote de remos!!!- dijo con determinación en su voz demostrando que estaba dispuesto a encontrar la Atlántida a como fuera lo que dibujó una sonrisa de satisfacción en el rostro del anciano.
Whitmore:...Enhorabuena Arthur...eso es justamente lo que quería oír pero olvida el bote hijo- dijo mientras pulsaban un botón que había en la mesa-...viajaremos con lo mejor.
Arthur se sorprendió al ver todas aquellas maquetas que aparecieron cogiendo la del globo aerostático para jugar un poco con las hélices de este.
Whitmore: Está todo arreglado hasta el último detalle.
Arthur: ¿Qué?
Whitmore: Durante años tu abuelo me estuvo volvió loco contándome sobre ese libro...jamás le creí siempre le dije que era solo una fantasía pero él seguía y seguía así que un día me arte e hice una apuesta con él le dije ¡¡Thatch si de verdad encuentras el dichoso diario no solo te financiare la expedición te daré un beso en la boca!! imagínate que vergüenza cuando encontró el librito - dijo viendo una foto de ambos limpiándose la boca después del susodicho beso algo que le causó mucha gracia a Arthur.
Arthur: Dios ojalá pudiera haberlo visto- dijo haciendo que ambos soltaran una pequeña carcajada uno imaginando cómo fue ese vergonzoso momento y el otro recordandolo con mucha gracia dibujando una sonrisa en el rostro del señor Whitmore la cual desapareció al instante siendo sustituida por un rostro más serio.
Whitmore:...Por desgracia ahora tu abuelo ya no está Arthur y que en paz descanse ¡pero Preston Whitmore siempre cumple lo que dice! ¡¡¡¿me oyes Thatch?!!! ¡¡¡no podrás restregarme nada en la otra vida porque me iré de esta con la consciencia tranquila caramba!!!- dijo agitadamente golpeando el retrato en el que él y el abuelo de Arthur aparecían para un segundo después quedarse con los ojos cerrados recordando mejores tiempos cuando su mejor amigo estaba vivo...y como acabó todo para el que llegó a considerar el hermano que nunca tuvo.
Arthur:...Señor Whitmore...
Whitmore:...Tu abuelo fue un gran hombre...el mejor que he conocido jamás...quizás nunca llegues a saber lo grande que fue al menos para mí...ver a esos payasos del museo siempre burlándose de él...ver cómo el hombre que tanto quise se desmoronaba y aun a pesar de estar destrozado te regalaba una sonrisa...ya estaba mal antes de que perdiera la vida en el accidente...cuando murió...una parte de mi murió con él...por eso...con que trajeras de allí alguna prueba por pequeña que fuera...me haría feliz...y quizá traiga algo de paz a mi cansada alma- dijo con pesar en sus palabras mientras recordaba nuevamente a su amigo para un segundo después darse la vuelta con su tono animado de antes- ¡¿a qué estamos esperando?! ¡hay mucho que hacer!
Arthur: Señor Whitmore para hacer todo esto supongo que tendrá lista una tripulación- dijo mientras se dirigían a una mesa cercana.
Whitmore: Esta arreglado.
Arthur: ¿Ingenieros geólogos expertos en explosivos?
Whitmore: Los tengo la crem de la crem- dijo mientras extendía sobre la mesa unos expedientes sobre la mesa- creo que algunos ya los conoces ¿no es así? - dijo mientras Arthur se acercaba a examinar los expedientes.
Arthur: Haber...Gaetan Molière geología y excavaciones experto en suciedad...Vincenzo Santorini ¡¡¡demonios Vini Boom Vini!!!
Whitmore: Te dije que alguno te resultaría conocido.
Arthur: Ya lo creo que sí lo conocí hace unos años cuando me capturaron en Turquía en una misión de reconocimiento me mandaron a una de sus prisiones fue mi compañero de celda todo lo que se de explosivos me lo enseñó él también fue por el que conseguí escapar de allí el yo y otros cerca de quinientos prisioneros aunque le perdí la pista hace años me alegraría trabajar con él- respondió alegremente al ver a su antiguo maestro y compañero de celda para un segundo después seguir mirando los expedientes- Audrey Rocío Ramírez experta mecánica e ingeniera ¿ella sería la jefa mecánica de la expedición?
Whitmore: Que no te engañe por ser joven ha reparado más motores de los que tú y yo veremos en la vida.
Arthur: Haber yo sé de mecánica pero si usted dice que es buena le creer- dijo fijándose brevemente en su foto admitiendo que era bastante guapa a pesar de ser casi una niña por no mencionar que tenía cara de pocos amigos- haber quien mas...Joshua Strongbear Sweet licenciado en Harvard con honores varios años en el ejército como médico de campaña madre mía menudo curriculum Wilhelmina Bertha Packard demonios ¿la señora Packard sigue viva?
Whitmore: Si es un hueso duro de roer sin duda alguna jejejeje.
Arthur: También veo el expediente de la teniente Sinclair.
Whitmore: Si jejejeje- río brevemente hasta que se dio cuenta de la forma acusadora en la que Arthur lo miraba- ¿qué? no puedes culpar a un viejo por usar sus recursos y ella...
Arthur: Un golpe bajo pero comprensible señor...vaya el capitán Rourke sería el líder de la expedición- dijo con cierta alegría en su tono.
Whitmore: ¿Fue tu mentor no es así?
Arthur: Si lo conocí cuando me alisté su entrenamiento fue un infierno pero gracias a eso aprendí más de lo que pueda imaginar pero se retiró poco después de que yo me licenciara.
Whitmore: Así es pero no del todo ya que debido a su extensa experiencia ha participado y dirigido muchas expediciones él y los otros que has visto en los expedientes son los que junto a tu abuelo encontraron el diario.
Arthur: ¿En dónde?
Whitmore: En Islandia – dijo enérgicamente mientras le mostraba una foto de su abuelo y los miembros de la expedición hecha cuando encontraron el diario.
Arthur: Islandia...justo donde dijiste que estaría...jejeje nunca dejas de sorprenderme abuelo – dijo con cariño mirando la foto -...supongo que solo falta alguien que pueda leer y traducir el diario para que no vayan a ciegas...¿no es así?
Whitmore: ¡Precisamente muchacho! – dijo entusiasmado mientras ambos volvían a sentarse – bueno...viendo todo esto ¿qué decides hijo? – le pregunto amablemente el anciano Arthur miró nuevamente la fotografía en la que salía su abuelo con la tripulación cuando descubrieron el diario mientras un mar de emociones recorría su ser entonces pero con una sonrisa en su rostro.
Arthur:...Tenga en cuenta que necesitare algo de tiempo para traducir y estudiar el diario y encontrar una ruta que nos lleve a la Atlántida entre otros preparativos– pregunto con determinación.
Whitmore: ¡¡JAJAJAJA Lo sabia!! – dijo alegremente mientras se levantaba dando saltos de alegría algo que hizo reír a Arthur aunque el anciano pronto recobró la compostura-...sabes tu abuelo me decía muchas veces una frase que ahora le veo sentido.
Arthur: ¿Cual?
Whitmore: Nuestras vidas se recuerdan por los regalos que dejamos a los hijos...y este diario fue el regalo que el te dejo...la Atlántida te espera- dijo regalandole una sonrisa.
Después de aquello ambos estuvieron charlando de varios detalles de la futura expedición además el señor Whitmore le contó muchas anécdotas de él y su abuelo mientras las narraba pudo ver una alegría genuina el anciano al recordar aquellas historias y Arthur estuvo más que encantado de escucharlas tanto que sin darse cuenta les dieron las dos de la madrugada por lo que ambos se despidieron hasta el día siguiente así el señor Pennyworth llevó a Arthur a una habitación que el señor Whitmore había preparado para él para que pudiera descansar estaba claro que ese hombre lo tenía todo previsto supo desde el principio que aceptaría su oferta Arthur sabía que antes de que la expedición pudiera ponerse en marcha necesitaba traducir el diario esperando encontrar una ruta la Atlántida entre sus página mientras aún intenta asimilar todo lo que había pasado ese día su cuerpo no estaba cansado pero si su mente por ahora solo quería a ver lo que quería cuando llegó a su departamento bañarse y dormir...pero parecía que eso no iba a poder ser.
Helga:...Es de mala educación hacer esperar a una dama...mi niño – dijo en el tono más sensual que os podáis llegar a imaginar meneando las caderas con un contoneo tan hipnótico que volvería loco de deseo a cualquier hombre cuando estuvo lo bastante cerca ambos se fundieron en un profundo beso lleno de pasión y deseo mientras Arthur era arrastrado al interior de la habitación apenas si teniendo tiempo para cerrar la puerta y echarle el seguro.
Sin duda alguna este día había avacado mejor de lo que empezó mañana sería el inicio de la aventura de su vida esta noche bueno no creo que valla a dormir mucho...ni él ni nadie en la mansión.
Si lo se es cortito pero sabéis como soy con cada capitulo me dejo la piel e intento que sea lo mejor posible y debido a mi situación no puedo escribir tanto seguido como me gustaría gracias por vuestro apoyo y recordad no os olvidéis de comentar dar a la estrellita y si os gusta compartirla eso me ayudaría muchísimo.
Bueno sin mas que decir se despide vuestro querido Green Ranger ¡¡¡¡HASTA LA PRÓXIMA HIJOS DE FRUTAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!
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