El Santuario estaba cubierto por una suave brisa que agitaba los pétalos de las rosas en el jardín de Piscis. Shion, el Gran Patriarca, había decidido pasar unos momentos tranquilos lejos de las interminables responsabilidades que lo abrumaban últimamente. Sin embargo, esa no era su verdadera razón para visitar ese lugar en particular.

Caminó con pasos firmes hacia la Casa de Piscis, su figura imponente destacando entre la vegetación. En su interior, una leve incomodidad comenzaba a extenderse. Su pre-celo estaba comenzando, lo sentía claramente. Su cuerpo pedía la presencia de su omega.

— "Albafica" — llamó al entrar al jardín interno de la casa, donde su omega solía estar. Su voz era profunda y cargada de un matiz más grave que de costumbre.

El caballero de Piscis, con su elegancia característica, levantó la vista desde el rosal que estaba podando. Albafica no necesitaba palabras para notar el cambio en Shion. Podía sentirlo en la intensidad de su mirada y en el aura que lo rodeaba.

— " Shion, ¿ocurre algo? " — preguntó, aunque ya intuía la respuesta.

El Gran Patriarca se acercó sin responder de inmediato. Cuando estuvo frente a Albafica, alzó una mano para acariciar con delicadeza su mejilla, admirando la perfección de su rostro.

— " Te necesito " — murmuró Shion, su tono bajo y casi suplicante. Había una urgencia en sus ojos dorados que Albafica rara vez veía. — "Hoy más que nunca. Quédate conmigo, Albafica. No quiero que te apartes de mi lado " —.

Albafica suspiró suavemente, dejando las tijeras de podar a un lado. Podía comprender lo que Shion sentía; los alfas en pre-celo solían ser más demandantes, más posesivos, y Shion no era la excepción.

— " Siempre estoy contigo, Shion. Pero si necesitas algo más, solo dilo. No necesitas rodeos conmigo " —.

El alfa tomó las manos de Albafica entre las suyas, entrelazando sus dedos con cuidado. A pesar de su posición y su fuerza, siempre trataba a su omega con la mayor ternura posible.

— " No quiero compartirte con nada ni con nadie. Ni siquiera con este jardín " — confesó con un ligero gruñido en su voz. — " Hoy, todo tu tiempo y tu atención serán solo míos " —.

Albafica arqueó una ceja, divertido por la forma tan directa de Shion. Era raro verlo así, tan vulnerable ante sus impulsos, pero también encontraba algo encantador en su honestidad.

— " Eres un alfa muy demandante, ¿lo sabías? " — comentó con una leve sonrisa. — " Pero si es lo que necesitas, entonces el jardín puede esperar " —.

Shion sonrió, tirando suavemente de Albafica hacia él. Lo envolvió en un abrazo firme, enterrando el rostro en el cuello de su omega. El aroma de las rosas que siempre acompañaba a Albafica se mezclaba con su suave feromona de omega, calmando parcialmente el tumulto en su interior.

— " Eso es todo lo que quiero, Albafica. Solo tú " —.

El caballero de Piscis permitió que su alfa lo abrazara con fuerza, acariciando suavemente su cabello.

— " ¿Y qué quieres hacer ahora que tienes toda mi atención? "  — preguntó en tono suave, aunque ya conocía la respuesta.

Shion levantó el rostro, mirándolo directamente a los ojos con un brillo intenso y decidido. — " Quiero estar contigo, sin interrupciones. Que me dejes adorarte como mereces " —.

Albafica asintió lentamente, con una sonrisa tranquila. Aunque su alfa estaba en pre-celo, había algo en Shion que siempre lo hacía sentir seguro, amado y protegido.

— " Entonces, soy todo tuyo, Shion. Haz lo que necesites " —.

El Gran Patriarca no perdió tiempo, tomando a Albafica en brazos para llevarlo al interior de la casa de Piscis. Ese día, las rosas quedaron en un segundo plano, pues Shion estaba decidido a demostrarle a Albafica cuánto significaba para él. Su atención, su amor y su devoción serían únicamente para su omega.

Saludos de rukiaishida789 y misscrimson.