Venía sencillamente furioso, no podía entender porque todo había salido mal, como era posible que Eliza hubiera elegido a ese malnacido forastero, como su compañero, peor aún, como era posible que lo hubiera elegido como el futuro padre de sus hijos, me hervía la sangre de saber que todos los gestos fingidos de comprensión , y que los años de haber interpretado magistralmente el papel del amigo abnegado y desinteresado no hubiera rendido frutos. 

 Ella no había caído ante mis encantos . Era una pena porque sabía que la decisión no era irreversible, de hecho esta historia ya la había vivido hace algunos años con el desdichado de Nathan. Me quedaba muy claro que siempre existían otros caminos, aunque fueran más obscuros. Tenía en mente que cada día más el deseo por Eliza me consumía y también de que preferiría verla muerta antes que con otro, si no era mía, no sería de nadie.

Yo no era un monstruo, solamente era un tipo determinado, ambicioso, inteligente pero sobre todo era muy atrevido, siempre fui un mal perdedor, y está no sería la excepción, si para tener a Eliza sin salida, y que por fin aceptara casarse conmigo tenía que quitar de en medio a ese extraño que se hacía llamar James Dawn, lo haría sin titubeos.

Mi conciencia estaba tranquila de saber que tanto Nathan como James se lo habían buscado, esos malnacidos habían tenido la infortuna de poner los ojos en la única mujer que no podían, en mi Eliza y encima de todo tenían el descaro de aferrarse a ella. Por ejemplo no fue mi culpa que Nathan se empeñó en seguir con Eliza apesar de todos los tragos amargos que le hice pasar. Recuerdo que traté de ponerlo en contra de Eliza, de que levante cargos en su contra por una golpiza que no era nada fuera de lo común.Hice de todo incluso tuve que sobornar a los médicos para que dijeran que los golpes propinados por Nathan habían provocado daños severos en mis órganos internos, de eso me valí para que giraran la orden de aprehensión en su contra. Le robe su noche de graduación y la posibilidad de ir al lado de ella. Él se aferró aún más con todas sus fuerzas y no me dejó otra opción más que tomar acciones contundentes después de verlo aparecer en el baile de graduación. Tengo que reconocer que era un tipo duro, pero no más duro que yo. 

Recuerdo que también era realmente inoportuno, siempre estaba en el lugar y momento equivocado. El día del baile de graduación Eliza había sido víctima de Ridley y había tomado unas copas que no eran para ella quedando completamente colocada y fuera de si, nunca la había visto así. Para mi sorpresa esa noche me había pedido que la follara salvajemente como siempre lo imaginé en mis sueños. Estuve tan cerca, realmente me agradaba esa Eliza desinhibida, salvaje, coqueta. Solamente pude tocarla, intenté quitarle el vestido, pero no era fácil, así que tuve que rasgarlo; todo se acabo cuando el infeliz de Nathan llegó antes de que la desnudara por completo. Ridley me dijo que Nathan se acercaba y la tuve que dejar ahí, demonios esa noche estuve tan cerca.

No podía vivir con la duda de saber si Nathan estaba enterado de la noche de pasión entre nosotros. Cuando Tara me dijo que Eliza se iría con él de viaje por Europa, que haría nuestro viaje, ese del que hablamos años atrás , el que siempre soñamos en hacer los tres. No podía permitirlo, así que tuve que actuar... planeé todo para deshacerme de ese infeliz.

En la madrugada con el silencio de las calles de Brighton una noche después de la graduación le corte los frenos a una motocicleta Harley Davidson con tonos platinados estacionada en lo que se presumía era una propiedad de los Rothschild. Todo estaba en marcha, le llame a Eliza para decirle que iban a detener Nathan, sabía que como la sabandija que era huiría. Aunque deje muchos factores al aire todo salió como espere, sabía que la probabilidad de que sobreviviera era limitada, pero debo decir que el que él decidiera no llevar casco fue un plus para que su condición fuera más grave de lo que espere. Así fue como los separé, Nathan y Eliza dejaron de tener un futuro juntos gracias a mi ingenioso plan.

Lo mismo tendría que hacer con este nuevo intruso, cuya imagen no me compraba en lo absoluto, me resultaba sumamente sospecho que nunca viera a nadie fuera del hotel donde vivía, era un sujeto bastante misterioso, cuyo pasado no tenía ningún rastro. Lo que mas me sembraba desconfianza respecto a él, era cómo llegó en el momento más oportuno a la vida de Eliza cuando se convirtió en la heredera de su abuela.

Esta vez estaba tan cerca de mi cometido si lo quitaba de mi camino, esta vez Eliza definitivamente sería para mi.