El rubio se observaba con cuidado en el espejo, aún tenía los ojos hinchados. La hokage había informado al consejo la situación del rubio y el matrimonio con el heredero Uchiha, estos se encargaron de difundir su condición por la aldea y a consecuencia el mundo ninja, de eso habían pasado dos semanas en las que no había querido salir de su departamento, únicamente recibía a Shikamaru, Kakashi y a su abuela, comenzó a pucherear observándose, analizó el kimono blanco con flores naranjas, frunció el ceño, no le gustaba, se lo había elegido Sakura, tapó en el espejo su rostro, observó el maquillaje a su lado, no tenía idea de qué hacer con él -Naruto ¿puedo pasar? -el rubio escuchó la voz de su abuela y Sakura fuera de su departamento, mordió sus labios, vio el maquillaje, suspiro frustrado, camino con cuidado de no tropezar, abrió la puerta. Ambas mujeres sonrieron al verlo -te ves hermoso Naru -el pequeño se sonrojó, bajó el rostro -vamos, sonríe un poco. Sakura te maquillará y te dejará aún más bonito -la pelirrosa tomó su mano, jaló de él.

-Naruto, entiendo tu situación- el rubio afiló su mirada a su amiga, ¿cómo se atrevía a decir que lo entendía? -tu prometido es uno de los hombres más hermosos del mundo ninja, deberías estar contento -la Hokage observaba a su alumna con una ceja alzada -mejor apurémonos, ya es tarde -se dio cuenta que los ojos del rubio parpadearon en rojo por un momento, su mirada era afilada, obviamente la chica no estaba dimensionando los sentimientos del rubio aunque no tuviera malas intenciones.

La chica colocó delineador, una ligera sombra naranja con un toque de rojo, brillo en los labios ligeramente rojo, el cabello lo tenía hasta los hombros, así que logró realizar un peinado en chongo pequeño. El rubio se observaba en el espejo con cuidado, su amiga había cubierto su hinchazón con corrector, sonrió un poco, se veía bonito, tal vez Sasuke ahora sí lo vería, abrió sus ojos con algo de miedo, recordó que lo habían arreglado para su boda con su hermano Itachi, apretó sus puños, levantó un puchero con molestia -bien, vayamos -Tsunade lo abrazó con cariño -dale una oportunidad Naru, trata de ser feliz -el rubio bajó el rostro ante su susurro, hizo una mueca de molestia, siempre se ha distinguido por ser testarudo -vamos-

…..

-Bien, ya está aquí -Itachi acomodó su obi con cuidado, Sasuke tenía cruzados sus brazos con el ceño marcado, era el padrino de su hermano. Shikamaru estaba enojado, marcaba su ceño con molestia, su amigo no debería estar pasando por esta mierda, Sai, Sakura y Yamato estaban en el lugar, así como Mikoto y los Ichiraku. Por la puerta entró Kakashi con el rubio de su brazo, sus conocidos vieron con sorpresa al menor, realmente se veía lindo, el Nara sonrió con cariño ante la imagen del pequeño. Itachi lo veía con seriedad. Naruto mientras avanzaba con disimulo vio a Sasuke, el azabache veía a su hermano únicamente, mordió sus labios con algo de molestia y tristeza, ni siquiera reparó en él, creyó que por lo menos ese día lo haría, así de bonito podía verlo de distinta manera, podía verlo sin pensar en él como el dobe, podía verlo con deseo, amor, algo que le indicara que todo lo que hizo por él había valido la pena, pero no fue así, sus gemas se cristalizaron queriendo derramarse, sintió la mirada de su amigo Shikamaru con el filo de sus ojos, lo vio algo embobado a su lado, sonrió un poco exclusivamente para él con bastante disimulo.

Itachi lo veía con cuidado, suspiró con cansancio disimuladamente, giró su vista al frente. En su mente se repetía que todo tenía una causa, que todo valía la pena, no creía en el destino, simplemente aceptó que en su vida no había cabida para el amor y la felicidad, al igual para el rubio, se enfocaría en su trabajo, cumplir con su deber y no faltarle a su pareja, el Uzumaki no merecía más molestias, había hecho demasiado y seguía haciendo, había estado analizando su trabajo en anbu y sus pendientes con el clan mientras la rubia hablaba, cuando escuchó de fondo a la Hokage preguntar, concluyó que le preguntaba si aceptaba, asintió -acepto -el rubio endureció su ceño con molestia al igual que el Nara, no hizo votos, ni siquiera promesas "esto es una mierda" -Naruto, ¿aceptas a Itachi Uchiha cómo tú esposo? -el Uzumaki ignoró el estúpido discurso que daría y simplemente asintió, no dijo más, la rubia no estaba dispuesta a presionarlo, todos los presentes sabían las condiciones de su matrimonio a diferencia del resto de la aldea -bien, firmen aquí -el azabache firmó sin darle importancia, el rubio hizo lo mismo -por el poder que me concede mi investidura como Goudaume Hokage y las tierras del fuego en representación del señor Daimyo, los declaro marido y doncel -el Uzumaki apretó su puño con coraje, escuchaba las felicitaciones, pero su ceño no cambiaba -dobe -el rubio despertó de sus pensamientos al escuchar a su verdadero amor, sus ojos se abrieron con un poco de ilusión -sé que esto es difícil para ambos, sólo te pido que hagas feliz a mi anikii -el rubio apretó aún más su mano con coraje y odio, los ojos del rubio parpadearon en rojo, pero había alcanzado a cerrar sus ojos como un zorro con una leve sonrisa -bien -Sasuke sonrió, se dirigió hacia su anikii.

Naruto con el rabillo del ojo los vio mientras recibía muestras de afecto de sus conocidos -rubio -el pequeño despertó, vio con sus grandes gemas a su amigo, a su mejor amigo, al único quien en verdad piensa en él -estoy para ti en todo momento, lo sabes ¿no? -el rubio sonrió tímido -gracias Shika -el azabache acarició su rostro con el dorso de su mano. Itachi con el filo de su mirada vio ese intercambio causándole molestia el sonrojo en las mejillas de su ahora marido -¿quieres hablar? -

Naruto sonrió con cariño -te busco -el Nara lo abrazó con cariño -esto es una mierda rubio, pero me tienes a mi -Naruto se hizo bolitas en su pecho ante el susurro, algunos comenzaron a observar ese intercambio con duda -bien, vamos a descansar, ya es tarde -los presentes asintieron, todos comenzaron a irse dejando a Kakashi, Tsunade, Mikoto y la pareja en el lugar -nos retiramos, con su permiso -Itachi salió, Naruto lo vio, endureció el ceño, lo siguió, su mirada a momentos cambiaba por las rendijas del zorro -esto será complicado Tsunade-sama -Kakashi y la rubia asintieron -es verdad, sólo espero que en algún momento nazca cariño o amistad por lo menos-