34

Charlize:

No aparto la vista de los cañones que nos señalan, la tripulación se mantiene delante de mi, protegiéndome y empiezo a entender las advertencias de mi esposo.

Sin darme cuenta mi mano se ha dirigido por instinto a tomar el arma que cargo en el cinturón debajo de la capa, pero antes de sacarlo, ya la tripulación del Mastín a sacado las suyas, excepto Cole.

Los hombres hacen sonar el seguro de sus armas como reacción.

—Baja tu arma.—Les pide Cole, quien es el único que intenta razonar con ellos.

El pirata niega.

—No llegas a islas ajenas sin invitación o aviso previo.—Responde reacio el hombre.—¿Cuál es tu intención aqui? No creo que el avisar o anunciar su llegada te tomara mucho tiempo. Conoces nuestras reglas y esta isla no es tan blanda como la de tu capitán.

—No hubo tiempo para un aviso.

El hombre le mantiene la mirada.

—No tenemos tiempo.—Cole coloca la mano enfrente.—Baja tus armas y te dire a que hemos venido.

—No eres nadie para exigir en tierras que no te corresponden.—Espeta brusco.—¿Y cómo escuchar si tienen las armas apuntándonos?

—La tripulación solo se defiende porque tus hombres son los que amenazan con dispararnos. —Se defiende Cole.—No hemos venido a iniciar una contienda. 

—Bajen sus armas.

—Bájala tú.—Replica Megan.

El hombre se ríe.

—No hay trato.

—¡Lo haran!—Se adelanta Cole.

—¡Ni muerta!

—¡Megan!—Se vuelve hacia ella y luego me mira a mi, Megan enseguida voltea a verme y arroja el arma contra el suelo, los demás hacen lo mismo, sin embargo yo me quedo con la mía.

Cole regresa su atención a los hombres que estan apuntándonos.

—Lo justo seria que hicieras lo mismo.

—Somos piratas.—Le contesta y suelta un respiro.—Mejor me lo dices ya y yo decido si mis hombres dejan de apuntar sus cabezas. —Pasa la mirada rápida a la tripulación.—¿Dónde esta tu capitán?

Trago saliva y mis puños se cierran.

—También veo menos miembros.—Pronuncia y vuelve a pasar la mirada.—Entonces aun te quejas mis razones para dudar, ni siquiera su contramaestre esta aqui.

—¿Piensas que con esta cantidad de tripulantes venimos ha causar caos a tu isla?

No contesta su pregunta, pero vuelve a preguntar.—¿Dónde esta tu capitán, carpintero?

—La estas viendo.—Contesto.

Todos los ojos voltean a verme, no bajo la cabeza y camino abriéndome paso en medio de la tripulación que me protege, quienes se quedan paralizados mientras yo llego hasta donde estan ambos.

Me paro junto a Cole, en frente de aquel hombre, el mismo que pasa la mirada desde abajo hasta mi rostro y la forma en la que me mira me hace sentir incomoda.

—¿Quién eres?—Sonríe como si hubiera descubierto algo.

—La capitana del Mastín del diablo.—Respondo rapido.—En ausencia de mi marido.

Los ojos se le abren mucho.

—La mujer de Dorian.

Da la orden de que bajen las armas y lo hacen.

—Una mujer tan hermosa con sangre de noble se proclama asi misma capitana.

—¿No son los mismos piratas quienes eligen a quien seguir?—Interrogo.—Por respeto y porque confían en que esa persona los lidere. Mi tripulación me dio el titulo.—Prosigo .—Y Dorian jamás estuvo en contra pese a ser una "Noble" como usted acaba de llamarme, como si buscara ofenderme. 

El pirata observa a Cole y regresa su mirada a mi. 

Con la mandíbula tensada, pregunta.—¿Y qué la trae aqui, capitana y sin su marido? 

—Ella no viene sola.—Se adelanta Cole.—Cuida hacia donde van las intenciones de tus palabras. 

Sonríe e ignora a Cole, solo para observarme. 

—¿En ausencia, no? Que interesante.


(***)


Volteo a ver a los dos hombres que nos siguen, a pesar de habernos facilitado el ingreso tras llegar a un acuerdo.

—No se preocupe por ellos, capitana.—Me asegura Cole, unos pasos más adelante caminan Megan y Jim, mientras Jared va detrás.—Siendo sincero, hubiéramos preferido no involucrarla y que pasara desapercibida, pero... visto que es imposible.

—Lo dije, no intento creerme nada, pero si hay alguna manera de ayudarlos, lo hare.

Cole sonríe.

—Y sirvió, solo le pido que no se separe de nosotros, ahora que se sabe que esta aqui... y aunque esto se corra, y todos tengan en mente que le pertenece a nuestro capitán.—Niega.—Siempre habrá piratas que no respeten las normas. 

—Lo intuí con la mirada que me lanzo.—Trago saliva.

—No busco ofenderlas, pero mujeres como usted son algo nuevo para este lugar y bastardos como estos.

Caminamos en medio de las casa, en su mayoría nos observan y me aseguro de cubrir bien mi rostro con la capucha, como lo sugirió Cole.

Megan me observa.—No servirá de nada, hueles a noble desde largos de distancia.—Se gira hacia mi y comienza a caminar de espaldas.— Aunque embarre tu rostro en tierra seguirás viéndote como una.

—Megan.—La detiene Jim, ella rueda los ojos.

—¿Ofensa o halago?—Arqueo una ceja.

Megan alza las cejas y se ríe.—Tómalo como quieras. 

Observo a Cole.—¿Hacia donde nos dirigimos?

—Si quieres a los mejores , solo hay un lugar donde los encontraras.


(***)


Un bar...

O lo que pretende ser uno.

—Increíble que construyeran un bar en una isla...—Digo observando el establecimiento de madera, probablemente fue lo primero que levantaron al establecerse.

Puedo apostar eso.

—Es el ron.—Jim encoge los hombros.—Amamos el ron.

Me rio.

Jared y Jim son los primeros ingresar, me cubro bien con la capucha, escondiendo mi cabello rubio dentro. 

—Eso no servirá.—Asegura Megan, me lanza una mirada e ingresa al bar.

Cole se vuelve hacia mi.—No se separe, capitana. Si algo se sale de control, quiero que no piense en nosotros y...

—¿Quieres que los abandone?

Cole traga saliva.—¿Puede cumplirme ese único deseo? 

Recuerdo la orden de Dorian y lo que ocurrió en plena tormenta porque no hice caso, y se que aunque no esta aqui, su orden seria la misma.

Recuerdo la última conversación que tuve con el sobre ese tema y me llevo la mano al pecho.

—Lo hare.


(***)


—¿Por qué arriesgaría mi pellejo por ir a salvar a un pirata? 

Esa es la pregunta que más de un pirata cuestiona y empiezo a sentir incomoda, no, desesperada con esto.

—No es cualquier pirata, Butch.

—Yo tampoco soy cualquier pirata.—Responde el tal Butch, quien se encuentra bebiendo junto a su tripulación.

—¿Comparas a mi hermano contigo?—Le reclama Megan.

—¿Quién esta en mejor posición ahora quien es? Tu hermano que ha sido encarcelado por la marina y los corsario, o yo que estoy libre.—Abre una botella de ron.—Es increíble... ¿Cómo es que Dorian se dejo atrapar? O es que fueron tan bastardos que lo abandonaron..

Megan pierde el control y se abalanza hacia el, pero uno de sus hombres lo detiene, mientras otro lo apunta con el caño, la tripulación del Mastín sacan sus armas al igual que el, hasta Cole.

—¡Cuida tus palabras!—Suelta furioso Cole.—¡Vuelve a decir que traicionamos a nuestro capitán y veras que sucede!

—¿Y que va a pasar?—Butch se levanta de la silla.—¿Ya viste tu número comparado al mío?

—Solo necesito una bala.—Pronuncia Jared acercándose al capitán, la tripulación responde mostrándole sus cañones solo a el.

Butch sonríe. 

—¿Esa es la forma de pedir ayuda de la isla de Dorian? Invadir y amenazar..

—¿Victimismo ahora? ¿No te da vergüenza, Butch?—Espeta Jared.

—Vergüenza me daría ser capturado por corsario.

—Tu gente fue atacados por corsario y mi hermano les tendió una mano, no hablemos de vergüenzas cuando te llevas el primer lugar.—Espeta Megan.

—No cumplo deudas ajenas, respondo por mi tripulación.

—Típico de cobardes.—Ella escupe bajo sus pies.

—¿Cobarde...

—Cobarde...—Intervengo y la mirada del capitán se dirige hacia mi.

Me bajo la capucha.

—Lo dije, que no serviría.—Murmura Megan.

Cada segundo, cada minuto es desesperante para mi y ellos solo se ríen, y nos hacen perder el tiempo.

Y no voy a permitir que manchen el nombre de Dorian, he escuchado historias de sus tripulantes y he visto lo que ha hecho, he visto como es la isla bajo su mando.

Y el haberse entregado a la marina no es de cobardes, ni tampoco quita las cosas que logro en el pasado.

—¿Se supone que eres uno de los piratas más reconocidos aqui y osas hablar de cobardía cuando te escondes a beber ron sin un propósito?

—¿Desde cuando un pirata necesita un propósito para beber?—Pregunta y todos se echan a reír.

Las manos se me cierran.

—Los rumores llegaron tarde hasta mi... ¿Cómo es que una noble llegó al archipiélago pirata y no me entere? Luces mejor que cualquier meretriz... 

—Soy la mujer de Dorian.

El silencio rodea la habitación.

—Ya veo.... tenia que ser.—Me lanza una mirada rápida.—Tanto presumía ser un pirata, pero termino volviéndose a sus orígenes con una noble.

—¿Tanto pavor les causa una "Noble" a ustedes los piratas?

—¿Qué dijiste?

—Es lo único que repiten desde que llegue a esta isla.—Me vuelvo hacia los demás.—Sea o no, tenga o no sangre noble mi esposo.—Pongo mi atención en el capitán.—Parece que tiene más huevos que usted, capitán.

Escucho sorpresa alrededor del bar y Megan se lleva las manos a la boca, mi tripulación me observa en silencio mientras mantengo la mirada en ese hombre.

Enseguida se pone de pie.—¿Qué mal chiste es este? —Le reclama a la tripulación del Mastín.—¿La nueva zorra de Dorian se cree capitán ahora? ¡Conoce tu lugar!

—Conozco el mío.—Respondo y le lanzo la misma mirada que me dio.—Y ya conozco el suyo, capitán. Es el de un cobarde. 

—¡Maldita perra!

Levanta el arma hacia mi y mi tripulación levantan los suyos contra el.

—¿Tu desespero por levantar tu arma contra mi es porque sabes que tengo razón?

—¡¿Qué dijiste?!

—Capitana...—Escucho que pronuncia mi tripulación.

—Tengo razón y asi llamas cobarde a mi marido.—Espeto. —Bien, demuestra una vez más que no me equivoco. 

Suspiro.

—Cole...—Lo llamo.

—Si, capitana.

—Cometimos un error. No necesitamos al capitán como aliado, el Mastín no necesita cobardes, ni hombres que se nieguen a cumplir la ley pirata.

Los murmullos rodean el bar, dándome la razón.

—Maldita...

—No se pagan favores con gracias, se devuelven con sangre ¿No? .—Pregunto y el capitán tensa la mandíbula.—Esa es la ley pirata.

El sonido de la bala envuelve la habitación y el capitán cae muerto sobre el suelo, la sangre me ha salpicado en el rostro y no tengo tiempo para procesarlo, mi cuerpo reacciona enseguida girándose hacia la dirección de donde vino la bala.

Hay un hombre en la puerta del bar y todavia tiene el cañón alzado en nuestra dirección.

Sonríe mostrando sus dientes amarillos.—En esta isla se respeta la ley.

El hombre baja el cañón y camina en mi dirección, mientras la tripulación de Butch bajan sus armas, echándose a correr.

¿Quién es?

—No es costumbre para mi recibir nobles.

Toma mi mano y se inclina a a besarla.

—Lucilius para servirle, Charlize Dragomir.—Pronuncia.—Bienvenida a mi isla, "Capitana". 



Nos leemos.

>>Yiemir

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