22
Charlize:
Abrir los ojos es agotador y cansado, lo primero que hago es mirar el techo de madera, hay un sol leve entrando por la ventana y esta no es mi habitación, no me toma más que pasear la mirada por las paredes y luego ver a Uriel, nuestro doctor.
—¿Dond...—Logro pronunciar casi y el deja lo que esta haciendo con unas hiervas sobre un mortero en su escritorio para volverse hacia mi.
Empuja la silla con ayuda de sus pies y me empieza a revisar el pulso.
—Capitana...
Niego con la cabeza.—¿Qué pasó? La tormenta...
—Hubo una tormenta y fue una noche complicada, pero las aguas amanecieron calmadas.—Me responde rapido.—La trajeron aqui para atenderla más rapido.
Me coloco una mano sobre la cabeza, esta vendada.
—La ola la arrastro dentro del barco y se golpeo la nuca, ya revise, solo fue un golpe, pero el capitán insistió en vendarla...
—¿Dorian?
Abren la puerta antes de que me conteste y entonces veo a mi doncella junto a Frederick, ambos trayendo consigo sabanas dobladas y algunas cosas más de la cocina.
—Aqui esta el recipiente para lady Char...—Jocelin calla al verme y noto sus ojos llorosos.
Deja caer lo que tiene en las manos y corre a abrazarme hasta asfixiarme.
—Jocelin, no puedo respirar.—Pronuncio apenas y ella me suelta.
Uriel sonríe y Frederick se acerca al pie de la cama, despues de recoger lo que boto mi doncella, aunque ella le acaba ayudando.
—¿Todo eso es para mi?
El niño asiente sonrojado y regreso a mi pregunta.
—¿Y Dorian?—Digo el nombre de mi esposo con preocupación.—¿Dorian donde esta?
(***)
—¿Entonces Dorian no ha venido a verme desde lo que pasó?—Repito lo que capte de la explicación corta de Uriel.
Jocelin toma mi mano.—Habia un desastre en la cubierta y ---
—Soy su mujer.—Niego.—No lo justifiques, Jocelin.
—Lady Charlize.
Cierro los ojos.
—Lady Charlize, se equivoca.—Me corrige mi doncella.— Actuó como capitán y como esposo al traerla hasta aqui, después subió a seguir ejerciendo su cargo y aunque no ha bajado, Frederick y yo.—Mira al niño.—Lo hemos mantenido al tanto.
—¿Ya todo volvió a la normalidad ahi arriba, verdad?
Ella y Uriel intercambian una mirada.
—Si pregunta si el capitán se desocupo, ya lo hizo hace una hora.—Frederick es el único capaz de decírmelo.—Solo no quiere verla.
—¡Frederick!—Le llaman la atención ambos.
—Jocelin...—La llamo y ella se vuelve hacia mi.—Quisiera descansar un poco.
—La llevare a su habitación si desea...
Miro al doctor.
—Es mejor que permanezca aqui, además la tripulación no dejan de subir y bajar , y Cole esta inspeccionando si el barco sufrió algún mal golpe.—Contesta Uriel.—El agua inundo algunos compartimentos.
—Logre salvar unas cuantas prendas.—Continua Jocelin.—Aunque la mayoría se echo a perder, lo siento, lady Charlize.
—Esta bien.—Pronuncio con un suspiro.—Solo deseo descansar, gracias.
(***)
Despierto cuando me traen la cena y según entiendo el Mastín recien ha echado a andar ahora que Cole aseguro que todo esta bien con la barco.
Apenas esta lloviendo afuera, aunque las aguas y el cielo no estan tan oscuras, Jocelin se queda conmigo unos minutos, pero la pasan a buscar cuando Demi asegura que la necesita, la dejo ir y me toma unos minutos decidir si salir o quedarme en la habitación.
Opto por salir y me cubro los hombros con el chal, y mientras me encamino hacia la cubierta mis pensamientos permanecen sobre el hombre que es mi esposo.
En porque no esta aqui conmigo y cuando subo a la cubierta encuentro tanto a Jerome como a Jim, a este sin su violín que siempre carga, pero si pasando la escoba sobre el suelo arrastrando la poca agua que queda.
—Capitana.—Me extiende la mano con la intención de ayudarme. —¿Ya se encuentra mejor?
Asiento y mi mirada cruza con la cabina del capitán, la luz parpadea y vuelve a la normalidad, la mirada de Jim me sigue.
—No estoy seguro que sea buena idea, capitana.—Asegura Walter saliendo detrás de mi.
Lo miro y comprendo o eso creo.
—¿Acaso esta enojado?
Ellos se miran y tengo mi respuesta.
(***)
La puerta esta entreabierta cuando llego y decido entrar, y claro que ahi esta el, sentado sobre su silla observando unos planos más interesantes que asegurarse que estoy bien.
—¿Ocupado?—Pregunto captando su atención.—¿Demasiado para venir a verme?
El no responde, solo tensa la mandíbula observándome y dobla los planos, algunos destruidos por la tormenta según veo.
—Se echaron a perder.—Se pone de pie y golpea el puño contra la mesa sobresaltándome.—Estuve una parte de la noche intentando restaurarlas con mi cartógrafo.
—¿Una sola parte?
Me mira.
—Escuche que no has preguntado por mi, sino que han tenido que decirte y creo que en el fondo tus ojos querían asegurarse de que lo estoy... por eso estoy aqui.
Me repara por la mirada y sus pupilas se dilatan al ver el vendaje en mi cabeza.
Dorian pasa la mandíbula.—Si, ya te vi. Ahora ve a descansar.
—Ven conmigo.—Me acerco a el.—Cole aseguró que todo esta bien y la cubierta esta limpiándose según veo. Ven a mi lado.
El se pone de pie cuando intento tocarlo, alejándose de mi.
—Quiero sentir el calor de mi esposo esta noche.
—Habrá tiempo para el sexo despues.
Sexo...
Retrocedo por la palabra.—¿Esto es lo que significa querer estar cerca de ti para ti?
Me mira en silencio.—Sabes lo que siento.
—No, ahora mismo no lo se.
—Charlize.
—Dime que pasa.
Aprieta los puños y se viene contra mi.—Pasa que mi prioridad es el barco antes que una persona que no sabe acatar ordenes.
Las palabras me dan como si me hubieran lanzado a las aguas de la horrible tormenta de anoche y no se detiene.
—No estas en la alta alcurnia de una sociedad, estas en mi puto barco, Charlize.
Tiemblo al oírlo hablarme asi.
—Por más que mi tripulación te llame capitana, antes y escúchame bien, eres mi mujer y creo que sabes que significa.—Su voz se mantiene elevada y siento el ardor en mis ojos.—Asi que si se te da una orden dada por mi. La obedeces sin titubear.
Termina y sigue con lo suyo, juntando los planos.
Las lagrimas llenan mis ojos, pero no pienso dejar esto asi. Esto no es por ser una "Capitana"... es porque el es mi esposo y...
—Me enseñaron ha permanecer al lado del hombre que es mi esposo, por eso creí que yo debía estar junto a ti.—Pronuncio y vuelvo a ocupar su atención.
—Todo lo que te enseñaron debes dejarlo de lado.—Me contesta.—Tu crianza... y...
—¿Y quien soy? Lo se.—Le interrumpo y me llevo una mano al pecho.—No ha sido fácil para mi ¿Crees que si? Aun asi hice de todo para agradarte cuando pise este barco, agradarte y llamar tu atención por más que me alejaras o me rechazaras al inicio... queria ser una buena esposa porque es lo que me inculcaron.
El cierra los labios.
—Crecí para apoyar y estar al lado de mi esposo, un esposo que me protegería y es asi como me siento contigo.... y yo en ese momento... tenia tanto miedo que solo queria estar a tu lado y pense que asi como me enseñaron, yo debí ir contigo.
—Charlize...
—Yo me equivoque, esta bien.—Continuo.—Ahora se que solo debo seguir tus ordenes..
Eso es algo también que me enseñaron, pero al estar aqui todo resulta confuso que no se que esta bien y que no. Como actuar o como no...
—No quiero una mujer tímida o una sumisa, Charlize... es solo... —Se pone frente a mi.—Esto es el mar, no el suelo al que estas acostumbrada a pisar.... aqui hay peligros y lo que sucedió anoche es uno de muchos.
Sus manos van a mi rostro.
—¿Tienes idea de lo que sentí cuando vi que esa ola te embistió?—Pregunta y sus facciones me dicen todo.—No pude soportarlo, el corazón se me detuvo y deje mi puesto de capitán para socorrer lo único que me importaba en ese momento.
—Dorian...
—No me importo nada más que tú y volvería a hacer lo mismo, dejaría mi puesto para llegar a tu lado y asegurarme que mi mujer esta bien.
—¿Y despues de eso porque no has venido a verme? ¿Estabas enojado...?
—¿Enojado, Charlize? Estaba asustado, mujer.
Mi corazón se acelera.
—Cuando me asegure que estuvieras sobre una cama, no podía quedarme viéndote en ese estado, aunque permaneciste en mi mente todas estas horas hasta verte cruzar esa puerta... no tuve el valor de vivir esto de nuevo.
—¿De nuevo?
—Mi madre.—Me aclara y me suelta.—Revivir el miedo que sentí es todo es un trauma, pero verlo en la mujer del reflejo del amor que siento es un dolor más grande.
Abro mucho los ojos.
—¿Qué dijiste...?
Me mira con ojos profundos.
—Dorian.
—Te amo, Charlize.—Pronuncia mirándome fijo.—Te amo cada día más y este amor se ha echo más visible durante mi agonía de estas horas largas esperando verte de pie y recuperada, y verte ahi... siento que finalmente puedo respirar... respirar de verdad, mi amor.
—Hablas como un noble.
—En parte lo soy.—Responde enseguida.
Sonrio con más lagrimas.
—Me amas.
—Lo hago, profundamente.—Promete mirándome con esa misma expresión.—Y te amare hasta el último de mis alientos.
Aprieto los labios.
—También te amo.—Niego sonriendo.—Amo a un pirata, a un capitán, al capitán del Mastín del diablo, a Dorian Dragomir.
—Charlize...
—Mi esposo. Mi Dorian.
Me toca el rostro y cierro los ojos al sentir su tacto, mi mano cubre la suya.
—Te quiero a mi lado, es lo único que deseo, pero necesito que me prometas que no volverás a cometer imprudencia como la de anoche.
Abro los ojos y asiento.
—Voy a trabajar en mis imprudencia, lo prometo.—Pronuncio y las lagrimas caen por mis mejillas, el acaba atrayéndome contra su cuerpo.
Me limpio las lagrimas y elijo no llorar, no más de ellas esta noche... solo mi felicidad junto al hombre que amo y me ama.
Nos leemos.
>>Yiemir.
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