Capítulo 12

De nuevo al presente...

Narra Tn:

Justo cuando Ace terminó de hablar, yo me quedé callada junto con el frío silencio del callejón.

Lo admito: me había quedado muda de la sorpresa, totalmente asombrada. No podía parar de mirarle con mi rostro sorprendido, al mismo tiempo que él me miraba fijamente a los ojos de forma seria.

Yo... no podía creérmelo. Parecía mentira. Yo pensé que era la primera en caer a sus brazos después de conocerle. Pero ahora mi perspectiva cambió. No podía creer que un hombre tan guapo y atractivo como él se haya fijado en mí. Entonces... ¿¡Ace estuvo detrás de mí todo este tiempo!? ¿Se había enamorado de mí desde el principio?

Yo aún seguía callada, no me atrevía a hablar. Ace dio unos pasos hacia atrás dándome algo de espacio. Continuó con el rostro serio.

Ace: Yo... desde el primer momento en que te vi, no podía dejar de pensar en ti. Me volviste loco durante dos días enteros - bajó un poco la cabeza y se rascó la nuca. Ahí me quedé sorprendida, porque pude ver que sus mejillas, con esas pecas tan características, se sonrojaron. ¿Ace se había puesto rojo?

Ace: Aquel día que te vi por primera vez, estabas tan hermosa que no podía dejar de mirarte - continuó -. Puede que no te hayas dado cuenta... pero tienes a muchos chicos locos por ti a tu alrededor. De hecho, hasta mi hermano Sabo se había fijado en ti y le caías bien a mi hermano Luffy.

Estaba más sorprendida aún. ¿Qué estaba diciendo? Vi que ladeó su cabeza a un lado.

Ace: Por eso... por eso quería que fueras mía... aunque sea a la fuerza - cerró los ojos y apretó los dientes cerrando sus puños con fuerza -. No podía dejar que cualquier hombre, ni siquiera ninguno de mis hermanos, te tuviese. Sólo con pensar en ello... me ponía enfermo. - dijo con voz dolida y frustrada.

Ace: Por eso, por ese mismo motivo, te obsequiaba con regalos y con toda mi atención. Te había forzado innumerables veces, para que no te olvidaras de mi cara ni de mi cuerpo, ni siquiera de mi nombre, y sólo pensases en mí. Todo... - entonces volvió a posar su mirada seria en mí -... para tenerte a ti.

Aspiré sorprendida y me sonrojé.

Ace: Ya sé que pensarás que me he vuelto loco - prosiguió -. Pero esto es lo que has causado en mí. Hice todas esas cosas porque tú... tú me gustas mucho... no... no sólo eso.

Ace se acercó de nuevo a mí y sostuvo mi rostro entre sus manos, teniendo que mirarle a sus ojos oscuros.

Ace: Estoy locamente enamorado de ti.

Ahí... terminó por asombrarme más, al mismo tiempo que me sonrojaba. Me quedé un rato mirándolo, hasta que él bajó sus manos y las posó en mis hombros, continuando con su mirada.

Parecía... parecía increíble. ¿Acaso él... se me había declarado? ¿Significa eso que siente por mí lo mismo que yo por él? Pero entonces recordé algo... algo que sin duda me había hecho mucho daño. Bajé un poco la mirada.

Tn: Es que yo... yo... no sé si creerle - contesté con voz quebrada.

Ace: ¿Cómo? ¿Pero por qué? Dime... - preguntó dolido.

Tn: Aquellas... aquellas palabras que escuché aquel día... ¿eran ciertas? - dije con la voz rota y a punto de romper a llorar -. Por favor, dígame la verdad.

Hubo un minuto de silencio. Sentí su mano en mi barbilla, haciendo que vuelva a mirarle. Algunas lágrimas recorrían mi rostro. De verdad que mencionar ese tema me dolía.

Ace: No - contestó rotundamente -. No, en absoluto que no fueron verdad.

Tn: ¿¡Entonces por qué las dijo!? - le solté casi gritándole con la voz ahogada.

Ace: Por orgullo - respondió -. Pero en ese instante tuve la sensación de que aquellas palabras que solté tan estúpidamente terminarían haciéndote daño y a mí también. Y exactamente eso es lo que pasó - me miraba con expresión dolida -. Yo... lo siento. Lo siento mucho, de verdad. Actué como un estúpido, como un imbécil, como un idiota. En ese momento supe que había perdido a la chica de mis sueños. Cuando encontré aquella carta tuya... fue como si me hubieran arrancado el corazón.

Yo le observaba con una expresión más dolida aún.

Tn: ¿Usted... se avergüenza de mí? - dije con los ojos húmedos.

Ace: ¡No! - contestó de inmediato -. No, de verdad que no. Yo no me avergüenzo de ti. Lo que yo siento por ti es real. Cuando te dije que me gustabas, que te quería, que te amaba... no te mentía. Lo que yo hacía contigo por las noches no era echar un polvo ni nada de ese tipo... no. Lo que hacía contigo era hacer el amor. Yo sólo hago el amor con la persona que amo... y esa persona eres tú.

Lo dijo con tanta franqueza, con tanta seriedad, sin dejar de mirarme a los ojos. Yo estaba al borde de las lágrimas.

Tn: Entonces... todos aquellos momentos que hemos pasado juntos, la merienda, el cine...

En ese momento, Ace me soltó una cálida sonrisa.

Ace: Fueron los mejores días de mi vida. De hecho... cuando te me declaraste aquel día e hicimos el amor los dos juntos, fue increíble, lo mejor. Me había hecho... muy feliz.

Escuchando aquellas palabras y mirando sus ojos y su sonrisa... me estaba desarmando por completo. Más lágrimas caían por mi rostro. Intenté hablar, pero por la emoción no me salían las palabras.

Ace: Por si acaso, si no me crees con mis palabras... - sostuvo de nuevo mi rostro entre sus manos y se acercó -... me creerás con mis besos.

Y, sin más, me besó. Al principio tuve los ojos abiertos de la impresión... pero aquel beso era tan dulce y pasional que acabé cerrándolos y rindiéndome ante aquel gesto de cariño y amor.

Mientras me besaba, parecía tener la impresión de que el tiempo y el espacio se pararon. Sólo estábamos nosotros dos. Puse mis manos en sus brazos. Su beso me daba una sensación increíble en todo mi cuerpo, tan cálida y dulce como cuando lo sentía aquellos días en que estuve con él. Se sentía... tan bien.

Paramos de besarnos. Los dos acabamos sonrojados, jadeábamos y nos quedamos mirándonos a los ojos. El corazón me latía con fuerza.

Ace: Te amo... te amo te amo te amo... te amo muchísimo, Tn - susurró cerca de mis labios.

Entonces Ace cogió una de mis manos y la puso en su pecho, donde está su corazón. Pude sentir cómo latía en su interior. Parecía que estuviese a punto de salir disparado. Me sorprendí. Su corazón... latía al mismo ritmo que el mío. Ace me sonrió de forma muy dulce.

Ace: Sólo tú haces esto en mí - susurró de nuevo.

Entonces, en ese momento... le creí. Al final le creí totalmente. Me había demostrado que todo lo que pasó aquella semana, todo lo que pasamos los dos juntos no fue una mentira. No. Fue real, todo fue real, tanto aquellos días como sus sentimientos hacia mí... y los míos hacia él. Estaba tan feliz, tan absolutamente feliz que no podía parar de llorar de alegría y de sonreír.

Ace: Mi amor, no llores más - me dijo dulcemente.

Tn: No, si es que... son lágrimas de alegría - pude responderle -. Yo... yo le quiero. Yo también le amo muchísimo, de verdad. No le miento.

Ace: Lo sé, sé que tú no me mientes y eso me hace feliz - me sonrió de nuevo.

Tn: Entonces... usted me quiere, ¿verdad?

Quería escucharle, decírmelo a la cara. Él volvió a coger mi rostro entre sus manos, sin dejar de mirarme a los ojos.

Ace: Te quiero. Te amo. Te amo muchísimo, Tn - contestó sin ninguna duda.

Aquella respuesta... me hizo más feliz aún. Al final siente lo mismo por mí. Esto es tan increíble. Me quiere. ¡Me quiere!

Tn: Señor Portgas... - solté más lágrimas, puse una mano en mis labios y, sin pensarlo dos veces, me lancé a sus brazos -... ¡Señor Portgas!

Ace me abrazó con fuerza. Sentí que sonreía al igual que yo. Su abrazo era tan cálido, en sus fuertes brazos se sentía tan maravillosamente bien. Dios... lo he echado tanto de menos.

Tn: Le amo... le amo le amo... le amo muchísimo, señor Portgas - le dije con alegría.

Ace dejó de abrazarme y sostuvo entre sus manos mi rostro. Mis ojos quedaron fijos en los suyos, oscuros y penetrantes.

Ace: Por favor... no me trates más de usted. Ya no es necesario que lo hagas. Trátame de tú a tú - volvió a sonreírme -. Llámame por mi nombre.

No paré de mirarle a los ojos hasta que le sonreí de nuevo.

Tn: Está bien... Ace.

Pude ver cómo sonreía ampliamente.

Ace: Dímelo otra vez - me pidió.

Tn: Ace - dije y solté una risa. Él volvió a abrazarme fuerte.

Ace: ¡Sí! ¡Sí! Te quiero muchísimo, preciosa - exclamó todo contento. Yo me reí.

Ace: ¡Ah! Se me olvidaba - dijo de repente y dejando de abrazarme. Vi que sacaba algo del bolsillo de su chaqueta, lo sacó y pude ver que era... el colgante que me regaló aquel día.

Ace: Te dejaste esto allí y... me gustaría que te lo quedaras. Es un regalo mío, ¿sabes? - dijo arqueando una ceja de forma divertida. Me eché a reír otra vez.

Ace: ¿Me dejarás ponértela? - preguntó mostrándome aquel colgante.

Tn: Sí... claro - contesté con una sonrisa. Me di la vuelta y recogí mi cabello mostrándole mi nuca. Sentí el frío metal rozando mi piel mientras me lo ponía. Eché un vistazo. El brillante blanco centelleaba como aquel día. Di la vuelta hasta encontrarme con su mirada.

Ace: Te queda muy bien - dijo. Puso una mano en mi mejilla y la acarició con el pulgar. Yo cerré mis ojos y sonreí, disfrutando de su caricia. Echaba de menos su piel tan cálida. Luego escuché su voz:

Ace: Tn...

Tn: ¿Sí? - abrí mis ojos mirándole. Ace se echó un poco hacia atrás. Hubo un minuto más de silencio.

Ace: Tn... sé que la forma en que intentaba conquistarte no era del todo adecuada. Es la primera vez que me enamoro de alguien y no sabía cómo actuar. Pero ahora... - en ese momento metió su mano dentro de su chaqueta y me miró con una sonrisa -... quiero hacer las cosas bien.

Y de su chaqueta sacó nada más y nada menos que... una preciosa rosa roja. Aspiré emocionada.

Tn: Dios mío Ace...

Ace se acercó más a mí y volvió a mirarme a los ojos. Se mostraba muy tranquilo.

Ace: Yo... estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti. Tú cambiaste mi vida por completo, eras la pieza que me faltaba. Si al final me perdonaras por actuar tan estúpidamente, estaré contento... aunque si te soy sincero, nunca me perdonaré por haber hecho daño a la mujer que amo. Yo... quiero ser el hombre perfecto para ti, quiero hacerte feliz. Así que dime... - me mostró aquella preciosa flor ante mí -... ¿aceptas salir conmigo, preciosa? - y terminó con aquella sonrisa de la que tanto echaba de menos.

Llevé mis manos a la boca de la impresión y me sonrojé mucho. Estaba emocionada. Nunca ningún hombre había hecho todas estas locuras por mí, ni había hecho despertar estos sentimientos y estas emociones. Le miré. Aquel joven es el hombre más guapo, dulce y perfecto que he conocido nunca. Yo... estoy completamente enamorada de Ace, y quiero estar siempre con él.

Cogí la rosa de su mano y la llevé a mi nariz. Huele tan bien...

Tn: Sí - contesté feliz mirándole con una sonrisa -. Acepto... acepto salir contigo.

Ace puso una sonrisa enorme, me abrazó fuerte y me elevó a unos centímetros del suelo. Yo correspondí su abrazo y me reía a un tono elevado, mientras escuchaba su risa también llena de felicidad.

Poco después, me bajó al suelo y ambos volvimos a mirarnos a los ojos. Yo estaba radiante de felicidad al igual que él, y lo sé porque lo estaba viendo. Tenía tal sonrisa de felicidad que no podía parar de mirarlo. Su cabello oscuro, sus ojos, sus pecas y, sobre todo, su sonrisa... nunca me cansaré de verlo, me encanta. Ahí estaba. Sin duda es el hombre de mis sueños.

Entonces, Ace me abrazó por la cintura y yo puse mis manos en su cuello, sin dejar de mirarnos y de sonreír. Ambos acercamos nuestros rostros, llegando casi a rozar la punta de nuestras narices.

Tn: Te amo, Ace.

Ace: Te amo, Tn.

Y dicho esto, al fin, juntamos nuestros labios, dándonos un beso lleno de amor.

Así que esto es amor, ¿eh? Qué sensación tan increíble. La verdad, tengo tanta suerte de haber encontrado un hombre como tú, Ace. Yo también te quiero, y te amo. Te amo con todo mi ser. Y quiero estar contigo siempre. Aunque sea de una forma tan loca, no me arrepiento de haberte conocido. No me importaría estar en tus fuertes y cálidos brazos de por vida. No me importaría estar...

Atada a ti.

* FIN *

Nota final de la autora:

Bueno chicas y fans de este pedazo de personaje y de One Piece, aquí concluye esta bonita historia. Qué forma más curiosa de conquistar a una mujer, ¿no creéis? En fin, espero que os haya gustado y que votéis y recomendéis esta historia. Iré publicando más historias que que os gustarán seguro. Hasta aquí me despido de momento. ¡Hasta otra! ^ ^



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top