Capítulo 15-a
La chica trató de respirar, pero sus pulmones estaban siendo aplastados por una fuerza invisible. Su cuerpo comenzó a adormecerse y la debilidad se apoderó sus piernas, haciéndola perder el equilibrio y volver a caer en su silla. Escuchó la voz de Vergil en la distancia ordenando que el recién llegado se detuviera mas la presión nunca se fue, sólo se intensificó.
Justo cuando su visión se volvió borrosa y comenzó a llenarse de puntos negros, la voz de la reina la salvó.
-Vamos, detente ya -Lilith ordenó a nada en particular-. ¿No ves que estás asustando a la joven Mina? -declaró mientras levitaba un par de costillas a su plato y se llevaba una a sus labios rojos.
La fuerza oscura aplastando los pulmones de la princesa se desvaneció, permitiéndole tomar algunas respiraciones irregulares antes de que pudiera respirar con normalidad otra vez.
-Solo estaba probando las habilidades de nuestra Elegida -Una profunda voz masculina hizo eco en el comedor un momento antes de que ojos heterocromáticos, el izquierdo era negro sin iris, pero el derecho reveló un vívido iris dorado dentro de un mar oscuro, apareció desde dentro de las sombras.
-¡No te atrevas a reclamar algún derecho sobre ella después de que casi la matas! -Vergil gruñó y se puso de pie detrás del asiento de su esposa-. Si alguna vez haces una pendejada como esa otra vez, te destrozaré. ¿Me escuchas, sanguijuela?
-¿Ah, sí? -Un hombre con pálida piel grisácea y enormes alas negras de murciélago apareció de repente al otro lado de la mesa de la cena, mostrando sus colmillos y siseando como un gato.
Mina gritó sorprendida y saltó en su asiento. La repentina aparición del recién llegado la había asustado. El pánico trató de echar raíces, pero a medida que la adrenalina corría por sus venas, una energía cálida la llenó y expulsó el miedo de su cuerpo. Su mente se aclaró, mostrando los posibles resultados si no tomaba el control de la situación.
Ella sintió que su marido demoníaco moverse detrás de ella y tomó su mano con rapidez, deteniendo su avance.
-¡Ustedes dos, deténganse ahora mismo! -ordenó, apretando la mano de Vergil mientras le sostenía la mirada al otro demonio sin vacilar.
-Mina -La voz de su príncipe sonaba un poco molesta.
-Por favor, esposo -Ella levantó la vista hacia sus orbes rojos, rogándole en silencio que se calmara. Te lastimaste mucho esta mañana. ¡Por favor, no comiences otra pelea hoy! Su voz mental fue lo suficientemente fuerte como para que él la oyera.
-Saleh -Él la besó en la frente y le puso las manos sobre los hombros como si fuera una especie de animal marcando su territorio.
-Bien -Lilith forzó una sonrisa y, mirando al extraño, movió la silla a su lado-. Siéntate y cuéntanos qué te trae por aquí, Gaap -Luego miró a su hijo y el chico se sentó junto a la chica humana.
La mente de Mina se detuvo en el momento en que la diabla mencionó el nombre de Gaap. ¿Qué? ¿ÉL es uno de los cuatro reyes del infierno? ¿Aquel que gobierna el sur?
La criatura en cuestión la miró mientras tomaba un sorbo del vino tinto que le había traído una sirvienta.
-Parece que nuestra pequeña Elegida ha reconocido mi nombre -dijo, sonriendo y dejando a su reina sin una respuesta-. Dime... ¿es cierto que eres una erudita?
Sus ojos eran lo suficientemente extraños, pero su estilo elegante-gótico era incluso más extraño. El largo cabello dorado estaba recogido en una coleta alta, mientras una delgada corona plateada descansaba sobre su cabeza y filas de aros del mismo metal adornaban sus orejas puntiagudas.
-¿Por qué continuas llamándome Elegido?"
-Porque...
-¡Porque nada! -gritó Vergil mientras se levantaba. Miró a su nuevo guardaespaldas detrás de ella y gritó otra orden-. Tú ahí, lleva a la princesa a mi habitación y asegúrate de que coma. ¡Ahora!
-What? Noo! -Ella alzó la voz y lo miró-. ¡No me puedes callar y encerrarme como si fuera una niña! ¿Qué es lo que todos ustedes están escondiéndome? ¡Contéstame o te juro por Dios que lo lamentarás, Vergil Larsa!
Él la miró fijamente. Sus ojos estaban dorados cuando gritó la última parte. Ondas de poder divino brotaban de sus manos, poniendo a cada demonio en la habitación en un estado de alerta máxima. Ese tipo de poder podría ser peligroso incluso para los demonios de alto rango como su madre, Gaap o él mismo.
Tragándose el orgullo y la rabia, hizo un gesto a Aaron para que se detuviera y agarró las manos de su esposa.
-Cálmate, paloma -dijo a duras penas, soportando el dolor de sentir su carne siendo quemada lentamente sin hacer ningún ruido.
Su mirada se suavizó por un segundo antes de responder con furia y que el calor inundara sus manos.
-¿Paloma? ¡Deja de tratar de ablandarme! -Pero cuando vio y olió el pequeño rastro de humo que se alzaba de sus manos, abrió los ojos y se apartó de él-. Yo... me retiraré a tu habitación -Agachando la cabeza para que no pudieran ver sus ojos llenos de lágrimas, tomó su comida y se fue acompañada por su nuevo guardaespaldas demoníaco.
Vergil suspiró y miró sus palmas quemadas. Toda la piel se había derretido dejando los músculos completamente visibles. Tomó asiento y esperó hasta que se regeneraron para comenzar a comer el filete en su plato.
-Tienes una brava princesa. Me recuerda a mi Luzbel -le dijo Gaap al príncipe antes de pedir más sangre para llenar su copa y cambiar de tema-. Nunca antes tuve la oportunidad de probar carne humana. ¿Es verdad que es tan deliciosa y tierna como el pecado original?
Captando el doble sentido, Lilith lo interrumpió.
-No te preguntaré por tercera vez, Gaap -Sus ojos se pusieron rojos con brillantes irises amarillos-. Qué. En el infierno. ¿Estás haciendo aquí?
El ambiente dentro de la habitación se volvió serio de repente cuando el gobernador del Infierno del Sur miró a los ojos demoníacos de su gran reina.
-Lu no quería que te dijera, pero creo que es de vital importancia que lo haga porque tú eres quien tiene posesión de la Elegida -Hizo una pausa para tomar otro sorbo de sangre y continuó-. El infierno está sufriendo disturbios civiles, mi señora. La noticia de que tienes al ser humano elegido por el Dios Único se ha extendido como fuego y hay algunos demonios que desean invadir el plano humano tan pronto como tengamos la Llave.
-Pero tenemos que esperar hasta el momento adecuado. Incluso si obtuviéramos la Llave mañana tendríamos que esperar por las señales.
-Lo sé -El gobernador dejó su taza y se recostó en su asiento -. Todo gran demonio perteneciente al círculo íntimo de Lucifer lo sabe, pero las masas...
-Las masas son estúpidas. Ya sean demonios o humanos, las masas siempre son estúpidas -interrumpió Vergil, bebiendo el líquido rojo que Mina pensaba que era vino. Si tan solo ella supiera por qué él le impidió comer algo de la mesa-. ¿Qué podemos hacer?
-Eso es exactamente lo que he venido a discutir.
La vista nocturna desde la parte superior del llamado edificio Empire State era hermosa. No es de extrañar que tantos humanos vengan aquí para tomar fotos. Desde el punto exacto en que se encontraba, se podía ver casi toda la ciudad. Los innumerables rascacielos brillaban en la noche con millones de pequeñas luces, haciéndolo parecer un mar de estrellas sobre la tierra. El vasto río que corría entre los edificios modernos, rompía el bosque de cemento con un poco de naturaleza. Por encima de ellos, el oscuro cielo azul marino vigilaba envidioso con solo unas pocas nubes para adornarlo porque ninguna estrella era lo suficientemente fuerte como para brillar sobre la resplandeciente metrópolis humana.
Un verdadero paraíso en la tierra para algunos y el rincón más oscuro del infierno para otros.
-Benvenuto, hermano -dijo a la presencia que llegó antes de lo esperado a su reunión.
-No me llames así! No nos parecemos en nada -gruñó el recién llegado, enviando una ráfaga de viento contra él que abrió su piel. Se sentía como si docenas de cuchillos lo cortaran al mismo tiempo. Viendo que se regeneraba a sí mismo, su compañero se paró a su lado y miró hacia la ciudad-. Un nuevo gran señor infernal ha cruzado. ¿Estás conciente del peligro que podría traer para la culminación de nuestros planes?
-No te preocupes tanto. Él regresará a casa pronto, sólo espera y verás.
Su compañero resopló, algo que uno podría imaginar impropio para una criatura de su posición, y luego comenzó a interrogarlo de nuevo.
-¿Cómo está la situación en el Infierno?
-Perfecta. La duda y el malestar ya están cubriendo los rangos más bajos, tal vez si tenemos suerte, podrían intentar derrocar a Lucifer.
-Eso nunca sucederá a menos que podamos convencer a uno de sus trece primogénitos de apoyar nuestra causa.
Él se rió y sonrió malvadamente.
-Tengo un plan.
******************
N/A: ¿Qué les pareció el retorno de Gaap al mundo de Los Últimos Días? Mi querido Drácula rubio es uno de los personajes que más disfruto escribir y mi favorito luego de mi amado Vergil. Y para ustedes, ¿quién es su demonio favorito en mi serie?
Para aquellos que no lo conocen, Gaap es el protagonista de Maldición Eterna; relato de cuatro capítulos que comienza mi serie Los Últimos Días. Si quieren conocer más acerca de este governador infernal, busquen su historia en mi perfil.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top