45: Sostener

hmm... — la joven restregó sus ojos un poco y frotó sus manos contra su rostro, tratando de despertar — Ko- detuvo sus palabras, no quería soñar demasiado irrespetuosa y aún estaba confundida acerca de cómo debería dirigirse al contrario — Ui-san. ¿Hace cuanto tiempo está despierto? 

— No más de unos minutos, (T/n) — respondió él contrario, él da un estaba de pie, mirando por la ventana de la oficina —. No quería despertarte, lucías demasiado cansada y últimamente tus ojeras crecieron mucho, sospecho que no duermes lo suficiente.

— Nunca tuve hábitos de sueño muy buenos — murmuró ella un poco avergonzada —. Gracias por ser tan considerado de traerme aquí, realmente no he dormido bien las últimas dos noches.

— Si. La escuadra Suzuya ha tenido demasiado trabajo — declaró él, mientras se acercaba nuevamente hasta donde estaba la joven —. Sin embargo, luces un poco enferma desde hace algunos meses, ¿Te estuviste cuidando?

— Las cosas se complicaron mucho y, bueno... — la menor desvío la mirada, un poco culpable y dudosa. El azabache tomó asiento al lado suyo y con delicadeza tomó el rostro de su antigua subordinada entre sus manos.

Luces pálida, tus mejillas son menos notorias... — comenzó a enumerar mientras revisaba con atención a la fémina, la cual estaba demasiado confundida y avergonzada —. Tu clavícula se nota mucho, parece que adelgazaste.

— No adelgazé — aclaró ella, alejándose un poco del tacto del contrario. —. Creo que... estoy igual que siempre.

— (T/n) — llamó el contrario —. Eres bella sin importar qué. Pero... realmente me preocupa tu estado físico, sobretodo ahora. No quisiera que termines colapsando en medio del campo de batalla.

Ui-san, estaré bien respondió ella— adoptaré mejores hábitos cuando todo termine y descansaré como se debe. Hoy mismo planeo ir un rato a mi departamento para relajarme un poco y salir de la central por fin.

Esta bien comentó el joven, con algo de tranquilidad, tras lanzar un pequeño suspiro —. Por cierto, puedes llamarme por mi nombre. Claro, si eso no te incomoda.

Si, Koori afirmó ella, con algo de timidez —. Y bueno... ¿Cómo es que tenías la llave de la oficina del director en jefe?

Ah, eso. Bueno, pues era su mano derecha y de alguna manera conseguí una copia habló, mientras sus ojos recorrían el lugar con la mirada —. Nadie a venido por aquí desde que apareció el dragón.

Ya veo dijo mientras jugaba un poco con sus manos. El ambiente era incómodo para ambos, los silencios ocasionales no hacían más que ponerlos nerviosos.

Y... ¿Te incomodó tener que dormir aquí? Preguntó él, tratando de romper un poco el hielo.

Es mucho mejor que dormir en la enfermería. Hacía frío ahí aseguró la fémina mientras rascaba su cien con algo de ansiedad —. Hum... aquí es cálido y la alfombra es suave. comentó, tratando de contener sus sentimientos un poco. Ella sabía que había descansado con tranquilidad gracias a que Koori había dormido a su lado, pero sabía que no podía decirle.

Me... me alegro murmuró el mayor, asintiendo con la cabeza con algo de  vacilación.

Para Koori, (T/n) aún era un libro por descubrir. Ya la conocía desde hace cuatro años, sin embargo, aún habían facetas suyas las cuales desconocía y le resultaban hasta cierto punto fascinantes. Sin embargo, esa fascinación contrastaba enormemente con la misma timidez que ambos tenían para mostrarse con total libertad al otro. Aún habían muchas cosas por trabajar, pero estaban dispuestos a tomar ese camino.

Koori... creo que ya debería irme y regresar con mi escuadrón expresó (T/n), procediendo a levantarse de aquella pocision y colocarse la gabardina negra . Nos... ¿Nos podemos ver después?

Si. Haz lo que debas hacer, nos veremos luego rechistó del contrario, mientras trataba de analizar sus palabras.

¿Puedo darte un abrazo antes de irme? consultó ella, con algo de duda. Koori se acercó y la rodeó por los hombros de manera bastante cariñosa.

(T/n) parecía una persona seria ,y hasta cierto punto fría; a simple vista. Pero ella realmente llegaba a ser muy cálida y tierna con las personas cuando tomaba la debida confianza. Para el joven, esa manera de ser tan reconfortante le provocaba una enorme tranquilidad y hacia que su corazón latiera con fuerza.

Ella era muy diferente a Hairu en bastantes aspectos. Pero él ya lo había llegado a entender bastante bien. El amor que le tenía a Hairu era distinto, más bien enfermizo. Como si quisiera encerrarla en una caja de cristal en ocasiones. Por su parte, estaba seguro de que lo que sentía por (T/n) era algo mucho más puro.

No era sólo un deseo de protegerla y mantenerla con él. Deseaba caminar con ella, deseaba ver sus alas desplegarse y contemplar sus sonrisas. Amaba la calidez que ella entregaba y quería continuar despertando al lado suyo, tal y como lo había hecho ese día.

No es necesario que vuelvas a pedirlo, puedes hacerlo Una pequeña sonrisa se formó en los labios de la investigadora, la cual rodeó su torso con sus brazos y lo sujetó con cariño, hundiendo su rostro en el arco de su cuello. Estaba feliz de sentir aquella cercanía.

Después de todo lo que había ocurrido, aquel simple abrazo le había colmado de una dicha indescriptible. Lo amaba y simplemente no podía contener su felicidad.

Gracias, Koori.

(...)

Los amigos no te obligan a hacer cosas que no quieres. Eso era lo que (T/n) pensaba, pero al parecer Keijin no compartía del todo su opinión. Y era justo por esa razón que ella ahora se dirigía ver a su antiguo amigo, Sasaki Haise.

Hola saludó a una pequeña pelizaul, la cual se encontraba junto a la puerta de la habitación. Habitación donde, se sabía, el cuerpo del rey de un ojo descansaba.

Hola respondió Yonebayashi, cabizbaja, ante la investigadora de una altura considerablemente más grande. La joven se situó justo al lad9 suyo, incomoda y con algo de ansiedad por el silencio.

Ustedes dos... la mirada de las jóvenes se dirigió hacia la mujer de cabellos rubios que las había llamado. Akira Mado, la cual estaba acompañada (Si ella no se equivocaba) de Amon Kotarõ ¿Vendrán también?

Ah, si respondió la (t/c/d/p) en voz baja. Ambas siguieron a los dos recién llegados, los cuales se habían encargado de abrir la gran puerta de metal.

¿Molestamos? Preguntó Akira, llamando la atención de algunos de los presentes.

No respondió Touka con la voz apagada . Pasen Todo el lugar estaba en silencio y el aura de tristeza e incertidumbre podía sentirse. Saiko tomó asiento en una de las bancas y apoyó su cabeza contra el regazo de Kaneki.

Saiko también quiere estar a tu lado, Maman.

La joven tenía la mirada justo en el albino. Suspiró con la voz demasiado baja, impotente por toda la situación. Sentía demasiada culpa, aunque realmente no era responsable de nada de lo ocurrido, sabía que extrañaba demasiado a su amigo y debió al menos intentar volver a hablar con él después de la operación Rose.

Haise era su amigo. Y a pesar de eso, él la había dejado como si nada. Pero a ella si le afectó perder su amistad, justo en un momento tan difícil.

Los minutos transcurrieron lentamente. Ella sujetaba sus ropa con fuerza, tratando de mantener la tranquilidad. Pensando que no era digna al menos de llorar por él y que no merecía la pena.

Sin embargo un pequeño rechinar captó su atención. El rey de un ojo se había levantado, casi sin problema alguno. Sus ojos expresaban una sorpresa y confusión enorme.

Touka... sus ojos se llenaron de lágrimas Todos...


(...)

Al final, ¿Qué va a ser de los ghouls? Habló Kuramoto con los brazos cruzados trás la cabeza. Delante suyo, Hirako, Koori y Yusa caminaban como si nada.

" Que será de ellos" ¿Dices?... Preguntó Ui, volteando a verlo.

Bueno... gracias a su cooperación detuvimos a ese monstruo gigante, ¿Cierto? Refirió el investigador ... pero no es como si pudiéramos llegar y decir, "Vamos a trabajar juntos desde ahora"... Mencionó. Su mirada se dirigió ahora hacia su antiguo superior y pasó a interrogarlo ¿Que piensa usted, ex CCG Hirako Take?

Oh, la ironía murmuró Koori.

La coexistencia y la confrontación son asuntos triviales... respondió él.

¿Eh...? interrumpió Kuramoto, sin embargo el contrario continuo hablando sin darle importancia.

Arima decía que una brutal conmoción vendrá cuando la rivalidad entre humanos y ghouls sea sobrepasada explicó mientras continuaba caminando.

¿Y será ese monstruo esa conmoción brutal? Preguntó nuevamente el de ojos entreabiertos.

No... informó . Yo tambien pensé eso cuando vi esa cosa, pero lo que le preocupaba a Arima era una situación distinta.

"Situación..." repitió el investigador, con una pequeña sonrisa . Take, tan importante era ese asunto que dejaste una carta de renuncia...

No seas rencoroso, Itou comentó Koori, para luego susurrar . Sé como te sientes...

Arima dijo eso enunció Hirako otra vez, sin darle mucha importancia a los anteriores comentarios . Todos los humanos serán convertidos en ghoul.

(...)

"No puedo evitar estar equivocado en la oscuridad.
Porque estoy abrumado en esta guerra de corazones"

(...)

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