Suspiré. Otra vez no tuvimos progresos en la busqueda y a este paso no seríamos capaces de encontrar el núcleo del dragón.

— Regresemos, chicos — habló Suzuya. Todos los de la escuadra afirmamos con un sonoro "si" y nos encaminamos en dirección a la central. Sin embargo, los intercomunucadores hablaron repentinamente, dándonos un poco de esperanza con un simple anuncio.

— El dragón ha entrado a su fase de colapso — fueron esas palabras. El silencio en el lugar se escuchó por unos minutos, pero cuando me di la vuelta y comencé a analizar el lugar, pude verlo.

El equipo Quinx junto con una ghoul aparecieron en grupo. Urie Kuki, su capitán, cargaba un cuerpo cubierto con una manta. Se trataba de Haise Sasaki, habían recuperado su cuerpo del dragón.

(...)

—¿Irás a verlo? — Preguntó Keijin mientras me miraba fijamente.

— ¿A quien? — respondí, un poco confundida por la pregunta. Él me miró con algo de hastío —. Enserio, ¿De quién hablas?

— Sasaki — contestó él. Tragué saliva sólo de pensarlo y apreté más las vendas que cubrían mi antebrazo izquierdo.

— No. No tengo nada que hablar con él. Es un traídor y me dejó, eso es todo — finalizé, lanzando un suspiro.

Me recliné en la silla. Era de noche y realmente estaba cansada, sólo quería pegar los ojos toda la noche y levantarme lo más tarde posible. Pero aún tenía un par de cosas por hacer antes de dormir.

Además no estaba segura de que pudiera dormir con toda comodidad. Ya que no estaba en mi casa y el ambiente de la enfermería no era del todo acogedor. Además, estaba acompañada por "el señor inquisidor". Y para empeorar las cosas, estaba sumamente preocupada por saber que había sido de Amai y mi familia después de la evacuación, ya que apenas tenía tiempo de llamarlos.

— ¿Y que hay del clase especial Ui?

— ¡¿Qué clase de preguntas son esas, Nakarai?! — exclamé mientras tomaba mis cabellos y los jalaba un poco, estresada por toda esta situación y con ganas de dormir como nunca antes las había tenido.

— ¿Hablaste con él? — indagó. Suspiré con resignación, sabiendo que el interrogatorio no terminaría sólo por mis quejas. No sabía exactamente como Keijin se había llegado a interesar tanto en tonterías como mis problemas, pero lo había hecho.

— Si. Hablé con él — respondí tratando de no verme muy demostrativa. Tenía ganas de saltar por la emoción sólo de pensar en la propuesta de Koori y realmente no quería parecer una niña a ojos de mi compañero y superior.

— Quedaron en buenos términos, imagino. Deberías agradecer que se tomó la molestia de venir y tocar la puerta frente a todo el escuadrón — comentó. Mi breve y silenciosa sensación de euforia se reemplazó con facilidad por desagrado y un poco de pena tras oir esas palabras —. Alguien de ese rango haciendo eso, y sobretodo tratándose del clase especial Ui...

— Tenía ganas de contarte todo, pero realmente lo arruinaste, Nakarai — interrumpí. El rubio me miró con algo de sorpresa, ya que interrumpirlo no era algo que yo haría usualmente —. Ah... me siento mal, todo fue innecesario. Él incluso pudo llamarme y sólo decírmelo por teléfono en lugar de venir frente a todo el escuadrón Suzuya. No me siento honrada, me siento culpable.

— Bueno, tampoco es la gran cosa — observé a mi compañero con una mirada rabiosa, pero él realmente no le tomó importancia —. Y ahora insistiré, ¿Quedaste en buenos términos con él?

— Nos vamos a casar, ¿Contento? Luego de eso lo envenenaré y me quedaré con su fortuna o algo así. Ahora sólo déjame dormir — murmuré con sarcasmo mientras me recostaba sobre una de las camillas. Me hallaba notablemente cansada y ahora sólo quería dormir para no pensar más en todo el asunto de Haise y el dragón. Literalmente nos hallabamos en medio de una guerra y mi mente y cuerpo estaban sumamente agotados.

— Entonces... están saliendo — habló él con la voz apagada. No sabía que responderle y aún debía hallar una buena coartada, ya que no quería confesar lo que había ocurrido en la azotea. Era mi secreto y no deseaba que alguien dijera algo a espaldas mías o de Koori.

— Mañana — susurré mientras le daba la espalda para no tener que mirarlo —. Mañana contestaré y te contaré con detalle. Sólo hazte la idea de que no estamos saliendo, nada más.

— Descansa, Koizumi — lo escuché decir antes de salir por la puerta. Cerré los ojos tratando de conciliar el sueño, a sabiendas de que él regresaría en algunos minutos y probablemente volvería acompañado del resto del escuadrón.

Sólo me habían dejado retirarme unos minutos antes por que había sufrido un pequeño accidente en el antebrazo. Sin embargo, los científicos de la CCG nos habían advertido que ninguna herida abierta debía entrar en contacto con el dragón para evitar problemas, así que me enviaron a la enfermería y pusieron a Keijin para que me vigilara.

Logré conciliar el sueño unos segundos después de que mis párpados se hubieran caido. Soñaba incoherencias y babeaba la almohada con cansancio, disfrutando totalmente de la situación y agradeciendo que Suzuya me hubiera dejado ir a dormir más temprano.

Todo fue perfecto hasta que sentí uno de mis bolsillos vibrar, seguido de una pequeña pieza de música, la cual me despertó.

— ¿Quién es? — dije conteniendome de gritarle a la persona que estaba al teléfono. Habían interrumpido mi hermoso sueño y ahora mi pocision había cambiado, lo cual me produjo un repentino frío. Hallar la pocision para calentarme con una manta tan delgada como la que tenia, y peor aún, en un clima tan gelido... había sido un logro.

— (T/n), soy yo — habló la voz. Aún somnolienta y con ganas de colgar, me golpee la cabeza con intenciones de despertar totalmente.

— Nombre — respondí fastidiada mientras volvía a recostarme y trataba de acomodarme de la mejor manera posible para evitar el frío. Abracé mis piernas mientras temblaba y escuchaba la respuesta.

— Koori Ui — aclaró la voz al otro lado de la linea. Escuchar ese nombre me saco del trance en el que me hallaba, y al parecer ahora estaba totalmente despierta. Me encontraba totalmente avergonzada por no reconocer su voz y hablar como alguien fuera de sí por culpa del sueño.

— A-ah. Lo siento mucho, es que tenía mucho sueño y no te reconocí — expliqué llena de vergüenza por mi actuar. Pensé por un momento que Koori colgaria, incluso que estaria molesto —. Lo siento muchísimo...

— Koizumi, no te preocupes. Tan sólo llamaba para saber si ahora mismo estabas libre y por lo visto si lo estás — contestó. Sentí una agradable sensación en mi pecho gracias a que me había respondido con paciencia y amabilidad, y debo admitir que también estaba un poco emocionada de verlo a pesar de mi cansancio. —. Podríamos vernos en la azotea si quieres...

— Pero hace mucho frío — Murmuré de forma casi inconsciente. Escuche una muy pequeña y breve risa a través del teléfono. No pude evitar sonreír.

— ¿Qué tal en la cafetería? — propuso. Me levanté lentamente de la cama y me puse los zapatos nuevamente, arreglando todo lo posible mi atuendo.

—... Esta bien.

— De acuerdo. Te veré allá en 10 minutos — dijo antes de colgar. Le sonreí a mi teléfono cual adolescente enamorada. Me dediqué un tiempo a acomodar a mi gabardina y darle unos retoques a mi aspecto para no verme tan desaliñada y salí de la habitación algunos minutos después.

Esperaba que los demás no se preocuparan por mi ya que no les mencioné nada, y aunque de todas maneras no le debía explicaciones a nadie, no quería que preguntaran a alguien acerca de mi paradero o salieran a buscarme. Admitía que estaba actuando de manera impulsiva y tenía un poco de miedo por la reprimenda que me podrían dar. Pero quería hacerlo, y de todas formas, era mejor que alguien más ocupara la camilla por esa noche y no durmiera en el sofá.

Camine con timidez a través de los pasillos, mirando para todos lados, un poco temerosa de que alguien de la escuadra pudiera verme. Sin embargo, logré llegar al lugar designado sin muchos percances.

Miré hacia todos lados, él no estaba en ninguna parte y evidentemente toda la cafetería estaba vacía. Suspiré con algo de confusión y decepción, quizás Koori había tenido algún percance y por eso no estaba allí.

— Koizumi — habló una voz masculina a mis espaldas mientras posaba una de sus manos sobre mí hombro. Di un pequeño salto en mi lugar y me gire para ver de quien se trataba. Y, efectivamente, Yo estaba ahí.

— Por un momento pensé que no vendría — murmuré mientras reía nerviosamente. Él sonrió un poco y luego inclinó un poco la cabeza.

— ¿Porque no lo haría? Fui yo quien te cito aquí, ¿No? — respondió —. Aunque debo admitir que yo si tenía mis dudas acerca de si podrías venir. Digo, tu escuadrón...

— Ellos no dijeron nada. Realmente no les importó demasiado — comenté, tratando de aliviar el ambiente. — Por cierto... este lugar es demasiado frío, ¿No le parece? Además... esta vacío — comenté sin meditar mucho mis palabras.

— ¿Porque lo mencionas? — interrogó Koori con una sonrisa ladina. Evalúe mis palabras nuevamente, dándome cuenta de que la oración antes dicha podía tomarse con un doble sentido.

— Hace mucho frío y que el lugar este vacío no ayuda. Digo, si hubieran más personas estaría más cálido — susurré nerviosa —... Digo, ya sabe, por el calor que emite el cuerpo humano... — murmuré con algo de descuido. Sin embargo me dí cuenta de que nuevamente mis palabras podrían tomarse a mal, y la cara de confusión y sorpresa de Koori no ayudaban en absoluto.

— (T/n), no me digas que tratas de decir algo más — indagó él, avergonzado y con la mirada desviada.

— ¿Decir que? Yo sólo describía la temperatura, ¿Sabe? Es que yo siento frío con mucha facilidad y el clima últimamente a bajado. Incluso las lluvias aumentaron... Pero bueno, mejor cambiemos de tema — Sugerí, mientras metía las manos en los bolsillos, buscando calentarlas. Estaba un poco frustrada por la situación.

— Entiendo — indicó. Me acerqué a él un poco y me coloqué a su lado. Él pasó su brazo en el arco que el mío formaba y metió su mano en su bolsillo al igual que yo. Nuestros brazos en esa posición parecían la unión de los eslabones de una cadena.

— Este lugar siempre fue muy lindo. Ahora que lo pienso es uno de los lugares con mejor vista del edificio — declaré, usando mi mano libre para señalar una de las enormes ventanas.

— Ya lo creo. Realmente no me había puesto a pensar en eso antes — ambos nos acercamos hacia una de las tantas ventanas y aún estando al lado del otro, contemplamos el paisaje que ofrecía —. La ciudad... esta en ruinas.

— Tokyo es un lugar hermoso a pesar de todo. Estoy segura de que cuando esto termine, la ciudad será reconstruida con una gran velocidad — señalé. Un bostezo se escapó de mis labios después de dichas palabras — ¿Qué es lo que piensas tu?..

— Pienso que estas agotada (T/n) — aclaró él. Asentí un poco avergonzada, justo antes de comenzar a cabecear.

— Lo estoy. Quiero dormir pero hace frío — repetí la misma frase. Koori se acercó a mi y me rodeó con sus brazos, depositando un beso en mi coronilla. Percibí el olor de su abrigo, impregnado del humo de tabaco de sus cigarrillos. Me recosté sobre su hombro y rodee su torso con mis manos, sintiendo su calidez —. Ah... No quiero ir con el escuadrón.

— ¿No tengo elección? — Preguntó él. No respondí, mis ojos pesaban y me costaba abrirlos tras cada parpadeo—. No te duermas, por favor.

— Eres cálido. Tu abrigo huele muy bien — afirmé mientras sentía mi cuerpo relajarse lentamente.

— Joder... — lo escuché susurrar. Sin embargo, me soltó de un momento a otro y me dio la espalda. Lancé un quejido de frustración, pero traté de contenerme, hasta que sentí como sus brazos levantaban los míos y hacían que rodearan sus hombros —. Sujetate bien, (T/n)...

— Si, por favor — suspiré mientras sentía como él tomaba mis muslos y los pocisionaba a los costados de su cadera. Su cuerpo estaba tenso, sobretodo su espalda, sin embargo no dudó mucho en llevarme a cuestas y emprendimos el paso — Koori — susurré en su oído. Por un momento, su agarre su aflojó y pensé que me dejaría caer al suelo.

— (T/n).

— Dime.

— Yo... — su agarre nuevamente se apretó, sin embargo esta vez un pequeño pellizco me saco del trance. Él ni terminaría su oración seguramente — Yo te...

— Yo si te amo, por si las dudas — interrumpí, jugueteando un poco con su cabello y sintiendo la calidez de su cuerpo, agradecida por qué ya no tenía tanto frío ahora. Y creo que eso era lo único que le importaba a mi mente, ya que segundos después caí profundamente dormida.

Desperté lo que yo sentí como unos minutos después gracias a una pacífica respiración. Abrí los ojos, dándome cuenta de que ya había pasado mucho más de una hora. Quizás mis compañeros estuvieran molestos o preocupados porque no había llegado.

Además, los últimos días habían sido difíciles para todos. Él frío no era lo único malo, también teníamos un problema con el aseo y la privacidad de cada uno de nosotros. No nos alimentabamos de "Lo mejor", pero al menos la comida no era desagradable y las máquinas expendedoras hacían todo más llevadero. No. Definitivamente habían sido días difíciles y dolorosos.

Pero ver a Koori, dormido justo al lado mío sobre la cálida alfombra de aquella acogedora oficina, cubiertos ambos por su abrigo y un par de mantas y con la cabeza apoyada en los cojines... era una sensación íntima e indescriptible.

Su cabello cubría parte de su rostro a su vez que él lanzaba algunos ronquidos ocasionales. Se veía demasiado tierno, así que no pude evitar abrazarlo y sentir la calidez que ese dichoso cuerpo tenía. Sonreí casi inconsciente antes de caer dormida nuevamente.

(...)

" Una belleza que siempre he echado de menos,
delante de estos ojos.
¿Cuál es la verdad?
Es algo que ya no puedo decir."
(...)

──────────✿◦•

Actualizar a las 11.30 pm en lugar de irme a dormir es mi pasión ;)

La protagonista refleja los deseos de la autora por ir a dormir mientras escribía este capítulo, ¿Demasiado obvio? Estoy segura de que he hecho cosas peores por aquí.

Bueno, espero que el capítulo de hoy les haya gustado. Tardé casi tres noche en hacerlo, y apenas lo he terminado. Lamento demasiado la demora.

Por cierto, ya estamos en los capítulos finales como mencioné antes. Así que muchas gracias por todo el apoyo que me dieron, prometo tratar de actualizar más seguido para terminar con este libro :') 💖

Bueno. Hasta la próxima! Les mando un abrazo!! ✨