3: piezas
[hace cinco años]
"Hechar un vistazo hacia el pasado. ¿Recuerdas aún como fuiste incluida en este enredo?..."
(...)
- ¡No, ya basta! - Exclamó la joven de cabellos (t/c/d/p) a través de su dispositivo movil. - Ushiro...¡estamos juntos hace tres años! No hagas esto...
El sonido del teléfono siendo colgado por la otra línea fue el detonante para hacerla estallar en llanto. Los sollozos comenzaban a abordar el silencio de aquel oscuro callejón, en el que había entrado en busca de más "privacidad". Se sentía rota de alguna manera.
- Vete al infierno ... - Articuló aún con la voz quebrada, cubriendo su rostro con las palmas de sus manos.
- Vaya... ¿Porque llora la señorita? - Una voz masculina y bastante profunda la alertó. La joven volteo la mirada, para encontrarse con un hombre alto y de apariencia intimidante. A traves de sus ojos se asomaba aquel color rojo sumamente aterrador.
- ¿Que...? - Pregunto en voz alta. Sus piernas no respondían al llamado de su cerebro, se había quedado inmóvil debido al terror que sentía en ese momento. (t/n) Sabía a la perfección de que criatura se trataba, debido a que la había estudiado más de una vez en la academia de la CCG, a la cual asistía.
- Bonita... - Habló nuevamente, la joven sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sus instintos de supervivencia se hicieron presentes, obligándola a retroceder un par de pasos, para seguidamente emprender la veloz huida. - No tan rápido... ¿Que no vez que apenas comenzamos?
Miedo, ese sería el término correcto para describir lo que la había invadido.
La menor estaba perfectamente consciente de que estaba totalmente indefensa y sin alguna oportunidad en contra suya. Aquella angustia aumento en gran medida al ver como un objeto fluorescente comenzaba a brotar de la espalda de aquel individuo.
- ¡No! ¡Sueltame, ghoul de mierda! - Exclamó horrorizada al sentir como sus manos eran aprisionadas por las contrarias.
- ¡Callate de una vez! - Aquel monstruo la tomó del cuello y levanto del suelo, para rápidamente estrellarla contra la pared, provocando que escupiera algo de sangre al sentir sus órganos internos ser maltratados de tal manera. - Es peor si te quejas, ¿lo sabes? - Preguntó, suavizando un poco el tono de su voz. Una sonrisa se formó a través de su máscara, revelando sus oscuras intenciones.
- Por favor... - suplicaba con debilidad mientras el aire en sus pulmones comenzaba a terminarse. Tomaba las muñecas de su agresor y trataba de retirarlas sin tener éxito alguno.
- No. Entiendelo, este es el orden de las cosas. Nosotros somos superiores a ustedes en todos los sentidos. - aclaró con burla y frialdad en su habla. Tomó a la chica de sus (t/c/d/p) cabellos, arrojándola con fuerza a varios metros de distancia. La joven soltó un quejido al sentir su cuerpo impactar contra el pavimento. - Soy superior a ti, es por eso que merezco tomarme ciertas libertades ¿verdad?
(T/n) temblaba aún a causa del temor. Con algo de dificultad comenzaba a arrastrarse y esforzarse de sobremanera para escapar de la vista de aquel horrible ser.
Uno de los pies del hombre se pocisionó sobre su cabeza con brusquedad, luego soltó un gruñido por el disgusto. La pateó con fuerza nuevamente, haciéndola chocar con algunos contenedores, produciendo un estruendoso ruido. La cabeza de la menor comenzó a doler, nublado su vista y volviendo borrosa por segundos.
- ¡No! ¡No! - Volvía a quejarse al sentir como este se pocisionando encima suyo y comenzaba a destrozar su ropa. Trataba de forcejear y luchar al menos, al pensar que esos seríanserían sus últimos momentos de vida. -¡Ayuda! - Grito finalmente con todas las fuerzas que le quedaban en su cuerpo. Recibió un brutal golpe en la mejilla en respuesta.
- ¡Te dije que te call-...! - Aquella horrible voz fue interrumpida repentinamente. La sangre brotó a través del pecho de aquel ghoul, manchando las ropas de la chica con aquel líquido carmesí.
- ¡¿Te encuentras bien?! - Una figura humana se alzó frente a ella. La voz de aquella persona le brindó tranquilidad momentáneamente, aquel investigador de cabellos oscuros se agachó a su altura, retirando el cuerpo sin vida de aquel ser y ayudando a levantarse a la joven.
Los sollozos se presentaron nuevamente y las lágrimas brotaron de aquellos hermosos ojos (t/c/d/o). Quizás por el persistente miedo, quizás por la sorpresa, quizás por el alivio de saber que su vida estaba a salvo.
(...)
- Si, al parecer atacó a la víctima y trato de abusar sexualmente de ella. - Comunicó un hombre de cabellos castaños a su superior.
(T/n) se encontraba en un rincón de aquel oscuro lugar. Temblaba aún por la ansiedad y sujetaba con cada vez más fuerza aquella manta que le habían entregado. Aquellas perladas gotas comenzaban ya a secarse y desaparecer poco a poco.
- ¿Te encuentras mejor? - Aquel joven se acercó a ella con una amable voz, pocisionandose a su altura y sujetando su hombro cuidadosamente, en un intento por calmarla un poco.
- Si - Afirmó en un susurro bastante bajo y casi imperceptible, sin embargo fue escuchado por el contrario.
- Entiendo. - Respondió aún con aquella apacible voz. Se comportaba de una manera bastante atenta e inclusive dulce, inspirando cierta confianza en ella. - Mi nombre es Koori Ui, soy investigador ghoul. ¿Como te llamas?
- (t/n)... - Murmuró. - Koizumi.
- Ya veo. - Articuló de manera comprensiva. Un breve silencio se formo, siendo interrumpido después de unos segundos.- Lamento tener que preguntar esto, señorita Koizumi, pero necesito completar algunos datos. - Koori soltó un pequeño suspiro con algo de timidez. - ¿Que hacía en este lugar precisamente a esta hora?.
La menor tuvo que acallar un sollozo nuevamente ante lo que acababa de recordar. Se sentía ya lo suficientemente destruida por dentro.
- Mi novio... Mi novio término conmigo y me dejo sola. No tenía manera regresar a casa. - Musitó con dolor en su entonación.
El mayor la observó fijamente. Entendía de alguna manera lo que aquella fémina sentía, apenas era una adolescente y él había concluido esa etapa hace apenas unos años. En ese momento, aquel investigador era bastante tímido e inseguro de si mismo, quizás por esa razón sentía aquella empatía hacia ella.
- Pues entonces él fue un idiota.- habló rápidamente y sin medir sus propias palabras. Después de analizar detenidamente lo que había dicho, se sonrojó un poco tras afirmar esto. Sin embargo, en lugar de ofenderse, la joven soltó una pequeña carcajada.
De alguna manera ese peso en su corazón se había alivianado ligeramente.
- Gracias, señor Ui - concluyó con una pequeña dulzura en su voz, provocando un sonrojo en el azabache.
/Sentí que no podía respirar en ese momento.
Después de aquella experiencia, continúe en la academia del CCG y conclui mis estudios. Recuerdo haberme esforzado de todas las maneras posibles solo para destacar. Al final lo logré, pero ahora que lo pienso, aquello solo fue un éxito vacío.
Siempre sentí una gran admiración hacia aquel investigador. Koori Ui se convirtió en una figura a seguir para mi. Sin embargo, cuando me convertí en su subordinada, todo terminó por volverse un problema.
Traté de creer que aquel sentimiento no era más que admiración y gratitud. Pero me termine enamorando de manera pérdida. Quizás yo aún tenía aquel pensamiento tan inmaduro de una adolescente.
¿Quién lo diría? Aquel cuento del príncipe azul que rescataba a una damicela de un horrible monstruo, solo era un cuento. Aquellas vanas fantasías no eran más que eso, tonterías que sólo sirven para ilusionar a las personas credulas.
¿Yo era uno de ellos?
No.
¿Entonces porque duele tanto?/
(...)
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