26: vacio
Suspiré apenas terminé de cerrar la puerta de mi departamento y dejé la bolsa de compras y las llaves sobre una pequeña mesa que yacía al lado de esta. Me apoyé encima de la dura madera mientras sentía mi cabeza vibrando con algo de dolor.
— ¡Agh! — bufé con frustración mientras tomaba un mechón de cabello y trataba de acomodadarlo nuevamente en su lugar. Mi estado de humor era particularmente terrible , y eso sin tomar en cuenta que casi salí escapando del departamento de mi superior apenas abrí los ojos. Me estaba muriendo de la vergüenza.
¡Maldita sea! ¿Por qué no podía dejar de cuestionarme mis acciones? ... Si tan sólo las cosas habrían ocurrido de manera diferente , ahora mismo no me sentiría tan decepcionada de mi misma. Mis pensamientos me estaban abrumando , y cada vez más , esos recuerdos de momentos horribles se aferraban a mi mente.
En ese momento sentí un fuerte golpe dentro de mi estómago , lo cual sumándose al dolor de cabeza , resultó ser una situación de lo más horrible. Me prometí a mi misma que no volvería a tomar uno de esos anticonceptivos otra vez en lo que restaba de mi vida. Cuando el dolor se detuvo un poco , caminé a lo largo de la sala hasta llegar al pequeño pasillo que no superaba los dos metros , para finalmente abrir la puerta de mi habitación. Sin la presencia de Amai , la casa se sentía vacía y silenciosa. Por mi parte , me parecía estar ahogandome dentro de aquel silencio.
No quedaba de otra, así que conecté algo de música en un pequeño parlante que guardaba dentro de un cajón que ni siquiera abría regularmente. Pero ni con aquellas notas y voces armoniosa lograba calmar aquella molestia. ¿Cuándo fue la última vez que me sentí tan sola?.
Despues de un rato me fui a mi habitacion para desvestirme y meterme dentro de la ducha. Quizás él agua temporada me ayudaría a calmarme, pero no. Al parecer nada iba a funcionar por ese día. Mientras las gotas de lluvia caían por mi cuerpo , pensaba alguna manera de liberarme del peso que traía encima. ¿Apenas me había dado cuenta de que ya no me quedaba ningún amigo? Haise y Hairu se habían ido ya hace bastante tiempo de mi vida.
Quería ayudar a Koori , quería que el dejara de estar solo . Queria que la tristeza y la soledad no lo consumieron más. Pero estaba tan concentrada en eso que ni siquiera me percaté de mi propia soledad.
No daba crédito a nada de lo ocurrido. Por un momento creí que él me detendría antes de que me marchara de su departamento , pero no fue así. Lo único que hizo fue preguntarme si necesitaba un taxi. En verdad...
¿Que es lo que esperaba alguien como yo? ¿Se suponía que sus palabras significaban algo? ¿Al menos yo le había llegado a importar un poco?. Necesitaba hablar con él , necesitaba aclararlo todo. Pero...¡me sentía tan asustada! ¡Me asustaban esos problemas tan estúpidos! ¡¿Qué acaso yo era una adolescente?! Ese comportamiento era digno de una persona inmadura... ¿Cuándo había terminado de esa manera?
Me agaché , poniéndome de cuclillas y abrazando mis rodillas desnudas mientras unas pequeñas lágrimas se deslizaban por mis mejillas y se perdían junto al agua tibia que cubría mi cuerpo. Me sentía extremadamente vulnerable y débil. Tenía que hacer algo al respecto , ya no podía ceder y darle prioridad a aquellos sentimientos, tenía que ser fuerte mentalmente.
Estaba decidida a hablar con Koori. Tenía que hacerlo tarde o temprano , y mientras más pronto se aclarase las dudas todo sería mejor. Ya no podia seguir atascada en una espiral de sentimientos encontrados y volver a caer. Me odiaba por ser tan débil , las prioridades existían en un trabajo como el mío , no debía perder más tiempo.
Salí de la ducha con algo más de tranquilidad , consciente de lo que decía hacer a partir de ahora. Me vestí con la ropa más cómoda que encontré y desenredé mi cabello aún húmedo , tomé una mochila pequeña y guardé algunas cosas lo más rápido que pude y salí velozmente, disponiendome a no perder más tiempo y encaminarme a la casa de mis padres para recoger a Amai. Ella seguramente me había extrañado , ya que me había ausentado aproximadamente un día de manera repentina y apenas la había dejado ahí con una bolsa de comida. Me sentía bastante mal por ser una dueña tan irresponsable.
Subí dentro de un taxi para llegar lo mas antes posible. Sólo miraba la ventana , segura de que en algunos minutos me encontraria en aquel lugar. Repentinamente mi teléfono comenzó a vibrar en uno de mis bolsillos. Lo tomé entre mis manos y no dudé mucho tiempo en contestar.
— ¿Primera clase Koizumi? — habló la otra persona desde la otra línea.
— Nakarai. — respondí con tranquilidad. Volví la vista hacia la ventana para ver el sitio en el que me encontraba y calcular el tiempo en el que tendría que bajar. — ¿Ocurre algo?
— Sólo llamaba por un tema en específico. Como sabes , la suzuya-squad nesecita algunos refuerzos ahora que hemos sido ascendidos al S3. Según tengo entendido hasta ahora , ya te propusieron una vez unirte al S3 pero lo rechazaste. — Las palabras de Keijin no llegaron el mejor momento , eso lo tenía seguro. — Suzuya-san me pidió que contactar al clase especial Ui para sugerirle tu traslado , pero pensé que comunicarte esto antes de formalizar la petición sería una mejor opción. ¿Estas de acuerdo con esto?
— ¿A-ah?
— Te recuerdo que lo más probable es que los escuadrones sean reorganizados ahora que el nivel 1 Furuta tiene que asumir el cargo de director en jefe. Seguramente ya sabes lo que ocurrio con el clase especial Washuu. — comunicó mi antiguo compañero. Toqué mi cien con algo de confusión al escuchar lo que dijo. Él tenía razón , ahora ya no había nada que hacer. — ¿Qué es lo que decides?
— Lo pensaré.
(...)
"Y todas estas nubes nos lloran,
Pero tú eres frío como una noche."
(...)
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