23: Incapaz

Ella estaba perpleja y casi no movió un músculo por unos segundos. ¿Como era eso posible?

¡Fujioka , tu Quinque! — ordenó la (t/c/d/p) hacia el de rango más bajo. Este le entregó el arma , el cual poseía un delgado pero letal filo , y ayudándose de este , lentamente procedió a cortar los hilos que traían amordazado al pobre hombre. — Llamaré a una ambulancia. Ve por el clase especial Ui y comunicale esto , por favor.

— Entendido. — acató la orden el contrario , procediendo a retirarse lo más rápido posible en búsqueda de su superior. Ella tomó el intercomunicador y trato de comunicarse con algún servicio de emergencia , sin embargo aquel aparato repentinamente había dejado de funcionar , o al menos su señal se había visto cortada. — maldición... — susurró mientras volteaba a ver a la pobre víctima. — Señor , soy investigadora ghoul de primera clase. Muy pronto mi subordinado regresará con ayuda , así que hasta entonces me encargaré de protegerlo , usted sólo tiene que guardar la calma. Todo estará bien... — Sin embargo , haberse quedado sola y con la única compañía de una víctima había sido un error garrafal. Apenas y se había dado cuenta de lo ocurrido. Aquel Quinque de repuesto...

Un líquido viscoso comenzó a gotear de aquella manija , y a pesar de que apenas lo notó reaccionó lanzandolo y alejandolo varios metros de ella , para después tratar de limpiar sus manos , ya era demasiado tarde. Aquella sustancia habia entrado por los pequeños cortes que se había realizado hace apenas unos momentos.

Tratando de obviar lo ocurrido , ella tomó al supuesto payaso de uno de sus brazos para tratar de salir del lugar , cuando repentinamente una pequeña explosión se escuchó a lo lejos.

Con los labios sangrantes, él trató de advertirle acerca de lo que estaba a punto de ocurrir.

¡Koizumi! — escuchó una voz reconocida en ese momento , justo antes de sentir su cuerpo ser apartadopor las manos del damnificado a algunos metros de ella.

¡No! — exclamó justo antes de escuchar una estallido en el lugar y ser empujada por varios metros . Ella apenas logró levantar la vista , para finalmente darse cuenta de que su cuerpo estaba destrozado por culpa de aquella detonación. — él... El hombre... — indicó al ver llegar a su superior a la escena , hablando con una voz quebrada y manos temblorosa. Sin embargo , a su lado no había absolutamente nadie. Tan sólo un Quinque cubierto de una extraña sustancia y , poco más allá, una enorme mancha de sangre acompañada de trozos de carne y viseras.

(T/n) , nos retiramos por hoy. — comunicó el hombre de cabellos azabaches al igual que tomaba a su joven subordinada y la ayudaba a levantarse del suelo con intenciones de llevarla hacia el escuadrón de primeros auxilios , recubriendola con sus brazos al darse cuenta de su estado de Shock.

La investigadora apenas podía reaccionar y su rostro portaba una expresión a causa de la profunda alteración que la había invadido. A duras penas podía parpadear y cada paso que daba era de sobremanera lento y pausado.

Koori se maldecia mentalmente. Tan sólo de sentir el temblor de su cuerpo contra el suyo comenzaba a darse una idea de cómo ella en realidad se sentía.

¿Como había podido permitir aquello? Se sentía culpable por haberla dejarlo sola , y sobretodo a sabiendas de lo que le podía pasarle.

¿Pero como evitarlo? ¿cómo evitar que aquel mundo tan asqueroso y aquellos malditos ghouls la siguieran lastimando? ¿de qué manera podría proteger a la única persona que le quedaba?

Ver su respiración tan pausada mientras se esforzaba por no cerrar los ojos era un martirio para él, mientras en su mente se repetía la misma frase una y otra vez...

"La perderás a ella también"

(...)

¿Hairu...? — la silueta de la joven de cabellos rosados estaba alzada frente a ella.

fuerte... — logró escucharla hablar en medio de algunos balbuceos sin sentido. (T/n) se acercó lentamente a ella , llena de intriga y temor por aquellas alucinaciones. — ... Mueren... — volvió a oír decir su antigua amiga. La fémina de cabellos (t/c/d/p) alzó su brazo para reposarlo encima del hombro de su difunta compañera. — ... Por que no eres fuerte.

¿Por qué? — logró susurrar al ver el rostro de Ihei totalmente destrozado , mientras su cuello sangraba y dejaba manchas notorias en su gabardina blanca. — ¿Por que tu... Hairu? Tu no debias...

— Koori-senpai, tu lo ves. — a su juicio , esa frase carecía de sentido. Pero al ver lo que la peli-rosada señalaba con uno de sus finos dedos se dio cuenta de lo que ella en realidad quería decir.

El cuerpo de su superior yacía inerte en medio de aquel oscuro escenario.

Despertó entonces de manera abrupta , dando un pequeño salto en su puesto.

Sus ojos (t/c/d/o) se abrieron de golpe, con una pequeña incomodidad y cierto dolor en estos mismos. Un pequeño jadeo de dolor salió de sus labios al sentir su cuerpo entumecido. Trató de respirar tranquilamente y recobrar algo de tranquilidad.

(t/n) — llamó Ui al notar que ella finalmente estaba despierta. La menor miró en su dirección, dándose cuenta que él se encontraba sentado a su lado y , precisamente , a duras penas había logrado analizar la situación. — ¿Te sientes bien?

— si. — respondió un poco avergonzada al percatarse de que , en realidad , hasta hace unos pocos segundos estaba dormida sobre el hombro de su superior. — ¿Qué ocurrió?

— Te quedaste dormida. Eso fue lo único que ocurrió. — respondió el contrario con algo de sorpresa por aquel particular comportamiento. — Estábamos esperando a que los del escuadrón médico nos comunicaran el estado de las víctimas... Pero por alguna razón te dormiste. No tenía intenciones de despertarte , se notaba que estabas muy fatigada.

Lo siento mucho. — se disculpó ella , avergonzada por los inconvenientes que le había causado a su líder de escuadra.

Esas palabras perderán significado si lo dices todo el tiempo , más aún si es algo de lo que no eres culpable. — habló el de mayor rango , sin embargo , la contraria había desviado la mirada. Era más que obvio que no tenia intención alguna de establecer contacto visual. — escuché que susurraste algo mientras estabas dormida. —  ella habitó los ojos de sobremanera, indicando sorpresa y volvió la mirada para admirar la expresión del clase especial. — Reponde con honestidad. Aún no superas lo de Hairu , te sientes culpable ¿no es cierto? — Esas palabras se escuchaban más como una afirmación que como una interrogante.

La joven trató de articular una respuesta concisa mentalmente , pero a pesar de tenerla , él nudo en su garganta no le permitió hablar cuanto quería sin tener la sensación de que en cualquier momento ido a a romperse.

No... — admitió a duras penas. (T/n) no pudo evitar que el nudo finalmente fuera deshecho y sus ojos comenzarán a cristalizarse.

Se sentía acorralada. Ya no tenía la posibilidad de retirarse de aquella habitación y si acaso la tenía, no podría dirigirle la palabra a aquel hombre. Era sumamente vergonzoso y doloroso , ya que lo que menos deseaba era que él la contemplara llorando. Así que lo único que logró hacer fue cubrir su rostro con sus manos , esperando que las lágrimas que comenzaban a salir se detuvieran de alguna manera.

No podía contenerse. Estaba simplemente triste por revivir el recuerdo de la muerte de su compañera y darse cuenta de que aquel hombre que había muerto hace apenas algunas horas podía haber sido salvado por ella.

Pero el verdadero detonante para sus lagrimas era el hecho de que aquella imagen de Koori que había visto entre sueños se había ceñido en su mente. De que tenía miedo sólo de pensar en que algo podía pasarle al hombre que había llegado a amar tanto.

Y era aún más doloroso saber que , a pesar de que estaba a su lado , se comportaba como si estuviera muerto en vida y ella tan sólo podía mantenerse expectando como lentamente el silencioso dolor en el que estaba sumido lo consumía lentamente. La impotencia la invadía cada vez más hasta llegar a doler e incluso le impedía respirar.

Y lo sabía, estaba consciente de que a pesar de que siempre había estado a su lado , permaneciendo siempre a su disposición no había podido ayudarle a sobrellevar su dolor. Y todo por culpa de su debilidad y de su temor a confesar sus sentimientos. Por que si ni siquiera podía soportar sus propias penas , no podría con las de aquel investigador del que tan profundamente se había llegado a enamorar.

Ui-san... — susurró llamando la atencion del menciomado tras el largo silencio inundado de tristeza que había reinado en el ambiente.

(...)

" Y un reflejo de una mentira me hará esperar.
Con el amor desaparecido, por tanto tiempo."

(...)

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