Siento mi garganta arder como si fuera quemada. Mis párpados ceden al sueño y se cierran. Todo es confuso , mis sentidos pierden cada vez más su agudez característica.

— Te amo...  — escuché hablar a una calmada voz a lo lejos , un tacto bastante suave y cálido la acompañaba . Siento las yemas de sus dedos recorriendo con delicadeza mis mejillas. Todo me resulta bastante extraño , pero de alguna manera aquel contacto comienza a relajarme. — Me importas demasiado , Koori Ui...

Siento curiosidad de saber acerca de la persona que posee de esa voz. Me resulta sumamente familiar. Pero mi mente se nubla repentinamente , haciendome caer en un profundo sueño. Quizás todo había sido sólo un sueño.

(...)

La luz comienza a atravesar mis párpados. No puedo evitar abrir los ojos lentamente , encontrandome con un blanco techo sobre mí. Volteo la cabeza de un lado a otro para analizar rápidamente el lugar donde me encuentro. Al parecer unas cuantas mantas me cubren a la vez que un cojín gris está pocisionado detras de mi cabeza , noto que me encuentro recostado en un cómodo sofá de color blanco.

Trato de incorporarme lo más rápido posible , sin embargo , al alzar la mirada me encuentro con unos cabellos (t/c/d/p) dándome la espalda , mientras la dueña de estos comienza a retirar algunas cosas de la alacena de la cocina sin darse cuenta de que estoy observandola fijamente.

Ella voltea por un segundo para tomar un cuchillo , sin embargo se da cuenta de mi presencia en ese exacto momento. (T/n) Se queda quieta , fijando su vista en mi , probablemente sorprendida por el lamentable aspecto que traigo.

— buenos días , Koizumi. — interrumpo para darle fin al incómodo silencio. Ella asiente aún dentro de su trance , levanta la mano derecha en señal de saludo para después voltearse y continuar con lo que hacía.

No entiendo con precisión lo que ocurre , mucho menos tengo idea de por qué estoy en ese lugar. Y al parecer ella tampoco está dispuesta a soltar palabra.

— ¿Desea algo para desayunar? — dice después de un rato. Sus ojos eran casi indescifrables , pero intenté no darle mucha importancia a su mirada.

— ¿Qué ocurrió, (t/n)? — interrogo de manera directa , ya cansado de tantos rodeos. Ella desvía la vista de vuelta hacia la estufa y nuevamente me da la espalda.

— yo... lo encontré dentro de un bar anoche. — confesó mientras escuché el ruido de el cuchillo chocar contra una tabla de picar. — Lamento haberlo traído aquí. Se que es inapropiado , pero no podía dejarlo sólo ahí... usted me ha ayudado tantas veces que sería ingrato simplemente quedarme indeferente.

— Gracias. — respondo con algo de duda. Puedo creer en cada una de las palabras que dice , pero no puedo evitar sentirme avergonzado por mi decepcionante comportamiento frente a mi subordinada. ¿Qué clase de autoridad tendría sobre el resto de investigadores si me ven en esa situación?. Maldita sea.

— Por cierto... — (t/n) se acerca a la mesa del comedor con un par de tazas de té. Finalmente puedo ver sus ojos... están algo caídos pero conservan cierto encanto en ellos. — Pensé en acompañarlo a su casa , pero al parecer perdió sus llaves. Lamento no haberlo dicho antes , pero debería llamar a un cerrajero. — escucho cada una de sus palabras , pero me siento un poco distraído por algo más. Ella regresa a la cocina para tomar un par de platos con dos sándwiches en cada uno. Acomoda uno a cada lado de la mesa , para después sentarse en una de las sillas.

— si , debería. — murmuro sin pensarlo mucho. Ella toma uno de los sándwiches, pero mientras se dispone a darle una mordida se detiene repentinamente.

— Por favor acompañeme a comer , Ui-san. — su voz se escucha bastante amable. Trato de levantarme con cuidado , puesto que mi cabeza duele y al parecer dormí en una mala postura. Mi gabardina está desarreglada al igual que mi cabello , sin lugar a dudas mi aspecto es demasiado lamentable.

Agradezco por los alimentos . Ambos empezamos a comer después de esto , ella sólo se concentra en su plato , sin apenas alzar la vista. 

— Sabe bien. — afirmo. Una pequeña sonrisa se forma en su rostro , puedo percibirla a pesar de que su cabeza sigue agachada. 

— Gracias. — dice ciertamente avergonzada. Observo cada uno de sus movimientos, en un intento por establecer al menos un pequeño contacto visual con ella.

Después de varios intentos , sus ojos se encuentran con los míos. Ni siquiera yo entiendo él por qué ponía tanto empeño en mirarla. Sin embargo , ver aquel gesto después de escuchar como lanza una risa nerviosa... No puedo evitarla ver de la misma manera en la que alguna vez veía a Hairu.

— Ui-san... — llama mi atención con aquella entonación regular. Trato de evitar soltar algún sonido , tengo miedo de delatarme a mi mismo.

Desde hacia algun tiempo la había visto de esa manera , pero no podía sentir algo hacia Koizumi. Quizás ella era todo lo que me quedaba... No podía lastimarla bajo ninguna circunstancia. Simplemente no podía. Aún no lograba olvidar a Hairu , y el simple hecho de comparar a ambas me parecía algo enfermizo. 

Ella no se merecía algo así , mucho menos al haber tenido tantas malas experiencias con hombres. Estaba en mis manos proteger lo último que tenía, (T/n) era quizás la mejor subordinada que jamás había tenido. Ella tenía un brillante futuro en la CCG , así que como superior tendría que ayudarla a alcanzarlo.

— ¿Que ocurre? — respondo de manera cortante. Ella señala una de mis mejillas , haciendome notar que me había ensuciado con algunas migas las cuales limpio rápidamente.

(T/n) levanta la mirada y se queda contemplando el techo por varios segundos. Quizás la situacion fuera demasiado incómoda para ella , por lo visto no disfrutaba demasiado de mi compañía.

(...)

— Jaque. — susurra ella mientras comienza a celebrar. Una pequeña sonrisa aparece en mi rostro al ver su comportamiento un poco menos cohibido que antes.

— lo hiciste bien. — musito. Ella agradece mientras sus labios se tensan para , de igual manera, formar aquella sonrisa. Sus ojos me observan con curiosidad.

(T/n) se levantó del asiento y comenzó a recoger el tablero de ajedrez al igual que las mantas que aún se encontraban en el sofá de la sala. Se dirigió a lo que parecía ser su habitación y dejó ahí adentro los objetos, sin embargo , repentinamente un perro salió de la habitación y a toda velocidad se acercó a donde yo estaba , pocisionandose a mi lado y comenzando a ladrarme.

— ¡Amai! — la escuché quejarse al momento en que el pequeño animal se acercaba cada vez más a mi. Comenzó a olisquear mi ropa con curiosidad , seguramente tratando de reconocerme. Despues de esto, el perro se sienta al lado mío , finalmente quedándose tranquilo. — En verdad lo siento mucho. — articula (t/n) sumamente avergonzada. Acaricio un poco las orejas del can, ella se pone de cuclillas a su lado e imita mi acción.

— Por lo visto no es agresiva. — afirmo. Ella asiente de manera notoria.

Amai se queda quieta , muy a gusto por el trato que está recibiendo. Repentinamente vuelve la cabeza hacia su dueña , casi como indicándole algo. (T/n) asiente ,  pareciendo como si en realidad entendiera lo que su mascota quería decirle.

— Seguramente hoy está de buen humor .— Dice con una pequeña sonrisa. Nuestras manos se rozan durante unos segundos , ella retira su tacto lo más rápido que puede mientras pide disculpas. Me cuestiono un momento la respuesta que debía dar , sin embargo una llamada la interrumpe y ella se dirige a contestar sin pensarlo mucho.

De un momento a otro , mi teléfono comenzó a escucharse. Abrí el bolsillo de mi gabardina , la cual se encontraba acomodada sobre una de las sillas del comedor.

— ¿Hola?...

— Lamento la interrupción, clase especial Ui , pero la CCG necesita de su ayuda. — dice una voz femenina al otro lado de la línea. — ... es una emergencia.

(...)

Sólo desearía que pudieras sentir lo que dices...
Pero te conozco demasiado bien.

(...)